Partida Rol por web

Lavanda escuchaba atentamente el relato de la camarera. Entender como se sentía esa mujer le rompía el corazón, frustraba, e indignaba. Y encima Garret, un compañero de oficio, un mediano como Lavanda, de la Resistencia como Lavanda, no había prestado la más mínima atención a la tabernera. Así que para descargar un poco de frustración y educar a Garret, Lavanda procedió a darle un golpe seco con la mano abierta en la nuca. 

Perdona por eso - añadió mientras miraba a la tabernera, y señalaba con el pulgar a su compañero de oficio, de raza, y de causa. Tomó una larga respiración, y siguió hablando mucho más calmada. Sé que ahora no parece verdad, pero entendemos por lo que estás pasando, y queremos ayudar. Nosotros también estamos pasando por eso. La mediana reflejó sus ojos en los de la tabernera, y recordó las tardes riendo y fumando, en el huerto, con su amiga. Empezó a preparar su pipa, y respondió la última pregunta de la mujer que los atendía. Y sí, nosotros somos los camaradas, puedes confiar en nosotros. 

Encendió la pipa, dio las primeras caladas para que no se apagara, se levantó, y caminó hasta la camarera. Buscó entre sus bolsillos, le dedicó la sonrisa más amable que tenía, y le alargó un puñado de monedas a Veronique, con duidado de que el ruido o el brillo de las monedas no llamaran la atención. Si encima se queda en la ruina, a saber qué será de ella... No es mucho, pero es lo que podemos. ¿Nos traes algo rico, por favor? 

A punto estuvo de estampar a Garret contra la mesa para que no fuese tan bocas pero en lo que la maga se enderezaba, indignada por la maleducada intromisión del mediano (incluso siendo una petición que no hubiese estado vinculada a su cometido original una desaparición a manos de la Inquisición SIEMPRE era asunto de la Resistencia de la que ellos formaban parte), Lavanda fue bastante más rápida y le atizó un pescozón.

La maga negó ligeramente sin decir nada, apoyando la disculpa de Lavanda y miró a la pobre tabernera con verdadera compasión.

-Haremos cuanto esté en nuestras manos-dijo. ¿Quién no había perdido a alguien para no volverlo a ver?-pero vamos a necesitar más detalles... como la carta. Somos los únicos que han mandado aquí.

- disculpa - dice dedicándole una mirada acesina al mediano y luego, volteando a la camarera - ignoralo, volvamos a lo importante tal como dice Shaonn necesitamos tanta información como nos puedas dar, además de su descripción física en el momento que desapareció, lo ultimo que traía con él y bueno, la carta - dice pare cerrar el tema y tratar de acelerar la marcha.

Garret se fue de la zona, ofendido y sorprendido al mismo tiempo por las reacciones que había causado. No entendía de que estaban hablando las mujeres, pero él no se quedaría allí, tenían que encontrar a Jean, si no estaba en este lugar, posiblemente se estuviera escondiendo, quizás estuviera en problemas... O peor, la inquisición pudo haberlo capturado! No se quedaría a averiguar que pasaba aquí, él sí buscaría a Jean!

Salió de la taberna dispuesto a buscar información sobre el desaparecido, lo mejor sería preguntar por las áreas comerciales, la gente debe conocerlo si sale a comprar...

-De acuerdo. Os traeré la carta. Tal vez en ella podamos encontrar alguna pista

Y acto seguido, se dirigió a la parte trasera de la taberna.

Luego de preguntar en el vecindario obtienes la siguiente información:

*Jean se ha metido en problemas pero nadie sabe exactamente de que se trata.

*Jean dijo que estaba planeando ocultarse por un tiempo hasta que pase la tormenta.

*Jean dejó instrucciones a su hermana para que pudiera encargarse de sus asuntos durante su ausencia.

Lavanda se sintió agradecida de que a pesar de todo lo que estaba procesando, la Tabernera se atreviera a confiar en el pintoresco grupo. Mientras se alejaba a buscar la carta, Garret se levantó y se fue, como Pedro por su casa... Aunque no le gustó su actitud, tampoco hizo nada por pararlo, ya que confió en que el ladrón tendría suficiente sentido común como para volver a recibir su reprimenda. Siguió fumando, y puso cara de quejarse.

Joder con Garret... Hizo unos cuantos aros de humo. No le pienso guardar comida, y cuando vuelva le diré que estaba riquísima, y como él no estaba, no le guardamos nada. El dolor del hombro le acompañó la queja, y como a la ladrona no le gustaba sentirse quejica, se decidió a pedirle a Halsten que le curara la herida. Su humo se fue sumando al del resto de la taberna mientras arqueaba media sonrisa. Oye Halsten, ya sé que antes te dije que no, pero... ¿me miras lo del hombro, por favor? Y acto seguido, alejó todo su humo de golpe, y miró a su alrededor, preocupada de que los compañeros de oficio aquí presentes no la identificaran como una ladrona ruda.

Mientras sus compañeros iban obteniendo la información del supuesto contacto que debería de estar en ese lugar, Elohnar esperaba tranquilamente mientras daba vueltas a lo que decían y, sobre todo, se activaba su vena paranóica. Cuando la mujer se va el clérigo se adelanta.

-Propongo no fiarnos por completo de ella. Nuestro contacto era uno en concreto, puede que le hayan capturado y sacado la información. Seguid como hasta ahora, leeremos la carta y demás; pero estad con los ojos bien abiertos por si veis algo extraño en este lugar, algo que pueda prevenirnos de una emboscada, ¿de acuerdo? -sin darse cuenta, se había inclinado hacia delante mientras hablaba a sus compañeros, y cuando se percató volvió a su posición inicial y mantuvo la vista atenta, aunque intentaba que pareciera que la paseaba con desgana por todo el lugar.

La información no llenaba al mediano. Había pasado la tarde buscando sobre Jean sin encontrar mucho, salvo que estaba oculto de la inquisición. Quizás lo mejor sea buscarlo, dormir en la taberna, y hablar con él por la mañana cuando hayan menos ojos observando. Debía ser cauteloso si no quería que la inquisición lo capturara buscando a Jean, podrían decir que es cómplice de un fugitivo peligroso y condenarlo a la horca 

-Todavía no quiero morir, y mucho menos así!- Pensó el mediano. Aquel anciano le prometió grandes cosas... Nunca dijo si estaba destinado a hacer algo bueno o algo malo, pero confiaba en que lograría algo bueno para el mundo, no podía morir aún, no debía morir aún!!

Aunque si Jean estaba en la carcel... -Nah! no creo... mejor lo sigo buscando por lo que resta del día-

Halsten permaneció en silencio toda la conversación con la camarera. Sus compañeras eran las especialistas en relaciones públicas del grupo.

Cuando la mediana le pidió ayuda, Halsten no pudo reprimir una pequeña carcajada. Miró el hombro de esta y vio que la herida estaba limpia. Luego se dirigió a ella. - No morirás por esto. Puede que te duela un poco, pero mañana estarás perfectamente. Eso sí, ahí te saldrá una bonita cicatriz.- Lo último lo dijo entre risas, intentando que Lavanda no se preocupara por la herida.

Después se aseguró de que la camarera se había ido y se dirigió al grupo en voz baja. - Estoy de acuerdo con Elhonar, hay que estar preparados para una emboscada. - Después se dedicó a analizar la habitación en busca de salidas, posibles escondites de enemigos o posiciones ventajosas en caso de que tuvieran que pelear. También observó al resto de comensales en busca de alguien que los estuviera vigilando, o que tuviera una pinta peligrosa.

Lavanda se alibió de saber que no se aproximaban unas moscas a las que su herida les parecía un lugar acojedor para formar una familia. 

Así que no es nada que no mate un buen vino... ¡Mejor! El hecho de que Halsten quisiera estar preparado para una emboscada en ese sitio, le daba un poco de risita a Lavanda, porque este sitio es una emboscada... Míralos... Así que se acomodó en la silla, y se puso a mirar a la gente de la taberna, y a clasificarlos por grupitos según las pintas. Ladrones, embaucadores, estafadores, vividores, timadores, sicarios, traficantes, prestigitadores, atracadores, fugitivos... Y siguió matando el tiempo juntando a la gente por grupitos en su cabeza, hasta empezaba a imaginarse quien era amigo de quien.

Shaonn era paranoica pero sus compañeros habían pasado de un despreocupado 2 (y en su fuero interno poniendo un 2 estaba siendo muy generosa) a un 10 en una escala reducida de alerta permanente. O sea, que era peligroso confiar en un contacto desconocido que les pedía ayuda... pues ya podían haber sido más listos y haber preguntado al jefe a quién buscaban, así se habrían ahorrado esos momentos.

-Al menos no se te caerá el brazo ¿eh?-suspiró en una broma susurrada a Lavanda.

No iba a entrar en detalles sobre que el mismo jefe dijo que era un hombre quien les esperaba (no lo había dicho directamente, pero sí había hecho alusión a un "él" y el tal Jean les esperaba aunque no les reconocía, su única salida era usar la contraseña tal y como el jefe había indicado para identificarse ellos e identificar a su contacto... así que la historia de la hermana era bastante coherente con lo que el grupo (o al menos lo que Shaonn había escuchado que le respondía quien les envió ahí por sus propias inquietudes de identificación) sabía.

Con eso ya tenía medio voto de confianza y con la reputación de la Inquisición de desapariciones familiares el otro medio estaba prácticamente ganado.

Al cabo de un rato Veronique regresó con una bandeja donde traía las... patas de cangrejo con papas... y la carta.

-Aquí esta su orden. Y el menú... especial.

Inmediatamente, todos se ponen a leer la carta.

Queridos compañeros de armas:

Creo que sospechan de mi, así que debo desaparecer un tiempo, pero vosotros debéis seguir adelante. Este es el plan:

Id a la mansión de la Duquesa Carol Belmont y mostradle la presente. Ella está de nuestro lado y sabrá inmediatamente que hacer. Pero sed cuidadosos. En su posición, ella está muy expuesta y por nada del mundo deben vincularla con la resistencia.

 

La carta, además, daba instrucciones de ir la noche siguiente a esa.

Con cara de niña durante su cumpleaños, la ladrona dio las gracias al ver que de verdad se comerían unas buenas patas de cangrejo con papas. Leyó la carta tan rápido como pudo, y se abalanzó sobre el manjar. 

¡Con ésto se me pasa todo! Respondió a Shaonn, mientras se limpiaba con la manga. Con cara de placer, hizo señas a sus compañeros y compañeras para que probaran la comida. Miró la carta, y releyó la fecha citada, Y... ¿Qué hacemos hasta entonces? Igual podríamos... ¿esperar aquí? Ésta taberna es el Paraíso. Y siguió comiendo con alegría.

Nube asintió al comentario de!Lavanda y miro a la camarera - con esto ya puedes quedarte mas tranquila, esta en problemas pero no son tan terribles - sonrió y volteo a sus compañeros - ahora nos queda explicarle a Garret con manzanitas lo que paso - toma una papa y se la come, cuando este, este en su campo visual le explicaría la nueva misión.

La comida no era horrible y la carta explicaba la situación... pero no el por qué a su hermana no le había dicho una sola palabra para calmar su inquietud.

Hombres.

-Yo voto por lo de quedarnos aquí pero alguien podría echar un vistazo a los alrededores de la mansión-intercambió una mirada con sus compañeros-por si acaso hay que salir precipitadamente con un teatrillo.-no dudaba de las buenas intenciones de una mujer de su posición pero si tan expuesta estaba seguramente habría que abarcar más de una posibilidad de lo que sucediese aquella noche y el fingir un asalto o desaparecer a la carrera eran completamente posibles.

No pudo evitar una sonrisilla divertida con el comentario de Nube. Si conseguía explicarle a Garret todo aquello haciendo una representación de la situación con comida le dedicaría toda una canción a su proeza.

-Menos mal -Dijo Veronique en un suspiro mientras se colocaba una mano sobre su pecho para aplacar a su tan sufrido corazón- Debí leer la carta antes. Pero temía que pudiese ponerme en peligro por saber demasiado. Ahora sé que volverá cuando la situación mejore.

Nube llevó su mano a su barbilla, tenía una buena idea - que tal si vamos de compras?, que podría ser mejor que las chicas de compras con los muchachos llevando nuestras bolsas, podemos esconder nuestras armas ahí y pasar totalmente desapercibidos, un poco de turismo para una pronta presentación de un circo? - soltó una pequeña sonrisa, en verdad esas tonterías de salir de compras por ahí no le llamaban la atención, pero, usando eso como escusa tampoco serían foco para la inquisición, solo serían parte del montón