Partida Rol por web

[DM07/21] Las plumas de la cocatriz

2. PLUMAS Y ESCAMAS - Cerca de la cocatriz

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17/07/2021, 21:11
Director

El nombre de Artemi Valaev te suena. Has leído sobre él en uno de tus libros, Vergüenzas imperiales, una compilación de rumores sobre nobles del Imperio Antoniano. Artemi aparece mencionado allí unas cuantas veces: miembro de una poderosa familia aristocrática, adicto a gastar dinero, organizar fiestas majestuosas y orgías descontroladas. Ha tenido dos matrimonios fracasados y ha sido el culpable de los cuernos de unos cuantos maridos frustrados. Su familia terminó por pedirle que abandone el Imperio Antoniano, harta de los escándalos que provocaba. Ahora se dedica a recorrer el mundo y ver maravillas, tales como la cocatriz que parece que están buscando todos.

Notas de juego

(sigue...)

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17/07/2021, 21:16
Pavlinka

De la misma manera, la pelirroja despierta de su sueño moribundo cuando Derek la sana. Su prendas siguen desgarradas a causa del disparo en el vientre, pero de la herida no queda ni rastro.

—Por Fenre, ¿qué pasó? ¿Dónde estoy? No recuerdo nada de nad... ¡Ah! ¡Sí! ¡Esos tres estafadores! —dice con su agudo y estridente tono de voz—. ¿Dónde están? Me contrataron para un buen momento, que yo cumplí, porque no hay mejor dama de compañía que yo, ¡y luego no querían pagarme! Bastardos.

Sentada sobre la carreta, al lado de Artemi, la prostituta empieza barre con la mirada todo lo que hay a su alrededor. Entonces sus ojos se detienen sobre Brant.

—¿Nos conocemos? Nunca olvido un rostro, cariño, y, ay, juraría que te he visto en... ¿en el Imperio?

Medio kilómetro más adelante, el bosque termina abruptamente y aparecen los montes. Allí se ve un campamento militar, con una bandera del Conde de Lieber flameando sobre un estandarte.

Notas de juego

No quise dar un salto muy fuerte por si hay cosas por hablar o por responderle a Derek. Mientras tanto, dejo un turno más por si faltan cosas por hablar, o por si Brant quiere interactuar con Pavlinka (si le quieres mentir, tira Comunicación dificultad 11).

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18/07/2021, 01:52
Derek Durchdenwald

El comentario de Artemis le hizo volver a sentir miedo, que se hubiera enterado de que se conocen no traería nada bueno, más aún después de recordar quien era. Y simplemente no era alguien en quién se pudiera confiar. Ignoró la afirmación sobre sus conocidas y se centró en el resto de la conversación.- Mi señor no ha sido nada, comprendo que pueda ser fascinante y de hecho lo es, pero no es necesario el pago por ello. Mi señor Silvester le tiene en estima y eso es suficiente para mi, no necesita pagar por mis servicios. Ninguno de los dos.- Se dirigió entonces a la chica.- Me alegra que estés mejor, tened cuidado.- Estaba claro que había rencillas e ignoraba el hecho de por qué habían contratado a una prostituta o eso es lo que parecía. Pero en vista de la reacción de Silvester y de lo que debían ocultar era mejor mantenerse al margen todo lo posible.

Notas de juego

Derek en principio rechazaría la plata pero si Artemis insiste o cree que puede ser una ofensa la aceptará finalmente.

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18/07/2021, 12:51
Brant Schröder

El trayecto transcurría de un modo lento y aburrido, porque no podían hablar demasiado entre ellos sin levantar sospechas. Artemi se veía bastante recuperado gracias a los cuidados del hechicero, quien por lo visto conocía a sus dos jóvenes compañeras de viaje. "Esta aventura se pone cada vez más interesante" —se dijo, antes de maldecir lo que acababa de escuchar. Brant, en un principio, hizo oídos sordos a las palabras de la prostituta cuando esta se despertó y se fijó en él. Que le sonara su rostro era un problema. Y lo era porque no sabía si alguno de ese poblado ejército podría tener alguna clase de vínculo con su pasado. Solo faltaría. 

—¿Es a mí? —miró a su alrededor, aparentemente confuso—. Creo que te equivocas de persona. Yo soy de Herenhout, no tengo nada que ver con el Imperio. Has conocido a mucha gente en tus viajes, te habré parecido similar a otro soldado —sentenció, volviendo la vista al frente. 

Como fuese, en unos minutos estarían llegando al campamento militar del Conde de Lieber. Aún no sabía si eso serían buenas o malas noticias.

- Tiradas (1)
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18/07/2021, 16:08
Tatyana Orlov

Tatyana iba a responder a Derek y a hacerle algunas preguntas más pero escuchó primero la voz de Artemi, que gracias a Derek se había recuperado bastante bien. Artemi los presentó de nuevo, pero se percató del comentario que hizo, por lo que decidió esperar a otro momento y callar.

Luego despertó la mujer y procuró no ponerse mucho a su vista, ya que hace unos minutos no había salido nada bien lo que pretendía Así que... ¿no recuerda nada? A los soldados parece que sí. Seguía escuchando la conversación y miró a Brant con cierta sorpresa cuando la mujer se dirigió a él.

Miró hacia adelante y vio un campamento militar. Miró a Derek - ¿Vosotros también lleváis todo este tiempo detrás de la cocatriz? - Hablaremos más tarde, cuando no haya oídos curiosos ni caras que puedan reconocernos... Miró disimuladamente hacia Silvester.

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18/07/2021, 21:30
Ethel Gunther

Se mantuvo muy callada la pelirroja junto a su lobo, si bien era importante el hecho de haber recuperado a su amigo, prefería mantener las distancias como si fuera una perfecta desconocida para él. Básicamente por haberse enterado del parentesco con su enemiga y era mejor tener cuidado con ese tipo de diálogos que podían tener oídos ajenos. Ya había metido la pata demasiado por hoy, así que estar callada era lo mejor. 

Luego alzó una ceja cuando reconoció la mujer a Brant y se imaginó de inmediato que seguro se la había tirado, hizo un gesto de asco mientras continuaba caminando, hasta se quedó cerquita de Tath con su lobo para ir juntas ya que de cara a Silvester eran hermanas. Al ver que ya el bosque termina y se vislumbra el campamento, intercambió miradas con su amiga y esperó al resto para ver que iban a hacer. 

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19/07/2021, 02:25
Pavlinka

Pavlinka está genuinamente confundida [1].

—¿No? ¿Nunca nos hemos visto? —le dice a Brant—. Ay, los años ya me gastan la memoria, pero es que juraría que… bah, no importa. Por una pieza de plata podemos conocernos bien, cariño.

Notas de juego

[1] Éxito de Brant en engañarla.

(sigue...)

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19/07/2021, 02:25
Artemi Valaev

—¡Y encima eres un hombre honrado! —le dice Artemi a Derek cuando éste rechaza el dinero—. Eres un espécimen más raro que la cocatriz. Ah, bueno, espero que por lo menos nuestra amiga la dama de compañía no me rechace.

La prostituta le sonríe a Artemi y acepta un par de piezas. Tiempo para conocerse tendrán.

El campamento es un pequeño pueblo en miniatura, pero en vez de casas tiene tiendas de acampar. Hay soldados, pero también comerciantes, campesinos curiosos, y alguna que otra prostituta más que seguro le hará competencia a Pavlinka. Ethel, Brant y Tatyana creen ver allí a algunas de los seguidores de la sacerdotisa Helga. Derek divisa, a lo lejos, la figura del profesor Klaus Anker, el cocatrizólogo.

Notas de juego

(sigue...)

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19/07/2021, 02:30
Conde Manfred von Lieber

El joven Conde Manfred von Lieber en persona, informado de que se acerca una comitiva, sale a recibiros montado en su corcel blanco. Su sonrisa es resplandeciente y se comporta como alguien excesivamente confiado.

—¡Bienhallados seáis! ¿Herr Silvester? ¿Sois vos? Vaya, la última vez que nos vimos fue en aquel torneo, ¿no? Hace dos años. Recuerdo que os vencí en la justa —le dice el Conde con una sonrisa de oreja a oreja—. Pensaba que ibais a ser un desafío mayor, pero no.

Notas de juego

(sigue...)

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19/07/2021, 02:33
Silvester von Wick

—Vengo por la cocatriz, Herr Manfred —responde Silvester, apenas ocultando la rabia que le genera aquel comentario—. Sería bueno que no os interpusierais en mi camino, ni que hicierais trampa como en aquel torneo.

Notas de juego

(sigue...)

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19/07/2021, 02:34
Conde Manfred von Lieber

—Lamento informaros que yo he dado primero con la cocatriz. ¿Veis aquella cueva? Es su guarida. Como yo la he hallado primero, es mi derecho atacarla primero. La asaltaré mañana al amanecer. Hasta entonces, los demás tienen prohibido atacarla. No os preocupéis, luego de mi turno os permitiré atacar a vos, y que se la quede el mejor. Que seré yo.

La cueva está en la cima de uno de un alto monte escarpado. El campamento está muy cerca del monte. 

—Poneos cómodo, Herr Silvester, vos y vuestra gente. Aquí hay lugar para tod... —Manfred se queda sin habla al ver a Ethel; ignorando a Silvester, se acerca a ella, se baja del corcel y le besa la mano sin pedirle permiso—. ¿Cómo es vuestro nombre, bella dama? ¡Qué feliz me haríais si aceptarais cenar conmigo esta noche!

Silvester, refunfuñando y colorado por el enojo, da órdenes a su tropa de que se detengan y monten campamento allí mismo, para descansar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vamos llegando al tramo final de la partida. Ya estáis todos en el campamento del Conde, Silvester va se va a quedar ahí. ¿Alguien quiere recorrer el campamento? El Conde prohibió que los demás ataquen a la cocatriz hasta el día siguiente, para tener él la ventaja de atacar primero, pero no significa que no se pueda ir a merodear por la cueva cuando los demás estén distraídos. Ethel: el Conde se te enamoró a primera vista.

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19/07/2021, 17:29
Ethel Gunther

Al llegar juntos al Campamento, Ethel se mordió el labio un tanto nerviosa al descubrir que había algunos seguidores de la Sacerdotisa con la que tuvo algunos recientes problemas y deseó con todas sus fuerzas pasar más desapercibida que nunca ante tanto enemigo cerca. Claramente esto la hizo obviar—adrede—los comentarios de la mujer que no dejaba de trabajar y Artemi que también accedía. Demasiado asco le estaba provocando todo aquello. 

No obstante tras un pequeño trayecto, quien los recibió fue un hombre de bastante porte y supo que se trataba de un noble pero no tenía idea de que era el mismísimo Conde, justo el que tenían pensado seguir para trabajar con él. Pero más allá de esto, fue su cercanía y ese toque caballero lo que paralizó a una chica que jamás en su vida había experimentado algo semejante con nadie. No sólo la mirada diferente, sino que le había besado la mano. 

—Encantada Señor... —dijo y dejó el suspenso para que se presente, luego respondió—. Mi nombre es Ethel Günther.

Y como la propuesta le llegó en la mano, estaba más que claro que la aceptaría porque la mantendría lejos de la mirada de sus enemigos y podía respirar un poco. 

—Gracias por la invitación, mi señor. La aceptaré con gusto. 

No tenía idea de lo que pudiera pasar o si iba dirigida a todos, que ella sobre los asuntos del corazón no tenía idea y su vida era cazar, despellejar y vender pieles. A ver como le iría con aquel hombre, sabía comportarse así que algo de esperanza había en su mente. 

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19/07/2021, 18:22
Brant Schröder

Para su suerte, Pavlinka no terminó de reconocerle; eso sí, en sus sueños se acostaría con él aquella mujer. Brant tenía más clase y no precisaba de acostarse con la primera que se le cruzase en su camino, por más buenas palabras que pudiera tener para él. En ese sentido, agradeció que Artemi cayera en las garras de la prostituta; seguramente esta le acabaría birlando más que dos piezas de plata.

Una vez se adentraron en el campamento militar, el cazarrecompensas mantuvo un perfil bajo en todo momento, sin querer ser una nota discordante ante aquel panorama que se les presentaba. Pudo comprobar, desde su apartada y austera posición, la disputa tácita entre el Conde de Lieber y el otro noble que les había custodiado por ver quién iría primero a por la cocatriz. "Si me proporcionaran una espada, iría yo" —dijo para sus adentros, aún molesto y herido en el orgullo por haber perdido su acero en manos de un estúpido soldado a quien quería escarmentar tarde o temprano. Ojalá el destino le concediera esa oportunidad.

También observó cómo el prepotente del Conde cortejaba a Ethel. El hombre sonrió, sin apartar los ojos de la escena. Le desearía buena suerte al noble, más que contra la cocatriz, porque la chica gastaba un fuerte carácter y ese hombre a poco que se pasara con ella lo podría pasar mal, por mucho Conde que fuese. Sin embargo, como él no había sido invitado a esa cena —ni ganas—, no tardó en ponerse en movimiento.

—Voy a dar un paseo por el campamento y los alrededores... —anunció, al pasar junto a Tath y los demás, antes de subirse la capucha e iniciar una pequeña exploración de la zona. Quizá hasta podría encontrar una muda de ropa nueva, ya que la suya estaba bañada en sangre después de los últimos altercados.

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19/07/2021, 23:05
Derek Durchdenwald

No respondió verbalmente a los halagos de Artemis, estaba cansado y ciertamente abatido por toda la situación, especialmente por el reencuentro que había sido tan frío y fugaz. Casi tanto como la despedida. Asintió a sus palabras y continuó el camino hasta el llegar al campamento, no sin mirar de reojo de vez en cuando a sus conocidas. 

La llegada al campamento no supuso emoción alguna para el sanador, hasta vislumbrar al profesor Klaus. Aquello le alegró bastante y aumentó su ánimo, al menos había alguien con quien conversar que tuviera dos dedos de frente. Mantuvo las formas hasta que Silvester dio la orden de montar el campamento dejándole también la cortesía con el conde, tras el la última riña no quería de ninguna de las maneras contrariar a su señor, el día era largo y su enfado solo aumentaba por lo que sería mejor dejarlo estar.

Pasó el montaje del campamento pensando en terminar para poder acercarse al profesor, en realidad hubiera querido hacerlo a sus amigas y ponerse bien al día con ellas, el riesgo seguía siendo alto por lo que era mejor actuar con naturalidad. Con toda la naturalidad posible.

Una vez hubo acabado, no sin dejar de vigilar de soslayo todo lo que ocurría, se acercó al profesor.- Parece que nuestros caminos se han cruzado al fin profesor, es un honor volver a encontrarle tan pronto. Al final podré unirme a una cacería de la cocatriz por gracia de mi señor. ¿Cómo están las cosas por aquí? Perdone que le asalte de esta manera pero en cuanto tengamos un momento me gustaría tener una conversación privada con usted, si me lo concede por supuesto.

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19/07/2021, 23:57
Tatyana Orlov

Una vez llegaron al campamento del Conde, Tatyana se percató que había cierta rivalidad entre los dos hombres. Echó una visual a todo el campamento. Reconoció algunos seguidores de aquella sacerdotisa pero decidió no darle mayor importancia.

El Conde se percató de su amiga Liselot a quien saludó, besó su mano y la invitó a cenar ¿Qué...? Miró a su amiga que parecía que estaba sorprendida de aquel trato ¿Qué le dirás? La miraba y escuchaba atenta hasta que la aceptó. No sabía por qué pero se sentía un poco triste y cómo unas mariposas revoloteaban violentamente en la boca de su estómago. Sacudió mentalmente su cabeza, cerró los ojos.

A su lado pasó Brant que iría a dar un paseo por los alrededores y lo miró - Espérame, voy contigo - necesitaba una distracción, con Derek hablaría más entrada la noche, probablemente habría menos personas pendiente a sus pasos. Se acercó a su amiga y le susurró - Disfruta de la cena, parece que le has causado una buena impresión a alguien - y le guiñó el ojo. Se merece ser feliz, ha pasado por mucho y yo estaré ahí para apoyarla se decía a sí misma.

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20/07/2021, 03:46
Conde Manfred von Lieber

Tus compañeros se van por su cuenta a revisar el campamento. Vos te quedás con el Conde, que te agarra de la mano y te lleva a caminar por él hacia la entrada de su tienda personal, ubicada en el centro del campamento, y que es la más grande de todas. Pispeando por la entrada podés ver que en su interior hay un escritorio, una cama—, botellas de vino y la armadura del Conde.

—Ethel Gunther, ¡qué bello nombre! Yo soy Manfred von Lieber. Habrás escuchado de mí, de mis muchas hazañas, mis triunfos, mis éxitos. Mis innumerables éxitos —dice con orgullo—. Cuando mate a la cocatriz, te prometo, Ethel, que voy a regalarte una pluma de cocatriz. Para que siempre me recuerdes. Cuéntame algo sobre ti, Ethel. Y también dime cuál es tu comida favorita, para que le ordene a mi cocinero que te la prepare esta noche. Te espero dentro de mi tienda apenas caiga el sol.

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20/07/2021, 03:48
Hermana Helga

Y, como no podía ser de otra manera, en ese momento se aparece tu más reciente enemiga: la hermana Helga.

—Buen día, mi señor… Veo que más gente se nos ha unido. ¿De dónde conocéis a esta mujer? Yo la he visto, ayer —te mira de arriba abajo con asco—. Es una hereje. Una impía que insulta a Dios. Su presencia solo nos traerá desgracias. Sugiero, mi señor, que la expulséis inmediatamente de este campamento, a menos que os queráis arriesgar a la sufrir la furia de Fenre.

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20/07/2021, 03:49
Conde Manfred von Lieber

—¡Hermana Helga! ¿Qué estáis diciendo? Ethel, por favor, ¿podrías aclararme qué es todo esto?

Notas de juego

tu turno! en el mismo mensaje podés poner lo que le querés contar al conde sobre vos y tu comida favorita y también la respuesta a helga

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20/07/2021, 03:50
Director

La tropa de Silvester von Wick comienza a montar sus tiendas. Apenas está lista la suya, Artemi se escabulle hacia su interior seguido por la prostituta Pavlinka. El Conde se va a dar un paseo con Ethel por el campamento y le enseña su tienda personal, que es la más grande de todas, ubicada en el centro del área. Tatyana y Brant ven que se les acerca la sacerdotisa Helga y les dice algo que no llegáis a oír.

Un vistazo general al campamento revela varias situaciones y personas de interés. Un comerciante ha levantado un improvisado mercado con sus carretas y está vendiendo armas de fuego, armaduras, armas blancas y provisiones. Cuatro de los soldados de Silvester von Wick están jugando a los dados en una mesa; el premio mayor de las apuestas parece ser la espada de Brant. Algunos hombres y mujeres están sentados alrededor de un campesino de Lieber al que Tatyana reconoce; su nombre es Ernst, y por los comentarios que escucháis, fue el primero que vio a la cocatriz. Un hombre entrado en años, con apariencia de erudito, está sentado solo en una mesa con la vista hundida en un voluminoso libro; Derek se acerca a él y le habla.

Notas de juego

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20/07/2021, 03:51
Profesor Klaus Anker

Es un hombre, canoso, arrugado y con gafas, pero lleno de vitalidad.

–¡Oh, doctor Durchenwald! Qué agradable volver a verle. Luego de lo que ocurrió el otro día, pensé que no os iba a volver a ver jamás. Qué temperamento el de Herr Silvester. Ya os dije que una sangría le haría bien para apaciguar sus humores… Oh, qué modales los míos. Bienhallados –le dice a Brant y Tatyana–. Soy Klaus Anker, cocatrizólogo, profesor de la Universidad de Oldenburg.

>>Las cosas por aquí andan extrañas, doctor Durchdenwald. Me uní al grupo del Conde hace un día. Él asegura que la cocatriz está oculta en esa cueva. Extraño, ¿no cree? Las cocatrices, se sabe, prefieren guarecerse a la luz del sol, dada su carácter reptiloide. Aquella cocatriz tiene que estar muy malherida y asustada para esconderse en una cueva fría y oscura. También he detectado algunos, oh, conflictos de interés en este campamento. Yo quisiera preservar el cuerpo de la cocatriz para futuros estudios científicos. El Conde quiere mutilar su cuerpo, colgar su cabeza en las paredes de su castillo y usar sus plumas para fabricar regalos para sus amigos. Y aquella predicadora –señala a una mujer vestida de rojo sangre, una sacerdotisa de Dios Fenre, que ahora está hablando con Ethel y el Conde–, quiere incinerar su cadáver. Sería bueno que alguien me ayudara a hacerles entrar en razón: el cuerpo de la cocatriz tiene que mantenerse intacto y ser llevado a la Universidad de Oldenburg.

>>Por supuesto, doctor Durchdenwald, cuando queráis podemos hablar en privado.

Notas de juego

En principio os puse a los tres juntos, pero os podéis separar cuando queráis o manteneros juntos. Hay cinco cosas para ver: 1) los soldados apostando la espada de Brant, 2) este PNJ que os habla ahora, 3) Ethel y el Conde hablando con la sacerdotisa, 4) el comerciante y su pequeño mercado, 5) el campesino que fue el que vio a la cocatriz.

Importante, por ahora no marcar a Ethel, que está separada!