Partida Rol por web

[DM05/21] El hambre que vendrá

3. ALGUIEN TIENE QUE PAGAR - La hora de las consecuencias

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19/05/2021, 18:37
Director

Han pasado dos días desde el ataque de los ogros.

No hay noticias de la Vizcondesa, pero todos saben que su silencio es la calma que antecede a la tormenta. Los cuerpos de los ogros han sido removidos y se le ha dado fenreana sepultura a los muertos. La casa de Derek quedó hecha añicos. Algunos cosas pudieron salvarse, pero lo más importante se perdió bajo el peso de aquel obeso ogro cubierto en llamas. Los vecinos de Wickland están alterados y nerviosos. Todos saben que se aproxima el castigo de la Vizcondesa. En la aldea reina un silencio de ultratumba. Abundan las malas miradas, sobre todo a Tatyana.

Hoy es un día templado con un cielo sin nubes. Es mediodía, la hora del almuerzo. La Niña Gigante dijo que tenía algo para comentar y os llamó a su herrería. Ahora estáis todos allí.

Notas de juego

¡Última escena de la partida! Pasaron dos días, ahora estáis todos reunidos en la herrería de Hilda, que quería decir algo. Dejo el espacio para que podáis hablar. El que tenga ganas también puede contar qué estuvo haciendo estos dos días (y en el caso de Derek, dónde está durmiendo ahora que es un mendigo).

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19/05/2021, 21:51
Hilda Ivanov

Cuando las asesinas de Wickland y Derek llegaron a la Herrería, la niña gigante se encontraba enfriando el metal que formaban las hojas de un par de espadas cortas, el humo y el calor de la Fragua provocaban un ambiente sofocante por el calor que emanaban, colocó las espadas a un lado mientras se quitaba los guantes y se limpiaba el sudor con un trapo. De por sí ya era extraño ver a Hilda forjando armas, normalmente hacía herraduras y herramientas simples como martillos, hachas para talar y cosas así, nunca espadas.

-Les agradezdo que vinieran... Pero hay algo que he estado pensando estos días- Hizo silencio por unos segundos intentando encontrar las palabras para lo que tenía que decir mientras alternaba la vista de uno a otro. -La Vizcondesa no se va a quedar de brazos cruzados con lo que pasó y temo que haga pagar a toda la aldea por eso. Además ustedes dos serán condenadas a la horca por los delitos cometidos- Refiriendose a Liselot y Tatyana -De eso no hay duda... Por eso pienso que debemos decirles a los aldeanos que nos culpen de todo a nosotros, si, me incluyo ya que Rambert cree que también tengo algo que ver con todo esto y esa maldita víbora esparcirá su veneno en cuanto lleguen los hombres de la Vizcondesa. No pienso quedarme al igual que Kara. Si queremos que nuestro pueblo tenga esperanza es lo que tenemos que hacer y debemos huir, seremos fugitivos- Hizo silencio de nuevo para que lo pensaran.

-Derek, acá te conocemos desde siempre y cuando revelaste tu hechicería el pueblo calló porque te conocen y saben de tu nobleza. Pero... ¿Que crees que hará la Vizcondesa cuando se entere que hay un hechicero en Wickalnd? No sólo acusara al pueblo de cubrir asesinos si no de cobijar a un hechicero. Creo que también deberías ir con nosotros, ya no hay nada que te ate a este lugar- Señaló las espadas cortas -Liselot y Tatyana, ya son buenas con el arco, no lo dudo, pero deberan aprender a usar esas armas si queremos sobrevivir como fugitivos. Creo que es lo que debemos hacer. Así la Vizcondesa tendrá los culpables que necesita y el pueblo estará libre de represalias... ¿Estan de acuerdo?-

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20/05/2021, 00:17
Liselot Van Dijk

Habían sido días extraños, días duros para Liselot y el asunto era que ni siquiera podía ver a sus padres a los ojos luego de todo lo que había pasado. Por ello evitó de alguna manera quedarse allí, no quería darles problemas y decidió acompañar a Derek* que se había quedado sin nada. Ambos al fin de cuentas estaban en la misma situación y con todo un inicio por delante para construir entre la ruina, no tenía motivo para algo mejor. Se había apagado un poco su esperanza. 

Pero la niña enorme del pueblo los había citado, así que no dudó en personarse con su arco y Tupak, quizás pensando que existía alguna forma de salir adelante y las respuestas las tendría Hilda. Por ello tomó asiento en donde encontró un hueco y mientras tenía la cabeza del lobo sobre su regazo, entre caricias escuchó a su amiga. Y cuando al fin llegó la propuesta, lo meditó en silencio descubriendo que tenía todo el sentido del mundo. 

—Te sigo, ya no puedo ni mirar a mis padres a los ojos. Al menos de esta forma no le daré más problemas y sé manejarme en el bosque, conozco sus secretos. No sería problema. 

Lo había aceptado, estaría junto con Hilda siendo una fugitiva. Tal vez podían obtener la piedad de la Vizcondesa el pueblo en sí y todos los presentes se salvarían de la horca. Era una opción, en sí la más viable pese a que el panorama de por sí no era de los mejores. 

Notas de juego

* Si me lo permites. 

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20/05/2021, 00:32
Derek Durchdenwald

Derek al igual que el resto de vecinos había sufrido un duro golpe, el que menos había sufrido alguna pérdida, otros incluso algún familiar. En su caso había perdido simplemente toda una vida y los recuerdos asociados a ella. Sintió que había poco que hacer en el pueblo tras la lucha, el asesinato y en general toda la violencia y caos que había reinado. No iba a dejar a su suerte a los heridos ni a los necesitados pero tampoco se sentía con fuerzas ni ánimos de residir en el mismo lugar, cada vez que pasaba por delante de lo que fue su hogar sentía una punzada de dolor que le era casi imposible de ignorar. Por ello y con la ayuda de sus elementales se construyó un pequeño refugio a las afueras y llevó allí lo poco que pudo rescatar, mientras pensaba que hacer. Pasaba el día en Wickland aún con la atención a los heridos pero en aquel momento necesitaba alejarse de todo aquello tanto física como mentalmente, aunque solo fuese el descanso por la noche. Derek igualmente intentó evitar toda confrontación sobre el asesinato del recaudador y las rencillas que pudieran haber quedado tras ellos, también evitaba pensar en las consecuencias del impago del tributo aunque con menos éxito.

Volvió una vez más al interior del pueblo tras ser citado, no le apetecía abordar los temas que sabía que se iban a tratar allí pero tampoco creía que tuviera otra opción. Al llegar saludó con un gesto de su cabeza a los presentes y escuchó lo que Hilda tenía que decir.- Entiendo lo que expones Hilda, pero con total sinceridad creo que mi magia será el último de los problemas de la Vizcondesa dadas las circunstancias, igualmente es un riesgo tienes razón. La verdad es una propuesta absoluta, no hay alternativas a ello. Si nos vamos será para siempre, como fugitivos en este reino sin saber hasta donde podrá llegar la influencia de la condesa en nuestra busca. Además en mi caso sería reconocer inmediatamente que hice algún acto de maldad y por eso me marché, aunque no es el caso. Intenté evitar por todos los medios que esto ocurriera y sin embargo no se me escuchó, ahora me quede o no mi vida está perdida, la mayor parte de mis herramientas destrozadas, mi hogar aplastado y mis recuerdos reducidos a polvo. Es cruel e injusto que además deba enfrentarme a esto, entiendo vuestra preocupación por los actos que habéis cometido pero entended mi posición. Irme así es algo que debo pensarme muy bien, además de que no creo que nuestros vecinos se libren de un castigo ejemplar estemos aquí o no.

 

Notas de juego

Acabo de escribir y no he visto lo de Liselo, pero supongamos que fueron juntos si.

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20/05/2021, 10:32
Tatyana Orlov

Los dos días siguientes, Tatyana los pasó en su casa y salía muy poco de su habitación. En cierto modo, tenía algo de miedo de lo que pensaran tanto los padres de Liselot, su madre e incluso sus propias amigas, Liselot y Hedy. Las pocas veces que habían coseguido sacarla de su habitación para ir a ayudar a Derek a salvar lo que pudieran o a dar un paseo, los murmullos y las malas miradas de los aldeanos no pasaban desapercibido para Tatyana. Desde hacía dos días, por su cabeza se le pasaban un montón de preguntas ¿De dónde saqué aquella fuerza para ese discurso? ¿Fue necesario admitir que yo maté al recaudador, aunque esa fuera la realidad? ¿Qué pensará de mí mi madre? ¿Estarían orgullosos mi padre y mi abuelo desde donde estén? ¿Tan fría me he vuelto desde que ellos partieron como para matar así? ¿Me siento culpable? Todas aquellas preguntas en cierto modo la abrumaban, porque algunas tenía respuestas claras y otras no.

Hilda los llamó para que fueran a su herrería, así que salió de su casa y se fue para allá. Como siempre, algunos aldeanos seguían mirándola y murmurando. En ocasiones, Tatyana les dirigía alguna mirada y podía ver qué sentían: algunos miedo, otros enfado, puede que alguno cierta admiración, aunque esto último no lo tenía claro.

Una vez allí, escuchó a todos sus amigos hablar.

- Tienes razón Hilda, la Vizcondesa no se quedará de brazos cruzados y habrá represalias. No creo que le haga nada al pueblo, sería demasiado estúpido por su parte - se estaba sorprendiendo por la fluidez de sus palabras ¿dónde se estaba quedando aquella chiquilla que le costaba horrores hablar? - ¿le renta perder una aldea que le paga aunque haya tenido malas cosechas? Yo creo que no... Igualmente, me parece bien que los aldeanos digan que hemos sido nosotros. Respecto a las represalias contra nosotras... - miró a Liselot - fui yo quien lo mató, sigo asumiendo toda la responsabilidad - así pensaba Tatyana que podría salvar de la horca su amiga.

- Derek... - lo miró con preocupación - entiendo tu posición, pero creo que no es seguro que te quedes aquí solo, ya no solo por la Vizcondesa, sino por los aldeanos. Al fin y al cabo, aunque de todos los que estamos aquí presentes eras quien estaba más a favor de la no violencia y sí al diálogo, luchaste con nosotras. Hay vecinos que obviamente te agradecen todo lo bueno que has hecho por ellos, pero otros, solo por el hecho de estar con nosotras, estarán en tu contra y me preocupa que te hagan algo... Y... sé lo duro que es perder todo aquello por lo que has construido... pero hay que seguir adelante y construir nuevos recuerdos... De esta saldremos mucho más fuertes - Tatyana se seguía sintiendo sorprendida a la vez que fuerte. Puede que todo ese cúmulo de emociones y sentimientos la estuviera ayudando a no solo abrirse un poco más con sus amigos, sino a transmitir todo aquello que pensaba en vez de callárselo.

- Por mi parte, Hilda, también me voy contigo - sonrió por primera vez en todos esos días. Fugitiva... supongo que es otra forma de empezar una nueva vida lejos de aquí...

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20/05/2021, 16:45
Hedy

De pronto entra a la herrería Hedy. Se la ve consternada.

—Hey, hola, eh, perdón que os interrumpa, pero... buscaba a Tat. Pero mejor que estéis todos juntos. Me parece que todos deberíais saberlo. Me han avisado que la Vizcondesa está a veinte minutos del pueblo. Viene acompañada por soldados... unos cientos. Un niño que los vio dice que son como doscientos soldados. Esto... ¿no hay que preocuparse... no? Seguro que solo viene a buscar a los ogros del pantano —ni Hedy se cree o que está diciendo.

Notas de juego

(sigue...)

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20/05/2021, 16:51
Silvester von Wick

Entran a la aldea cinco hombres a caballo. Todos ellos son hombres de armas. El líder y portavoz es un tipo fortachón de unos 40 años enfundado en armadura. Alguna vez lo habéis visto: es Silvester von Wick, el sobrino de la Vizcondesa. Es de una clase de personas particularmente peligrosas: es estúpido, es colérico y tiene poder.

—¡Campesinos de Wickland! —su voz suena como un trueno—. Soy Herr Silvester y he sido enviado por la Vizcondesa Marlene. Vuestra señora está apostada en las afueras del pueblo con un ejército de doscientos cincuenta hombres. Nos ha llegado la noticia de que el grupo que fue enviado a recoger el tributo fue atacado por una manada de ogros. Según cuentan los testigos, los ogros fueron llevados adrede. Los supervivientes dicen que, además, una mujer asesinó a sangre fría a Herr Walt von Woller.

>>¿Pensáis que burlar el tributo es gracioso, eh? ¿Que la rebelión es un chiste? ¿Que matar a un noble es tan gratuito como tirarse un pedo? No lo es. Hay consecuencias, Wickland. Tenéis suerte de que no esté yo al mando del ejército sino que sea la Vizcondesa. Frau Marlene desea parlamentar con los representantes de la aldea. Acompañadme. Nadie tiene que morir... nadie más que los verdaderos culpables de todo esto.

Notas de juego

(sigue...)

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20/05/2021, 17:03
Rambert

—¡Noble Silvester! ¡Qué gusto veros! ¡Se os ve rozagante y fuerte! Yo os acompañaré, puedo contaros con lujo de detalle todo lo que ha pasado.

Notas de juego

Vuestro turno. ¿Momento de huir, o alguien quiere acompañar a Silvester a ver a la Vizcondesa? De lo contrario, la versión que llegará a oído de la Vizcondesa será la de Rambert.

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20/05/2021, 17:27
Hilda Ivanov

La estrepitosa llegada de Hedy estaba cargada de noticias alarmantes. Había llegado la hora de tomar una decisión. Sin pensarlo demasiado alistó una precaria mochila cargando un par de mudas de ropa y algunas de sus herramientas. Levantó un tablón suelto bajo su cama para sacar los ahorros que llevaba guardando para cuando llegara el día de ir en búsqueda de su padre. Era el momento de dejar Wickland atrás.

Tomo el par de espadas cortas ofreciéndolas a Liselot y Tatyana, se colgó el escudo a la espalda y enfundó su martillo en el cinturón. -Es hora Liselot, Tatyana... Debemos irnos- su mirada entonces se encontró con la de Derek. -Comprendo tus razones y creo que tienes razón, eres el que siempre estuvo en contra de todo esto... Y también creo que eres el más indicado para informar a la Viscondeza de lo que sucedió. Se que te encargarás de hacer lo mejor por el pueblo y evitarás que la sucia víbora de Rambert se salga con la suya- Puso su mano sobre el hombro de Derek sin decir una palabra más, para después guiar a las asesinas por la puerta trasera en dirección al bosque, alejándose de la Viscondeza y sus soldados. 

Una nueva vida empezaba este día. Una vida como fugitivos.

Notas de juego

Pues Hilda propone irse con Liselot y Tatyana para emprender la huida y que Derek se quede por qué es verdad que el no tiene nada que ver con lo que pasó y jamás impartió violencia. 

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20/05/2021, 18:19
Liselot Van Dijk

Negó con la cabeza ante las palabras de su amiga, no estaba de acuerdo en absoluto ya que la primer flecha en la espalda la había dado la misma Liselot por todo lo que implicaba el hecho de que este hombre llegase a su destino. El asunto es que con una parte del tributo o nada, no mejoraría la situación siendo al fin de cuentas unos esclavos de la Vizcondesa toda la vida. Tampoco quería esto para su familia, considerando que no pasaría siquiera este invierno. Sólo que una cosa es no tener algo para el estómago y otra es no tener siquiera una casa, la pelirroja sentía que lo había arruinado completamente. 

—No, no voy a eximirme de mis culpas. No es así Taty—respondió sincera—. Esto es todos juntos. 

La había jodido en demasía, incluso cuando la realidad cayó como balde de agua fría encima al enterarse que la mujer estaba cerca con su ejército. Los mensajes demasiado rápido llegaron a sus oídos y no hay muchas opciones viables, así que tras escuchar a Hilda, asintió mientras se preparaba para huir. 

—Derek, ella tiene razón. Tú puedes quedarte, pero nosotras es imposible...—dijo y al ver al lacayo de la Vizcondesa se acercó al sanador para susurrar—. Ve, habla. Nosotras tenemos que huir, no puedo permitir que condenen a Tatyana, ni siquiera quiero morir delante de mis padres. No se merecen eso. 

Y dispuesta a que su amigo ofrezca la distracción, o ya cuando se retiró con el mismísimo Rambert, ella intentaría huir junto a Hilda y posiblemente la otra chica.

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21/05/2021, 00:29
Derek Durchdenwald

Derek estaba triste, mucho. Dadas las últimas circunstancias estaba especialmente sensible aunque el enfado le durase y ver aquella escena no hizo que mejorara. Quería poder decir que si al ofrecimiento, deseaba sentir esa necesidad de huir pero no cabía la más mínima posibilidad de que ocurriera. El sabía, en lo más profundo de su ser sabía, que Wickland era lo que tenía, su padre le enseñó a amar aquel pueblo oscuro y a sus habitantes, a darles una oportunidad a todos sin mirar con prejuicios ni odios, ni siquiera rencor. Hubiese sido fácil caer en la trampa de la cizaña y los reproches como había pasado días antes, pero siempre se mantuvo en la neutralidad respetando a todos, aunque ni ellos mismo lo hicieran. Intentó mediar, de veras que lo intentó pero sus esfuerzos fueron en vanos y al final hizo más que solo sanar unas cuantas narices o huesos rotos, no luchó en la guerra pero vivió la suya propia. 

Debía responder a sus amigas a las que pronto dejaría de ver.- Entiendo vuestra decisión y como hasta ahora he hecho la respeto. Pero debéis entender que no puedo apoyaros en los actos cometidos, no dudo que fue con la mejor de las intenciones pero fue un error y ahora se deben pagar las consecuencias. Mi vida, mi pasado, mi legado y mis esfuerzos siempre han estado para con este pueblo, que quizás ni lo merezca pero así ha sido. Es posible que mi magia me condene, mi pasividad me condene, mis actos me condenen pero huir y dejar que la furia de la vizcondesa caiga sobre los inocentes que aún siguen vivos mientras yo huyo no es algo que pueda permitirme, me perseguiría para el resto de mi vida. No quiero ser dramático pero al igual que hizo mi padre mi deber es vivir y morir aquí, y por estas personas. Así de verdad lo creo. Ahora marchad, no puedo prometer que os pueda proteger de las preguntas que me harán pero intentaré mantenerme al margen como siempre, aunque no creo que pueda ahora. No me digáis a dónde os dirigís ni cuales son vuestras intenciones, de esta manera diré la verdad sin poneros más en peligro. Consideradlo mi última ayuda a pesar de que condene vuestros actos.

Y allí quedó el joven sanador, con una terrible sensación agridulce apilada al resto de dolor que recorría sus venas. Ellas serían unas fugitivas, pero el estaba a punto de vivir su propia lucha. Y no estaba convencido de poder salir vivo de ella.- Haré todo lo posible por salvar a vuestras familias, aunque ello juegue en mi contra. Tenéis mi palabra.

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21/05/2021, 00:56
Tatyana Orlov

Hedy llegó a la herrería con noticias, la Vizcondesa estaba ya en la aldea. Era la hora de tomar la decisión, el tiempo se les echaba encima. Una parte de Tatyana quería quedarse allí e incluso entregarse por los actos que había cometido, pero por otra, había encontrado, de algún modo, un motivo para seguir adelante, ya no se sentía apagada como en esos dos años. Esa sensación era la misma que cuando entrenaba tanto con su padre como con su abuelo y, "gracias" a los acontecimientos que tuvieron lugar en esos días, los había recuperado.

Tatyana miró a Hilda primero que le daba una espada corta, que aceptó y se acomodó en su cinto. Y escuchó las palabras de Liselot. Discrepaba un poco en eso, puesto que aunque ella le había lanzado la primera flecha, Tatyana asestó el golpe de gracia con el que acabó con la vida del recaudador.

Derek al final se quedaba y sería el encargado de hablar con la Vizcondesa. Tatyana lo entendía, pero le daba pena que sus caminos se separaran - Derek... - lo miró fijamente - M-muchas gracias por todo... - se acercó a él - por favor... promete que si estás en cualquier problema, intentarás buscarnos... Estaremos siempre para lo que necesites, aunque no estemos viviendo en la misma aldea... - y dicho esto, le dio un abrazo. Derek cuando su abuelo enfermó lo había ayudado mucho y todo su trabajo es algo que siempre agradecerá y estará en su memoria. Sin soltarlo, le susurró - Siento que te hayas visto envuelto en todo esto... y sé... que te he decepcionado estos días... así que te pido perdón por ello también... También te agradezco todo lo que hiciste por mi abuelo, fue muy importante para mí... - se separó de él y le dedicó una sonrisa.

- Bueno chicas... creo que es hora de irnos - y se dirigió hacia la puerta trasera de la herrería de Hilda junto con Liselot.

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21/05/2021, 01:26
Liselot Van Dijk

—Gracias por todo Derek, te adoro. 

Y sin más, tras dejar un beso en la mejilla del sanador, emprendió la huida junto a sus amigas. Le dolía por sus padres, en una vergüenza se había convertido y de esta forma posiblemente no vendrán más problemas. 

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21/05/2021, 12:22
Derek Durchdenwald

Derek aceptó las muestras de afecto y dió las suyas propias a modo de despedida, no quería retrasarlo más por su seguridad. Cada minuto importaba así que no había tiempo para mucho más.- Cuidad los unos de los otros, pensad antes de actuar y tened mucho cuidado. Suerte en vuestra nueva vida y espero de corazón que podáis encontrar paz pronto. Hasta siempre amigas.

Esperó entonces a qué saliesen para enfrentarse al ejército que esperaba fuera.

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21/05/2021, 13:25
Hedy

Hedy abraza a Tatyana. Algunas lágrimas le caen por las mejillas.

—Mucho cuidado, ¿sí? Yo voy a cuidar a tu madre. Cuídate también, Lis. Y tú, Hilda. Mucha suerte. Cuando pasen algunos meses, enviadme una carta o algo.

Notas de juego

(sigue...)

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21/05/2021, 13:27
Director

Hilda, Liselot y Tatyana salen por la puerta trasera de la herrería. Los ojos del pueblo están puestos en Herr Silvester von Wick y sus cuatro hombres armados. Nadie les presta atención. Muy pronto están recorriendo un sendero de tierra que lleva al oeste. Un paso. Otro paso. Luego otro. Y otro más. Cuando caen en la cuenta, ya son tantos pasos que Wickland es una miniatura en el horizonte.

Al subir por la ladera de una colina pueden ver con claridad el pequeño ejército que rodea al pueblo. Siguen caminando. Wickland ya no es su hogar. Ahora son fugitivas, prófugas, hijas de ninguna tierra.

Exiliadas.

Notas de juego

Como dije, ahora voy con Derek. Si Hilda, Liselot o Tatyana quieren hacer un post mientras tanto de "charla en el camino" o "pensamiento en el camino", adelante, pero yo seguramente les actualice dentro de dos o tres días, primero tengo que resolver unas cosas con Derek.

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21/05/2021, 13:34
Silvester von Wick

—¿Tú también vienes con nosotros? —te dice Silvester von Wick cuando te acercas a él—. ¿En representación de Wickland? Pues espero que lo que tengas que contar sea interesante y no nos hagas perder el tiempo. Venga, camina, muévete rápido.

Acompañas a Herr Silvester y a Rambert hacia las afueras del pueblo. Rambert te mira con suspicacia pero no dice nada. El pequeño ejército está ahí, estacionado, esperando las órdenes de la Vizcondesa.

Notas de juego

(sigue...)

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21/05/2021, 13:45
Vizcondesa Marlene von Wick

La Vizcondesa Marlene von Wick está sentada en medio del campo, al aire libre, sobre un sillón de terciopelo rojo. Sus prendas son finas, elegantes y ricas. Probablemente valen más que todo el pueblo de Wickland. De sus orejas cuelgan dos pendientes bañados en pan de oro. A la Vizcondesa le encanta ostentar su riqueza.

Detrás de ella está su ejército. Están en formación, aguardando las órdenes de esta mujer. Cuando te ve llegar sonríe con una sonrisa de tiburón. Entre sus dedos índice y pulgar sostiene una copa de vino, de la que bebe de a pequeños sorbos mientras extiende el meñique hacia afuera.

—Silvester, mi querido, por fin has llegado. ¡Y trajiste a dos de mis amados súbditos, tal como te pedí! Qué bien. Amo cuando se cumplen mis órdenes al pie de la letra. Que es todo lo contrario a lo que viene sucediendo en esta aldea los últimos días, ¿no es así? Atacar a mi recaudador con ogros, luego asesinarlo de un disparo... tsk tsk tsk, qué mal, qué mal.

>>Yo os cuido, campesinos. Como niños. Os cuido y os quiero como si fuerais mis hijos. Por eso me duele tanto cuando veo desobediencia e ingratitud de vuestra parte. Cuando un niño se rebela, se lo castiga. Y con el castigo aprende que rebelarse está mal. Ahora contadme, mis queridos, ¿cuáles son vuestros nombres, qué ha pasado en este pueblo, y quién asesinó a Herr Walt von Woller?

Notas de juego

Tu turno. Te dejo hablar antes que Rambert. Recuerda no marcar a tus compañeras en tu post.

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21/05/2021, 15:13
Derek Durchdenwald
Sólo para el director

Hubo momentos en el camino en los que Derek se arrepintió de no haber seguido a sus amigas en la huida, pero intentaba eliminar esos pensamientos cuanto antes pues creía que aquello era la decisión correcta, quizá no para el pero confiaba en participar para el bien común. La comitiva era impresionante, demasiada incluso para un pueblo malherido por los acontecimientos y que sin duda no podría enfrentarse ni a la mitad de aquellos hombres. Las intenciones parecían claras, dados los actos de rebeldía aquello era sin duda una muestra de dominación para evitar revivir los hechos. Resignado, continuó hacia delante.

un nudo en el estómago fue lo primero que sintió al ver a la Vizcondesa, la diferencia entre ellos no solo era obvia si no abismal, se sintió minúsculo ante tanta autoridad, pero debía mantener la cabeza alta y sobre todo contar la verdad sin trabas ni nervios, no confiaba en Rambert por lo que aunque algunos salieran mal parados, la verdad debía estar presente no solo la versión de su acompañante. Hizo una reverencia ante ella antes de hablar.- Gracias por recibirnos Vizcondesa. Mi nombre es Derek Durchdenwald, soy el sanador del pueblo de Wickland y he venido hoy para relatar lo acontecido en aquel negro día, no para excusar los hechos pero si para dar muestras de los motivos que los propiciaron, así de esa manera pueda entender que impulsó a los habitantes, normalmente pacíficos a obrar de esa manera.- Tragó saliva y cogió aire para continuar.- La recogida de impuestos no suele dar mayor problemas a los vecinos, pero en este caso sufríamos del acoso de unos ogros en un pantano cercano, pantano fundamental para poder aumentar nuestros recursos, debido a no poder acceder a el hemos visto mermadas nuestras cosechas y alimentos, por lo que muchos temían que no quedase suficiente para pasar el invierno si el tributo se pagaba. Hubo una reunión para discutirlo, el pueblo se dividió en personas dispuestas a pagar y otras que no, reconozco que intenté mediar entre ellos para evitar una pelea pero fallé en mi tarea y la discordia reinó desde entonces. La reunión, como acabo de decir, finalizó en una reyerta que acabó por desgracia con dos fallecimientos, los ánimos estaban muy caldeados y cada uno defendía a sus familias y sus intereses con gran fiereza. Como sanador siento gran pesar por no haber sido capaz de evitar tal desgracia.

>>Lo siguiente en ocurrir fue un incendio en la casa de una de las personas que se negaban a pagar el tributo en este caso, y dudo de que aquello fuese un accidente. El malestar entre los vecinos continuó subiendo. Seguidamente y mientras vuestro enviado recogía el tributo, una vecina de nombre Kara, desapareció en dirección al pantano que he nombrado previamente. Decidí ir en su busca preocupado por su bienestar junto con otras tres personas, al llegar al lugar la vimos utilizando unas cabras a modo de cebo para atraer a los ogros hacia el pueblo de manera que pudiera ahuyentar al recaudador. Aquello fue una locura, Kara es una persona impulsiva, y en este caso no hubo tiempo de razonar pues los ogros ya se habían puesto en movimiento y conseguimos salvar la vida por los pelos.

Al llegar al pueblo, vuestro recaudador decidió marcharse en esta dirección en vista de lo que ocurría. A partir de ese momento todo se sumió en el caos, incontables vidas se perdieron en la lucha, entre ellas Herr Walt von Holler. Yo en ese momento me encontraba atendiendo a los heridos y ayudando a escapar al resto, vuestro enviado se encontraba a cierta distancia a caballo cuando recibió el disparo y no tuve oportunidad para asistirle, en cuyo caso créame que lo hubiera hecho sin reparo alguno, pues salvar vidas es lo para lo que he sido instruido. 

Eso es lo ocurrido en definitiva, no comparto ni excuso el comportamiento, no creo que hubiese hecho falta llegar a tales extremos por esto. Confiaba en que hubiera una solución pacífica pero por desgracia no dependía de mi. Las personas que asesinaron al recaudador lo hicieron, y no quiero que sirva de excusa, buscando el bien. Pero son jóvenes e inexpertas, actuaron de acuerdo a sus sentimientos sin usar la cabeza y este ha sido el resultado. Sus nombres son Liselot Van Dijk y Tatyana Orlov. Por si sirve de algo, fueron mis acompañantes a la hora de rescatar a Kara e intentaron por todos los medios evitar el ataque de los ogros.- Derek sintió una punzada de dolor al pronunciar los nombres, pero sabía que no tenía opción, debía contar la verdad y toda la verdad o Rambert lo aprovecharía en su favor, no podía dejar cabos sueltos ni tergiversar la historia. Aquella víbora no iba a perder la oportunidad de salir victorioso de aquella reunión. En su mente, pidió perdón a sus amigas.

Notas de juego

No recuerdo si Hilda participó en el asesinato, no la he nombrado por eso aunque me he releído la otra escena no he visto nada inculpatorio. De ser así la hubiera nombrado también.

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21/05/2021, 16:24
Rambert

La Vizcondesa te escucha en silencio, con una tenue sonrisa aleteándole en los labios. Rambert frunce el ceño, porque él quería hablar primero pero te le adelantaste.

—Noble Vizcondesa, ¿me permitiríais tomar la palabra? —la mujer asiente con la cabeza y Rambert procede a escupir su veneno—. El muchacho Durchdenwald dice muchas verdades... y oculta otras tantas. Para empezar, Liselot Van Dijk y Tatyana Orlov son sus amigas. Todo el día pegadas a él. Quién sabe cuánto las ha influenciado Derek en sus crímenes.

>>Como os dijo el muchacho, estábamos en una asamblea del pueblo para discutir qué hacer. Yo encabecé el bando de los que queríamos pagar, porque somos gente honesta, Vizcondesa, gentes de bien, y deseosos de pagar nuestro tributo. Liselot, Tatyana, y la herrera del pueblo, Hilda Ivanov, a quien Derek no os ha mencionado, no querían pagar. Proponían rebelarse. ¡Querían evadir el tributo! Derek trató de mediar en la discusión, es cierto... pero insinuaba que iba a pedirle al recaudador una rebaja de impuestos. ¡Una locura! Yo traté de que haya paz, pero esas mujeres, y también Kara, empezaron una pelea, mataron a uno de los hombres que trabajan para mí y asesinaron a sangre fría al panadero del pueblo. El muchacho Derek se cuida de decir que las culpables de esas muertes fueron sus amigas, pero no le creáis, noble Vizcondesa, no le creáis.

>>Sobre el incendio... se refiere a la casa de Liselot Van Dijk, Vizcondesa. ¿Insinúas que no fue un accidente enfrente mío, como si yo tuviera algo que ver? Eres una víbora, sanador. Liselot Van Dijk incendió su propia casa para luego tener una excusa para no pagar. Así de demente e impulsiva es.

>>Luego Kara vino con los ogros, sí... y Liselot, Derek, Hilda y Tatyana venían detrás de ella. ¿Que intentaron frenarla? Pues no sé, yo eso no lo vi. Ayudaron a matar a los ogros, sí, pero solamente cuando se volvieron a atacar al pueblo. Dejaron que destroce a los hombres del recaudador. Y luego Tatyana Orlov asesinó a Herr Walt. Ella misma lo confesó frente a toda la aldea. Liselot la ayudó.

>>Todos en el pueblo saben del dolor que nos han traído esas mujeres y este sanador, Vizcondesa.

Notas de juego

(sigue...)