Partida Rol por web

Esta casa resalta las virtudes de aquellos que son nobles de corazón y leales con sus semejantes más sin embargo acepta a cualquiera que no cumpla con lo que los otros fundadores aprecian en sus estudiantes.

* Jefa de la Casa: Profesora Lluvia Maestro

* Colores representativos: Amarillo y negro.

* Animal representativo: Tejón.

* Fundadora: Helga Hufflepuff

* Fantasma: El fraile gordo.

* Caracteristicas: Justos, leales, inteligentes y trabajadores.

* Localización: La ubicación de la casa de Hufflepuff esta cerca a la cocina del colegio.

* Reliquia más preciada: La copa de Hufflepuff.

* Curiosidades: Helga Hufflepuff acogía a los magos que no querían los otros fundadores, aunque no se quedaba con ninguno que no fuese leal o trabajador

* Elemento de Hufflepuff: la tierra, asociada a la laboriosidad propia de esta casa

Helga Hufflepuff
Hija de muggles, Helga es la fundadora de la casa que lleva su nombre en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Según el Sombrero Seleccionador, Helga provenía del valle y se quedaba con los estudiantes perseverantes y con valores sólidos. Se pone énfasis en que Helga prefiere a los estudiantes justos y trabajadores. Sin embargo, dice que enseñará y tratará a todos por igual.

La copa que tenía Hepzibah Smith (descendiente suya) le pertenecía.

Helga Hufflepuff era muy buena con los hechizos relacionados con la comida. Muchas de las recetas que se sirven en fiestas de Hogwarts actualmente, son sus propias recetas.

Además, Helga fue la responsable de que se introdujeran los elfos domésticos a Hogwarts, ofreciéndoles refugio. Aunque no debemos admirarla por ello, ya que la esclavitud de los elfos no fue cuestionada por siglos.

El Fraile gordo, es el el fantasma de la casa Hufflepuff. Estuvo en Hufflepuff en vida y ahora es su fantasma residente. Es un fantasma bonachón y amistoso, quien con mucha alegría desea un buen día a los de primer año y espera que los pongan en Hufflepuff. Tiene el aspecto de un fraile franciscano.

Sala comun

Se encuentra en las mazmorras tambien, se dice que bajo la cocina de Hogwarts. Un agradable olor a comida se filtra por ella despertando a los alumnos o diciendoles la hora del dia que es.

La noche anterior, vuestra llegada a Hogwarts para un nuevo curso escolar, resultó tan "normal" cómo cabía esperar, llegando al castillo en los carruajes que supuestamente son transportados mágicamente (aunque algunos alumnos insisten en que los arrastran threastals).
Os reencontrásteis con viejos conocidos y amigos y otros con los que no os lleváis tan bien... Sin embargo esa noche no hay demasiado tiempo para roces de ese tipo y enseguida llegáis al Gran Comedor donde los pequeños nerviosos de primer curso son distribuidos.
Cenáis copiosamente, la directora McGonagall no da ninguna noticia que deba ser recordada, sólo el aviso de todos los años acerca del Bosque Prohibido. Entre el profesorado tampoco parece haber ninguna incorporación nueva, al menos de momento...
Volvéis a vuestras habitaciones comunes donde ya tenéis dispuestos vuestros baúles y os acostáis realmente cansados después de todo el viaje.

La mañana siguiente se presenta "interesante". Primer día de clase, aunque es Martes, empezáis a las 10 debido al recibimiento de ayer así que algunos madrugadores se encuentran en la Sala Común antes de tiempo para seguir hablando con sus compañeros o buscar a los que no vieron ayer.
El clima es animado en estos momentos, se nota que acaba de empezar el curso...

Gwenhwyvar Igraine Marie Tyler-Grufydd ap Talaith. Ese es ni nombre. Por fortuna este año parece que no tendré que rectificar a ningún profesor cuando diga mal mi largo nombre, pues todos, o prácticamente todos, ya me conocen. No es para menos, la chica pelirroja de notas excelentes. Ellos me llamarán srta. Tyler o Grufydd, dependiendo de sus preferencias, pero los alumnos, mis compañeros, me llamarán Gwen. Siempre habrá alguien nuevo que se quedará pasmado por lo largo de mi nombre o mi melena "llameante", pero eso ya es algo a lo que estoy acostumbrada. Y si alguien empieza a hacer juegos de palabras con mi nombre, será cordialmente ignorado. Lo hago casi profesionalmente, me podría ganar la vida haciéndolo. Espero que este año no suceda como el pasado y no se repita algo similar al asunto "Maddox-Fireheart". Este año es importante. Es el último y debo aprobar los EXTASIS. No comienzo mal situada de salida, pero no puedo aflojar.

Despertándome pronto, por si algo saliera mal, hay tiempo de sobra para prepararme concienzudamente. Los libros, los enseres para las diferentes clases, mi uniforme, todo es repasado dos veces. No comparto mucho la alegría reinante. Es más la expectación, el asegurarme de que todo esté bien, todo bajo control. Cuando bajo a la Sala Común bajo con aire pensativo y, como suele suceder conmigo, con un aspecto impecable y mucho más seguro de lo que realmente está. No saluda apenas a nadie, los saludos son casi poco más que de reconocimiento. Desde luego no sería la reina de la fiesta...

Entro en la sala común, neceser en mano y con el pelo mojado, venia de darme una ducha tras correr un poco por los jardines. Era lo normal en mi, me acostara a la hora que me acostara mi cuerpo me hacía levantarme a las siete y media de la mañana, quizás ya la costumbre, o cualquier otra cosa, ¡Quien sabe!. Cruce la sala común aun goteando un poco de agua por las alfombras amarillas.
Entre en el cuarto de los chicos, sin fijarme si mis compañeros están o no, aunque si que me fijo en la cama contigua a la mía (ya vacía) y que tendría que estar habitada por Andrew. Me desnudé dejando al ropa de deporte sobre una silla, y me puse el uniforme de la escuela, me ajuste la corbata y me dispuse ir al encuentro de Kete, ¡Oh Kate! Como la había añorado durante el verano, ¡Larga tortura!. Aunque las cartas eran casi diarias y siempre que ella podía acudir a Londres allí estaba yo aguardándola, con un ramo de flores, con bombones o con una simple nota que dijese “Te Quiero”. Como habían cambiado las cosas, ¡Que ironía! reí en mi fuero interno, durante tres o cuatro años habría dado cualquier cosa por no conocerla, y ahora, desde hace exactamente un año, no podía Separarme de ella.

Cogí un paquete envuelto de dentro de mi baúl. Contenía una bonita pluma de cisne, de color perla (su favorita) y un bonito álbum con fotos de ambos y nuestros amigos, de todo lo largo del curso anterior, con notas escritas al pie sobre anécdotas, chistes o cualquier cosa que valiera la pena destacar.
Cuando llegue a la sala apenas había gente conocida, algunos alumnos que jugaban a Quiddicht, nadie de mis curso pero si podía distinguir a una chica pelirroja de séptimo, y en el sofá donde nos dimos el primer beso Kate, me esperaba sonriente, deslumbrante, hermosa.

Ambos bajáis silenciosamente a la sala común, adornada con muebles oscuros y butacas de color amarillo mostaza para no resultar demasiado chillones, aún así siguen siendo los colores de vuestra casa y de los que todos se sienten orgullosos a pesar de que otras casas comenten con desdén que en Hufflepuff están "las sobras".
Todavía es pronto teniendo en cuenta que hoy las clases no empezarán hasta las diez, hay una decena de alumnos aproximadamente distribuidos por diferentes rincones y grupitos, charlando animadamente entre ellos mientras, marcando contraste, Gwen se sienta pensativa y silenciosa en una de las muchas butacas.

Neilct acude enseguida al sillón "de Kate", pero todavía no se encuentra ahí, al fin y al cabo es un poco presumida. O quizá se le han pegado las sábanas el primer día.
Sin embargo enseguida se le acerca Andrew chocándole la mano con una amplia sonrisa.

-¿Ya estabas buscando a tu terroncito de azúcar?- pregunta en claro tono burlón mientras observa el álbum y la caja que Neilct porta bajo el brazo.
-Tendrás mucho tiempo para hablar con ella y lo que no sea hablar también, así que no te impacientes- le da un golpe animadamente en la espalda y le tiende una pequeña caja abierta de grajeas de todos los sabores.
Andrew siempre ha sido un apasionado de las chucherías por mucho que crezca...

-Tenemos encantamientos. Suena bastante bien para empezar, ¿no? Me he oxidado un poco durante el verano- admite mientras sube el puente de sus gafas sobre la nariz.

Mientras esto sucede otro chico se acerca a Gwen para decirle algo en voz más queda que la de Andrew. En realidad todos los Hufflepuff le conocen, prefecto desde quinto y golpeador del equipo de quidditch hasta ese año.

-Buenos días, Gwen- Zack se acerca a tu butaca con una sonrisa afable, en realidad es su expresión habitual y es difícil verle enfadado a menos que sea por culpa de terceras personas (y generalmente esas terceras son de Slytherin).
Mira el reposabrazos por un instante pero parece que se lo piensa mejor y acaba por cruzar los brazos con las manos bajo sus axilas sin saber muy bien cómo reaccionar o por dónde "cogerte". Lleváis toda la vida yendo a la misma clase, pero no se puede decir que os conozcáis demasiado.
Su pelo está tan revuelto cómo es habitual en él, casi lo contrario a ti, y la corbata mal anudada con algún botón de la camisa desabrochado y las mangas arremangadas.

-Sé que acabamos de empezar y todo eso, bueno en realidad técnicamente ni eso, pero aún así parece que este año hay un montón de bajas en el equipo de quidditch y me han pedido que hablara contigo. Bueno, que te dijera que nos gustaría tenerte dentro si te ves con ganas, supongo que querrás estudiar a fondo para los EXTASIS...- mira alrededor un momento y de nuevo te sonríe.
-Piénsatelo antes de responder, ¿vale? Y no te sientas obligada, ya me dirás algo..- se encoge de hombros despreocupadamente y espera tu respuesta pero si no muestras interés alguno, lo cuál no le sorprendería, se limita a marcharse con un carraspeo por lo bajo.

Me está mirando... Se acerca... Um, ¿¡qué querrá!? Vaya, ahora se interesa por mi... Ah, ya decía yo, quidditch... Uff, que gracia, con lo bien que acabé la última vez. ¡Claro que quiero estudiar para los EXTASIS!, ¿¿tú no?? Y a ti te hace más falta que a mi... NO, claro, cómo no me voy a sentir obligada, grrrr -mantuve una conversación mental trepidante consigo misma mientras mantenía la boca cerrada y le miraba con una desafortunada expresión de "no me cuentes tus problemas" en realidad nada intencionada.

-Eeeeh, vale. Lo tendré en cuenta. Y volví a bajar la cabeza, absorta en mis pensamientos.

Si no encontráis a nadie *tú* sabes que puedes contar conmigo, no puedo dejar en la estacada a nuestra casa. Pero no prometo poder asistir a todos los entrenamientos... ¡Gwen! ¿Qué estás diciendo? ¡Cierra esa línea de pensamiento!. ¡Necesitas todo tu tiempo para los EXTASIS! Dios... qué sonrisa que tiene... y el resto tampoco está nada mal, ahora que me fijo -seguí pensando.

Zack se limitó a marcharse con un carraspeo por lo bajo... Una nueva oportunidad perdida por Gwen. Sí que empezamos bien el curso -suspiro-.

Zack vuelve a alejarse de la butaca de Gwen tras intercambiar unas palabras con ella, aunque en realidad no se puede decir que la pelirroja haya añadido mucho a la conversación... El prefecto se queda en un rincón junto a otros dos chicos y al cabo de poco parece que empiezan a hablar de algo medianamente serio pos sus expresiones ceñudas. Igualmente habría que saber qué entienden ellos por "serio"...

Algunos de los presentes empiezan a decidirse a salir de la sala para dirigirse al Gran Comedor y poder pasar más rato del habitual deleitándose con el desayuno. Lo cierto es que los primeros días suele ser bastante delicioso y uno no sabe ni por donde empezar.
Uno de ellos al pasar junto a Gwen le guiña un ojo con una sonrisa perfecta... Y perfectamente ensayada. Se podría definir cómo atractivo pero su ego machaca un poco el conjunto global, alejándose con sus colegas entre risas escandalosas.

-Niños... comenta casi con un susurro reprobatorio negando ligeramente con la cabeza. Sin darle la más mínima importancia (cualquiera diría que está acostumbrada a este tipo de criaturadas) reemprende la lectura de su voluminoso libro de Aritmancia.

Vaya, este año se imparte mucha materia nueva. Ufff, este esquema ni siquiera reconozco de qué es. Me esperan muuuuuchas horas de estudio...

Parece que Gwen se lo va a tomar con calma para bajar al Gran Salón. Seguramente lo hará cuando el grueso de alumnos se decida a bajar, una más entre el rebaño.

-Sabes que me encanta Encantamientos Andrew.-poso los regalos sobre la mesa, la verdad esperaba encontrármela ya allí, me dirijo al tablón de anuncios.
Había ya un montón de carteles, algunos del curso pasado, busque el horario de sexto y moví mi dedo por las clases.
-Ayer no me acordé preguntarte; ¿Que tal el verano?-Le pregunto a Andrew girándome hacia el.

-Estupendo claro, todo lo que sean vacaciones son estupendas, ¿no?- ríe cómo si fuera evidente y sigue a su amigo hasta el tablero, aunque a parte de demandar jugadores para el equipo de quidditch y algún que otro mensaje de bienvenida no hay nada realmente importante de este año.
-Lo malo es que no pudimos ir a ningún sitio de realmente de vacaciones, pero no importa, me he pasado todo el verano recomponiéndome de los TIMO y no sé si me he recuperado todavía...- se tambalea exageradamente como si le hubiera entrado un mareo de repente y entonces le da un golpe amistoso a Neilct en la espalda.

-Te veo en el Comedor...- se limita a decir mientras señala con la cabeza la escalera de las chicas, por la cuál desciende Kate en estos momentos.
Andrew aprovecha que un numeroso grupo de alumnos decide salir de la sala para unirse a ellos. Nunca ha tenido demasiados problemas en "echarle morro" a todo.

Gwen aprovecha también la "marabunta" estudiantil para dirigirse con ellos hacia el gran comedor, no sin antes echarle un vistazo al papel solicitando jugadores para el equipo de quidditch.

Vaya, realmente me lo tendré que plantear, este año está muy escasos de equipo según se ve.

Y sale rápidamente de escena antes de tener que presenciar el espectáculo romántico del reencuentro Neilct-Kate que tan desagradable podía llegar a ser dadas sus circunstancias romántico-afectivas (nulas).

El cartel dice:

Cita:

Sigues al grupo de alumnos, entre los cuáles se encuentran Andrew y Zack, entrando al Gran Comedor junto a algunos Slytherins que también pasan por ahí en ese momento.
Te choca un poco comprobar que la mesa de los profesores no está completa a pesar de ser el primer día...

Me pongo a hablar, sin dirigirme a nadie en concreto, con los brazos en una postura de impotencia mirando al techo:

-Oye, perdonad pero,… usted señorita- le digo a Kate como si de una desconocida se tratase, dejando suavemente mi mano derecha sobre su brazo izquierdo.
-Perdona, pero, había quedado aquí con la chica mas bella del mundo, ¿la has visto? -.
Mientras la sala común se va quedando poco a poco vacía casi por completo, saco mi varita del bolsillo interior de la túnica y la agito ligeramente, entonces los regalos que había posado sobre la mesa, volaron hasta mí.
Oh, pero tu lo eres aun más-susurro con una sonrisa dibujada en los labios.-Feliz primer aniversario.

Kate se te queda mirando algo extrañada hasta que finalmente ríe cantarinamente recibiendo ambos paquetes con cara de asombro.
-Sabes que no hacía falta...- pero aún así te besa en la mejilla cariñosamente y abre los regalos ilusionada. Sonríe ampliamente complacida ante lo que ve y te da las gracias con un abrazo, antes de levantar su varita.
-¡Accio regalo!- un paquete perfectamente envuelto de color plata con adornos amarillos desciende por la escalera hasta que Kate lo coge y te lo pasa.

-No creerías que ibas a ser el único, ¿verdad?- al desenvolverlo ves que se trata de un ejemplar de lujo sobre Runas Mágicas, con fotografías de calidad, lo cuál no es muy habitual.
-Será mejor que subamos al Comedor antes de que no nos dé tiempo...- sujeta el álbum y la pequeña caja con la pluma bajo un brazo y con el otro te coge de la mano mientras salís de la Sala Común para llegar al Gran Comedor.