Partida Rol por web

Irulán dejó que hablarais mientras leía la nota que Tabin le había entregado. No comentó nada inmediatamente, sino que se dirigió primero a Ardreth.

—Ah, si. El chico fata, ¿verdad? —le echó una mirada de arriba abajo y esbozó una sonrisa juguetona—. Me gustaría tener más tiempo para conocerte mejor. De momento me tendré que conformar con que trabajes para mi. Fasber sigue siendo una ciudadana de Nesmé. Si está desaparecida o retenida contra su voluntad, deberemos investigarlo, esté o no relacionado con este caso.

Su mirada saltó a Aramil.

—Y mi oferta también se extiende a ti, por supuesto —dijo, haciendo un ademan enfático con la mano.

Dobló la nota y entonces contestó a Kayle.

—La nota contiene el precio para que se una al nuestro pequeño contubernio una de las más infames criminales de todo Nesmé: la maestra ladrona Morgan.

—¿¡Qué!? —saltó Ulfe en un tono sorprendido y herido a partes iguales—. ¿Vas a meter a esa zorra en esto?

Payne se cruzó de brazos y se apoyó de forma indolente contra la pared.

—Esto se pone interesante por momentos —observó, en tono monocorde.

Irulán hizo caso omiso al uthgard y se dirigió a Tabin.

—Entiendo la ventaja de contar con ella para encontrar pruebas contra alguien tan paranoico con su seguridad como Jezzen. Es la única ladrona que ha conseguido robar en sus narices y vivir para contarlo, y me consta que lo han intentado unos cuantos. Pero vuestra enemistad con él es conocida por media ciudad. Quiero decir, no me sorprendería que estuviera detrás de todo esto: nadie gana tanto dinero siendo un mercader honrado y honesto. ¿Pero cómo sé que simplemente no queréis evadir la responsabilidad de vuestros actos y de paso quitaros a vuestro enemigo de encima?

Tabin enrojeció. Sabía que Ulfe iba a reaccionar así y que Payne iba a disfrutarlo, pero no se esperaba la desconfianza de Irulán. Por supuesto que no se lo creía del todo. La única que cerraba los ojos y confiaba como una tonta era ella misma.

-La nota -empezó con voz débil que fue cobrando fuerza- no pide dinero ni riquezas. Lo único que pide es el perdón de los supuestos crímenes que hemos cometido. Sé por Morgan que sus intenciones en casa de Jezzen no eran enriquecerse, sino buscar los indicios de sus tratos con esclavistas. Pero eso son sólo palabras y lo entiendo. Lo único que puedo dar, en realidad, son palabras. Un juramento sincero de que mis intenciones no son esas, sino las de encontrar y capturar al culpable de todo esto.

Todo el mundo me conoce, mi señora. Soy una chica sencilla a la que le gusta esta ciudad y sus habitantes y que se conforma con poco. Creo en la libertad y en el amor y lucharé contra los esclavistas por ello. Participaré en la misión concedáis o no lo que se pide, pero Morgan sabe y puede hacer mucho más que yo y su precio es ése. Os juro que os traeremos las pruebas necesarias para inculpar a Jezzen y que el resto de mis compañeros, que nada tienen que ver conmigo o con Morgan, se asegurarán de que sean verdaderas. Lo único que quiero es vivir en paz en Nesmé y saber que ninguno de mis vecinos se enriquece traficando con personas.

- Bien, bien.. - Casi susurró el enano palmeando las manos. - Parrece que ya tenemos algo sobre lo que apoyarnos parra empezar a investigar.

 ¿No es así?

 La burrocrracia no siempre le había gustado, es más, Glimgmar no disfrutaba demasiado de esta clase de charlas. Una vez que supierran lo fundamental debían comenzar a indagar. Uno no habla con todo detalle de la prospección de mineral, encuentra los indicios, se pone de acuerdo con sus camarradas y comienza a cavar.

 Además Tabin parrecía más ducha que cualquierra de ellos en quien delinquía dentro de Nesmé, o eso le parreció al enano, que a pesar de toda la atención que prestaba intentaba contener sus impulsos, estaba inquieto, aunque respirrase con normalidad y tratase de mantener la mente frría.

 - No estarría mal que tuvierramos acceso a encontrarnos con el hechicerrrrro -remarcó esa palabra con muchas errrrres- que encontrramos en nuestrro anterrior cometido.

 Tal vez Payne...pueda sacarle algo de prrovecho después de todo. - Se encogió de hombros presentando a Payne como la mejor candidata parra interrogarle.

 Aunque no tenía en mente dejarla a solas con un prrisionerro.

 - Ardrreth viene conmigo.  Serrá...mi prrotegido. ¡Clarro que participarras! - interpeló de súbito justo después, algo gruñón. Glimgmar sabía bien porque utilizaba ciertos términos, porqué le trataba como le trataba, incluso porque le llamaba muchacho. Puso los brazos en jarra y asintió frunciendo el ceño.

 - En cualquier caso, cuanto menos sepa vuesa merced de esto, más segurro serrá parra todos. - pensó dedicandole unas durras palabras a Irulán, no olvidaba que erra también brruja. Ella podía estar implicada, aunque no erra una acusación, sólo prrrudencia enana.

 Aquello debía terminar ya.

 A menos que tuviesen algo más que compartir. Parra glimgmar estaba más que clarro, tenían carta blanca, eso querría decir que tendrría que cuidar de que ninguno hiciese algo fuerra de la ley...sin Ánder, le resultarrría harto complicado...

 Mientras, una oscuridad sutil cubría su corrazón de piedra.

 Antes de irse de allí, deseaba aprovechar la reunión parra hablar en privado con algunos de los asistentes.

 Brrr...tengo un mal prresentimiento.

Permanezco callado e inalterable mientras estoy allí. Soy el nuevo, así que debo hablar lo menos posible y permanecer atento a cuanto se diga. Además, mi forma de ser, pensar y actuar es algo más sutil... Cosas del oficio.

Conforme la reunion va avanzando voy intentando discernir quienes son nuestros posibles aliados, quienes los enemigos y cuales son los entresijos de la tarea.

—"Vuesa merced" es una de las jefas, Glimgmar—recordó Kayle cruzando los brazos aunque más como pose para estar cómoda que como gesto hostil a juzgar por la ausencia de ceño fruncido o de mala cara—. Tiene que estar al tanto de las cosas que ocurren en Nesmé.

Tamborileó con los dedos sobre su propio antebrazo y volvió a mirar a la Vocal.

—¿Es... "factible" esa petición?—preguntó—. Yo no conozco a Morgan ni lo que puede haber ocurrido con ella así que hablo desde la ignorancia. Pero sí confío en la palabra de Tabin.

Ardreth ya no escuchaba, no podía dejar de darle vueltas a la idea de que la vocal quería hablar con él más adelante. Eso si que le daba pavor y no los esclavistas. Había sobrevivido a su leve incursión en la conversación a duras penas y no quería ni pensar en que iba a decir que no le hiciera parecer un analfabeto o un salvaje.

A parte sabía de sobra que las cosas que le fascinaban o le llamaban la atención siempre le traían problemas, como las gemas que escondían trampas en los manantiales...

Ulfe apretó los dientes cuando Tabin lo ignoró. No dijo nada, ni se movió. Pero sólo hacía falta mirarle a la cara para saber que no le estaba gustando el cariz que estaba tomando el asunto.

Tabin: tus recientes elecciones han provocado un vuelco en tu relación con Ulfe, cambiando a: Rivalidad — Asociado (1)

Tabin: tus recientes elecciones han provocado un vuelco en tu relación con Morgan, cambiando a: Amistad — Asociado (2)

—Lo malo que tiene el pasado es que nunca lo puedes negar —le dijo Irulán al aire soltando una risita, aunque pronto evidenció a quién se lo decía:—, y más cuando se tiene un pasado criminal.

—Lo interesante es cuando son las mismas personas que van dando lecciones de moralidad a los demás —le contestó el pseudodragón, moviendo perezosamente su aguijón—, y se marchan indignadas con la cabeza alta y la capa al viento.

Nanthleene frunció el ceño.

—¿Insinuáis que Ánder fue un criminal?

El pseudodragón alzó la reptiliana cabeza para mirar a Nanthleene.

—No es una insinuación, sino un hecho.

—Nos nos vayamos por las ramas —acotó Irulán haciendo un gesto vago con la mano, antes de dirigirse a Kayle—. Está bien, aceptaré la oferta de Morgan. Cualquier mago sabe que se debe juzgar a las personas por los actos y no por las palabras, pues son los actos los que delatan las mentiras. ¿No es así, colega?

Soltó una risita por su propia ocurrencia y respondió esta vez al enano.

—Tendréis acceso al prisionero, por supuesto.

—Le haré cantar El Relato de Curran Fuerte Corazón si hace falta —dijo Payne, como si hablara del tiempo antes de agregar con regocijo malévolo:—, oh Cicatriz Verdadera.

—Una última cosa. Si os cogen... sólo sois un puñado de héroes tomándose la justicia por su mano.

—En otras palabras: estáis solos —dijo el pseudodragón acomodándose en los hombros de su ama.

-Ya imaginaba que tanta bondad no podía ser cierta.-Pienso mientras sonrío jugueteando con las piedrecillas que sostengo entre las manos.-Habra que esperar a ver en que acaba esto.

Con cierta impaciencia observo los rostros de mis compañeros para ver sus reacciones.

-Morgan fue mi mentora -explicó Tabin en alto-. Ella es... una persona muy querida para mí. Su estilo de vida es diferente y puede que utilice sus habilidades en su provecho, pero no es una mala persona. Si robó a Jezzen fue para vigilarlo porque sospechaba de sus conexiones. Yo confío en ella. Seguro que te cae bien, Kayle. Se parece a ti... un poco.

Buscó a la genasí con la mirada y le sonrió. Prefería no mirar a Ulfe. Probablemente se pudiese freír un huevo en su frente si estaba tan enfadado como ella creía. El comentario sobre Ánder la sorprendió, pero no se sintió diferente en relación al paladín. Ella sabía que cualquier persona podía ser cualquier cosa y después cambiar. Había sentido mucha afinidad hacia él y sabía que era buena persona. Después de todo, incluso ella misma podría haber sido llamada criminal, si es que no lo era ya...

-¿Es necesario que sea torturado? -preguntó Tabin con descontento-. Se le podría sacar la verdad de otras maneras...