Partida Rol por web

La bruja se alejó por el pasillo hasta unos 10 metros de la puerta. Si salía algo de allí no quería estar cerca

- Que sí queréis puedo mandar a Tomasino a empujar las puertas primero, pero parecen bastane más pesadas de lo que él pueda abrir*

La puerta se abrió al empujar el sirviente espectral y reveló otra parte del pasillo con otra puerta en la pared norte.

- Tomasino, tira para dentro y ve pisando en el suelo por si hay algún foso. Después, abre la otra puerta. A ver que encontramos. - Dijo el bárbaro a Tomasino.

Tras esto, Kha Freh cogió su fu fiel lanza larga, Pincha Uvas, o lo que quedaba de ella, pues estaba bastante mal después de haber estado dentro del escupitajo morado gigante. Sea como fuera, aún podía usarlo como palo largo y tantear suelo, paredes y techo de la siguiente sala con la máxima precaución.

- Tomasino no puede pisar el suelo porque no tiene masa - le explicó Sofía a Kah Freh mientras hacía avanzar al caballo antes de pasar Teresse a olisquear venenos, después ella misma a revisar el pasillo en busca de posibles trampas en el pasillo, techo, suelo, paredes y la nueva puerta, para por último buscar posibles puertas secretas con las consabidas técnicas del palo y la vela.

Otra puerta, otro pasillo parecido, sin nada extraño en ellos.

Theresse arrugó la nariz un par de veces, le olía algo raro pero no sabía de donde o que era.

- Kah Freh, sujeta la primera puerta, la que da al pasillo de la escalera. Yo sujeto esta de aquí. Voy a mandar a Tomasino a abrir la siguiente, pero Teresse está oliendo algo raro, que podría ser algún tipo de gas venenoso. – dijo antes de tomarse un vial de antídoto, más valía prevenir que curar y este parecía un momento estupendo para darle uso al caro líquido.

- Teresse, echa un ojo a la puerta cuando Tomasino abra, pero prepárate para salir volando de ahí a toda prisa al menor signo de peligro. Atenta al posible gas. – avisó a su familiar.

Cuando todos estuvieron preparados mando a Tomasino a abrir la puerta.

En el tiempo que comprobaban o analizaban el lugar, Allen temiéndose alguna trampa sobrenatural o venenosa empezó el ritual del sombrerito cerca de las escaleras sin destino.

Garmeiana se ubicó Junto a Kah Freh y el diablillo fue hasta Sofía cuando estaban por realizar la maniobra de las puertas.

Aprovechó para lanzar detectar magia, por si hubiera otra puerta oculta mágicamente en el lugar

Al abrirse la última puerta toda la Tumba empezó a temblar, un sonido que parecía que se iba a partir la montaña en dos amenazaba de algo muy malo.

Algo se resquebrajó en la sala que había tras la última puerta y todos pudisteis ver como se liberaba un extraño gas de entre las grietas que avanzaba inexorablemente por el pasillo.

Un gran bloque de piedra que ocupaba todo el alto y ancho del pasillo emergió como por arte de magia en aquella sala y empezó a avanzar destrozando la pared y el marco de la puerta.

- Snif, snif, snif... Huele raro, y no lo digo por Zalamero. - Dijo señalando al nuevo caballo de Sofia. - Gruaaa guraaa, cof, cof, cof. A que va a ser otra trampa de gas venenoso... - Dijo el bárbaro asustado.

De forma rápida, todo lo que pudo, sacó un el frasco de antitoxina que tenía en el macuto, a la espalda, preguntando a las mujeres si aquello ayudaría.

- Si me lo tomo ahora me ayudará? - Preguntó a las mujeres, aunque igualmente se lo metió en la boca y tras aguantar unos segundos la respiración, tragó.

Lo siguiente que hizo Kha Freh fue salir en estampida buscando la salida de aquella sala, al pasillo exterior. Seguro que allí estaba Allen preparado con la tienda de campaña mágica para protegerlos.

Al ver el gas la bruja buscó desesperada una antitoxina en su bolso, pero antes de llegar a beberla empezó a marearse y se aferró al brazo del semiorco mientras se iba desvaneciendo.

Pero por un milagro llegó a beber la antitoxina a tiempo para que evite el efecto del veneno.

Entonces aprovechando que estaba tomada del brazo de Kha Freh intentó arrastrarlo hasta la protección creada por Allen sin fiajrse en si estaba consciente o no, y ordenó al diablillo que ayude a Sofía a salir de allí.

Oh, mie...

Fue lo último que tuvo Sofia tiempo de pensar antes de caer inconsciente en el suelo.

Allen estaba esperando con calma el aviso de Sofía de que no habían encontrado nada y sin embargo lo que escucho fue otra cosa completamente distinta mientras veía caer a los compañeros más cercanos, presto se preparó para intentar ayudar.

De repente Sofia, Theresse y Kha Freh caen desplomados en el suelo tras la inhalación del extraño gas que salía de esa habitación. Un enorme bloque de piedra salió como por arte de magia y se empotró contra la puerta del pasillo destrozándola juntamente con la pared.

Del estruendo el caballo invocado salió disparado en busca de una salida, completamente asustado por poco casi atropellando los que se habían desmayado.

El bloque de piedra empezaba a moverse lentamente pero sin que nada lo detuviera, amenazando con triturar todo lo que encontrase a su paso.

Garmeiana intenta arrastrar al semiorco hasta la protección de la cosa mágica de Allen, pero si no logra moverlo lo dejará allí para salvarse ella del veneno.

Al diablillo le ordena que intente hacer lo propio arrastrando a Sofía hacia ellos, y que si no puede moverla se quede junto a ella.

—Un veneno, una especie de veneno, ¿Tienes alguna manera de ver si sigue allí o si ya es seguro salir a ayudar?— Le preguntó jadeando a Allen.

Luego cerraría sus ojos para ver a través de los del diablillo lonquepasaba en el otro pasillo.

Garmeiana empieza a arrastras al semiorco con mucha dificultad, moviéndolo apenas 5 pies, dejándolo justo fuera del pasillo. De la misma manera el diablillo empezó a arrastrar a Sofía justo cruzando el umbral de la segunda puerta.

Allen viendo como la bruja apenas podía con el cuerpo del semiorco sale de la cúpula y recoge al bárbaro para lanzarlo adentro de la cúpula.

- Vigila que no le pase nada, voy a por Sofía.

Allen sacó al semiorco de ahí y fue corriendo hasta Sofía.. justo para ver lo que le sucedía.

De repente aquel rodillo gigante cogió velocidad y empezó a recorrer aquel pasillo en forma de espiral, destrozando a Theresse por el camino, también al diablillo y luego aceleró de nuevo hasta destrozar completamente a Sofia, dejándola echa un amasijo de sangre y huesos.

La piedra siguió moviéndose como si no se hubiera topado con nada y giró el siguiente recodo del pasillo.

Al ver la velocidad a la que el rodillo giraba el recodo la bruja entró en pánico e hizo lo que toda bruja debe hacer: correr como si la persiguiera el diablo. Llegó hasta la trampilla por donde habían entrado y se dejó caer.