Partida Rol por web

Conseguimos acanzar la casa dónde Lorn pasaba sus días, con caras apesadumbradas. Debía haber sido un hombre muy interesante y peligroso si en el poco tiempo que le había conocido había estado involucrado en tantas situaciones. Lástima que muchas veces esas cosas no traen nada bueno.

Me mantengo durante el resto del día en silencio y atento a cualquier situación.

Tras la incineración del noble guerrero se plante la duda de si atacar hoy mismo o esperar al alba. Aunque el elfo parece ser de la opinión de atacar al amanecer, yo pienso que sería mejor atacar ahora mismo:

Tendemos que ir antes de que se den cuenta que no volvió quién enviaron. Igualmente ya habíamos planeado la forma de entrar, amigo. Cuanto más tiempo les demos más dificultad tendremos para poder desmantelar su organización y hacerles pagar caro su insensatez.

Su cercanía a las brasas era suficiente como para que estas abrasasen su rostro. Hador observaba las llamas danzantes sin reparar en una molestia tan insignificante. Deseaba acompañar a Lorn en su viaje a las Tierras Imperecederas, aunque no por el destino, sino por la compañía. Luego de conocerlo, le había tomado cierto afecto, aún si casi no lo conocía. No obstante, había demostrado ser un guerrero digno, e incluso le había salvado la vida. No pensaba dejar las cosas así.

El rohir no derramó lágrimas. No era un buen momento para rendirse ante el dolor. En otras circunstancias tal vez, pero en aquel momento, demandaba venganza, y para ello, debía tener la cabeza fría. Organizarse, y luego descender sobre los malditos ladrones como un alud justiciero.

-No cabe duda alguna de que los ladrones pagarán caro por la vida de Lorn- dijo Hador, sin quitar sus ojos de la hoguera crepitante. -Pero no creo que apurarse en este momento sea sensato. Hemos llegado aquí en busca de ayuda. Nos hemos desviado de nuestro camino para acudir a Dol Amroth, y así creo que debemos hacer. Estamos aquí, no desaprovechemos esta oportunidad. Él no lo habría deseado así-

No faltaron manos para darle a Lorn un funeral como se merecía, con todos los honores, su nombre sería recordado por sus grandes hazañas.

Algunos miembros del grupo preferían buscar ayuda, y que mejor que entre la guardia de Dolm Amroth, no tuvisteis ni que pedir, en el mismo funeral cuatro valerosos caballeros se prestaron a vengar la muerte de su compañero, sólo quedaba decidir el momento para hacerlo.

-Debemos descansar- aseguró Hador, con una voz teñida de hastío. Los viajes de aquel grupo parecían destinados a la tragedia cada vez. El rohir había tenido suficiente por aquel día, y si bien calculaba que la adrenalina de la justicia y la venganza serían suficientes para aguantar una noche de combate, se recordó su promesa para con sí mismo.

No me sacrificaré en vano. Tenemos tiempo, y descansados, seremos imparables.

-Lo dicho. No podemos acudir a una batalla con los músculos cansados y la mente aletargada. Si el momento propicio es el día o la noche, es otra cuestión. Durante horas de sol tendremos más visibilidad, pero ellos también, y podrían descubrirnos antes de alcanzar su refugio. Durante la noche tendremos la ventaja de la sorpresa, pero ellos conocen su lugar mejor que nosotros. Necesitaremos un mapa detallado del complejo- comentó, observando al prisionero.

El grupo finalmente opta por descansar y los cuatro caballeros vuelven al fortín para dormir algo hasta que los aventureros decidir pasar a por ellos ya cuando salgan de la ciudad.

Con más o menos fortuna cada uno consigue descansar, la hermana de Lorn insiste en daros cobijo y aunque no hay camas suficientes unas mantas servirán de momento y así la mujer tampoco se queda sola.

Anoche Ted dijo que prefería atacar de día, hay cuatro horas de camino y el ladrón capturado se afana en terminar un dibujo de la guarida de sus excompañeros de fechorías.

El ladrón termina su dibujo, y antes de que le preguntéis os dice las partes de las que consta, también os dice que como novicio que es no le dejan entrar en todos los edificios, concretamente en los lugares 7, 9 y 11

1.- Sala de prácticas, antiguo establo

2.- Establo

3.- Barracón (donde duermen)

4.- Patio

5.- Escalera

6.- Puente

7.- La casa de caza (trofeos de caza)

8.- Puente

9.- Torre (lugar donde habita Gontran)

10.- Escalera

11.- La casa del manantial (lugar para rituales)

12.- La cocina

13.- Hueco entre colinas

14.- Puente

15.- Puesto de guardia

16.- Puesto de guardia

17.- Puesto de guardia

18.- Puesto de guardia

Examino el mapa detenidamente durante unos instantes y luego señalo a un punto sobre el mapa (número 13). Le pregunto al ladrón por él:

- ¿Esto es un paso entre colinas no?...¿Qué anchura y longitud tiene?...Es un buen sitio para intentar colarse entre las dos puestos de vigilancia...

Es un buen punto de partida, aunque habría que buscar entradas alternativas. Miro al resto y les pregunto:

- ¿Qué os parece?

Pido disculpas por mi ausencia, esta y la siguiente son las últimas semanas del año y están llenas de exámenes, estoy rindiendo todos los días y bueno, dejo nada a umbría :S...Pasada la semana que viene estaré a full, por ahora te pediría que me pnjtizaras si fuera posible, si no, intentaré mantener el ritmo...

-Antes me gustaría saber algo más- contestó Hador a Ted, mirando al ladronzuelo con su gravedad impasible. -¿Qué hacen estos granujas ante una amenaza? Suponiendo que un puesto de guardia detectara un enemigo, ¿cómo reaccionaría el lugar entero? ¿Cómo se movilizarían los integrantes de tu banda? Por último, ¿dónde guardan el armamento?-

Primero el ladrón respondió a Ted – Si… ancho como para una persona, como mucho dos… - sintió y se rascó la cabeza - la verdad es que sí, nunca lo había pensado, aunque está un poco escarpado, es buena idea

Y luego a Hador – pues tocaría el silbato… pero no sé, no ha ocurrido nunca, supongo que el resto acudirá en su ayuda – y a la otra pregunta – usamos dagas, normalmente las llevamos encima, aunque las esferas que estallan y demás cosas se guardan en los barracones o en la torre del jefe

Observo atento toda la conversación. Desviando únicamnete los ojos para observar el mapa y discurrir. Apoyando el mentón sobre la mano diestra y rascando ligeramente la barba, pregunto: Sería interesante conocer el número de guardas por puesto y los turnos. Quizá se podría aprovechar un cambio de guardia para adentrarse con mayor facilidad, pues estarán más distraídos. Una vez dentro esperar el momento oportuno para acabar con ellos.

Suponía que el ladrón se había acostumbrado a las constantes insinuaciones del grupo de eliminar a la banda a la que pertenecía, pero jamás bajó la guardia. Siempre que se hablaba del tema, y se le interrogaba, Hador observaba las expresiones y los gestos del joven traidor, buscando alguna seña delatora. Algo que indicara que seguía con aquellos criminales, no en cuerpo, sino en alma. Por el momento.

-Opino que, una vez adentro, hagamos de los barracones nuestra prioridad. Podemos pillar a la mayoría de los bandidos con la guardia baja y apresarlos- comentó. Era curioso que no considerara limpiarles la garganta durante su viaje onírico, dado el ímpetu de sus maldiciones en contra de los criminales. La pose del rohir le daba a sus afirmaciones un aire de firmeza absoluta.

Observé hacia el oeste mientras las llamas que envolvían el cuerpo de Lorn refulgían junto a nosotros. El calor emanado me hacía pensar en los cálidos prados de los que hablaban las historias de los bardos que antaño he conocido, esas tierras en las que los mismísimos Valar moraban. "Allí debe estar ahora Lorn, seguramente dando los últimos pasos antes de adentrarse en las estancias del gran Mandos", cavilaba.

Mi silencio representaba el respeto debido al anciano. Problemático, testarudo, inconciente, tal vez, pero, sin lugar a dudas, un buen y valeroso humano. Sonreí apenas para recordar las palabras que le dijo a uno de los orcos en las ruinas de donde lo sacamos: "Ahora te voy a devolver el golpe, pero con intereses", para terminar en el suelo desmallado. "Viejo idiota... y grande... te llevas mis respetos contigo", me dije mientras le miraba.

Mientras mis compañeros decidían que hacer con los bandidos, me tomé el atrevimiento de alejarme del lugar. Era costumbre propia el beber unas copas para brindar por los compañeros que volvían a la roca, y aquella no era la excepción.

Después de unos tragos, volví para conocer la decisión de los demás... descansar y lanzarnos al otro día. Algo prudente, a mi parecer, puesto que los sentimientos podrían traicionar fácilmente y es preferible moverse con las ideas frías.

La noche pasó y al otro día el joven que nos acompañaba nos brindó un plano del lugar. La zona parecía extraña, puesto que permitía hacerse de uno de sus flancos sin mucha dificultad. Sin embargo, era mejor no hacerse tantas ideas sin saber que podría esperarse uno. Y, además, también resultaba preferible consultarle al muchacho las verdaderas dimensiones de esa guarida... ladronzuelo si, aunque maestro cartógrafo no creo.

"- Creo que ese lugar entre las colinas es un buen punto desde el cual guardar cobertura. El tema es saber hacia donde da salida... por qué lugar de ese campamento entraríamos si vamos por ahí- mencioné".

Rasqué un poco mi barba al ver el mapa y fijé mis ojos en los del joven.

"- ¿Cuántos guardias suelen asentarse aquí (16)? Dame un máximo estimativo. Por otra parte, dime si por la noche hay guardias moviéndose por los puentes y entre las instalaciones... Desde los otros puestos de guardia, ¿pueden observar nítidamente lo que sucede en este lugar (16) que te he marcado anteriormente? Y de haber guardias caminando por las instalaciones, ¿podrían ver, también, esa zona?- expresé, lanzando una pregunta tras otra-. Por último, y por ahora, me gustaría que me expliques, de ser posible, lo que se encuentra en esas tres zonas en las que no puedes entrar... si bien no puedes acceder a ellas, seguramente sabrás que hay dentro- agregué sonriéndole".

- A ver… - comenzó a responder el muchacho – de noche sólo hay un vigilante por puesto, de día los puestos están vacíos pero está todo el mundo de pie y es imposible saber donde van a estar – Respondió primeramente a Eadar

- Lo mismo – aseguró al enano – uno por puesto, lo bueno que tendría entrar por ese lugar entre colinas es que si somos silenciosos podemos llega a espaldas de los vigilantes, pero la bajada es un poco escarpada, al que ser ágil y silencioso sobre el terreno – el humano al darse cuenta que quizás esa no solía ser una buena aptitud para un enano en cota de malla se ruborizó

- Parece que la noche será nuestra mejor aliada...es mejor saber donde hay guardias para realizar la incursión... - comento a mis compañeros - ...¿usáis algún código para alertaros además del silbato?...¿sonidos de aves o algo así? - le pregunto ya que me preocupa que usen otras técnicas para comunicarse que desconozcamos.

-Así es. De día estarán atentos, y más importante aún, dispersos. De noche, no tendrán oportunidad.-

Hador se volteó a los guardias, aún sopesando las posibilidades en cuanto a los bandidos alojados en los barracones. -Díganme... ¿la guardia cuenta con sustancias somníferas? O tal vez conozcan a algún proveedor de las mismas...- comentó, sugerente.

-Verán, no creo que sea honorable eliminar a esos ladrones mientras duermen. No pretendo convertirme en un asesino. Y no podemos darnos el lujo de despertarlos a todos. Lo mejor creo que será apresarlos, pero para ello los necesitamos dóciles-

El ladrón se encogió de hombros – No, sólo el silbato…

Los guardias no estaban allí, pero fueron avisados para poder trazar un plan, no tenían sustancias somníferas, quizás se podía comprar algún veneno, pero no le sonaba nada que pudiese dejar inconsciente sin matar.

Es por la mañana la ciudad comienza con su bullicio habitual, quizás sea un buen momento para vender el poney o si alguien quiere realizar alguna compra urgente, - Sería interesante partir antes del anochecer así el ladrón podría encontrar mejor el camino – dice Gabbon

Ante la sugerencia de Gabbon asiento y digo:

- Tienes razón, así podríamos llegar cuando la noche es cerrada y los vigías tienen menor visión...podríamos pensar en atraer su atención de algún modo si las cosas se tuercen...habría que pensar en un plan de huida si los dioses se muestran en nuestra contra...

Un segundo plan nunca viene mal del todo.

"- Es verdad, lo prudente sería hacernos al camino al atardecer y llegar a la zona anocheciendo. No debemos olvidar, de cualquier forma, que el lugar posee una niebla densa y eso afectará la visión de ellos, y tal vez la nuestra- comento".

Estiro de a ratos el cuerpo, algo que en la mañana no viene mal. Extraño un poco mi hogar, despertarme con la oscuridad y el abrazo de la roca, sentir el aire y el calor de las gigantescas galerías que son nuestro tesoro. Pero ahora he de concentrarme en nuestra misión. Una vez regrese de esto, podré volver y estar tranquilo.

Camino hasta ponerme al lado de Ted y llamo su atención.

"- Las preguntas que formulé anoche no eran al azar. Espero que hayas notado la disposición de las torres de guardia que tiene ese... fuerte. La que se mostraba en el mapa al sur, y al este de las colinas, tiene un único guardia y se aleja mucho de las otras. Si nos deshacemos del bandido que se aposta ahí, podríamos entrar por el sur sin que nos viesen. Además, contamos con las ropas para pasar, dentro de todo, inadvertidos... bueno, salvo yo. Y, por otro lado, si piensan que voy a moverme por el terreno de las colinas con mi panoplia, están locos o son idiotas... ¡he dicho!- sentencio y miro hacia otro lado como si estuviese ofendido".

El ladrón le especificó que no se trataban de torres, si no simples puestos de vigilancia, un poco camuflados con algo de vegetación, pero nada más.

Vendéis el poney que no hace más que ser un incordio, os dan 30 monedas de plata que repartís entre los cinco, algunos de vosotros realiza algún preparativo aunque sea limpiar sus armas, pronto será la hora de partir.