- El Orador de Soles, sí- responde el mago mirándote a los ojos-. Una gracia de mi madre. Su abuelo era elfo y quiso que heredara su nombre.
Bueno, cambiando de tema- añade-, observo por tu aspecto que has estado viajando. ¿Qué nuevas traen ahora los caminos? ¿Has estado en Palanthas?- pregunta tan rápidamente que ha de repetir la cuestión.
-Lo cierto es, que aunque vengo de Noordmar. No crucé las montañas Vingaard. Viajé hacia al sur, y cruce por el sur de las Khalkist. Por lo que no llegué a ver Palanthas.- Mientras se sentaba, observó de cerca los ropajes y avalorios del mago. -Pero en el sur los trasgos rehacen sus hogares, y engendran nueva descendencia para paliar la guerra. Los Ogros se reunen de nuevo. Y las antiguas moradas de los enanos siguen silenciosas como las tumbas.-
Apuró rapidamente su jarra mientras observaba los ojos del mago.
-En Solamnia los caballeros se recuperan y forjan alianzas con las gentes que pueblan sus antiguas tierras... ¿y tu, hechicero, que has visto en tus viajes?.-
- He visto muchas cosas- contesta con un aire misterioso el hechicero-. He visto unirse a dos reinos pero aún así seguir separados; he visto a los caballeros de Solamnia relajarse tras la victoria mientras el mal trata de recuperarse y sale a la caza del campesino, y he visto abiertas las puertas de la torre de magia de Palanthas.
- Las cosas no van mal del todo, pero podrían ir mejor, mucho mejor...
-Hablas con acertijos, mago. ¿dos reinos?,
- Qualinost y Silvanost- responde el Túnica Roja-. ¿No sabías que Alhana y Porthios se habían casado? Ahora ambos son reyes de los dos reinos, pese a que Silvanost esté todavía muy debilitado.
-Lo cierto es que las naciones y sus reyes estan lejos, muy lejos. Y aunque te encuentres cerca de ellos, nunca estas realmente cerca. Entonces, ¿a quien le importa?.- Damrath apuró el baso hasta el final.
-¿Como crees que podrían ir mejor las cosas?.-
- ¿Cómo? Es obvio. Ni los silvanesti más tradicionales aceptan a Porthios ni los más reservados qualinesti aceptan a Alhana. Huelga decir que son los dos grupos que tienen el poder y, si se opusieran abiertamente a sus gobernantes no creo que tarden mucho en desterrarlos- responde Porthios interpretando, posiblemente de manera errónea, que Damrath le preguntaba únicamente por la situación de los elfos-. Me conformaría con que esos dos grupos olvidasen aquellas inútiles tradiciones y dejasen paso al progreso a la colaboración. Es posible que el mal desapareciera con la guerra, pero sigue ahí. Hay bandas de goblins actuando en Abanassia, draconianos que escaparon de Nekara en la batalla final asaltan a los viajeros y, es cuestión de tiempo que algún grupo se organice y empiece a atacar ciudades más grandes.
- ¿O es que acaso consideras que la situación ya está suficientemente bien?- le pregunta finalmente al explorador animándole a comentar la situación.
-Mientras el campesino tenga suficiente para dar de comer a su familia. No podremos quejarnos de que las cosas vayan mal. Y si aquellos grandes señores y conjuradores mantienen sus ambiciosas manos en los bolsillos.Quizá menos jovenes tengan que ir a la guerra, para satisfacer la ambición de unos pocos.
Damrath no entendía de cosas demasiado complicadas.
- Eso sería pedir demasiado- contesta el Túnica Roja bajando algo la voz-. No creo que llegue el día en que unos pocos decidan el destino de tantos, sea para bien o para mal.
- Bueno, si me disculpas iré a buscar algo de información antes de ir a descansar. Que Lunitari sea contigo.
-Buen camino...- Y se levantó, pagando una habitacion normal, se fué a dormir para el dia siguiente.
Después de haber dormido semanas al raso y con el frío invernal aún dando coletazos, no podéis sino alabar la comodidad de las habitaciones que, con chimenea incluida son todo un lujo para vuestros cansados pies. La mañana siguiente amanece despejada y soleada, y el desayuno es rico y abundante por lo que ya estáis listos para ir a dondequiera que decidáis ir ahora.
Relajado y con un buen humor que realmente es extraño en el, el minotauro saluda a se acerca a su compañero.
Muy buenos días bárbaro, veo que haber dormido muy bien, como yo dormir excelente!!!
Luego de terminar su desayuno el musculoso guerrero se acerca a la barra y pregunta a la camarera que le atendiera la tarde anterior...
Nadie haber venido a buscar a minotauro y bárbaro, el ser humano pequeño, y tener que vernos aquí, yo temer que algo pasar, el caminar por camino normal por el que venir gente a este lugar, saber tu si hay peligro por camino normal por el que venir gente acá?
Extrañamente el minotauro parecía realmente preocupado por la suerte de su compañero, si bien sabia que no tenia vínculos con el, se sentía algo responsable por haberle dejado partir en solitario y después de todo el pequeño había sido de utilidad y había demostrado su valor...
- No, nadie ha preguntado por vos o vuestro compañero - responde la camarera. Ciertamente, a pesar de que hace algunos años la situación era mucho peor, viajar por los caminos sólo sigue siendo muy peligroso. Mi tío que es buhonero fue atacado el otro día sin ir más lejos, y se salvó únicamente porque espoleó al caballo casi hasta la extenuación para evitar a las malditas lagartijas.
Quizá nosotros mejor regresar por Lucius, el estar herido y comportarse como valiente, no gustar si el haber muerto o estar herido... Comenta el minotauro a Damrath...
Damrath estaba realmente asombrado por la preocupación del minotauro por el humano. Siempre había supuesto que este no era mas que otro minotauro sanguinario en busca de la gloria de su señor Sargonas. Interesante.
-Busquemos entonces al hombre. ¿tienes todos los pertrechos necesarios?-
Mientras iban a las puertas del pueblo comentó.
-El mejor lugar desde el que rastrear, es el punto de la escalera donde nos separamos.-
El minotauro escucha con agrado las palabras del bárbaro. Al menos no es otro animal de campo como sus hermanos, parece que también sabe de honor... Yo estar preparado, mejor partir cuanto antes, temer que comenzar nuestra caza por premios antes por que encontrarlos en camino...
El minotauro se acerca a la camarera del día anterior y deja un pago similar para que le guarden su habitación, hecho lo cual sale de la posada...
Damrath marchó detrás de él, evitando llamar la atención todo lo posible. Cuando llegaran a la espesura, volvería a ponerse en cabeza.
Tras dejar Zenram guardada la habitación no tardáis en poner rumbo a la escalinata por la que ascendisteis el día anterior. En la parte superior no hay ni rastro de vuestro compañero así que no hay otra que investigar abajo, donde puede que haya pistas.
El descenso es bastante más lento que lo que fuera el ascenso el día anterior, ya que hay que andar con pies (o pezuñas en el caso del minotauro) de plomo para no despeñarse y acabar siendo así una masa gelatinosa en el fondo del precipicio. Cuando descendéis encontráis que, para vuestro pesar, la pieza que abatisteis el día anterior ha sido completamente saqueada y decapitada. Hay huellas de varias botas en el piso embarrado.
En realidad al minotauro no sorprende en lo mas mínimo el encontrar el cuerpo sin cabeza del reptil, con la jugosa recompensa que hay en el pueblo ciertamente era algo que tendria que pasar mas temprano que tarde.
Mejor buscar a humano en camino principal, me supongo que lagartos emboscarlo allí, buena oportunidad para matar un par de bestias jojojo
Damrath invirtió algo de tiempo en rastrear las huellas y las marcas de los "carroñeros" humano. Quizá mas tarde esa información podría serles util. A saber que tipo de grupos podrían encontrar en el camino con itención de quitarles sus presas.
Razas, genero, y numero. Sería informacion útil.
-Dame un momento Zenram...-
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Supervivencia para rastrear
Resultado: 15(+3)=18