Partida Rol por web

Conocedora de su papel antes incluso de que se lo dijeran, Dunia se adelanta por uno de los pasillos en sigilo hasta la primera de las puertas. Esta vez no esperaría a que le dijeran por dónde empezar.

Así que con cuidado... prueba a otear para tratar de tomar por sorpresa a un posible enemigo

Grundar espera a la señal de Dunia atento a cualquier detalle que pueda llamarle la atencion

Consciente de su escasa capacidad de combate, mas allá de los hechizos, Idari optó por permanecer en retaguardia, sujetando la ballesta que pendía de su cinto, intentando aparentar tranquilidad a pesar de que su corazón latía de manera acelerada. Comprendía que aquel tipo de situaciones eran mas conocidas para sus compañeros por lo que les dejó cualquier tipo de decisión táctica, limitándose a aguardar atenta, hasta dar con Ameiko o con mas de aquellos goblins. Hablando de lo cual ¿porque había goblins en esa fabrica? Dudaba mucho que la carta a Ameiko fuese una estratagema urdida por los pequeños monstruos.

Kendra asiente silenciosamente a las palabras de Samir, confiando en la habilidad del cazador, que debía ser patente pues había sido compañero de aventuras de Ameiko, Auge y Dunia. Bajó junto con el resto hacia el sótano.

Notó la presencia de Auge acercándose a ella, quizás algo más de la cuenta incluso. Se removió incómoda en su armadura cambiando el peso de un lado a otro mientras esperaba a que Dunia regresase con información sobre la multitud de direcciones que se presentaban ante ellos. No hubo palabras, solo una respiración tensa y un sentido del deber inquebrantable.

De algún modo, entendió que Kendra había aceptado el hacer de escudo y espada, aquello facilitaba las cosas. Avanzaba como había previsto tras ella. Sus sentidos estaban alerta y, por un momento, pensó que quizá hubiese algún tesoro.

Se fijó en que Idari también caminaba más retrasada, así que le sonrió. Definitivamente el físico no era el fuerte de ninguno de ambos dos.

Dunia comprueba que no se escucha nada al otro lado antes de comprobar la puerta, esta parece abierta y sin trampas así que procede a abrirla cosa que consigue con facilidad al otro lado hay una antesala que da paso a un tunel que se pierde bajo tierra donde llega el olor a sal marina.

Mientras estan observando el trabajo de la chica Auge y Grundar escuchan varios sonidos provinientes de la puerta de al lado así que tras advertir a Dunia de ello esta se acerca para comprobarlo con más detenimiento, efectivamente, el sonido de unos ronquidos vienen de dicha habitación y al abrir la puerta levemente podeis ver un semielfo durmiendo en lo que parece ser un despacho provisional a mano hay un arco largo y a juzgar por las distintas bebidas alcohólicas tiradas por el suelo, el semielfo debió de darse una buena fiesta antes de caer borracho en la silla.

En vista de la dubitación de sus compañeros, Kendra toma la delantera, envainando su espadón a dos manos antes de proceder a entrar en la habitación. Examina con la mirada los alrededores, viendo al hombre, claramente el medio hermano de Ameiko, durmiendo una borrachera. Frunce el ceño ante la evidente falta de voluntad del hombre, y hace rodar una botella descuidadamente con el pie.

Reflexiona durante unos momentos sobre qué debería hacer en esta situación... Y finalmente, toma su espada larga y la coloca en el cuello del hombre:

"Levántate escoria. ¡Quedas detenido por tus crímenes contra el pueblo de Punta Arena y sus habitantes!"

Grundar avanzó con el baston preparado para atirzar al semielfo si hacia algo hostil, Despertar, borrachuzo.

- Por Gorum que hacer aqui

Ciertamente, de todos los encuentros posibles, aquel era el que menos esperaba. Aunque si lo pensaba bien... ¿No había dicho la carta algo sobre un hermano semielfo?

Resopla, pero un momento después se pone tensa. Estaban hablando muy alto, y más de esas bestias podrías estar cerca. escuchando. 

Reuniendo algo de valor, Dunia deja a los demás con el interrogatorio, que ya se sobraban para ser intimidantes, y va de puntillas hacia la siguiente puerta para pegar la oreja. Sólo quería asegurarse de no escuchar más de aquellas detestables risitas, y de que no fuesen a emboscarlos en el peor momento.

Auge estaba en un segundo plano, mirando al semielfo. Comprendía la reacción de los demás, pero... el tipo aquel no era la Ameiko que buscaban. No obstante, mientras la caballero se encargaba del despertar y de las amenazas, Auge se encaminó con calma a alejar el arco del tipo, hasta llegar a pasarlo sobre su hombro y pecho él mismo para que su oponente no hiciese ningún gesto que les pillase por sorpresa.

El frio acero de Kendra parece que  sacarle de su estado de sopor y observa al grupo con un aire de curiosidad y con cierta altivez, incluso frente a la indudable superioridad numérica, el chico no dice nada en absoluto y ni siquiera responde a las acusaciones de  Kendra y simplemente levanta las manos en señal de rendición mientras su sonrisa se acentua más.

Mientras tanto Dunia se escabulle al inicio de la conversación para buscar, en su camino encuentra  dos puertas más, una de ellas cerrada con llave pero por lo demas no escucha absolutamente nada volviendo al pie de las escaleras, sin nada que ver salvo la puerta cerrada con llave tiene la opción de o bien tratar de abrir la puerta cerrada o regresar con el grupo.

Había que admitir que aquella actitud altiva aún estando en inferioridad numérica y apuntado con un arma tenía su punto. 

Después de comprobar el resto de puertas, Dunia había decidido regresar, y viendo lo confiado que estaba aquel semielfo en aparente rendición ..

- No te importará que tome esto prestado ¿Verdad? - Sonríe no con poca picardía, dispuesta a apartar de sus manos el arco y a cachear a consciencia a aquel tipo que podría ser el hermano de su amiga en busca de dagas u otras armas ocultas.

Las preguntas se las dejaría a los otros dos.

Idari estaba nerviosa y el silencio retador de aquel tipo no ayudaba a que se relajara.

- Si no quiere decir donde esta Ameiko, atadlo y amordazadlo. Tenemos que encontrarla cuanto antes y no tiene sentido perder el tiempo con él.

¿Realmente se habría aliado con las sabandijas verdes? La idea le parecía a la hechicera tan irreal como desagradable, pero como ella misma había expresado, no había tiempo para eso ahora mismo.

- No poder perder tiempo, deber encontrar Ameiko. El giganton se acerco a la cara del borracho. Hablar ahora, o Grundar aplastar cabeza como goblin amigo tuyo

No-no somos asesinos -intentó recordar a Grundar-. Aplasta un poco, pero sin matar.

Trató de sonreír, aunque empezaba a ponerse nervioso y la lengua le bailaba en la boca, momento de callar. También quería rescatar a Ameiko pero habían límites que si los pasaban nunca se lo perdonaría a sí mismo... y probablemente Ameiko tampoco les perdonaría.

Dunia se dispone a recoger el arco pero alguien se le ha adelantado puesto que ahora está en manos de Auge  y lejos del semielfo así que se dispone a cachear el cuerpo del semielfo  pero no encuentra ningún arma  a la vista,este sonrie con arrogancia al escuchar vuestras palabras.

---Así que habeis venido a por mi hermanita¿eh?- dice, su voz suena ligeramente aflautada como los elfos pero sin llegar a ser melodiosa como la raza elfica- Llegais tarde, ahora mismo su alma está rindiendo cuentas ante Farasma como su padre, la muy idiota pensó que podia enfrentarse a mi ¡pobre ilusa!- dice mientras se rie  con cierto tono de amargura- Queria que se uniera  a mi pero subestimé su lealtad hacia el pueblo, así que no tuve más remedio que matarla y arrojar su cadaver al horno ¿sabeis que su padre los usaba para quemar cadaveres  de contrabandistas? son tan potentes que no dejan nada- dice sonriendo y mira al semiorco- Así que adelante, haced lo que querais para vengarla...pero no lo hareis me entregareis a las autorirades como habeis dicho, oh, como de pateticos sois los "héroes"- dice volviendo a reirse y luego escupe a Grundar.

¿Que no tenía más armas? Algo no encajaba.

Ni el discurso encajaba tampoco. Joder, aquello no podía ser cierto ¿Verdad? ¿Era posible que solo les estuviera provocando?

Intenta mirar algo mejor, pero lo cierto era que su forma de hablar de su hermana acababa de darme una patada en el estómago, y no estaba ella muy fina como para dar con armas bien ocultas.

-¿Juegas con nosotros, pelele? ¿Tienes idea de lo que vas a conseguir como nos provoques?

La mirada de Kendra se endureció mientras apretaba su puño en furia. ¡Cómo osaba aquel mequetrefe burlarse del asesinato de su propia hermana! La rabia luchaba por abrirse paso en el interior de la adalid, pero se mantuvo firme mientras con tono sombrío sacaba unos grilletes de hierro para colocárselos al criminal.

"No tengo palabras para describir la escoria que eres. Pagarás caro por tus crímenes ante la justicia. El asesinato de Ameiko no pasará sin ser castigado."

- Grundar ayudar a poner grilletes, dijo el semiorco endureciendo su mirada. Si tu mover, hacer compañia a Ameiko, dijo mientras levantaba su baston y lo agarraba a dos manos, cubriendo a Kendra mientras ponia los grilletes

---Me vais a ruborizar,chicas...- dice Tsuto sonriendo  mientras Kendra sacaba las esposas y se las pasaba a Gundrar, este simplemente levanta una ceja- Me sorprender vuestra incompetencia ¿acaso pensais que voy....como se dice....a entregarme por las buenas? Lo siento tengo cositas que hacer y ahora que he acabado aquí....así que no puedo divertirme mucho rato...-Apenas veis el movimiento que hace pero los más perceptivos veis como su cuerpo se dobla como sí fuera papel y con la pierna hace palanca para separar  la espada de la sorprendida Kendra haciendo que golpeé a Grundar con la parte plana retrocediendolo un paso debido a que no se lo esperaba, el semielfo se incorpora rápidamente y se gira hacia Kendra y con una rápidez absoluta comienza a encadenar una serie de golpes extremadamente rápidos que impactan sobre la armadura de la mujer pero sin sufrir daño alguno aunque es capaz de sentir los poderosos impactos.