Ah, no sé; yo creía que tu eras la sacerdotisa del grupo xD si a alguien le puede interesar hacerlo es a ti.
Sí, bueno... yo ya lo tapé cuando lo vi. Y Silva salió después. Supuse k ella haría algo. Freya quedó traumatizada. No se yo si seria ella la interesada, joe. Vaya mierda de caballeros que tengo en el grupo. ¬¬
Freya pierde por unos instantes su alegre sonrisa...
Antes de partir... deberíamos hacer algo... Baja la mirada apenada... las lágrimas se asoman a sus ojos, aunque no acaban de salir. Deja el trozo de pan que tenía entre las manos encima de la mesa. No va a comer más...
¿Qué sucede que tanto te apena, Freya?, pregunta Selt al ver a la afligida elfa.
Por cierto, se acerca el tabernero. ¿Queréis hacer algo con el enano churruscado de la puerta? El grupo de enanos dice que no venía con ellos...
Freya da un salto al oír las palabras del tabernero... ¿churruscado? Podría demostrar algo de respeto... Le dirige una mirada gélida y sin decir palabra alguna, sale de la taberna con paso rápido, apartando la mirada del humano con un rápido gesto de cabeza haciendo que alguna de las lágrimas que asomaban por sus ojos acaben flotando en el aire.
Al salir fuera, Freya vuelve a ver la orrible escena de anoche. Todo está como lo dejó, aunque el barro se ha secado. Se acerca a lo que queda del cuerpo del que fue su compañero de viaje hasta hace unas horas y se arrodilla delante, uniendo ambas manos y recitando algunos salmos. Salmos que suenan con una dulce y triste, muy triste, melodía...
Creo que se ha molestado.- afirma el tabernero mientras acabáis de desayunar, ya listos para salir de viaje. Y también creo que ya os váis. No os voy a cobrar por la ayuda prestada ayer, y porque confío en que paséis por aquí de nuevo y la déis a conocer a los viajeros que encontréis.
Cuando salís de la taberna encontráis a Freya sobre el cadáver (ciertamente churruscado) de Mâgnïr entonando un salmo fúnebre. Ciertamente, si queréis daros prisa podéis ignorar el cadáver de un compañero de viaje de un solo día, gruñón y que se zampaba las raciones de los demás, pero la clérigo parece decidida a no hacerlo.
Selt aguarda pacientemente a que concluyan los salmos.
Cita:
¿Molestado?, no: es que es un poco... rarita, dice Malon sin pestañear. Sus padres nos han confiado su custodia para que no le pase nada, y cuando le da un yuyu le llevamos la corriente. Se le suele pasar pronto y entonces es muy buena chica.
¡Vaya, muchas gracias por el alojamiento y la comida! Seguro que te haremos buena propaganda.
Selt aguarda pacientemente a que concluyan los salmos. Ya somos dos; si El no quiere añadir nada nos ponemos en marcha.
Freya finaliza por fin la canción y aún arrodillada, con la cabeza agachada, mirando al suelo, se dirige a sus compañeros que la siguen...
No... ¿no podemos hacer nada más por él?
ñiñiñiñiñi... ¿no vamos a enterrarlo ni nada o k?
Malon, extrañamente enternecido por la vista del cadáver de Magnir, le dice a Huirt: ¿podrías encargarte de que le sepultaran?
Supongo que sí.- contesta el tabernero- Aunque tampoco os puedo asegurar que vaya a recibir más que un hueco en una fosa común.
En realidad va a dejar que se pudra ahí, pero lo enterrará si os movéis ya xD
Freya asiente y se pone en pie por fin, poniéndose en marcha en dirección a la que iban al pasar por la taberna, esperando que el resto de sus compañeros la sigan. Se despide de Huirt con una mirada seria y una sonrisa, asintiendo con la cabeza agradecida por el trato recibido hasta ahora.
Malon hurga unos instantes en sus bolsillo y saca una moneda de acero: para el entierro, dice.
Freya observa el gesto de Malon y le sonríe con ternura, con una expresión muy suave en su rostro. Está realmente enternecida, ya que a ella ni siquiera se le había ocurrido.
Dais gracias porque Malon encuentra la moneda que busca en uno de sus saquillos, temiendo ver qué es lo que lleva en la mochila después de todos los objetos que ha sacado: una daga, una llave de latón, varias piedras redondeadas, varios anillos, un vidrio aumentador con inscripciones que no reconocéis a simple vista, la cuerda de un colgante (sin colgante) y, por fin, varias monedas. Sin embargo, cuando se la va a dar al tabernero, Kirir sale de su estupor lanzando la mano increíblemente rápido.
¡Te dije que no cogieras ninguna moneda!- grita.- ¡Te dije que monedas no! El kender mira la moneda, aún en su mano, sorprendido para encontrar que se trata de una de aquellas de acuñación antigua que le mostrara el anciano.
Ya hacía mucho que no revisabas los saquillos xD
Freya da un respingo al oir el grito de Kirir. Se acerca a ellos presurosa...
¿Qué pasa con esa moneda? La observa detenidamente...
Kirir mira al kender fijamente esperando que sea este el que se explique y tendiéndole la mano para que se la devuelva.