Partida Rol por web

El tabernero se ajusta el cinturón y la mochila mientras deambula frente a la puerta de la taberna. Empieza a anochecer (quedará poco más de media hora) y unos nubarrones oscuros oscurecen la poca luz que llega desde el sol y ocultan la luz de las lunas.

Vaya !! se avecina una tormenta...

- Probablemente sea así... Freya mira al cielo pero enseguida baja la mirada para ver por donde va. Camina detrás del tabernero, enterrada en su capa con la capucha puesta para abrigarse.

Amigo... Esto, ¿cuá era vuestro nombre? El mío es Selt, por cierto, comenta el trovador. ¿No será esto demasiado peligroso? No sabemos cuántos son ni a dónde ir ni... Selt no sabe muy bien qué hacer. Pero, ¿no parecía que los bandidos estaban en la taberna?

Escucho atenta a Selt; sin embargo lo que me llama la atencion es la gente que se queda en la Taberna y los que salimos...

Únicamente los miembros del grupo salen de la taberna, el resto de gente, al parecer está poco interesada en ayudar a cazar a lo que sea que os habéis inventado para llamar la atención.

El posadero, tras determinar que nadie más va a salir, se presenta:
- Soy Huirt Krendith- dice.- Y llevo varios años por esta zona tras haber combatido cuando era más joven contra innumerables monstruos.
El tabernero saca una antorcha de la mochila, ya encendida con luz mágica, mientras cierra la puerta.

- Y vosotros... ¿cuál es vuestro nombre?- pregunta. Y... lo que es más importante ¿dónde decís que encontrásteis el cuerpo?

Freya hace una muy leve reverencia (reberencia?) inclinando suavemente su cabeza dejando caer su hermoso cabello desde el interior de la capucha como si de una cascada dorada se tratase... Yo soy Freya... sacerdotisa de Branchala... al servicio de aquel que me necesite Sonríe ligeramente y deja a sus compañeros comentar los detalles del ataque...

Sera mejor que Selt lo explique; yo no... Miro al extraño camarero y evito su mirada, nerviosa. Soy Silvanariel... Silvanariel Hojaplateada. Aprendiz de estudios arcanos. Tras decir esto ultimo lo miro unos breves segundos de reojo, esperando su reaccion...

Huirt os mirá extrañados al oir las capacidades que os atribuís sin saber si debe creérselo o no; unos simples "Encantado" y "Es un placer" es lo único que acierta a articular mientras mira de arriba a abajo a las elfas.
Finalmente su mirada se posa en el cielo que no deja pasar ya casi luz alguna. No se vislumbran ni las lunas ni las estrellas. Deberíamos darnos prisa.- Murmura- Parece que va a llover esta noche.

Huirt, puesto que pareces ser mucho más experimentado que todos nosotros, ¿cuál es el plan?

Mirando los caballos suspiro... Ir a ver los cuerpos dejaria aqui a los posibles asesinos... Aunque supongo que el anciano podra facilmente con un par de villanos... Miro a Freya con preocupacion en los ojos Pero...
Suspiro Los cuerpos se encuentran mas adelante por ese camino, a un lado de el. Solo hay que caminar unos cuantos minutos... Levanto con desganas la mano señalando con el indice derecho...

¿El plan? No sé si lo considerarás un plan, pero yo tengo pensado revisar la zona y seguir las huellas de los atacantes.- responde a Selt- que no se ha presentado- mientras echa a andar hacia donde indica Silvanariel que, poco a poco*, va perdiendo la timidez a la hora de hablar con extraños..- Tengo algo de experiencia a la hora de rastrear huellas, pero nunca viene mal la ayuda de alguien observador... o alguien del tamaño de un enano.- Bromea señalando a Mâgnïr.

En verdad que si sabes leer las señales del suelo, podremos llegar lejos. Nosotros fuimos incapaces de dirimir hacia dónde iban las huellas o concretar cuántos eran. Y Selt permanece pensativo hasta llegar al lugar en donde vio aquellos cadáveres.

Mientras andáis, aquello que parecía anunciado ya desde que salistéis de la taberna sucede. Está lloviendo suavemente.

Huirt, sabedor de lo poco que duran las huellas bajo la lluvia aprieta el paso siguiendo las indicaciones del grupo, casi corriendo en el último tramo.
- Caballos... tres...- murmura mientras revisa las huellas- Y un grupo a pie, supongo que vosotros. El apuesto humano pasa los dedos constantemente por el suelo, moviéndose cada vez más rápido, dirigiéndose ahora por el camino de vuelta a la posada. Hemos de darnos prisa o perderemos el rastro.- Añade mientras eleva la antorcha a la espera de que todo el grupo le siga.

Dinos, Huirt, por las huellas, ¿sabrías decir si esos caballos llevaban carga pesada o ligera? Es que peor que bandidos sería encontrarnos con algunos mercenarios o desertores escondidos del Ejército de las Tinieblas.

Iban poco cargados.-contesta el tabernero. Y no, no lo creo, serán solo oportunistas, nada de bien formados guerreros. Si no no habrían hecho esa chapuza.

Finalmente, apenas un centenar de pasos antes de llegar a la taberna, Huirt se desvía por un lateral del camino, un pedregoso camino que va hacia el sur, atravesando una inmensa llanura.
-Al menos uno de ellos tomo este camino, los otros parece que siguieron adelante.- informa.

¿Qué extraño? ¿Por qué se dividirían?, pregunta Selt, tanto para sí mismo como para los demás mientras ve lo que Huirt ha indicado: que las huellas se separan.

Bien, yo optaría por seguir las huellas del que va solo; seguramente sea más fácil cogerle, aunque si no nos damos prisa, teniendo en cuenta que va a caballo no le cogeremos a menos que se haya detenido por las cercanías... ¿qué opináis?- pregunta el tabernero mirando a Selt.