Partida Rol por web

Bueno, amiguito. Pórtate bien: mi amigo Mâgnïr tiene la mala costumbre de cortar cosas de vez en cuando. Es un tic que tiene desde pequeño... Esto último lo dice acompañándolo de un sutil guiño. Después, se dirige hacia la taberna.

Selt entra en la taberna dejándote solo bajo la tremenda lluvia que no parece tener la intención de arreciar prontamente.

Selt sale de la posada y se dirige al lugar en donde dejó a Mâgnïr: Todo bajo control: uno capturado y el otro huyó. Sucedió antes de que llegásemos nosotros. Entremos con ese pájaro. Los demás nos esperan.

En el mismo momento que Mâgnïr se disponía a hacer entrar al prisionero, y estando Selt a un par de metros de distancia, la tormenta se llevó su alma.
Una brutal descarga eléctrica, un cúmulo informe de energía negativa atraida por su armadura metálica, penetró en su cuerpo quemando sus entrañas. Su armadura humeante aún chispeaba cuando Selt se acercó a él.

Casi sin poder reprimir las ganas de vomitar, Selt no consigue acercarse a Mâgnïr debido al extremísimo olor a carne quemada. Por su parte el prisionero parece poco dispuesto pues ni siquiera ha tratado de escapar; bien sea por estupidez o por el miedo a la tormenta que le impulsa a buscar refugio seguro.

Tras una seca palabra del maestro intérprete, ambos se disponen a entrar en la taberna. Aunque deberíamos dar entierro al enano...

Freya, ante la tardanza de Selt, sale de la taberna interesada en saber qué es lo que pasa. Lejos de lo que pudiere pasar por la imaginación de la qualinesti, lo que allí encuentra no es de su agrado:

Selt, paralizado por la sorpresa*, mira fijamente al suelo, allí donde se encuentran los restos semicalcinados del enano. La armadura de Magnir aún chisporrotea, cargada de electricidad, y el olor a carne quemada aún es fuerte a pesar de la intensa lluvia.

Junto a Selt, acurrucado y muerto de miedo, se halla el prisionero, gimiendo y mirando al suelo.

Freya queda aterrorizada por la imagen que ve...

Por todos los dioses!!!! Se tapa la nariz con parte de su capa para evitar el olor... sus ojos se llenan de lágrimas al ver lo que ha pasado... lucha contra ellas para mantener la calma y tranquilizarse... sin pensarlo dos veces, se acerca a Selt, se arrodilla a su lado y le aparta la mirada de los restos del enano... le coge de un brazo para ayudarle a levantarse y lo lleva al interior de la taberna, cuando Selt está dentro, da media vuelta y hace lo mismo con el prisionero, aunque con algo menos de dulzura y delicadeza de la que había usado con su compañero...

Luego se da media vuelta y vuelve junto a los restos del enano... las lágrimas recorren sus mejillas sin poder evitarlo, pero no es momento para lamentaciones... se arrodilla a su lado y entona unas plegárias por el alma de su antiguo compañero de viaje....

Silvanariel sale de la taberna...

Frente a ella, los restos de Magnir; los restos semicalcinados del enano. La armadura del guerrero aún chisporrotea, cargada de electricidad, y el olor a carne quemada aún es fuerte a pesar de la intensa lluvia.

Abro mis ojos, quizas excesivamente.. voy a llevarme una mano a la boca cuando de repente paro...
Algo en mi me impulsa a parar, a no taparme la boca, a no taparme los ojos ni dejar de mirar... Fijate, Silva.. Este es tu camino.. te has alejado de los silvanesti, de tus hermanos, porque sabes que tarde o temprano seras una renegada, una oscura.. sabes que en cuanto portes La Roja, seras una oscura, como el mas malvado ser.. seras mancillada en todo tu ser.. y te encontraras en un mundo de violencia y sin compasion alguna.. donde los dioses solo se quedan espectantes ante loq ue ocurre, influyendo solo en las mayores decisiones... Mira bien, pequeña...Miralo que veras a partir de ahroa infinidad de veces, cada vez que combatas, cada vez que te defiendes... cada vez que esos arrogantes de la Torre de Alta Hechiceria te ordenen...
Apretando los dientes me acerco a los restos. Los observo... Pobre Magnir... No se merecia esto, enano o no.. no se merecia un final tan tragico... Miro hacia las lunas (*)y tragando saliva dejo que las lagrimas se mezclen la lluvia en mi rostro.. Es eso, Lunitari..? Eso has de mostrarme..? Sea... Respiro profundamente, para seguir susurrando aun en elfico.. Seguire tu camino....[
Un nombre se abrepaso en mi mente.... Kalarion...