Partida Rol por web

- Pues aprovechemos su discrecionalidad y vayamos a investigar la torre del mago como primera opción compañeros!! Saliendo en pos de Desdemona, exclama: - El tiempo apremia y debemos ser rápidos y eficaces.

Algo había cambiado en el pueblo, ese algo estaba relacionado con la explosión y.....era de suponer que el otro cambio importante (la inclusión de damas de compañia de los magos) era de suponer que habrían influido....

Me cuadré delante del alcalde como agente de autoridad que és.

- Revisaremos la torre, señor.

Y tras el salodo formal partió en pos de la fémina, no le gustaba dejarla sola.

Una vez  me junto con Kartag y Desdémona:

- Quizás deveríamos pasarnos por la casa de la muchaca esa que fué a la torre de los magos antes de la explisión, hablar ocn su familia nos puede dar información.

Asintió a las palabras de Tarben-Si, creo que deberíamos empezar por ahí- se alegro de que por fin fuesen a salir de esa casa. Miro al Alcalde que le pregunto -Solo necesito tomar en poco el aire estoy algo mareada- sonrió.

- Sí, igual hace demasiado calor. Espero que se le pase, señorita!! Acaban de llegar y les estoy ocupando demasiado de su tiempo, mis disculpas!!, se excusa el Alcalde, al parecer ajeno al efecto que causaba sobre la planar.

- Si van a partir en breve, supongo que no habrá problema en hablar con Lord Grewitt a media tarde..., dice el Alcalde, recogiendo algunos papeles de su mesa, mientras devuelve el saludo a Sir Tarben.

- Espero que los recién recuperados Dioses estén de su lado, Caballeros, y que, por fin, la Villa de Delembert, pueda decidir su futuro, fuera de aquella jaula de magia!!, acaba, con un brillo de esperanza en los ojos, y un temblor en la voz que denota que a punto está de quebrarsele la voz.

Leviathan está conforme y golpea la mesa con su puño cerrado, levantándose de golpe. Serio como siempre asiente al anciano alcalde. Hay una misión clara y un posible sitio donde se concentran objetos mágicos y una pista donde puede estar una de las piezas. El guerrero solmamnico callado hasta el momento hace recuento de todo lo que han dicho.

-Muy bien entonces- va levantando los dedos de la mano- hacia la torre para comprobar que produjo tal explosión, hace semanas ya,-dedo- si es verdad que hay demonios en la zona-dedo- Llevar a Elzid ante la justicia por sus delitos por experimentar con pociones con gente inocente del pueblo-fruncimiento de ceño y dedo-. Asegurarnos que su padre Helion está muerto y enterrado-dedo- Pero antes de abordar la torre, comprobar que quería Elzid la noche antes de la explosión visitando a Erylin-dedo- , y constatar porqué fue cerrada la entrada, por helion, a las reliquias de Estiben bajo la capilla- termino levantando el sexto dedo. -¿me dejo algo?

Tras concretar con el Alcalde Kenither la localización de la humilde casa de los Windfellow, al este de la Hacienda del Alcalde, os despedís de él, con la premisa de que os de un tiempo antes de avisar al Alguacil del posible peligro que puede cernirse sobre la Villa, si el Draconiano Bozak, consagrado a Chemosh, decide llegar hasta aquí, cosa que, lúgubres, no podeis descartar. Así mismo, también se compromete a mantener a los dos goblins en las celdas de su Hacienda, aduciendo que, en las comunitarias del pueblo, no podría asegurar su proteción.

Cuando salís de la robusta y elegante, aunque vieja, casa solariega, vuestros caballos están ya almohazados, y ensillados, y Asthor espera en el pescante de la carreta que, para vuestra sorpresa, está casi vacía:

- Lady Clemence, el Ama de Llaves del Alcalde Kenither insistió en que dejásemos en su despensa, bajo su protección, todo aquello que no necesitasemos para "hacer lo que sea que han venido a hacer!!", y... no pude negarme!!, dice, bajando los hombros a modo de derrota, Es una mujerona de armas tomar, que no admite demasiadas réplicas!!, acaba, a modo de explicación.

Con paso firme, enfilais el camino que os saca de la Hacienda de los Kenither, cogiendo el camino a vuestra izquierda, que transcurre jalonado de amapolas y margaritas salvajes que, curiosamente, y pese a lo avanzado del verano, aun están lozanas. Parece ser que el clima en la montaña ha respetado a Delembert durante la ultima estación.

Siguiendo el mapa, enseguida encontrais un grupo de casuchas de madera, con un pequeño terreno de cultivo detrás, la última de las cuales es la de los Windfellow. Una portezuela de madera, sin cierre, da entrada a un pequeño patio, donde un burro de patas cortas, atado a un palo, pasta tranquilo la hierba que allí crece. Cuando entrais al patio, bajando de los caballos, el animal sube la cabeza, y rebuzna de forma sonora: - Iiihaaaaaa!!!! Iiihaaaaaaaa!!!!!, mientras se acerca al tope de la cuerda que lo mantiene unido, enseñandoos la dentadura, como defendiendo la casucha. Por supuesto, vuestros garañones no se sienten sorprendidos, y apenas piafan un poco, cuando desmontais.

Al momento, la puerta se abre, y una mujer de unos 45 años, pelirroja, aunque con hebras plateadas en el pelo, vestida con un ya mas que usado vestido de colores oscuros, se asoma ligeramente, secandose las manos con un trapo:

- Calla, "Rufo", por los Dioses perdidos..., dice, en voz baja, cansada, mientras no deja de miraros de arriba a abajo, con cara entre sorprendida y asustada, aunque no os pasan desapercibidas las bolsas bajo sus ojos, los surcos de lagrima seca que han bajado por su cara, y su fondo de tristeza.

- En podría yo ayudar a vuesas mercedes...??, acierta a decir, haciendo un leve saludo, flexionando ligeramente las rodillas, y bajando la cabeza, desde el umbral de la puerta.

El burro, sorprendentemente, deja de rebuznar, y se limita a miraros de forma inquisitorial.

-Buenos días, señora, es esta la casa de Erilyn Windfellow?

Dije tras dar un paso al frente y tomar la iniciativa con todas las normas de etiqueta que se pudiesen mostrar.

- Vamos en nombre del alcalde hacia La Torre, y nos gustaría hablar sobre los sucesos que acontecieron ayer hace un par de semanas.

Leviathan se acerca con algo de comida como había visto hacer en la bodega del barco, sin embargo la mirada del burro parece demasiado intensa, y termina haciendo que los movimientos del caballero sean un poco nerviosos, haciendo que sólo piense en que va a perder un mano mientras le acerca el pequeño bocado...

 Me acerqué con Tarben y escuché atentamente cualquier cosa que la pobre mujer tuviera que decir. No me imagino lo que sería perder a un hijo, debía estar destrozada. Aunque confiaba en que pudiéramos devolver a su hija sana y salva...

Kartag dejo que los caballeros llevaran la voz cantante, después de todo eran  Caballeros humanos y presumían de cierta diplomacia y palabrería.

Espero atento a las emociones y respuestas de la mujer al ser interpelada sobre la relación que mantenía su hija con Helion y el motivo por el que fue a aquella torre, quería saber si ocultaba algo o realmente era sincera en sus palabras.

Humanos, emociones, no, no era el punto fuerte de Baigron.

Sin embargo estar cuan halcón acerca del terreno si era algo que podía hacer.

La sensación que le había estado persiguiendo todo el viaje hasta Delembert, no se le acababa de ir del cuerpo y por ello Baigron estaba a la que saltaba con cualquier posible amenaza; al menos ya no tenia que preocuparse de los goblins, estos estarían seguros; relativamente hablando; bajo la protección del alcaide.

Se quedo algo retrasada con los demás, no quería interferir, tampoco tenia que decir.

Se acerco a Baigron y le susurro al oído (donde se suponía que estaba su oído) -¿que te pasa?¿ te noto inquieto-

Leviathan se acerca confiado al animal que, gracias a la petición de su dueña, ha dejado de gritar y enseñar los dientes, pero, unas dudas en el ultimo momento hacen que el burro levante el labio superior enseñando unos dientes amarillentos capaces de cortar hasta un leño de buen grosor!! Un rebuzno grave nace de lo mas profundo de su ser cuando, amenazante, muerde el aire a escasos centímetros de la mano ofrecida del gigantón, tras lo que piafa, reculando ligeramente, aunque los conocimientos de Leviathan le valen para saber que, si sigue presionandole, atacará.

La mujer se dispone a reprender a su animal, pero, ante la mención de su hija por parte del Escudero, ha de sujetarse a la puerta, pues un sollozo le nace en lo mas profundo del pecho, haciendo que su pelo se descoloque, cayendo sobre su cara:

- Mi pequeña...!!!, acierta a decir entre sollozos. En poco segundos, se sorbe la nariz, y respirando hondo, consigue calmarse, ayudado por el aura segura y de confianza que irradia Tarben, que parece empatizar muy bien con el animo de la campesina.

Pese a unas miradas desconfiadas a los dos Draconianos, la confianza que le inspira el Clerigo de Kiri-Jolith parece imponerse, así que, abriendo la puerta, dice, con la voz quebrada:

- Así que les envía el Alcalde?? Gran persona, sin duda!! Pero, pasen, pasen a mi humilde chamizo, señalando un salon de planta cuadrada, en la que destaca un hogar de piedra en el que se mantiene encendido un fuego, y sobre el que chapotea lentamente un guiso de verduras. Una mesa de madera que ha visto el paso de lustros, sobre la que hay una exigua vajilla de loza y unas desvencijadas sillas de madera son casi el único mobiliario de la sala, que tiene un piso de paja recién cambiada. Una puerta de madera, formada por planchas de distintos origenes, debe dar entrada a la otra unica sala de la casa, probablemente un dormitorio.

Pero una cosa sí llama atención, sobre un barril de madera, en una esquina: un hermoso y lozano ramo de rosas rojas, rosas y blancas.

- Así que se disponen a ir a la Torre?? Traerán de vuelta a mi pequeña??, pregunta, con los ojos llorosos, cargados de esperanza, mientras con las manos retuerce nerviosamente el trapo.

- Ese mago la ha debido embrujar de alguna manera, porque mi hija está como atontada con él. Incluso le trajo ese ramo de flores el dia anterior a la gran explosión!!, dice, haciendo aspavientos hacia el ramo.

- Desde el principio, mi hija estaba preocupada por el mago, y mira que le dije que se olvidara de él!! Que oscuras intenciones tendría para ella?? Corren rumores de que el mago envenenaba a la gente con sus brebajes, y embrujaba a las jovenes con dinero, para aprovecharse de ellas y sus familias, pero... nosotros??, dice, practicamente escupiendo la palabra, Desde que mi marido murió, los antiguos Dioses le tengan en su gloria, apenas sí podemos subsitir trabajando la tierra del Señor. No tenemos dinero que ofrecer a ese mago, maldito sea su nombre!!!, dice, escondiendo la cara entre las manos, mientras vuelve a sollozar. Intenté detener a mi hija, pero es tan cabezota como lo era su padre!! Y partió "para ver como estaba Elzid...", llamandole por su nombre de pila, incluso!!

- Ahora han pasado ya mas de dos semanas, y no ha vuelto!! Estoy asustada!!, solloza, derrumbandose sobre una de las sillas, mientras vuelve a enterrar la cara entre las manos. La traerán de vuelta, verdad??, dice, levantando la cara, con los ojos esperanzados, mientras unos gruesos lagrimones campan por su cara, curtida por el sol.

 - Le prometo que haremos todo lo que podamos... - Le respondí con una sonrisa tranquilizadora. - ... ¿Puedo examinar el ramo de flores, por favor?.

- Sí, claro!! Yo no he querido ni tocarlo..., responde la viuda a la petición del mago, con una mirada hacia el ramo, como si de un peligroso demonio se tratara...

Me acerque al ramo y procedí a examinarlo...

El mago se adelantó a Taben. Aun así estaba totalmente deacuerdo con lo que hizo. Pues él mismo iba a proponer la opción de inspeccionar esas flores a ver si el mago las había hechizado. Además Anubis había dicho lo que tenía que decirse.

Tarben recordó brevemente lo que le dijo una vez un caballero de la Espada llamado Pax Shineheart con el que compartió misión una vez. Dicha misión trataba sobre el rescate de unos niños que unos trasgos habían secuestrado y llevado a sus madrigueras. Cuando la comitiva solamnica habló con los parientes Tarben llegó a decir

- No os preocupeis, os prometemos que traeremos a sus hijos con vida!

Jamás olvidará las duras y sabias palabras del caballero cuando salieron del pueblo y se encaminaron a las Madrigueras.

- Jamás prometas nada que no puedas cumplir o compensar....Dime, escudero, cómo planeas honrar tu promesa si esos trasgos ya se han comido o lo que sea a esos niños?

Salió de su ensimismamiento.

- Mi señora, diría que entiendo su situación, pero sin ser padre estaría mintiendo. Pero no hay que ser padre pare ver...para sentir el sufrimiento que puede desprender una persona. Señora, tiene mi promesa de que haremos cuanto esté en nuestra mano.

Se planteó decir cosas como " si está viva la traeremos" o "será la primera en tener noticias de lo que pase en referencia a su hija" pero...todo eso acarreaba una connotación oscura así que prefirió guardarselas para él.

Dejó unos segundos para que la mujer intentara calmarse y llenarse de esa tranquilidad que intentaba trasmitir ya que ahora venían las palabras más duras.

- Por favor, sé que no es agradable, pero será de gran ayuda que intente rememorar cualquier detalle por ínfimo que le parezca en relación al comportamiento de su hija frente a ese mago, los encuentros que tuvieron antes de que fuese en pos del mago y una descripción precisa pues no sabemos con qué supercherías nos podríamos encontrar en dicha torre.