Partida Rol por web

Macmardiggan no podía permitir que aquellos bichejos plagados de afilados colmillos se cargaran a medio pelotón sin que ella hiciera nada. Armada con su carabina y equipada con la bayoneta, decidió hacer lo que debía hacer por honor y simplemente porque era su deber, su oficio. Cargó contra uno de los xenos que se encontraba lidiando con Mallory. Su intención era clavarle la bayoneta entre ceja y ceja, pero su ataque fue malo, no llegó ni ha rozar al garrapato y ahora estaba expuesta a éste.

- ¡Putas! - Gritó al darse cuenta de que de poco había servido su iniciativa, pues tan solo se había expuesto a aquellos colmillos babeantes sin hacer ni un leve rasguño a su oponente. - ¡Vamos sargento, hay que sacar de aquí a Mallory! - Gritó.

el garrapato que me ataco había sobrevivido al lanzallamas, pero se había quedado quemado, por lo que no le debía de quedar mucho de vida, "muere maldito bicho" le grito, mientras intento darle con el cuchillo monofilo, pero el bicho era demasidado rápido para poder aceptarle.

joder, joder. Aquí no hago nada- Yulia suspiró antes de armadse de valor para abandonará seguridad del Chimera. Se incorporó todo lo que pudo en el pequeño espacio que había y salió.
El ruido en el exterior era aberrante. Cuando había estado corriendo no se había percatado tanto, quizás por el miedo. Trató de rodear el vehículo mirando con cautela hasta localizar a quien podría ayudar. Mirar al suelo le resulto resulto de ayuda para localizar charcos de sangre. Ese líquido rojo siempre indicaba que la necesitaban.
Vio a Mallory como la persona más necesitada y trato de parar la hemorragia, algo dificil en la situación actual

El sargento Randall parece cansado y eso se nota en sus golpes, que ya no son tan poderosos. Laura Bianchi tuvo suerte con la primera estocada, pero ver a Mallory mutilado y Jenny siendo devorada la descomponen y falla esta estocada.
Mientras, Molkov corre en su ayuda rebanando con un potente tajo de su espada sierra, desgarrando las tripas de uno de los bichejos que se estaban comiendo a Jenny.
Grenda tambien deja sus facultades de francotiradora centrandose en trinchar al garrapato que se le tira encima, pero al igual que Nastya, las dos fallan en su intento y ambos, cuchillo y bayoneta, que dan incolumes sin probar sangre xenica.
Yulia por el contrario parace que habia superado su miedo y salio corriendo a ayudar. Al llegar a la altura del mutilado Mallory no pudo hacer otra cosa mas que certificar su muerte con un ligero temblor de manos. El cogitador no detectaba signos vitales. La perdida de sangre fue demasiado elevada.

Atras quedaban Federel y Brich, combatiendo uno y disparando el otro.federel intento una finta, pero no se puede engañar a un animal sin inteligencia que solo posee el instinto de matar. De un solo mordisco el brazo de Federel fue arrancado de cuajo por uno de los garrapatos mientras que el otro clava sus dientes en la armadura de ceramita que parece aguantar la poderosa mandibula. Sin embargo, Brich es atacado por la eapalda y cae dentro del quimera junto al bichejo. Los gritos del soldado retumban entre el blindaje del quimera.

Grenda asustada al ver como ven acabado en muy poco tiempo alguno de sus compañeros decide centrarse únicamente en el xenon que tiene justo delante. Armada con Cuchillo ena zurda y bayoneta en la diestra, lanza sendos ataques contra aquella cosa. El primero con el cuchillo sale muy desviado, sin embargo, el segundo intento hunde la bayoneta en la piel del garrapato.

- ¡Muere escoria! - Le grita, aunque sabe que aquel ataque no será mortal.

Laura respiró hondo. Con dos bolas del tamaño de contenedores de clase 5  que eran todo dientes ahí al lado. Movió cuidadosamente la bayoneta siguiendo el movimiento de la criatura a la que ya había golpeado y, cuando sintió que se iba a quedar quieta un momento para pivotar, atacó.

La hoja se hundió satisfactoriamente en la piel de la criatura. Pero esta saltó hacia atrás nada más sentir el pinchazo. 

- ¡Asústate bicho! ¡Asústate! ¿¡No hueles a carne quemada de familiares, maldito absurdo existencial?!

El tamaño de los garrapatos era un problema para alcanzarlos y el sargento vio como la criatura se reía cuando volvió a fallar con la espada sierra al bicho que esta destripando a Jenny. La impotencia se apoderó del sargento que gritó:

-¡TENÉIS QUE MATAR A ESTAS COSAS YA! ¡ES UNA ORDEN! - dijo fuera de si.

Tampoco quiso abandonar los cadáveres de sus caídos, por lo que a su escuadra le quedó claro una cosa... no se iba a retirar fácilmente.

el bicho todavía seguía vivo, pero no iba a dejar que ese ser me molestara, "muere maldito, en el nombre del sagrado emperador, muere ya" le digo mientras intento darle, hasta que consigo hacerle un corte en el costado al xeno.

Tu lucha ha terminado- Despidió a Mallory y suspiró alzándose para buscar a cualquier otro componente de la escuadra que necesitase su ayuda. Esos Garrapatos comenzaban a causar demasiadas bajas. Los gritos de Randall eran claros pero sus instrucciones no eran sencillas de llevar a cabo y muestra de ello eran los cadaveres -¿Algún herido?- Yulia tuvo que gritar para hacerse oír y que sus palabras superaran los sonidos del combate. La sangre que ya cubría el terreno no hacía fácil adivinar quien tenía peores heridas o quien estaba matando Xenos

Katarina estaba dando tajos como una loca para intentar alejar al garrapato de Yenni a la vez que llamaba a la médico. Sus ataques fueron muy largos y descolocados y el bichejo los esquivó con facilidad, por muecho que la espada sierra surcaba el aire. ni siquiera la proximidad del sargento, acotándole los movimientos, lo hacía menos ágil.

-¡¡Aquí Yulia!!, Jenny se está desangrando- pide ayuda mientras capta la atención de los garrapatos, aunque todavía no sabía que se llamaban así, ahora mismo eran unas criaturas inmunes al miedo, pues mucho habían muerto y ellos continuaban y todavía seguían en peligro- Y puede que tengas más trabajo, ¡JE!- pues estaban en peligro al exponerse.

Poco a poco el combate terminaba. La inexperiencia de la escuadra era un factor en contra. Tambien la falta de apoyo contra un enemigo superior y desconocido en su propio mundo.

Natya por fin consiguio acabar con su enemigo de un certero tajo en lo que seria la garganta del bicho, que le secciono la yugular. Laura, a pesar de haberse quedado paralizada por el miedo, parecia que la fuerza resurgia en ella, clavandole la bayoneta hasta el fondo a otro de los bichejos.
Grenda tambien mantenia a raya al suyo cortandole y provocandole heridas contundentes.
Peor suerte tuvieron Federel y Brich. Este ultimo habia caido del vehiculo junto al garrapato fracturandose un hombro. Un contratiempo que le habia dado ventaja al bichejo, el cual se cebaba en el, muerto o inconsciente.
Por suerte molkov habia atraido la atencion del que atacaba a Grant, permitiendole a Yulia socorrer a la soldado que tenia una fea herida de mordisco en el abdomen.

El garrapato había abierto su boca -que era como decir todo el cuerpo: ¿donde digerían estas cosas lo que comían?- y Laura interpuso la  bayoneta, empalando a la criatura y haciendo que la punta del cuchillo sobresaliese por la nuca alienígena, junto con parte del pringoso paladar. El otro se abalanzó entonces contra ella, inmune al shock por la muerte de su camarada. Laura no logró desencajar la bayoneta a tiempo, pero sí golpear ambos garrapatos el uno contra el otro, desviando un ataque... pero ahora vendría otro.... Con todo. la operadora encontró fuerzas de nuevo para espetarle:

- Eres igual que un novio que tuve: ¡Todo boca pero nada de huevos! 

Grenda permanecía frente a uno de aquellos monstruosos bichos de un color sanguíneo. Estaba asustada, más que ne mucho tiempo. Había visto lo que le habían hecho a Mallory y también a Jenny. Aquello le podía pasar a ella en cualquier momento y no entraba en sus planes morir terriblemente desgarrada y desangrada a manos de aquella cosa. O más bien dicho, bajo sus fauces, porque manos no tenía.

Por ello decidió volver a atacar contra la criatura que amenazaba su vida, pues era matar o morir y quería ser ella la que matase. Sin embargo, fuera por lo que fuera, el cuchillo golpeó contra su dura piel sin llegar a penetrar y la bayoneta fue esquivada por el garrapato tras un inusual quiebro, que demostraba una enorme agilidad en un ser a priori pesado y torpe. Había vuelto a fallar y sabía que en muchas ocasiones los fallos se pagaban muy, pero que muy caros.

- Mierda... - Dijo muy bajito. 

Los enemigos del emperador disminuyeron pero a un ritmo demasiado bajo. Gracias a las indicaciones de sus compañeros, Yulia se apresuraba en taponar las heridas más feas y de las que manaba una cantidad de sangre mayor.
El ataque que Lea había pillado por sorpresa había estado a punto de aniquilar a la escuadra. Ahora se estaban reponiendo y comenzaban a superar a esos asqueados garrapatos -Esta ha sido la última vez, la última. No pienso reconocer el terreno a pie. Mierda, llevamos un tanque y nos han sorprendido como a novatos- Hablaba mientras no dejaba de trabajar. Escuchar sus propias palabras le ayudaba a distraerse. A no pensar en las vidas de los soldados que se le escapaban entre sus manos y de las que por las noches, esas en las que permanecía despierta y acurrucada recordando a los muertos, esos cadaveres que siempre pensaban que sino fuese por ella, por su estupidez, por no ser mejor, habían muerto. Ella era la culpable

El combate estaba en un punto muerto, ni los garrapatos podían alcanzarla, ni ella podía impactarlo, los dientes de estos se cerraban tan cerca de ella como la espada sierra les pasaba zumbando a plena potencia. En cualquier momento se decidiría hacia uno de los lados, esperaba que el resto de su pelotón tuvieran más suerte y se entretuvo mirando al resto, un error que bien podría costarle caro.

El sargento llevaba tiempo desesperado y consiguió alcanzar al garrapato con fuerza. Toda la ira de las veces anteriores falladas se descargó en esta ocasión. La espada-sierra gimió con el contacto del garrapato que había acabado con Jenny, o al menos con sus tripas. Esta vez no dijo nada, simplemente hundió la espada sierra en el xeno mientras una sonrisa sádica aparecía en la cara de Randall.

Garrapato al que golpeaba, la espada sierra del sargento se ocupaba de destriparlo. Llevaba tres en su cuenta y estaba dejando claro porque era él el sargento de la escuadra.
Los chillidos de este ultimo bicho parece que hicieron efecto en los otros que de un salto hacia atras, dejaron el combate, e iniciaron una rapida hida a traves de la vecetacion del bosque.
La escuadra estaba echa polvo, cansada y ademas herida. Mallory u Federel habian muerto. Jenny Grant estaba malherida aunque estable gracias a yulia, Brich tenia la clavicula rota y mordeduras defensivas en los brazos. Aparte de eso, el orgullo tambien habia sido herido, pero no irremediablemente.

Ahora que ya no estabais combatiendo y el ruido de lucha habia cesado, una voz sono clara por los comunicadores de vuestros cascos.
-Repito. Base13 a escuadra 7 informen. _

Macmardiggan respiró aliviada cuando el xeno que amenazaba su vida se batió en retirada. Estaba convencida de que en el cuerpo a cuerpo iba a acabar mal, pero que muy mal si el combate se prolongaba. Por suerte no fue así.

Sin embargo, a medida que la criatura se alejaba, Grenda apuntaba contra ella. No iba a dejar que se marchara de risitas. Cuando lo tuvo a tiro accionó el disparador y surgió un ráfaga de dos balas, que impactó contra aquella cosa.

- ¡Bien! - Alzó la voz victoriosa.

El balance del combate había sido malo. Dos bajas y dos heridos. Aunque, dado el estado de Jenny, muy pronto podía convertirse en la tercera baja. Buscó a Curce con la mirada.

- ¡Debemos regresar a base! - Le sugirió. - ¡Jenny necesita asistencia médica avanzada inmediatamente!

El garrapato se dió la vuelta y salió corriendo (saltando). ¿Estaba aliviada Laura?. Si. Pero también muy, muy cabreada. Le hundió la bayoneta al garrapato en cuanto se dió la vuelta. Sorprendentemente siguió huyendo y, furiosa, Laura le disparó una ráfaga de tres disparos, abatiendo al bicho absurdo. 

Respiraba fuerte, pesadamente. Sudaba. Milagrosamente no estaba herida.

Herida.

- ¡¡¡MALLORY!!!

Laura se abalanzó sobre el cuerpo. Ya era tarde. Hacía rato que era tarde. Y era culpa suya y de nadie más. 

El llanto llenó el aire.