Partida Rol por web

[DM D&D 3.5 (4)] Tras la Pista de Naz

Prólogo. La Ciudad de las Chabolas.

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09/12/2019, 09:55
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Sólo para el director

Notas de juego

Escena 1. Los pj's llegan a la aldea y se informan de que se están produciendo saqueos en lo caminos del noroeste en las últimas fechas.

Días 1 a 4 de enero.

Lugares donde sacar información:

  • Taberna de la Rata Ahogada.
  • Vagabundos.
  • Comercio.
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09/12/2019, 12:10
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Sólo para el director

Taberna, "La Rata Ahogada".

El grupo se detuvo ante lo que parecía ser una taberna. Parecía ser por el ruido que salía del interior, el ajetreo que se intuía a través de las ventanas de un cristal de color ocre que puede que antaño fuera transparente y por el olor a alcohol y a guiso que provenía del interior, pues no había un solo cartel que indicara de que clase de establecimiento se trataba.

Por una razón que el grupo desconocía realmente, finalmente decidieron entra en dicho tugurio. Al abrir la puerta, el griterío de su interior se hacía más evidente. Pese a ser un local bastante pequeño, a penas cabían cinco mesas y la barra del bar, estaba a rebosar de gente. Las paredes estaban decoradas con algunos trofeos de caza y pesca, aunque por las telarañas que tenían por encima, podía que llevaran allí más tiempo que el dueño de aquel antro. El suelo estaba lleno de cáscaras de frutos secos, fruta, huesos de pollo y otras inmundicias y el olor... bueno el olor era nauseabundamente indescriptible.

Debían ocupar el lugar unas treinta personas, casi todos eran hombres. Parecían estar celebrando algo, aunque no lograron a descubrir cual era el motivo de tal celebración. Lo cierto era que, aunque parecían hablar el mismo idioma, prácticamente no podían entender nada debido a que el habla de aquellos beodos, era pastosa y sin demasiado sentido. Balbuceaban sin demasiado sentido y reían. Sobre todo reían de forma continua y atronadora.

El dueño del local, o al menos quien estaba tras la barra, era un joven con cara de pocos amigos. No es que no pareciera alguien amable, sino es que se le veía del todo amargado teniendo que aguantar a aquella tropa de rufianes y gente de mal vivir. No obstante, ese era su trabajo y si quería sacar algo de dinero para vivir, tendría que atenderles sin hacer demasiados miramientos.

Notas de juego

Mesonero: Max Filipander. "Ha habido algunos asaltos en la carretera del noroeste, se rumorea que se trata de una banda organizada. Llevan una capas de color... No recuerdo, pero llevan la misma capa. Aunque hay pocos supervivientes, la verdad. Es una carretera poco transitada ahora por ello. Una pena, porque no llegan muchos viajeros de occidente ahora. Un comerciante del pueblo. Edrick Van Hooper logró regresar tras ser asaltado por ellos. Deberíais hablar con él".

Moza alegre: "no se mucho de los asaltos. He oído rumores. No llegan muchos viajeros ahora, por ello estoy perdiendo clientes. Aunque vosotros... - Les guiña un ojo. - Tan solo os costará unas pocas monedas.  (Si se van con ella podría tratar de robarles, buenas capacidades de latrocinio).

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24/12/2019, 11:58
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Vagabundos:

Norel el vagabundo: Si le dan una moneda y le preguntan por Naz. Podría llevarles hasta el negocio de Van Hooper.

El viejo Shiso: persona inteligente y culta, pero enferma mental. Realizó un gran viaje y se separó de su familia. Nunca los volvió a ver. Viaje durante años. Pensé en regresar, si... Allí tenía una esposa y mis hijos. Pero aquella Ciudad era han maravillosa... No puede volver. Y luego seguí viajando y lo haría todavía de no ser tan viejo y de no estar tan loco. - Sonrió. - ¿Asaltadores? Si... Los comerciantes hablan de eso. A mí no me importa. No compro nada. No vendo nada...

 

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24/12/2019, 12:31
Director
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El comercio de Edrick Van Hooper.

Finalmente el grupo fue guiado hasta lo que parecía ser un antiguo paso de agua. Se trataba de una de las construcciones más sólidas de toda aquella cañada. Se trataba de una construcción en madera, aunque con bastantes mejores acabados que el resto de chabolas de los alrededores. Incluso tenía un cartel que rezaba el nombre del negocio: "El Puesto de Van Hooper".

Ya desde el exterior se podía observar que en el interior de dicho almacén, se acumulaban infinidad de artículos de todo tipo. Aparejos de labranza, objetos de hojalata, redes de pesca, ropa, mobiliario, vajillas, cuberterías... También era cierto que todo aquello no parecía nuevo, sino que más bien era de segunda mano.

Varios dependientes se encontraban atentos en todo momento a lo que hacían y dejaban de hacer los compradores. Se trataba de hombres fornidos y robustos, que más que comerciantes parecían matones. Posiblemente esa era la mejor opción en un lugar tan grande como aquel, en el que pequeños hurtos debían estar a la orden del día. 

Notas de juego

Edrick Van Hooper era un hombre obseso y con un rostro antipático. Sus ropas eran nobles, lo que contrastaba enormemente con el atuendo del resto de pobladores de aquella aldea de vagabundos y mendigos. Sin duda alguna, ese hombre acumulaba más riqueza que el noventa por ciento de habitantes del lugar. Aunque eso pudiera parecerles mal a algunos, no era en realidad nada reprochable, al menos no legalmente.

¿Qué quieren? - Les preguntó casi sin mirarles a los ojos. - Mi tiempo es preciado... - Afirmó con rotundidad.

EN CUANTO LE CUENTEN ALGO SOBRE NAZ

El rostro de Van Hooper cambió de inmediato. Su expresión de prepotencia cambió por una de interés. Miró finalmente a los extranjeros y se acercó a ellos solícito. 

¡Esa rata! - Exclamó con odio. - ¡Me robaron un buen cargamento y mataron a mi cochero y a dos de mis guardaespaldas! - Contó entonces. - Todavía no sé como yo logré salir con vida. - Reveló apenado. - Me hizo cosas que... - Suspiró. - Es un monstruo. ¡No debería existir! - Dio un golpe con el puño contra la mesa. - Si me traen su cabeza la embalsamaré y la colgaré en el palacio de mi familia. Les pagaré bien por la pieza. ¿Qué me dicen?

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24/12/2019, 12:31
Narrador

Aldea Chabolista, día 23 de hiltan del año 532.

Jack tenía una pista. Era vaga, muy vaga, pero era lo mejor que había obtenido en muchos años. Le había jurado venganza a Naz mucho tiempo atrás y no iba a desperdiciar aquella información por muy improbable que fuera aquella información. Por ello, y pese a que le dolió tener que dejar atrás a sus compañeros en la misión que emprendían en dirección a la Comarca, se marchó en dirección opuesta.

Timmothy no tenía más alternativa que viajar junto al mediano. Su vida no había sido fácil desde que se topara por primera vez con aquel mestizo, le odio durante una etapa de su vida, pero al madurar entendió que no había sido culpa suya nada de lo sucedido, sino que él era otra víctima más de Naz y ahora que estaba convencido de que hallaría su merecida venganza, le seguiría.

Por su parte, Váldenar y Tyra, que llevaban ya algún tiempo viajando juntos, habían tenido ya un encontronazo con los secuaces de Naz. En uno de sus viajes a través de lo largo y ancho de Gea, fueron emboscados por una banda de asaltadores. Lograron salir victoriosos pero vieron cerca el fin de sus días. Descubrieron que aquellas malas gentes seguían las órdenes de un tal Naz y que bajo su mando habían degollado a una familia entera, mujeres y niños incluidos y desde ese día, decidieron acabar con su reinado del mal. Eso provocó que siguiendo tal pista, se encontraran no mucho después con una pareja en busca de venganza, Jack, un mediano y Timmothy, un humano. Ellos tenían una pista y valía le pena seguirla.

La pista del mercader con el que Jack habló unos días atrás era clara. Las rutas de comercio del noroeste habían tenido que desviarse más al sur, pues varias bandas de asaltantes habían empezado a operar en la zona. Se hablaba de una en especial liderada por un hombre cruel que lucía una capa de color ocre. Los pocos que habían sobrevivido lo habían hecho con un recuerdo a cuchillo en el pecho, un ojo enmarcado en el interior de una estrella de seis puntas, el símbolo que un ducho en la materia reconocía como el símbolo del dios Glubar, al que apodaban “El perturbado”. El mismo Dios al que Naz adoraba y el mismo color de capa que lucía.

Aquella pista les condujo al noroeste. Tras varios días de caminata llegaron a la que parecía ser una aldea construida a base de maderas, cartones y material de segunda mano. Se trataba de una aldea chabolista a los pies de un río sucio como el que más. Allí donde mirasen tan solo hallaban desolación. Gente vestida con harapos, borrachos, adictos, tullidos y dementes. Las condiciones los habitantes de aquel lugar eran infrahumanas. 

No había guardia a la entrada de la ciudad, y posiblemente tampoco los hubiera en general. Los cuatro viajeros notaban como la gente les miraba de reojo y les miraba mal. No parecía que fueran bienvenidos en aquel lugar. Pocos pasos después de encarar la primera calle de la aldea, por llamar calle a aquel lodazal, un torrente de olores inundó sus fosas nasales, orines y basura en el mejor de los casos. 

Entre las casas, chabolas y ruinosas construcciones pudieron localizar locales y garitos que en su gran mayoría apestan a ilegales. Casas de apuesta y prostíbulos, prostitutas por la calle y tráfico de drogas a plena vista, pero claro, en aquel lugar no parecía que la ley imperase en forma alguna.

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31/12/2019, 23:30
Vagabundo

Fue entonces cuando un tipo vestido con un peto de pana y nada más, pues iba descalzo, se acercó a ellos. Su cara no era la que tendría un hombre demasiado avispado. Era medio calvo y le faltaba la mitad de los dientes. Feo como un demonio, que lo más probable es que lo fuera y para colmo le caía la baba.

¡Ehh! - Les gritó. - ¿Qui soi voi? - Les preguntó. - ¿No de poqui, eeeh?

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01/01/2020, 18:45
Tyra

Tyra observó el lugar con disgusto y con más disgusto al "aldeano", al que ni siquiera quería hablar.

-Valder, ¿serías tan amable de recordarme qué estamos haciendo aquí? -le preguntó al mago.

Tyra sabía que estaban persiguiendo a Naz, un ser despreciable que había cometido actos de maldad imperdonables. Ella y su compañero habían sufrido un ataque de una banda de sus seguidores, habían logrado vencerles y habían tomado la decisión de buscar al líder para hacer del mundo un lugar mejor. Se habían encontrado con otros dos aventureros que iban en su misma dirección, pero la sacerdotisa había empezado a impacientarse al no tener claro hacía dónde debían ir. Ella estaba acostumbrada a la acción, lo de pensar, si eso, se lo dejaba a Váldemar, que se le daba bastante mejor.

Tyra era una guerrera que combatía el mal como mejor sabía, con la espada y bajo la protección de Onone, su deidad. Onone era una diosa poco conocida, era una diosa que predicaba el amor y también la guerra, y Tyra combatía con la misma pasión con la que amaba a sus seres queridos. Proteger a su familia, defender a su amante cuando alguien se atrevía a ponerle la mano encima (con buenas o malas intenciones, a ella le daba igual) y combatir el mal eran sus grandes pasiones en la vida.

Portaba una armadura completa de color plateado, muy bien cuidada, otra de las pasiones de Tyra era mantener el lustre en sus vestiduras. Ya que no era sofisticada como debe serlo una mujer, al menos quería conservar cierta elegancia cuando estuviese cubierta por las entrañas de sus enemigos. Su arma era un mandoble tan alto como ella, que solía llevar atado en la espalda, con la empuñadura sobresaliendo de su hombro; un cristal de color rojo iba engarzado en la cruz. El pelo había decidido cortárselo muchos años antes, de vez en cuando dejaba que creciera para darle el gusto a Váldenar, pero cuando había que combatir, trataba de que le molestara lo menos posible en los ojos.

Y allí estaba ella, con los brazos en jarras y buscando a un demonio al que desterrar a su maldito plano de existencia.

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01/01/2020, 20:33
Váldenar

Si había algo más arrogante que un elfo, era un elfo anciano, o un elfo mago. Váldenar era ambas cosas.

Era mucho más viejo de lo que aparentaba, pues había vivido mucho tiempo en el plano feérico, donde el tiempo pasaba más despacio de lo normal. También había muerto dos veces y sido reencarnado otras tantas. Había sido un mago muy poderoso en su tiempo, y aunque el ciclo de reencarnaciones había mermado su poder, no había hecho lo propio con su humildad.

De modo que cuando el elfo entró en la ciudad de las chabolas, no pudo evitar mostrar su disgusto y arrugar la nariz por el hedor a humanidad.

-¿Una prueba de paciencia? -respondió a su acompañante con una pregunta -, ¿o tal vez a nuestra tolerancia olfativa?

Abrió la boca para tratar de mequetrefe a aquel garrulo, pero decidió que sus nuevos acompañantes habían mostrado ser bastante más hábiles y pacientes a la hora de tratar con gente de aquella calaña.

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02/01/2020, 18:15
Narrador

Ninguno de aquellos cuatro extranjeros hicieron el más mínimo caso a aquel ser de escasa inteligencia que les había salido alegremente al paso. Decidieron ignorarle por completo y al unísono. Al fin y al cabo, no habían acudido a aquel lodazal infecto en busca de amistades de escasa cultura, sino buscando información y aquel paleto desdentado no parecía ser una buena fuente de ésta.

Tras avanzar unos pocos pasos y de seguir siendo testigos de la triste realidad de aquella alea, vislumbraron lo que sin duda parecía ser una posada. Por el nombre, el cual dedujeron de un desvencijado cartel que se aguantaba tan solo por uno de los cuatro anclajes originales, se trataba de un garito de poca monta. Y no se equivocaron ni un ápice con "La Rata Ahogada".

Salía un fuerte estruendo procedente del interior. El ruido que salía al exterior era el típico de borrachera de las buenas y por el ajetreo que se intuía a través de las ventanas de un cristal de color ocre que puede que antaño fuera transparente, sin duda los rufianes de dentro se lo estaban pasando bien. Además de aquel ruido y aquellas siluetas, también se filtraba olor a alcohol y a algún tipo de guiso. Y tenían hambre...

Finalmente decidieron entra en dicho tugurio por alguna razón que ellos mismos desconocían. Al abrir la puerta, el griterío de su interior se hacía más evidente. Pese a ser un local bastante pequeño, a penas cabían cinco mesas y la barra del bar, estaba a rebosar de gente. Las paredes estaban decoradas con algunos trofeos de caza y pesca, aunque por las telarañas que tenían por encima, podía que llevaran allí más tiempo que el dueño de aquel antro. El suelo estaba lleno de cáscaras de frutos secos, fruta, huesos de pollo y otras inmundicias y el olor... bueno el olor era nauseabundamente indescriptible.

Debían ocupar el lugar unas treinta personas, casi todos eran hombres. Parecían estar celebrando algo, aunque no lograron descubrir cual era el motivo de tal celebración. Lo cierto era que, aunque parecían hablar el mismo idioma, prácticamente no podían entender nada debido a que el habla de aquellos beodos, era pastosa y sin demasiado sentido. Balbuceaban sin decir nada en realidad y reían. Sobre todo reían de forma continua y atronadora.

El dueño del local, o al menos quien estaba tras la barra, era un joven con cara de pocos amigos. No es que no pareciera alguien amable, sino es que se le veía del todo amargado teniendo que aguantar a aquella tropa de rufianes y gente de mal vivir. No obstante, ese era su trabajo y si quería sacar algo de dinero para vivir, tendría que atenderles sin hacer demasiados miramientos.

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02/01/2020, 18:24
Max Filipander

Buenos días... - Dijo el mesonero mientras miraba por encima del hombro a los recién llegados. - ¿Qué desean? - Les preguntó. 

Miraba de reojo. No parecía fiarse de aquellos extranjeros. En especial no parecía gustarle Váldenar. Le miraba de arriba abajo, desconfiado. Puede que fuera por sus orejas, puede que fuera por su vestimenta o puede que tan solo fuera casualidad o que el bueno del elfo se lo estuviera imaginando, pero parecía que aquel hombre no tenía mucho aprecio por los elfos y de paso, tampoco por los magos.

No nos queda estofado, pero tenemos gachas y puré de nabo. - Les dijo muy secamente. - Y cerveza si nos queda...

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02/01/2020, 18:27
Moza alegre

- ¡Yo me encargo, Max! - Dijo una moza de muy buen ver, la cual portaba un delantal e iba bien armada con dos ubres cargadas de miel. - Yo les tomaré nota, caballeros... - Habló con una amplia sonrisa y mostrando el abundante canalillo. - Y  a usted también, señora... - Al detectar que una mujer iba con ellos, aunque sus ropas no fueran precisamente de dama, su expresión alegre viró hacia una un tanto más agria. - ¿Y bien, qué va a ser?

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02/01/2020, 19:33
Váldenar

Había dos tipos de personas delgadas. Unas eran enérgicas, que parecían quemar todo lo que comían con actividad frenética. Váldenar era del segundo tipo, que odiaba tanto la comida de tascas inmundas como aquella que lamentaba cada pedazo de ella que entraba en su cuerpo.

Ugh —fue lo único que alcanzó a contestar el elfo cuando el posadero les cantó el menú. 

Suspiró con resignación. Tendría que utilizar de nuevo un conjuro de prestidigitación para darle un sabor agradable a la basura que les servirían.

Yo tomaré gachas. ¿Sabes preparar té, muchacha? —le preguntó a la camarera de tetas más gordas que su cabeza—. Aunque debería empezar preguntando: ¿tenéis vasos limpios? 

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02/01/2020, 19:55
Tyra

A Tyra le resultaba todo verdaderamente desagradable, pero no lo mostraba con tanta naturalildad como Váldenar. Ella era más discreta y ni preguntó, ni puso mala cara. Aflojó las correas de la gran espada que portaba y la situó junto a ella en la mesa.

-Supongo que yo también tomaré gachas -aunque prefería la carne reseca que aún le quedaba en la mochila, por que Tyra era precavida y aún tenía raciones para un mes, por lo menos-. Bien, ¿y ahora? ¿Qué hacemos? ¿Esperamos a alguien? ¿Nos ponemos a preguntar hasta que llamemos la atención de personas de dudosa moral?

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02/01/2020, 23:04
Timmy

Timmy decidió acompañar a Jack nada más descubrir aquella pista. Matar al clérigo que había asesinado a sus padres y que le había degollado siendo un niño era su obsesión.

Se habían separado de Dwama y del Conde por esa pista y la exprimirian hasta dar con el malnacido.

Timmy ya no era un niño, era un explorador arquero muy bien adiestrado de casi 19 primaveras, toda su vida giraba en torno a la venganza, por ella había decidido aprender el oficio de cazador y batidor, para ser más capaz de dar con aquella sabandija.

Cuando llevaban varios días de camino se encontraron con una pareja que también buscaba a ese cerdo, les habían atacado sus hombres y también querían acabar con él. Sin duda esa coincidencia era causada por los Dioses, sin duda darían con él.

Sus nuevos compañeros eran un poco ariscos, normal al ser uno de ellos un elfo... Y mago además! A Tim le gustaba la magia.

Yo quiero gachas y cerveza mesero! dijo Tim tirándole unos cobres. Esperaría a que volviera con su comida para preguntar por esa rata.

señor! le dijo tras recibir su comida. Estamos buscando a una banda que asalta a viajeros en los caminos, es muy violenta y les dirige un bastardo con capa de color ocre... Si nos proporciona información tendrá unos buenos oros en compensación. Seguro que hace bastante que no ve oro en este lugar. Timmy trató de ser silencioso, hablaba con el mesero sin vociferar ni atraer atención ajena.

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03/01/2020, 07:42
Moza alegre

- Gachas... - Repitió la muchacha mientras apuntaba la comanda de todos. - Y más gachas. No se arrepentirán. - Les dijo con una sonrisa en los labios. - Le prepararé gustosa lo que usted quiera... - Le dijo a aquel orejas puntiagudas mientras le miraba con lascivia. - ¿Té? ¡Por supuesto que puedo hacerlo!

Dicho aquello se dio media vuelta y se introdujo en el interior de la cocina. 

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03/01/2020, 07:45
Max Filipander

Ha habido algunos asaltos en la carretera del noroeste, se rumorea que se trata de una banda organizada. Llevan una capas de color... - Se detuvo unos instantes a pensar. - No recuerdo, pero llevan la misma capa. Aunque hay pocos supervivientes, la verdad. - Carraspeó. - Es una carretera poco transitada ahora por ello. Una pena, porque no llegan muchos viajeros de occidente ahora. Un comerciante del pueblo. Edrick Van Hooper logró regresar tras ser asaltado por ellos. Deberíais hablar con él...

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03/01/2020, 07:47
Moza alegre

En ese momento regresó la moza desde el interior de la cocina, portando consigo tres platos rebosantes de gachas. No se trataba de las típicas gachas que habían comido a lo largo y ancho de Gea, sino de algo bastante consistente. Una salsa de color ocre, en la que nadaban trozos de tocino y panceta. El olor no era malo y la pinta tampoco era horrible. Al menos llenaría el estómago. Además portaba dos jarras de cerveza y una taza humeante de té. Sirvió la comida frente a los viajeros a excepción de Jack, quien mantenía estricto silencio desde que había accedido al local.

- No se mucho de los asaltos. He oído rumores. No llegan muchos viajeros ahora, por ello estoy perdiendo clientes. Aunque vosotros... - Les guiña un ojo. - Tan solo os costará unas pocas monedas... - Les insinuó alegremente.

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03/01/2020, 09:06
Timmy

Edrick Van Houten? Necesito saber más sobre él y sobre los asaltos, toma unos oros, si la información nos sirve de algo volveré y tendrás más. Palabra de explorador. dijo mientras le daba 10 piezas de oro sin que nadie las viese, no quería que asaltaran al pobre mesero por esa minucia.

Ahora desembucha! dijo mientras empezaba a comer sus gachas.

Sin duda el ímpetu juvenil de Tim era notoria, tener pistas de su enemigo mortal le daba hambre y ganas de justa venganza.

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03/01/2020, 10:59
Moza alegre

- Tiene una tienda aquí en la ciudad. - Dijo entonces la moza. - No es difícil llegar hasta ella. Vende de todo y todo el mundo compra allí. - Se encogió de hombros. - Si necesitáis un guía, será fácil encontrarlo. El Puesto de Van Hooper se llama... - Sonrió. - No, no es muy original...

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03/01/2020, 11:59
Timmy

Timmy se giró hacia el mesero, si quería mas monedas, debería darle toda la información que supiera sobre los ataques. Esto era una posada, la gente se va de la lengua cuando ha tomado unas cervezas de mas.

Nada mas mesero? Dijo mientras jugaba con una moneda de oro pasándola entre sus dedos.