Partida Rol por web

Los presentes intentan esquivar los golpes violentos del orco y seguramente de los demás. 

Furioso me lanzo contra el primer arquero, que de un tajo con mi hacha parto por la mitad. La mitad superior repta por el suelo en busca de ayuda unos segundos, luego cae inerte.

El otro arquero me apunta, pero para entonces ya estaba encima. Lo agarro del cuello y de un "Crac" se lo parto y cae inerte al suelo.- ¡Vamooos! ¡A por ellos!.- Grito a mis compañeros.

La "sorpresa" al ver al enemigo aparecer entre los arbustos duró poco, pues ya me esperaba lo que era una muy evidente y torpe trampa. Sin apenas dilación, resoplé un par de veces y afiancé mis pies en el suelo, listo para hacer puntería en esos pobres diablos.

-¿Ves? ¡Ya decía yo! - dije, cargando mi cañón con munición explosiva - ¡Malditos bandidos! ¡COMED PÓLVORA! - dije, apuntando hacia los dos hombres que parecen recitar una especie de conjuro.

Sin duda era toda una trampa y dos arqueros junto a dos soldados nos asaltaron. Las flechas fueron fáciles de esquivar dado mis reflejos. Aprovechando que Kang mata a un arquero, me lanzo contra el queda, buscando el flanco débil.

Ocuparos de los dos espachines, el arquero restante es mío!!! Grito con fuerza mientras cargo contra él.

Sin llegar a tiempo para derrotar al arquero, siendo pasto del orco. Continuo corriendo hasta los malditos magos. La espada Arcadia caerá sobre vosotros!! Mi espada iba en todo lo alto para asestar un poderoso tajo.

Los magos intentan defenderse con su magia, lanzando pequeños hechizos mientras Stinger se acerca.

La batalla comienza y Tibasfor se da cuenta que es justo lo que necesitaba, el orco rápidamente termina con los primeros enemigos, 2 arqueros, Impresionante, lo que le falta de cerebro lo compensa en fuerza bruta, definitivamente. Sus demás compañeros empiezan a combatir también, creo que es tiempo de unirme a la fiesta. Tibasfor dispara primero a los magos, para ayudar a la linea de enfrente con esos enemigos. Morirán por intentar engañarnos, exclama mientras cruza una flecha hacia un mago, directo a su ojo, justo antes del impacto la flecha es destruida por la magia de el enemigo. Maldita sea, he fallado, ¡odio a los magos, morirán!. ¡Sigan compañeros, que nos aguarda comida en nuestro destino!, exclama para levantar los ánimos, de él mismo mas que nada.

Veo que mis compañeros reaccionan rápidamente y en cuanto aparecen los arqueros son masacrados por el orco. Tibasfor, Stinger y Roy se preocupan de matar a los magos, así que decido ir a por uno de los guerreros.

-Karg, encárgate de un guerrero yo retendré al otro- Así el resto de mi equipo podrán atacar sin problemas a los enemigos de la segunda fila.

Los guerreros sacan sus espadas y se ponen a defenderse de los golpes que lanza Sköl. El Orco aún está rematando a los arqueros.- Ahora voy, intenta matarlos tú.- Dice el orco alentando a su compañero.

Me lanzo en carrera con mis espadas a por el guerrero más cercano a mí, al verme intenta asestarme un golpe y frenarme, yo ya sabía que este iba a ser su contraataque y me anticipo velozmente y me cuelo bajo el hueco que deja entra la espada y su cuerpo. Una vez superado a mi rival me giro y con ambas espadas ejecuto dos tajos verticales uno en cada hombro y desciendo hasta llegar a media espalda, donde retiro mis espadas haciendo a mi rival caer al suelo sin posibilidad de seguir luchando ni de seguir con vida.

-¡UNO MENOS, KARG!- exclamo victorioso, ya tenía ganas de entrar en combate y empezar de esta manera es sencillamente un soplo de aire fresco para mis pulmones.

Karg carga de nuevo contra el último guerrero.- ¡Ven aquí!.- Dice mientras se lanza con hacha en mano hacia él. El guerrero es demolido a hachazos. El Orco lo rompe en pedazos, ninguna de sus partes queda reconocible. El orco está lleno de sangre. No parece haber más enemigos, ni nadie más por el camino.

El otro guerrero al ver a su "amigo" muerto intenta atacarme, detengo su estocada con la espada que sujeto en la mano izquierda y con la derecha dirijo un golpe recto. Logro herirle en el brazo y este grita por el dolor, aunque no parece que vaya a dejar de combatir por esta herida.

Tendré que aplicarme un poco más

Vaya, que fracaso, murmura Tibasfor para sí mismo, francamente esta un poco decepcionado con sí mismo, no logro matar a nadie, fue tan rápido pero el orco de alguna manera se llevó a la tumba la mayoría de los enemigos. Que mal, todo el camino esperando algo así y cuando llega me vi lento y torpe. Voltea a ver a sus compañeros, luego al Orco, ensangrentado y con una mirada mas tranquila, al pelear se veía como una furia, Orco, que te parece si seguimos el camino, ya tengo ganas de llegar y ver que nos espera dice medio molesto buena pelea, no tuvieron oportunidad. Y guarda su arco, re acomoda sus dagas sin razón y checa sus flechas, sin razón, solo para no impacientarse.

Parecen a simple vista ladrones, no tienen una forma de luchar muy buena. Al parecer se deben dedicar al saqueo en los caminos desiertos. Sus ropas son de pordioseros y están desnutridos. No parecen llevar nada de valor. Tibasfor coge lo necesario y seguís por el camino.

Cuando lleváis una media hora andando encontráis la ciudad que vosotros buscáis. Hundrigar, lugar de humanos. La capital del reino humano.

Aún estáis a las afueras.

Miro a mis acompañantes.- A partir de aquí no puedo pasar, que tengáis un buen viaje.- Digo solemnemente aunque un tanto rudo.

En el camino se empieza a ver a la distancia, la capital del reino humano, es grande, imponente. Llegamos al destino, se toma un tiempo para ver la ciudad ya de cerca, voltea par ver el camino recorrido, ojalá no tengamos que pasar por ahí pronto, es despertado de sus pensamientos por el orco, fue un buen viaje, voltea a ver a sus compañeros, hay que dirigirnos rápidamente a nuestro objetivo, estoy ansioso ya.

-Ahhhh, Hundrigar, he oído hablar mucho de ella, espero que todos los rumores e historias que se cuentan sobre ella sean ciertos y sea una ciudad tan apasionante como grande- Exclamo al oír que nuestro guía se despide.

Echo un vistazo a la ciudad desde lejos, aún no estamos a la entrada, tan sólo hemos empezado a ver las afueras de la ciudad y ya estoy ansioso por descubrir lo que nos depara esta capital.

-Muchas gracias por todo, Karg, ojalá volvamos a cruzarnos en un futuro-