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El Abad de los Bosques

El Abad de los Bosques

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17/11/2019, 13:57
Grombar

Grombar agudizó la vista apretando los ojos sin dejar de moverse apresuradamente. Los rugidos de la bestia simiesca aun eran altos tras ellos, pero poco a poco ponían distancia entre ellos. Le parecía ver algo de luz en unos de los corredores de la siguiente intersección ya estaba cansado de moverse a oscuras. No le gustaba nada esa posición de debilidad.

-¡Por ahí! ¡Dónde la luz, Nörsil! -levantó la voz para hacerse oír- ¿alguien tiene una antorcha?

El bárbabaro avanzaba a grandes pasos apremiando a Leleouch, que iba inmediatamente antes que él en el orden de marcha.

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17/11/2019, 17:49
Nörsil

Ejerciendo de guía en la oscuridad el elfo los hace avanzar con cuidado. Tras el despertar del monstruo y la carrera por la estancia el elfo ve una salida, no dos, la segunda no está iluminada y los demás no la ven. Habrá que confiar.

- ¡Hacia la luz! - grita.

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17/11/2019, 19:37
Eyra

Estaba extenuada del esfuerzo. Aún notaba los músculos de mis brazos en tensión por haber estado sosteniendo durante tanto tiempo los pesados portones. Sin embargo, cuando finalmente se cerraron, no quedaba otra que correr.

Grombar habló primero, luego Nörsil. El tiempo apremiaba, y... quizás con suerte, pudiéramos llegar a la salida antes de que el mono entendiera quiénes eran los intrusos que se habían encargado de arrebatarle su preciada reliquia. Por supuesto, yo no esperaría a que se despertara del todo para ello.

—¡Vamos! —bramé mientras emprendía la marcha todo lo rápido que mis pesadas armaduras me permitían.

Confiaba en que, aunque el hechizo de invisibilidad hubiese desaparecido, a aquel simio le costara tanto ver en la oscuridad como a nosotros. De esa forma, sólo nos divisaría una vez estuviéramos a salvo...

Notas de juego

Corro como alma que lleva el diablo a la salida.

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17/11/2019, 21:20
Director

Los apresurados aventureros llegan hasta la intersección. Sin poder perder ni un segundo en decidir, Grombar, Nörsil y Eyra optan por seguir hacia el este. Lelouch y Bratynne les siguen por inercia. El nuevo pasadizo es, por desgracia, igualmente amplio y espacioso que el anterior; su persecutor no va a tener problema en darles caza. Una antorcha prendida en la pared ilumina una pronunciada rampa de varios metros que conduce a una nueva sala. Grombar, harto de oscuridad, se apropia de la antorcha y Lelouch descubre que tras ella se oculta una tercera runa: Enfermedad.

Seguido por todos, el bárbaro avanza con ímpetu hasta la rampa y utiliza su recién adquirida antorcha para iluminar la pendiente. Desde el nivel inferior se eleva un hedor a carne podrida que flota en el aire, repulsivo como un miasma nauseabundo que recubre los pulmones. Para sorpresa y asco de todos, la sala está inundada por un mar de ratas. Revolotean dentro y fuera de la estancia a través de cientos de agujeros excavados en las paredes y el suelo. Cientos y cientos de ellas; contarlas es tan imposible como repugnante.

Las ratas se concentran en el centro, alrededor de un pie cercenado ornamentado con joyas y bandas de platino, rodeándolo y deleitándose en él como suplicantes antes de darse un festín. Más allá, al fondo de la sala, pueden entreverse varios peldaños, posiblemente parte de una escalera que descienda a otro nivel... Pero es imposible saberlo con certeza, pues el acceso está prácticamente taponado por el enjambre de roedores.

El panorama es tan vomitivo que el grupo desearía poder dar media vuelta... Hasta que escuchan un nuevo grito: potente y feral, perturbador y descorazonador. Los aventureros se tapan los oídos para evitar quedarse sordos; las baldosas tiemblan a sus pies y mantener el equilibrio es todo un reto. Las poderosas y aplastantes pisadas del simio suenan cada vez más cercanas. El tiempo se les agota.

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18/11/2019, 10:46
Nörsil

El elfo guardando el arco enciende la antorcha que lleva él y la dirige a ras de suelo. Da un par de pasos hacia adelante.

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18/11/2019, 10:58
Eyra

Nunca había visto tanta cantidad de ratas como había en esta sala. El pie del centro llamaba mi atención, no por lo grotesco de la imagen, sino por lo adornada que estaba. Además, el hecho de que hubiera un pie, además de una antorcha aún prendida, me hizo pensar que...

—Hay más personas en este lugar —dije, casi en un susurro sin querer perturbar el festín que se iban a dar los roedores con el pie del pobre desgraciado al que hubiera pertenecido—. La antorcha encendida... una antorcha no puede durar muchas horas sin consumirse por sí sola. Y, ahora, el pie...

Estaba segura, debían haber más intrusos en la mazmorra. ¿Saqueadores como nosotros? ¿Quizás realmente aquel monasterio no estaba del todo deshabitado?

Fuese lo que fuese, ahora teníamos una cosa más importante que hacer... y era salir de aquí antes de que los roedores decidieran darse un festín con algo más grande que un simple pie, o que el simio lograra llegar hasta donde estábamos nosotros... El escudo poco iba a hacer contra los ratones, así que volví a colgármelo a la espalda. Sin embargo, la espada la tenía aún desenvainada dispuesta a cortar todo aquel ser que se acercara a mis pies.

Por otra parte, el elfo había tenido una buena idea, así que le dejé el primer puesto y me coloqué cerca de él. El fuego espantaría a los roedores, dejándonos paso. Con suerte, lograríamos bajar las escaleras sin ningún percance.

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18/11/2019, 11:21
Lelouch

Al entrar en la sala instigado por Grombar el clérigo reprimió sus náuseas. Nunca había visto tantas ratas hacinadas en un lugar. Estas, además de incomodar con su presencia, dificultaban notoriamente la visión de espacio. Lelouch, creyó discernir lo que podrían ser unas escaleras hacia un piso inferior, pero era imposible asegurarlo. Cada estancia lucía peor que la anterior y su peor presagio parecía volverse realidad. La sala representaba la runa de la Enfermedad, lo que no le sorprendía siendo las ratas potentes vectores, mientras que las dos anteriores habían sido Violencia y Locura. Siguiendo la lógica vivida hasta entonces, parecían quedar como mínimo dos estancias: la Vejez y el Hambre. ¿Acaso pueden empeorar más las cosas? Pensó Lelouch. El destino rápidamente le respondió a esa pregunta puesto que las pisadas del ciclópeo simio se acercaban con premura.

- ¿Qué hacemos? - inquirió con urgencia a sus compañeros. En ese momento Nörsil se adelante y se coloca en cabeza del grupo con Eyra detrás. Lelouch entendiendo la situación los siguió. Era indudable que la visión del elfo era impresionante y en más de una ocasión los había salvado. En la oscuridad, él sería los ojos del grupo.

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18/11/2019, 11:39
Nörsil

Nunca en siglos se acostubraría a la podredumbre, la ultima vez fue una infestación de gnerls en el bosque de Cherweed, cuando acabaron con ellos hubo que limpiar cientos de cadaveres del tamaño de cabras. Tratando de contener las nauseas intenta observar el comportamiento de las ratas algo mejor.

- ¿Cuántas antorchas tenemos? Giremos en círculo conforme avanzamos.

Nörsil agita por el suelo en un arco la antorcha.

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18/11/2019, 12:11
Lelouch

- Yo todavía poseo una antocha - respondió Lelouch a Nörsil. - Sin embargo, no sabemos que nos espera más adelante - dijo conservador mientras miraba al resto del equipo - ¿Estamos seguros de querer utilizarla?

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18/11/2019, 12:27
Bratynne

Yo tengo dos antorchas más las sacó de su mochila y encendió una y la otra la metió en el cinto para tenerla a mano ¡Venga! Giró la cabeza hacia atrás. Ruidos de pisadas: el simio gigante se acercaba Usémoslas para ahuyentar a las ratas ¡No hay tiempo!

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18/11/2019, 13:14
Director

Nörsil enciende su antorcha y traza un semicírculo hacia el suelo. Las ratas reaccionan de inmediato, alejándose del crepitar de sus llamas, pero en todo lo demás ignoran al elfo. Grombar y Bratynne emulan su proceder y la reacción es la misma. Lelouch, creyendo que las ratas todavía no son una amenaza, decide conservar la suya. El grupo comienza a avanzar como si fueran uno, abriéndose paso con lentitud.

El clérigo ha reconocido bien la runa. Un examen más cercano pone en evidencia que todas las ratas están enfermas: llagas abiertas, forúnculos rugosos, costras supurantes, parches de piel desnuda, miembros atrofiados, ojos llenos de pus y miles de moscas... Literalmente. Se mueven aprisa por toda la hedionda sala, algunas de ellas brincando sobre los pies de los aventureros, que creen desmayarse por momentos.

Los infectados roedores no parecen haberse dado cuenta de su presencia, hasta que su camino hacia los peldaños les acerca al pie ornamentado. Entonces todos se detienen al unísono y en una milésima de segundo cambian su curso, concentrándose alrededor de él y formando un caparazón, como si fueran un escudo vivente. Algunas de las ratas han sufrido graves quemaduras a causa de las antorchas, pero no parece haberles importado: La extremidad cercenada es algo que realmente desean proteger.

Eyra observa que, tras los adornos del pie, hay carne humana. Esto pertenece o perteneció a alguien. Si no es una de las reliquias del Abad, ¿Por qué las ratas lo protegen tanto? Y si lo es... ¿Qué es lo que lleva Bratynne en la mochila? 

Las ratas parecen preguntarse lo mismo. Conforme el grupo avanza el enjambre se divide y mientras un grupo reducido sigue protegiendo el pie, la mayor parte de ellas comienzan a acercarse a Bratynne. Primero la persiguen con timidez, luego con insistencia... Algunas mueren quemadas, pero sus esfuerzos solo hacen que aumentar. Dentro de poco, las llamas no van a ser suficiente para ahuyentarlas.

Pretenden arrebatarle su mochila, a cualquier precio.

Se oyen piedras desmoronarse y cadenas repicar: los pisotones del colosal simio están a la vuelta de la intersección.

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18/11/2019, 17:33
Nörsil

- ¡Hay que hacer algo!, esas cosas las atraen.

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18/11/2019, 17:54
Bratynne

Las ratas subían por su espalda y se enganchaban la saco en el que guardaba las reliquias. Cogió una y la lanzó contra la pared de roca. Luego se zafó de otra más y tras esa una tercera que lanzó al suelo. ¡Qué asco! Aquellos animales estaban horriblemente mutilados y enfermos ¿Qué tipo de magia negra las mantenía vivas?

Corramos hacia las escaleras. Corramos. Como pudo metió la mano en la bolsa que llevaba al cinto y sacó un vial de aceite y lo lanzó contra las ratas que se agolpaban allí. El fuego debería ahuyentarlas y darles el suficiente tiempo como para escapar por la salida antes de que el simio llegase.

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18/11/2019, 18:38
Nörsil

Nörsil viendo la determinación de Bratynne con largas zancadas se adelanta hacia el centro de la habitación mientras toca el reguero de aceite con la antorcha. - ¡Hop!

En el lugar donde está el trozo de cadaver, tras aguantar la respiración, alarga la antorcha y la mano enfundada en los guantes de la armadura hacia el pie con las decoraciones y lo alza para lanzarlo hacia la entrada donde se va escuchando el estruendo del mono. - ¡Hah!

Notas de juego

No se si contará como una acción o 2

@Merebor Un movimiento y una acción, muy temeraria:)

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18/11/2019, 21:50
Eyra

No había dudas: las ratas eran atraídas por las reliquias.

¿Qué razón había? Y, lo que era peor, ¿por qué había carne humana en la reliquia de esta sala? Por un momento temí que, lo que habíamos conseguido hasta el momento, eran partes desmembradas de un ser humano envuelto en oro y piedras preciosas. Aquello era algo que comprobaría en cuanto tuviéramos un momento de respiro.

Apenas tardé milésimas de segundo en seguir los pasos de Bratynne y Nörsil. Sabía lo que pretendían, sabía por qué la ladrona había lanzado aquel vial y sabía el infierno en el que se convertiría toda aquella rata que hubiese sido rociada por el líquido que contenía en cuanto Nörsil tocara con su antorcha el reguero que había quedado.

Sería todo un espectáculo de color rojo y olor a carne quemada...

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18/11/2019, 22:41
Grombar

Grombar agitaba la antorcha frente a las ratas tratando de abrirse paso hacia las escaleras. EL olor era nauseabundo pero no le molestaba más que el de otros tugurios que frecuentaba entre aventura y aventura. Las ratas en cambio, la posibilidad enfermar, eso era otra cosa. Odiaba sentirse débil, él era un titán. Las acciones de Bratynne y Norsil se sucedieron muy rápido. Sonrió al ver al elfo apostar alto.

-¡Bien elfo! - agarró a Lelouch de la túnica y tiró de él con fuerza rumbo a las escaleras, consciente de que se iba a desatar un infierno- ¡Vamos socios, salgamos de aquí! ¡Dejemos al mono bailar con las ratas!

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19/11/2019, 02:06
Director

El monstruoso mono es más grotesco que la peor de las imaginaciones. Iluminado ahora por la luz de las antorchas revela una anatomía imposible: complexión descompensada y deforme, músculos exageradamente aumentados, mirada desorbitada y enloquecida. El contrahecho gigantón entra en la sala y, cautivo por la misma fijación que las ratas, inclina sus pisadas hacia Bratynne.

Es el momento de actuar. Bratynne agarra uno de sus viales y, destapándolo, lo lanza próximo a las escaleras. La botella recorre una parábola rociando del líquido inflamable todo a su paso e impactando sobre un abultado parche de roedores. Nörsil, con valeroso arrojo, se acerca al centro de la sala y prende el aceite con su antorcha. Las llamas cobran vida y se expanden en cuestión de segundos. Antes de que puedan reaccionar, multitud de ratas mueren irremediablemente: algunas yacen inertes mientras arden, otras explotan en un amasijo de vísceras y carne quemada.

La necesidad de vomitar es incontenible, pero no hay tiempo para eso. El resto del grupo corre hacia los peldaños sin pensarlo dos veces. El enjambre ha sido disperso pero enardecido por el fuego. Agitado y violento, su nuevo objetivo es Nörsil, demasiado cercano al pie ornamentado. El elfo, confiando en la protección del mithril, agarra la extremidad cercenada. Las ratas contestan con un chillido agudo e infernal y, siguiendo todas una misma voluntad, se abalanzan sobre él unánimemente. 

Los miomorfos enloquecidos comienzan a amontonarse unos sobre otros llegando casi hasta sus rodillas. Nörsil, siente como sus contagiosos mordiscos son detenidos por la armadura y el aura protectora de Lelouch. Peligrosamente asediado, sabe que debe deshacerse del pie, o el enjambre acabará por trepar hasta su cabeza. Sujetándolo a sangre fría lo lanza exitosamente en dirección al pasadizo; el enjambre vuelve a chillar y se desplaza siguiéndolo como una centella. 

La extremidad cae segura sobre un colchón de ratas arremolinadas frente al simio. Una nueva ola de chillidos insoportables parece celebrar haberlo salvado. El gran monstruo se suma a la tormentosa cacofonía con sus penetrantes rugidos y resoplos. Nörsil aprovecha la distracción para juntarse con los demás, que ya le esperan en los escalones. Rodeados de ratas muertas y quemadas, Eyra y Grombar mantienen a ralla todas las que intentan saltar sobre Bratynne, despedazándolas a montones a base de espadazos y hachazos.

El círculo protector de Lelouch se disipa. Las antorchas apenas consiguen mantenerse encendidas: Un viento preternatural y helado proviene de la oscuridad bajo los escalones. La temperatura desciende por momentos, tanto que incluso las llamas de la sala se debilitan. El grupo no sabe hasta qué punto podrá soportar un frío así... Pero el colérico gigante, retomando su avance, les asegura que volver atrás ya no es una opción.

- Tiradas (3)

Notas de juego

@Lelouch Te pido disculpas, he olvidado aplicar en la tirada el bonificador de CA de tu conjuro: protección contra el mal. No ha afectado al resultado, pero sepas que lo he tenido en cuenta. 

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19/11/2019, 15:41
Nörsil

Nörsil se sacude las ultimas ratas de las botas al alcanzar los escalones. A punto como están de dejar atrás la habitación infestada Nörsil tiende la antorcha a Eyra, - Toma. Las llamas crepitan y el olor a carne quemada no mejora el ambiente pútrido de la estancia.

Toma el arco y una flecha, apunta a una de las extremidades del gigantesco simio. - Espero que funcione. Y dispara.

Permanece un instante para observar lo que ocurre y sigue a sus compañeros.

- Tiradas (1)
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19/11/2019, 17:17
Director

La flecha vuela certera y queda clavada en el hombro derecho del abominable primate. El disparo ha sido efectivo y le ha afectado a la movilidad del brazo. Visiblemente irritado, comienza a rugir y babear sin control.

Con el brazo bueno que le queda levanta una de las baldosas y la estrella contra el suelo. Agarra uno de los numerosos guijarros resultantes y responde al ataque de Nörsil lanzándoselo a toda velocidad.

Detectando el movimiento en milésimas de segundo, el elfo se agacha justo en el momento oportuno. El proyectil pasa silbando sobre su cabeza y se estampa contra la pared, quedando completamente reducido a polvo. Nörsil traga saliva y agradece a los dioses no haber recibido el impacto.

- Tiradas (2)
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20/11/2019, 07:03
Bratynne

¡Nooo! gritó al ver como el elfo lanzaba el pie hacia el lado contrario. La ladrona estaba convencida de que tenían que reunir todas las piezas o reliquias del abad si querían  salir airosos de aquella aventura. Ahora el pie chapado en láminas de oro estaba frente al gigantesco simio y todas las ratas se apretujaban en torno a él como siniestras peregrinas en torno a un santuario sagrado. ¡Era una locura regresar a por la pieza del puzzle! 

Huyamos mientras estemos a tiempo señaló la escalinata y corrió hacia ella librándose por el camino de las pocas ratas que habian sobrevivido al fuego