Partida Rol por web

Tras una apresurada partida y  provisionaros bien, emprendeis vuestro camino a Cima del Cardo, esta se encuentra situada en algun punto del noroeste a un dia de Punta Arena así que la primera noche la pasais al raso haciendo las guardias pertienentes y poniendo un poco en común lo ocurrido*.

Por lo que os han contado, el lugar se encuentra en una isla alta de la costa, es inaccesible por par así que solo se puede acceder por tierra, Ameiko os ha informado que antes de llegar al lugar hay que atravesar una floresta  que envuelve la zona conocida como la floresta Ortiga, no es hasta mediodia cuando llegais a dicha zona.

Las zarzas y los cardos que crecen tan rampantes en la floresta Ortiga son aún más densos y enredados aquí, cerca de la costa. Aunque no bloquea el sonido de las olas chocando contra la orilla más al oeste, la maleza es desde luego lo bastante espesa como para impedir ver y acceder a la costa. Pocos árboles crecen tan cerca del linde marítimo, pero las propias zarzas a menudo alcanzan alturas que rivalizan con ellos; aquí, la broza mide casi 20 pies (6 m) de alto, un hueco en una de las paredes permite atravesar la pared sin sufrir los daños de la planta aunque alguno tendrá que ir a gatas puesto que el tunel improvisado apenas alcanza el metro de altura.

Tras la explicación rápida de Dunia*, Auge sencillamente asintió.

Además, su maestra -señaló a Anira con la cabeza- y experta en cazar goblins vino para aquí. Por muy buena que sea, probablemente se vea superada en número. Es lo habitual con estas criaturas, más nos vale no subestimarlas.

Cuando encontraron con aquella entrada miró a Idari.

Voy adelantándome. Confío en tu puntería, he visto que se te da bien la ballesta.

Trató de animarla mientras se echaba al suelo sin ningún tipo de pudor para avanzar hacia el otro lado.

Probablemente sea una trampa.

Dijo, ya a mitad de camino.

Y si lo es... ¿no prefieres que me aproxime yo antes en sigilo? - Enarcando una ceja, nada convencida

- Grundar no ser silencioso, Grundar esperar a Dunia. Miro su hacha y se sonrió, Grundar poder acabar con Goblins si aparecer, Grundar listo, Dunia avisar !

Claro.

Salió y se preparó para ir unos diez pies tras Dunia.

Ante la invitación de Auge, Dunia se acerca a al tunel  y pasa por él teniendo solamente que inclinarse un poco para atravesarlo sin cortarse con las espinas y ramas, el otro lado muestra un paisaje un tanto pintoresco, los muros de zarzas y ortigas se curvan levemente cubriendo el cielo formando túneles naturales, la humedad del ambiente es mucho más intensa en esta zona provocando que al igual que en el exterior la humedad se pegue a las planta formando un rocio que envuelve las planas dejandolas húmidas.

Lo único que permanece intacto de la maleza es el suelo que es solamente tierra pisoteada con el tiempo aunque no puedes ver ningun rastro que te indique que dirección tomar, ahora mismo los túneles se dividen en tres caminos, uno se dirige al oeste, otro al este y otro al norte.

Tras ver lo que había, Dunia regresa tratando de no hacer mucho ruido.

- No veo señales de paso, pero quien sabe.

Vayan siguiéndome a una cierta distancia pero sin perderme de vista ¿De acuerdo?

Aquellas zarzas tenían pinta de extenderse por un buen tramo y no quería perderse sola en el laberinto.

Auge asintió, seguiría a Dunia a unos quince pies de distancia. Ella era la guía en aquel momento y confiaba en su sigilo y sus habilidades, al igual que confiaba en las estrellas para protegerles en aquel desastre en el que se estaban metiendo.

Grundar se acerco a la maleza y la examino antes de intentar avanzar a traves de ella

Idari se sentía físicamente en forma después del breve descanso en la taberna, pero su confianza seguía seriamente mermada, por lo que iba en completa tensión, atenta a cuanto pudiera ocurrir a su alrededor. Repuestos los virotes, empuñaba de nuevo la ballesta, satisfecha de contar de nuevo con su repertorio de hechizos.

Se aproximo lentamente hasta la entrada de aquella especie de túneles naturales, desconfiada, pero intentando que Dunia no se alejase demasiado de su vista.

Uno a uno os vais acercando y pasando por el estrecho tunel, salvo Grundar que tras examinar el muro decide atravesarlo sin más apareciendo en el otro lado sin ninguna herida, la única que se queda atras es Anira que duda un instante y se asoma por el hueco del tunel.

---Chicos, siento dejaros en la estacada pero me preocupa mi maestra, Shalelu, ella venia aqui cuando  me envió a por vosotros y me preocupa no tener rastro de ella, voy a buscarla y nos reuniremos con vosotros más adelante ¿de acuerdo?- dice la muchacha antes de dar a Auge el anillo que le habian prestado- Necesitareis vosotros esto más que yo, suerte, y que Desna os acompañe.

Tras esto, la muchacha corre en dirección este dejandoos solo a vosotros 4,por vuestra parte, avanzais  siguiendo a Dunia a una prudente distancia por el camino izquierdo , la mujer se dedica a mirar en cada esquina antes de tomarla pero afortunadamente no encuentra a nadie y sigue avanzando por el sendero con cautela hasta llegar a una bifurcación.

Está apunto de pediros consejo cuando repara algo en el camino de la izquierda  que la hace acercase, allí puede ver un improvisado puesto de guardia vacio y a juzgar por su destartalado aspecto es sin duda obra de goblins

La apenó escuchar que la partida de la compañera a la que acababan de conocer, pero no era nadie ni tenían ningún compromiso de permanencia, o algo así, así que solo la despidió con un gesto de la mano y una queda sonrisa.

Lo primero era lo primero, y al parecer lo siguiente era un pequeño puesto de guardia. ¿Estaría realmente tan abandonado como parecía?

Grundar dejo una ventaja a la exploradora para avanzar lentamente por el camino que habia seguido Dunia, Dunia ir delante pero no deber dejar sola, pasarle algo y Grundar no enterar, dijo animando a sus compañeros

En cuanto le dieron el anillo, Auge asintió. Sabía que a veces los caminos se separaban y otras se juntaban, así que el tiempo decidiría que pasaría entre ellos. Miró a Dunia y le entregó el anillo.

Vas en cabeza, así que mejor prevenir.

Aseguró para evitar que la muchacha discutiera en su cabezonería. Y sin mucho más, la siguió a unos veinte o treinta pies, mirando a Grundar un momento.

Un minuto es mucho tiempo, con unos cuantos cinco o diez pasos de distancia bastará.

Aseguró. No quería perder más aliados.

La marcha de Anira fue tan precipitada, que Idari a duras penas fue capaz de asimilarla antes de que desapareciera. Apenas habia cruzado unas palabras con ella, pero habia visto lo efectiva que era en combate y lo mucho que habia ayudado. tan solo esperaba que los que quedaban fuesen suficientes para enfrentarse al peligro que les esperaba allí entre la espesura.

Dejando que Dunia se adelantase, la joven hechicera continuó tras ella, preparada para afrontar lo que fuera que se encontrase.

Un examen te permite averiguar que efectivamente el puesto de guardia está completamente abandonado desde hace algunos dias  por lo menos, hay una pequeña capa de polvo que lo cubre todo  y uno hay huellas visibles que indiquen que allguien a pasado por ahí de manera reciente.

El lugar no es muy grande, apenas una habitación y una escalera que sube al mirador, aunque este último  revela alguna cosa, una gran extensión de  bosque que se extiende hacia el este, al nordeste hay una isla escarpada donde se alza una fortaleza de madera, el único punto de acceso es al parecer un puente que se haya al este del lugar y que conecta la isla con algun punto de la foresta.

Seguía a Dunia a la misma distancia.

Quizá sea hacia el este.

Era sólo una idea, según lo que se veía en el mirador. Aunque no iba a discutir las claras habilidades de su compañera para colarse e investigar en construcciones ajenas.

Grundar se encogio de hombros y avanzo siguiendo al grupo, con la mano en su gran baston

Idari cada vez se sentía mas nerviosa, y la opresiva frondosidad cargada de espinos no lo hacia mas fácil, pero a pesar de ellos seguía adelante, aferrándose con fuerza a su ballesta y obligándose a respirar con calma. Habia dejado la exploración en las expertas manos de Dunia y no iba a inmiscuirse en ello, así que continuaría vigilando la retaguardia.