Partida Rol por web

(según vuestras tiradas)

La primera semana de  viaje se hizo al principio algo penoso, incluso no se encontró nada por el camino para forrajear y las provisiones de carne seca y fruta se agotarón, luego ignorando un poco las indicaciones del medio orco y tomando otro camino aconsejado por uno de vosotros tres la cosa cambio el tiempo perdido se recupero y se en contro setas, conejos, algún ave. Pero el sexto día la cosa se complico y se tuvo que volver acoger de vuestras provisiones descontaros una de las cinco raciones de viaje.

Estamos en la noche del septimo día se ha recorrido más o menos la mitad del camino antes de llegar a las montañas.

Estabamos en el septimo día, se hizo de noche encontramos un lugar más o menos seguro y una vez establecidos salí a cazar, pues me tocaba a mi cocinar ese día volví a la media hora con una perdiz, romero y unas setas, ibamos ha cenar bien esa noche. atendi el fuego y desplume el ave y lo destripe. Había que aprovechar, pues luego no se sabe que nos espera.

-¡VAYA! que buen ejemplar nos traes ahí  -  Comente irónicamente , pensando en los últimos caminos que nos había conducido haciendo retrasar la marcha. 

Thuka Llama Azul era la primera vez que estaba por esa parte de Terrania menos mal que no era el mismo caso de los demás y que se pudo corregir la ruta y adelantar los días perdidos.

 La verdad es que este sitio me gusta para acampar, ¿ha sido casualidad  o es que ya habeís estado por esta zona antes ?, Yo es la primera vez que salgo de mi territorio volcanico un bonito lugar os aconsejo visitarlo algún día y más ahora que hay una tregua entre clanes por todo esto que esta pasando. 

 Era raro pero unos insectos, mariposas nocturnas creo que se llaman comenzarón a volar cerca del fuego sus alas plateadas y brillantes cambiaban de color conforme la intensidad del calor, esos insectos comenzaban a caerme bien ya que apreciaban un buen fuego. En cuanto la oscuridad y la humedad avanzaba me acerque más al fuego. Le quise hacer una gracia a Salataharai cuando puso el pavo y jugar con el fuego para fastidiarlo, pero se me fue de las manos y una gran llamarada apareció consumiendo la hoguera en unos segundos y casi calcinando la cena, me toco ir a por más leña y encender de nuevo el fuego para quitarle el mal humor, por lo visto era un medio orco al que no le gustaba que le fastidiase la hoguera. 

Bueno así estuve algo entretenida. 

Habían tenido suerte de que Thath hubiera pasado por ahí algunos meses atrás cuando fue enviado por los ancianos en busca de respuestas. Ya en aquella primera visita a la zona encontró un paso entre las montañas. Su casi imperceptible entrada era tan estrecha que únicamente podía podía pasar un hombre en paralelo a la vez, pero algunos metros más adelante ya se ensanchaba bastante. 

Aquel túnel, por llamarlo de alguna manera, estaba abierto al cielo, era como si de alguna manera, aquella montaña hubiera sido partida en dos por un hachazo. Quizás fuera un dios en una era pretérita quien lanzara un rayo para crear el paso o puede que fuera Murant, el dios lobo, hermano de Gorant, quien con su enorme hacha creara la brecha, pero fuera como fuera allí estaba y les permitió atravesar las montañas sin tener que dar un amplio rodeo que podría haberles llevado días, sino semanas. 

- Éste es un buen sitio para acampar. - Comentó Thath. - Ya me detuve aquí la primera vez que hice el camino. Hay un arroyo a unos trescientos metros en aquella dirección. - Señaló hacia el norte. - Sería interesante rellenar las cantimploras. Si es que su cauce no se ha secado. - Comentó. 

Thath pensó en ir en ese preciso momento a llenar su padre de agua clara, pero estaba realmente cansado del viaje. Tan solo quería cenar algo y tumbarse a descansar. Ya podría ir cuando se despertara a llenar su odre. Al fin y al cabo, al día siguiente avanzarían en dicha dirección. 

- Salataharai. - Llamó la atención del guía. - ¿Qué crees que nos depara el futuro una vez lleguemos a nuestro destino?

Subido a un árbol cercano, me quedo esperando a que dejen de jugar con la comida y de llamar la atención. Terrania se ha vuelto ciertamente peligroso a partir de la Muerte Blanca y es mejor que alguno de nosotros esté atento ante cualquier peligro. Sobre todo si nuestro cometido es acabar con el mal que aqueja este mundo, por muy absurdo y extraño que me parezca que se nos haya encomendado esto.

"Sí, no estaría mal hacer una parada en ese arroyo..." - Añadí a la proposición de That.

Creo que estamos en el fin de esta era, Tanto si el Titan de la destrucción hace borrón y cienta nueva, como si el otro titan lo detiene, seguramente despues de estos sucesos darán como terminada esta epoca, estamos haciendo historia de lo que hagamos los libros llegaran a nombrarnos para la eternidad o al contrario nuestros nombres serán borrados y olvidados.    hago una pausa  De todas maneras a donde vamos ha ruinas y restos de una civilización desaparecida y enterrada seguro que algo vemos. 

 Termino de hacer el ave y la salsa y llamo  a la mesa para que vengan a cenar. 

 Sería interesante que cada uno contara una historia mientras cenamos, a mi me han dicho que esa civilización enterrada, tenía unos vehículos que eran capaces de volar y unas bolas de cristal que hacían luz como si fuera de día, no pensaban en la naturaleza, ni en los dioses ni en la magia solo vivian para la ciencia. 

esto que cuentan fue en la era anterior, luego desperto el Titan y arraso destruyo todo quedo enterrado y olvidaado y fue cuando aparecimos nosotros. 

Ahora es nuestra civilización y razas las que peligran. 

      Pego un buen bocado y aún másticando les señalo con un trozo de muslo en la mano.

 Y vosotros ¿que historias y leyendas tienen vuestros pueblos?, mientras cenamos sería interesante escuhcarlas.

Tome untrozo de pechuga y en una hoja algo de acompañamiento con la salsa, no me fiaba del medio orco.

Aún sin pegar bocada comente yo mi historía:

Pues mi pueblo dice que uno de los titanes en forma de ave, duerme en el volcan más antiguo y moribundo de nuestra región, de hecho en esa zona no crece nunca nada, ni llueve, y ahí muchas tormentas pero electricas. Se cuenta que duerme el gran ave Helado "nuestro pueblo odia el frio y el hielo" El titan donde su despertar anuncia la era glacial y la muerte por frío de los seres que habitan esa edad. 

Hace varios días que esa zona esta llena de terremotos, la tierra se abre y hay más electricidad en la atmosfera que nunca, capas y capas de hielo acompañan esos terremotos. 

Auncián la llegada del frio de la muerte, del despertar del ave de hielo. Solo el Titan en forma d  anguila, si se despertara podría con sus llamas de calor y su cuerpo en forma de latigo apresar y paralizar el avance del ave, una lucha en la que los dos terminarían agotados y dormidos nuevamente. Y así nos salvaríamos. 

Esa es la leyenda que mi pueblo cuenta.

¿Y VOSOTROS, que historia nos contais? 

- Una de las leyendas de mi pueblo hablan de una gran anguila. -  Comentó preocupado. - La leyenda habla del día del fin del mundo. Dice que una gran anguila sobrevolará toda Terrania sumiéndola en la oscuridad. Se dice  que causará  gran desolación por ahí por dónde pase. - Negó amargamente con la cabeza. - No entiendo porqué los chamanes quieren que busquemos a esa gran anguila y la despertemos. Eso podría ser el fin de todos y de todo. - Resopló. - Tambié se dice que sólo los más valientes y los que nunca han dado un paso atrás, podrán acceder al Narmtram y vivir eternamente en el Banquete de los Héroes. 

Thath dio un bocado a un trozo de carne. Se mantenía ciertamente apesadumbrado y miraba como el fuego danzaba frente a él.  No acababa de comprender las motivaciones de los ancianos para enviarles a una misión de tal características, aunque no era él quien debía tomar ese tipo de decisiones, ni cuestionar las del consejo. Si les habían enviado en busca del Titán con forma de anguila, sin duda era por alguna razón.

- Supongo que sólo un gran mal, puede combatir a otro gran mal. - Se encogió de hombros y dio otro mordisco al trozo de carne desecada.

¿Yo? ¿Compartir las ancestrales historias de mi gente? No tengo ganas, y si de verdad tuviera que hacerlo nos llevaríamos semanas en ello. - "Las historias de mi gente no son como las vuestras, están llenas de metáforas élficas. Vuestras mentes no pueden comprenderlas y explicarlas me llevaría mucho tiempo... pero desde luego no son tan fatalistas como las vuestras."

Me empezaba a molestar que cada vez pareciese que todo lo que ibamos a hacer fuera para empeorar las cosas. Todo apuntaba a que hicieran lo que hicieran resultaría en penurias y catástrofes.

"Según lo describís, todo se va a ir al carajo dentro de poco. Claro, existe la posibilidad de que ambas se enfrenten y queden tan heridas que al final no se cumpla lo que decís, pero nada lo asegura. Lo más probable es que el titán que gane haga lo que quiera con este mundo; si despertamos esa anguila Terranía puede quedar sumida en la oscuridad, y si no lo hacemos quedará helada." - Termino de comer y me levanto, ya harto de hablar de estas locuras. - "Haré la primera guardia."

Sin decir más, volví a escalar el árbol en el que estaba antes y me mantuve alerta. En mis pensamientos estaba presente la idea de abandonar esta extraña y suicida misión, hacer un poco de dinero e ir a Asamblea para retirarme y disfrutar los pocos días que le quedan a este mundo.

Una estrella fugaz marca el cielo unos segundos, se escucha unos insectos revolotear cerca, se respira aire puro y con particulas de humedad.

De pronto Alaraz comienza a sentirse algo indispuesto, algo en la cena no le ha sentado bien, es como si alguno de sus compañeros hubiese intentado envenenarle. 

la cosa se pone algo fea. 

Tira constitución con menos de 7 pierdes 1d8, con 7.8.9 pierdes 1d6 con 10 pierdes 1d4, con 11, 12 pierdes 1 de PG.

El veneno podría ir a mas de no encontrar una  pronta cura...

¿Que harán nuestros personajes intentarán quien a venenado al compañero, intentaran buscar una solución para parar el envenenamiento, etc? ¿como sera su reacción?.

Estabamos contando historias de nuestro pueblo, estas nos ayudarían en la misión pues toda leyenda tiene su toque de realidad y su toque de fantasía ¿hasta donde llegaban era un misterio?

De pronto vi a Alaraz ponerse palido y encontrarse mal, señale al medio orco.

El ha cocinado esto, nos ha intentado envenenar, entre sus pertenencias le he visto durante el viaje algunos frascos y objetos raros. 

 Me levante alterada mis ojos reflejaban llamas de ira. ¿Confiesa medio orco o aquí mismo acabaras churruscado como el pavo?

Thath no se lo pensó dos veces. No dudaba de Llama Azul, pues los ancianos la habían elegido por algo y en cambio, el mestizo era simplemente el guía. Además, era mestizo de orco y eso ya de por si le ponía en el punto de mira. Lo cierto era que aunque no podía considerar a Alaraz o a Thuka amigos, no al menos todavía, debía protegerlos con todo lo que tuviera a su alcance y en esos momentos, lo más al alcance que tenía era su mandoble.

Desenfundó su espada y la esgrimió a dos manos. Su Thuka había visto frascos y sustancias extrañas en el equipo de Salataharai, quizás tenía razón y era él, quien habiendo cocinado la cena, la había envenenado y que hubiera sido el pobre Alaraz, el primero en sentir las consecuencias. Se acercó a Salataharai y le miró de forma inquisidora blandiendo su espada.

- ¡Vamos, contesta! - Le ordenó al semiorco.

¿Envenenado? Algo muy rastrero, digno de un sucio mestizo de Adal.

Saco mi mayal e intento darle el primer golpe antes de que haga algo, pero encontrándome cada vez más débil, lanzo un ataque ridículo que ni le alcanza.

"¿Qué hacéis? ¡Apresadlo!"

Las acusaciones de la mujer Thuka crearon desconfianza en el crupo, Alataz me ataco (tirada 4 pifia),  como no estaba en sus facultades podría haber correspondido a la agresión pero en lugar de ello logre desarmarlo, el arma quedo a tres metros de él.

- No se que ha pasado, yo no he envenenado a nadie, Mire a Thath ignorando a la femina.   Pero si se me deja examinar a Alaraz tal vez pueda darle un antídoto. 

No hay mucho tiempo tal vez sea un veneno muy agresivo, si me dejas examinarte, podría darte el antídoto.

Mire la hoguera, las brasas, las llamas vivas me daban fuerza.  Me vincule con estas.

NO DES NI UN PASO MÁS, MEDIO ORCO O AQUÍ MISMO SABRÁS LO QUE ES EL FUEGO DE LOS INFIERNOS.

 Amenace al nuevo. Tal vez lo que quería era empeorar más el estado de salud de Alataz, no podía fiarme.

- ¿Cómo podemos fiarnos de tí? - Le preguntó Thath. - Reconocerás que es cuánto menos sospechoso. Nadie más ha tocado la comida salvo tú y... 

¿Y si no había sido la comida? Podía ser que el efecto del veneno estuviera en el aire o hubiera sido provocado por la picadura de algún insecto. O puede que fuera causa del influjo de un ser sobrenatural e invisible a sus ojos. Lo que era claro es que ni él, ni Thuka y tampoco el propio Alaraz, podrían hacer nada por sanar al propio Alaraz. Igual Salataharai merecía una oportunidad. 

- Alaraz, quizás sería buena idea que te viera. Puede que sea nuestra mejor opción. - Comentó tras su reflexión interna. - Me encargaré personalmente de supervisar que no intenta nada raro... - Miró a su compañero envenenado. - Pero es tú decisión. Es tu vida la que corre peligro.

Esto me suena a conspiración podría haber sido cualquiera de vosotros para culparme y quitarme de en medio, yo desde luego no he envenenado nada, pero si podría tener un antidoto...

Cada vez más asfixiado, me planteo seriamente si dice la verdad. Sea como sea hay que jugarsela, por lo que abandono la idea de volver a por el mayal y le indico al mestizo que venga y saque su antídoto.

- ¡Rápido mestizo! - Le ordenó Thath.

Parecía que a su compañero no le quedaba mucho. Al fin y al cabo y pensándolo bien, nadie nadie, ni siquiera Salataharai, sería tan estúpido de administrar un veneno en la comida, que fuera de tan rápido efecto y no se asegurara de que todos lo probaran antes de que empezara su efecto.