Partida Rol por web

El estruendo del metal al golpear contra la pared y el suelo fue la única réplica de Damira a las palabras del esclavista. La mano que había sostenido la copa ya estaba cerrada alrededor de la empuñadura de la espada, y sus rodillas flexionadas, listas para enviarla contra la muralla de hombres armados. Sola, si era necesario; sus compañeros no parecían adeptos del combate cuerpo a cuerpo. No sería la primera vez.

Quince contra seis... No se sentía desmoralizada por la desventaja numérica. Al contrario, estaba agradecida de tener la posibilidad de librar a la ciudad de la plaga que la azotaba de un solo plumazo.

Santa Rodelia, sabes que he sido una mujer de paz durante años, lejos de batallas y escaramuzas, y que las razones que han hecho volver... por las que he decidido volver a empuñar las armas, no son las justas. Pero me enfrento a hombres que venden a otros hombres como si fueran ganado, incluso a niñas inocentes; despojos que siguen a un necio que se regocija en su propia maldad. Si mi batalla es justa a tus ojos y los de Nuestro Señor, haz que mi arma sea certera, y protege mi cuerpo de las suyas.

Tabin se levantó limpiándose los mocos con el dorso de la mano. Puede que deseara la muerte en aquel momento, pero no permitiría que hicieran lo mismo con sus amigos, menos aún que aquel hombre odioso esclavizase a Kayle para hacer los dioses sabían qué cosas. Lucharía y quizá moriría, pero lo haría por los demás. Y porque, en el fondo, seguía confiando en que Morgan fuese a sorprenderla con un giro de trama de esos que le gustaban tanto. Por el elverquisst. Por el beso robado en la calle aquella mañana que quedaba tan lejana, antes de que todo aquello comenzase.

Kayle apretó los dientes y negó lentamente con la cabeza. La expresión de supremo asco que se dibujó en su cara era indescriptible. Cómo odiaba aquella ansia de dominio sobre todo, aquel brillo lascivo en sus ojos, aquella ambición que incluso se consideraba capaz de detener el viento poniendo unos barrotes en su camino. A aquel hombre en general.

—No... —masculló con voz tensa—. Se acabó, no soy tu trofeo. ¡SAL DE MI VIDA!

-Ya has oido a la señorita.-Respondo mientras me cubro ligeramente con mi escudo sin soltar el bastón disponiéndome para lo inevitable.-Vete a dar guerra a otro antes de que astille el bastón y te lo meta por el culo. 

Empieza Damira. Volcar la mesa es una tirada estándar que requiere pasar una prueba de Fuerza CD 15. La mesa ocuparía las mismas casillas de antes, pero contaría como un muro bajo a la hora de proporcionar cobertura.

1. Damira
2. Mercenarios 6-10
3. Kayle (armadura de mago)
4. Morgan
5. Mago Mercenario
6. Aramil
7. Bel (armadura de mago)
8. Tabin
9. Valiskhan
10. Payne
11. Mercenarios 1-5

Damira agarró y tiró hacia arriba. Los músculos de piernas, brazos y hombros se tensaron, pero su fuerza apenas fue suficiente como para levantar las patas unos centímetros. ¡Mierda! Los hombres de Valishkan ya levantaban sus ballestas y apuntaban al grupo; para cuando consiguiera volcar la mesa, si es que lo lo conseguía, no serviría de nada.

Soltó la mesa de golpe y pasó por delante de Kayle, apostándose en uno de los extremos, bloqueando el espacio entre la pared y el mamotreto de madera, de modo que, una vez hubieran descargado sus proyectiles, los esclavistas se vieran forzados a encontrarse con ella si pretendían llevar la pelea al cuerpo a cuerpo.

Acción rápida: Activo Iron Guard's Glare.
Acción estándar: intento volcar la mesa. Fallo.
Acción de movimiento: Muevo a K5.

Maniobras concedidas: 1, 2 y 3.

Una lluvia de saetas cruzaron la estancia, volando como avispas furiosas. Una rebotó contra la armadura de piel de dragón de Aramil, y dos más se clavaron en su escudo. Pero por lo demás, habíais sobrevivido a la primera descarga.

Como hay muchos PNJs, aplicaré la siguiente simplicación para no tener que tirar tanto. Haré una única tirada por cada pack de 5 mercenarios contra uno de vosotros. Los objetivos irán rotando para afectaros a todos democráticamente. El resultado de esa tirada general será el que hubiera obtenido 1 de esos 5. Los otros cuatros obtendrán, respectivamente: +4, +2, -2 y -4 a esa tirada.

En este caso, he sacado un 14 atacando a Aramil. De tal manera que es como si hubieran sacado en el dado 18, 16, 14, 12 y 10 respectivamente. Por supuesto, estoy hablando de tiradas, si en algún momento esos modificadores superan 20, se convertirían en 20. Si fueran inferiores a 1, se quedarían en 1.

No voy a actualizar el mapa hasta que no pase un turno completo, así que haced un esfuerzo mental y situad a Damira en K5. Los mercenarios no se han movido del sitio.

1. Damira
2. Mercenarios 6-10
3. Kayle (armadura de mago)
4. Morgan
5. Mago Mercenario
6. Aramil
7. Bel (armadura de mago)
8. Tabin
9. Valiskhan
10. Payne
11. Mercenarios 1-5

Kayle corrió detrás de Damira mientras pensaba con rapidez un modo de ayudar a decantar la balanza a favor de su pequeño grupo. Había un otro mago entre los mercenarios y aquello nunca eran buenas noticias, más aun si aquel día no había preparado por completo sus hechizos pero tenía que creer en que lo conseguirían.

«Mystra, Tymora, protegednos... »

Por lo pronto estaba demasiado lejos y había demasiada gente en medio como para ocuparse inmediatamente de él, no tenía la menor intención tampoco de ser la vanguardia así que rodeó por detrás a su compañera.

—¡Akular-alan suh Tagolann Jistrathar! 

Hizo un pase cabalístico con la mano en el aire y la brisa que la rodeaba se convirtió instantaneamente en un furioso tornado que la eclipsó por completo como un muro de viento. Tres segundos después simplemente estalló y se disipo.

Ahora en vez de una sola Kayle, había cinco.

Kayle se mueve a K4

Lanza Imagen Múltiple y gasta 3 puntos de conjuro.

Morgan se cubrió el rostro con la capucha en un gesto teatral. Hizo un gesto tras su manto y después, simplemente, desapareció.

—Ast menciptakan benang laksana labana, suh mayat adanya membungkus —canturreó el mercenario de la capa de piel de oso, permaneciendo inmóvil.

De pronto alzó la mano por encima de la cabeza y extendió los dedos sin imprimirles ninguna tensión. Mostró un hilo de sedosas fibras entre sus dedos, y lo dejó flotando en su mano por un momento. El hechicero sonrió y, agitando el etéreo sedal como enseñándolo, lo arrojó hacia vosotros. Con espanto visteis como el hilo empezó a multiplicarse y dividirse a vuestro alrededor, extendiéndose por la habitación con rapidez. En pocos segundos os había envuelto un denso entramado de telaraña, de hilos oscuros y extraordinariamente gruesos.

Estáis enmarañados (revisad las reglas del conjuro Telaraña). La TS Reflejos para evitar quedaros inmóviles tiene CD 14. El área verde es obviamente la zona afectada por el conjuro.

¡Turno de Aramil y Tabin!

1. Damira (enmarañada)
2. Mercenarios 6-10
3. Kayle (armadura de mago, enmarañada, imagen múltiple)
4. Morgan (invisible)
5. Mago Mercenario
6. Aramil (enmarañado)
7. Bel (armadura de mago)
8. Tabin (enmarañado)
9. Valiskhan
10. Payne (enmarañada)
11. Mercenarios 1-5

Al ver como Morgan desaparece, empiezo a sospechar.

-Esa maldita asesina sin escrúpulos.-Susurro.-Bueno, a ver qué tal se le da esto.

Comienzo a hacer unos pases mágicos con las manos y, tras unos instantes y una breve oracion a Mieliki casi en silencio, las coloco en forma de cuenco y un chorro de agua brota de ellas cayendo al suelo. 

Tabin giró sobre sí misma para evitar que la telaraña se condensara a su alrededor.

-¡¡MORGAN!! -gritó al observar cómo se desvanecía. No quería que se fuera sin responder a sus preguntas ni dar la cara. Tabin necesitaba saber. Apretando los dientes y sabiendo que lanzarse al cuerpo a cuerpo sería un suicidio, optó por tomar el arco y tensarlo apuntando a Valiskhan. Si iba a matar a alguien, que fuese a él.

La flecha de Tabin se estrelló en el escudo de Valishkan, que soltó una sonrisa de suficiencia.

Bel farfulló un encantamiento entre dientes. De sus labios brotaron zarcillos de humo con la forma de rostros aullantes. Parecía un hechizo largo, por la niebla se iba arremolinando y tomando densidad según el nigromante desgranaba las palabras de poder.

Bel está lanzando Convocar Muertos Vivientes II. No terminará hasta el comienzo de su próximo turno.

Valiskan avanzó lenta y deliberadamente por la habitación, con el escudo alzado y una sonrisa sádica en el rostro, como si disfrutara de este momento.

Valiskan mueve a N5 y se pone en modo defensa total mientras lo hace (+4 AC).

Payne se debatió en la telaraña, pero sólo consiguió enredarse más. Con un gruñido de frustración desistió y se concentró en un conjuro. Señaló con el dedo a Valiskan y el semblante del líder esclavista se demudó en el acto.

Valiskan bajó el escudo y se agarró el corazón, como si de improviso hubiera visto algo que hubiera destrozado el ánimo y la confianza. Se quedó así, completamente desolado, dejando un hueco perfecto para un ataque.
 

Payne lanza Dolor del Corazón, y Valiskan queda indefenso hasta el comienzo del próximo turno de la sacerdotisa.

Los mercenarios enviaron una segunda andanada de proyectiles, pero las telarañas realmente dificultaban su puntería y erraron sus tiros.

¡Turno de Damira!

1. Damira (enmarañada)
2. Mercenarios 6-10
3. Kayle (armadura de mago, enmarañada, imagen múltiple)
4. Morgan (invisible)
5. Mago Mercenario
6. Aramil (enmarañado)
7. Bel (armadura de mago, conjurando)
8. Tabin (enmarañado)
9. Valiskhan (indefenso)
10. Payne (enmarañada)
11. Mercenarios 1-5

Retorciéndose dolorosamente dentro de la armadura, Damira consiguió evitar que las hebras que surgieron del aire se aferraran a su piel. Sin embargo, a pesar de encontrarse en el mismo extremo de la telaraña, no fue capaz de partir as espadazos las que la separaban de la libertad.

Desenvaino y me pongo en defensa total (si es posible dentro de la telaraña).

La maga quintuplicada llamó la atención de varios de los mercenarios, que descargaron una andana de virotes sobre ella. Kayle tuvo que esquivar uno de los proyectiles, y tres de los disparos más disiparon las respectivas imágenes. Cuando los guerreros volvían a amartillar sus ballestas sólo quedaban tres Kayles en el campo de batalla.

¡Turno de kayle!

1. Damira (enmarañada)
2. Mercenarios 6-10
3. Kayle (armadura de mago, enmarañada, 2 imagenes)
4. Morgan (invisible)
5. Mago Mercenario
6. Aramil (enmarañado)
7. Bel (armadura de mago, conjurando)
8. Tabin (enmarañado)
9. Valiskhan (indefenso)
10. Payne (enmarañada)
11. Mercenarios 1-5

Cuando vino la lluvia de flechas, las cinco magas se cubrieron con los brazos a la vez en una coreografía perfecta, dos de ellas fueron alcanzadas, disipándose en sendas volutas de humo.

Las otras tres bajaron los brazos y soltaron una risita traviesa, también a la vez.

—Fallasteeeis... ♪

Pero luego estaba el problema de la telaraña, pese a debatirse en ella, tuvieron la misma suerte que Payne. Fue entonces cuando la expresión de la genasí gruñó con frustración y clavó la mirada en Valishkan. La expresión que en ese momento adoptó era la reencarnación viva del odio contenido durante un año entero. Un odio que nacía del dolor, el miedo y la rabia mezclados.

—¡MALDITO SEAS!—rugió debatiéndose furiosamente en las pegajosas hebras. Intuía lo que pensaba hacer el otro mago pero en aquel momento le daba igual, no había otra cosa en su cabeza que el deseo devolverle a aquel hombre todo el sufrimiento que había causado multiplicado por mil. Y aun así no sería suficiente—. ¡Ast bentuk shirak kea ente kali Jalaran!

Las manos de las tres magas se juntaron formando una crepitante esfera que recordaba precisamente al conjuro que la ladrona elfa había utilizado contra ella solo que este tenía un intenso color blancoazulado y, cuando se disparó contra el líder esclavista, recordaba a una mezcla entre rayo y llama a la vez.

Kayle lanza Rayo Abrasador y gasta 3 puntos de mana.

Se me olvidó sumarle el +4 de la regla casera de Taliesin, no son 12 puntos de daño, son 16.

Valiskan ni siquiera se protegió. Estaba tan destrozado por lo que fuera que le había hecho Payne, que el rayo le alcanzó de lleno. 

En algún punto indefinido de la habitación, Morgan empezó a recitar en voz alta:

—Y la muerte vendrá en alas de una canción, una canción de engaños sinuosos y prolongados —dijo, elevando su voz ronca característica por encima del fragor de la batalla—. Y al final... ¡tu muerte encaminaré!

Se escuchó un chasquido y Morgan se hizo visible, flotando a varios metros del suelo con una ballesta en la mano. Su proyectil voló por la habitación... para clavarse profundamente entre las placas de la armadura de Valiskan. El esclavista trastabilló por la inercia del impacto.

—¡Y al final... una luna sonreirá!

Valiskan recibe otros 16 puntos de daño por el furtivo de Morgan.