Partida Rol por web

- ¡Aaaaaaaaahhhh! ¡Humo! ¡Gas! ¡Malo! ¡Trampa! - Gritó el semiorco al ver la extraña botella que soltaba humo por su orificio en la habitación.

- Yo no entro ahí con ese gas saliendo. Seguro que es una trampa. Mandad a los caballos o a Coralino noveno, o a todos a la vez. Si por mi fuera destruiría esas estatuas. Me dan repelús... - Comentó el mestizo.

- Puede ser, quizás Coralino pueda taparla...- comentó el clérigo con una calma que hacía un enorme contraste a los gritos del semiorco.- En cuanto a las estatuas creo que había otro verso sobre ellas... algo sobre que no eran solo lo que aparentaban. Sinceramente aparentan ser constructos esperando machacarnos así que como mínimo no solo son eso...

Por lo demás comprobo la sala, sin embargo la cantidad de humo le hacía difícil ver nada que le llamara la atención.

...Un fino chorro de humo sale de un pequeño orificio de ventilación en su tapón de latón...

- Qué extraño. - Dijo el bárbaro más calmado después de las palabras del clérigo. - Tiene el tapón puesto, pero sale humo por el orificio... A ver si coralino noveno, o el que sea, puede quitar el tapón y comprobar si es gas o algo peor. Hasta que no lo haga no entro ahí, por mucho oro y brillantes que haya por todo el lugar. - Añadió. 

—¿Y si en vez de destacarlo sellamos la abertura? ¿Creen que estalle por la presión? Podríamos sellarlo y que el sirviente invisible lleve la urna a otra habitación.— dijo la bruja mientras destacaba su último frasco de antitoxina. Luego e beberla se puso a mascar un trozo de carne seca hasta dejarla con una consistencia chiclosa.

El Tressym se adelantó en la habitación olisqueando si había veneno.

- Hay dos llaves y dos cofres. Probaría a abrir ambos con las llaves, aunque antes me acercaría a investigar los soldados de hierro. Si hacen más de lo que aparentan quizás sean útiles. 

No parecía haber veneno en la sala.

- Voy a echar un vistazo por la sala - anunció Abe cuando tuvo listos todos sus rituales habituales (disco flotante y caballo, detectar magia no que aquí había demasiada y cubría todo lo demás) y proceder con sus operaciones habituales (caballo delante, buscar trampas, buscar puertas secretas). También se fijo en las filigranas de la urna, la construcción del sarcófago, como estaba dañado, qué podría haberlo dañado, de que estilo eran,... y las incrustaciones de las paredes. ¿Tendrían algún patrón? ¿Formarían un dibujo?

Y las posiciones de las armas, ¿estaban todas levantadas en posición para atacar? ¿Tendrían algo escrito por detrás las estatuas?

Llegaste a la conclusión que la magia no funcionaba en esa habitación: tus hechizos y rituales no parecían funcionar. El caballo invocado al entrar desapareció como si nunca hubiera existido.

La urna era de bronce, muy bonita y decorada con cenefas y patrones que no parecían indicar demasiado sobre su contenido. El arte parecía Calishita*. Solo acercar la mano uno podía decir que estaba ardiendo y lo que emanaba parecía vapor, como si fuera una olla a presión.

El sarcófago era de granito y estaba tallado como para que la tapa simbolizase un faraón descansando. Examinándolo al detalle se puede ver como en la tapa hay unos glifos inscritos en platino que pone "ACERERAK". El extremo mas cercano a la pared de la tapa estaba dañado, como si esa parte hubiera sido la que se usó para hacer palanca y abrirlo. Te hacía pensar que quizá alguien había estado aquí antes que vosotros.

Los cofres eran enormes y están construidos como una extensión del suelo por lo que son imposibles de mover. Ambos cofres examinados al detalle muestran marcas de haber intentado ser abiertos con palancas o métodos mas rudimentarios, sin éxito. Cada uno de ellos contienen tres cerraduras, que parecen intactas.

Las paredes eran preciosas pero no parecían indicar o ocultar ningún mensaje.

No apreciabais ningún acceso oculto.

- Parece que este es el dormitorio de Jeremías - dijo Abe señalando la inscripción con el nombre del liche - y que nos falta una llave - señalando las tres cerraduras que les faltaban - Aquí dentro no hay magia que valga, parece que está encantada con un Disipar Magia en toda la habitación. Quizás sean las propias estatuas las que disipan la magia - dijo señalándolas en referencia a que hacían más de lo que se podía observar.

—Insisto en que hagamos algo con la urna esa, que el humo que sale me molesta. Si dices que está caliente, y no podemos usar mano de mago para tapar el agujero, podemos probar volteandola.

Tanteó con su báculo la urna para verificar si estaba adherida a la base o no.

El clérigo a ver que la magia no funciona en su interior no se siente muy seguro de avanzar. Si sus brazaletes fallaban se movería con demasiada torpeza para hacer nada. Sin embargo observa el jarrón con mayor interés viendo que la bruja considera hacer algo con él.

- Sinceramente el jarrón está pidiendo a grito que lo apartemos o intentemos tapar por lo que yo diría que mejor no tocarlo a no ser que sea para abrirlo de todo. Aunque sinceramente también me parece una mala idea, el sarcófago y los cofres me recuerdan a todo lo que nos hemos encontrado antes, pistas falsas demasiado obvias. Si las estatuas son lo que nombraba el poema yo diría de moverlas a ver si hay algo detrás de ellas.- comenta el clérigo algo pensativo y girándose hacia su compañero bárbaro.- ¿Te ves capaz de ello?

- Déjalo en mis manos, Allen. - Dijo el enorme bárbaro, al tiempo que mostraba sus imponentes bíceps al respetable.

Al momento, Kha Freh se situó junto a la primera de las estatuas, sin acercarse a nada más de la sala, ya fueran cofres, botella de humo o sarcófago. Comenzó por la que estaba situada en la parte superior derecha, que correspondía a la más cercana y a la izquierda de por donde había entrado el grupo. Después, seguiría el orden de las agujas de un reloj para ir tanteándolas y/o moviéndolas.

Abe salió fuera para dejar que Kah Freh tuviera espacio para mover las estatuas.

Kha Freh empezó a mover las estatuas, era macizas y solo alguien estúpidamente fuerte o un buen grupo de forzudos podían ser capaces de moverlas. La de la parte superior izquierda reveló en el suelo una baldosa con una anilla que se podía levantar.

- Y ahí está.- comenta con calma el clérigo dando una palmada al semiorco en el hombro, incluso un gesto como ese se notaba más débil de lo normal.- Yo creo que lo mejor será comprobar esta trampilla, al fin y al cabo un liche no descansaría en una sala donde no puede usar su propia magia... Abe, ¿compruebas que no hay ninguna trampa a traición y vemos a donde lleva?

Concluye aunque el mismo intenta ver si hay algo que le llamara la atención, sin embargo el humo que ocupaba la sala le dificultaba la visión...

—Ahora que te has ido y ha agotado a la izquierda tu alma morirá. Eso está a la izquierda de la salida. ¿Quieren entrar ahí? Si mejor no vemos que hay en el jarrón del vapor y en los cofres?

- Ahora que te has ido y has girado a la izquierda, has encontrado mi tumba, y ahora tu alma morirá - remarcó la parte de la tumba.

- Creo que ese es el buen camino y dejaría el jarrón tranquilo de momento. Huele a trampa de lejos y yo no pienso tocarlo. - comentó antes de acercarse a revisar si había trampas en la trampilla.

No parecía haber ninguna trampa, la trampilla conducía a un minúsculo túnel donde había otra trampilla que subía de nuevo a otro pasillo de piedra igual que los que habíais visto hasta ahora.

El nuevo pasillo no parecía tener trampas visibles tras vuestras comprobaciones y si seguíais girando el recodo encontrabais dos puertas de madera cerradas.