Partida Rol por web

Ya estabas cerca, casi cara a cara mientras el enano y ese nigromante se mataban entre si... pero entonces lo viste. El nigromante llevaba armadura completa. Una pesada armadura que impedía los sutiles movimientos de la nigromancia.

Activas tu visión bruja. Las líneas vitales de manipulación que salen de los no muertos antes parecían converger en ese ser pero no era así, ese que lucha contra Kargun y que viste esa armadura no es el nigromante. Es un guerrero del Caos consagrado a Khorne a juzgar por el simbolo de muerte que lleva grabado en la armadura.

El verdadero nigromante permanece atrás, en el Cosechador de almas protegido por una servidumbre de muertos vivientes.

La espada del borde iba directamente a su cabeza. Marius interpuso su rodela con poca fe en lo que estaba haciendo. Se veía muerto, pues aquel ataque le había cogido completamente por sorpresa. No obstante, la notar que su rodela detenía el ataque, respiró tranquilo por un momento.

Acto seguido utilizó su arma para deshacerse del ahogado. El golpe impactó de lleno en su objetivo. Se escuchó el crujir de costillas y saltaron fluidos putrefactos por doquier. Tenía todavía a norse atacándole desde un costado. Debía deshacerse de él para tratar de llegar al nigromante.

- ¡Sal de aquí, bastardo! - Le ordenó aún sabiendas de que no recibiría respuesta alguna.

El arañazo me habia rasgado la ropa, a pesar de ello el golpe no había dolido, tal vez por la adrenalina recorriendo mi cuerpo, me había zafado de los zombis sin ningún problema, pero ahora venía el verdadero reto.

Cargo con la espada en una mano y gesticulando con la otra mano, mi arma es desviada con facilidad por aquel ser, y de mi mano no sale nada mas allá que sudor.

- ¡¡Acabemos rápido Kargun, todavía tenemos que buscar al nigromante!! -  grito una vez enzarzado en la melé contra el servidor del caos.

El sonido de un hacha cortando el aire silbó por encima de Buri, quien se apartó un paso hacia atrás trastabillando, evitando así un golpe que podía haber resultado mortal. La hoja del hacha se clavó en la cubierta y el enano aprovechó la oportunidad para atacar al norse que la blandía con un veloz ataque de su propia hacha. El impacto hizo temblar levemente los brazos del rompescudos, indicando que el golpe había dado bien fuerte en la carne.

Las cosas no parecían pintar mejor, ya que a cada enemigo que derribaba dos más se le sumaban para reemplazarlo. Bodvarson no tenía tiempo para dirigir su hacha a otro lado que no sea frente a él, hacerlo significaría poner su vida en riesgo. Tenía que reservarse a levantar el escudo en su habitual pose defensiva y esperar su oportunidad para despachar a los no-muertos... una cabeza a la vez...

había tenido un pequeño desliz con uno de los cadaveres, pero rapidamente hago gala de mi gran agilidad y consigo esquivar el golpe del monstruo, "vais a necesitar algo mas que un poco de suerte para poder aceptar un golpe sobre mi" le digo al ser antes de lanzar mi ataque sobre el.

Mordrak intentaba entrar en liza, pero el combate entre el matador y el guerrero no dejaba huecos libres. Era un uno contra uno. Tras varios envites, el hacha de Kargun consiguió un claro objetivo alzándose en un arco ascendente. El espadón del guerrero descendía en vertical mientras el matador veía que su golpe llegaría antes, pero para su sorpresa un tentáculo salido de entre los pliegues de la armadura interceptó el arma del enano durante un segundo, siendo vencido por la pura inercia del golpe.

Aún así, la serrada espada descendía en un arco perfecto dispuesta a segarle la vida al matador. Este cerró los ojos esperando la ansiada muerte, más un grito interrumpió la lucha y el espadón chocó contra el mango de acero de un martillo. Alförd Jacobsen se interpuso entre la muerte y el enano. Con un gruñido mantuvo la presión que ejercía el guerrero.

-Si quieres morir matando,- indicó el alto sacerdote, -hazlo sirviendo a los de tu raza.- Al otro lado de la cubierta, Buri Bodvarson luchaba sin fuerzas contra los ahogados. Solamente la tozudez enana le mantenía en pie, sangrando y claramente a la defensiva esperando un final. Dos ahogados más se acercaban hacia él ya maltrecho enano.

Marius intentaba avanzar, pero a cada no muerto que abatía, otros dos ocupana su lugar. Esta vez tres no muertos se abalanzaban contra él.

Eldillor, herido grave, apostó por una maniobra arriesgada. Soltando acero y escudo trepó gimiendo de dolor por la jarcia hasta una buena altura, donde enpuñó el arco dispuesto a acabar con el nigromante.

Luis de Alcocer seguía retenido por no muertos como Marius. Su agilidad y destreza le habían valido para mantenerse con vida pero era cuestión de tiempo que ya no pudiera moverse siendo acorralado.

La situación era crítica para todos. Excepto unos pocos la mayoría de los hombres que seguían vivos estaban repeliendo a los no muertos en el puente, donde se enfrentaban dos contra dos y podían cambiar para descansar. Tan pocos quedaban...

-No conseguirás nada matando a este sirviente del caos. Pues él no es el nigromante. El nigromante se esconde detrás de todos, en su barco. Matadlo, os despejaré el camino, debéis hacerlo para acabar con esta pesadilla. Hechicero, guíale ante el verdadero nigromante.-

Una pregunta pasó fugaz por vuestra mente cuando el sacerdote epujó al guerrero del caos y, con su martillo, golpeó el suelo provocando un estallido de llamas que abrió un paso entre las filas de no muertos norses. Kargun y Mordrak vieron como las llamas les rodeaban pero no les hacían daño.
La madera estaba quemada y los no muertos ardían movidos todavía por lo hilos de su amo. Un amo que se escondía detrás de todos sus títeres y que por primera vez podíais distinguir como una sombra encapuchada.

Marius se había deshecho de un sinfín de monstruos no muertos. Sin embargo, por cada uno que derribaba otro se le encaraba y en ese momento se vio rodeado por tres. Tres que serían trescientos si no cambiaba de estrategia. Era cierto que todavía no le habían golpeado, pero eso podía cambiar en cualquier momento.

Era el momento de hacer una acción evasiva y afrontar el verdadero problema. El gladiador hizo una fibra, que no sirvió más que para lucirse, pues los no muertos no pensaban y eran difíciles de engañar. Sin embargo, logró zafarse de sus atacantes y corrió en la misma dirección en la que lo habían hecho el enano y el brujo. 

- ¡Todos juntos! - Les gritó al pasar por su lado. - ¡Es nuestra única oportunidad!

Sin esperar a nadie, Marius se dirigió a la borda del Sellen Brecher y saltó hacia el Cosechador de Armas ayudado por una soga y dispuesto a abordarlo y matar al nigromante el solo si era preciso.

El comandante se está enfrentando contra el guerrero del caos, no había mejor momento que este, sin dudarlo un instante y aprovechando el hueco que nos ha dejado Jacobsen comienzo a correr y sin mayor problema con un leve salto acabo cayendo sobre la borda del cosechador de almas 

- ¡¡Seguidme!! - digo mientras estoy en medio del "vuelo."

Al caer miro hacia mis camaradas, la visión desde este punto de vista es horrible, asi que empiezo a conjurar para intentar ayudar, pero los vientos de la magia ofrecen bastante resistencia ultimamente.

Los no-muertos se caían y chocaban entre sí en una pelotra de desmedida confusión. Parecía que el contrahechizo de Jacobsen servía para darle suficiente tiempo a los sobrevivientes para subirse al Cosechador de Almas y combatir con el verdadero nigromante que orquestaba el ataque desde dentro del barco mientras que él se batía en duelo con el guerrero del caos que servía de distracción. El enano se preguntaba cuanto podría durar la entereza del barco si el combate seguía de esta forma. El último de sus deseos era tener que irse nadando de vuelta a Hargendorf si el Wellen Brecher no soportaba más daños.

Levantó el escudo sobre su cabeza y rodó para alejarse de los muertos que lo atosigaban. Una cosa era cierta, no lograría nada combatiendo con los esbirros resucitados si el nigromante se hallaba a salvo en otro lugar. Debían encontrarlo y el no se quedaría atras.

solo había una opcion y esa era asaltar el barco enemigo y matar al nigromante, alguno de mis compañeros ya se estaban preparando, primero tenia que quitar de encima al bicho y acompañar a los mios "siento tener que despedirme de vuestra merced, ha sido un buen balie, pero tengo que irme" le digo al bicho mientras me intento zafar de el para que fuera a por otro mientras tenía tiempo de asaltar el barco

Sin perder tiempo el enano siguió al hechicero saltando a la cubierta del barco enemigo. Unos pocos no muertos los separaban del auténtico nigromante y después de los que había matado, no serían un problema para el matador. Pero la carrera, el salto y todo el cansancio habían hecho mella en el matador.

-Parece que se niegan a morir. JA. ¿Alguna sugerencia brujo?-

La batalla estaba cerca de su final. Kargun y Mordrak estaban casi al alcance del nigromante mientras este comenzaba a conjurar defendido por sus no muertos.

Jacobsen libraba una batalla personal contra el campeón del caos mientras sus armas chocaban lanzando chispas y destellos. Los hombres del Wellen Brecher recobraron su valor bajando a cubierta para cubrir a su comandante mientras vosotros corríais en pos de vuestros compañeros. Marius fue el primero en llegar, saltar y abordar el cosechador de almas escudo en una mano y mangual dispuesto en la otra. Luis evitó agilmente las garras en una danza maestra de equilibrio y destreza para llegar hasta el otro barco. Buri alzó el escudo por encima de su cabeza y atravesó el cerco de no muertos hasta llegar a la barandilla del barco.

Eldillor disparó su flecha pero falló. La pérdida de sangre y el cansancio de la batalla hacían mella en el elfo subido en la escala.

Kargun era el objetivo principal del nigromante y así lo hizo saber. Dos de los cuatro no muertos que le guardaban propinaron un ataque simultáneo al enano dejándolo en un apuro. Mordrak también tuvo su parte cuando un norse muerto le atacó por el flnco derecho directo a su pierna.

El enano intentó esquivar los dos ataques. Uno solo le hizo un corte sin importancia en el brazo izquierdo. El otro consiguió clavar su espada en la pierna derecha. 
-Ahhhhrrg... Todavía estoy vivo, momia putrefacta.- El matador gritó de dolor y de rabia mientras intentaba dañar a alguno de sus oponentes.

Buri salió corriendo y serpenteando como podía entre las huestes de no-muertos que se levantaban atolondrados del suelo chamuscado. Bloqueó un par de golpes que iban dirigidos a su cabeza con el escudo y se colgó el hacha en el cinturón para poder iniciar su ascenso al Cosechador de Almas. Colocó ambos pies sobre el borde de la cubierta del Wellen Brecher y se tambaleó un poco, tras tragar saliva dio un salto y agitó sus brazos hasta alcanzar una cuerda suelta de la embarcación embrujada.

Logró aferrarse por poco a la cuerda e inició su ascenso hasta la cubierta del barco enemigo. Tropezó y se soltó por un momento de lo único que le mantenía alejado de las turbulentas aguas bajo sus pies, pero por gracia del destino logró recuperar la presa que tenía en la soga para seguir escalando. Le dedicó una plegaria a Grungni mientras que escalaba hasta llegar a la cubierta, donde se tuvo que detener para coger un poco de aire. Veía al resto de sus compañeros combatiendo ferozmente contra las reservas del nigromante quien parecía defenderse en un último esfuerzo de sus rivales.

- ¡Ya estoy aquí! - Gritó un enfervorecido Marius.

Kargun estaba rodeado y aunque el objetivo real era el nigromante, iban a necesitar del matador para vencerle. Por ello Marcus no se lo pensó demasido y golpeó por la espalda a uno de los muertos que estaban hostigándole.

El golpe fue demoledor. Cómo solía ser siempre. No habría sobrevivido tantos años en la arena sin ser letal. Si el resto de sus compañeros lograba llegar a su altura, podrían enfrentar con garantías al nigromante, pero primero tenían que allanar el camino.

- ¡Vamos camaradas! ¡Por Sigmar! - Alzó de nuevo la voz tratando de llenar de esperanza los corazones de los suyos.