Partida Rol por web

El Abismo de la Garganta de Serpiente.

4 - Capítulo 4. Retorno a Jotenheim.

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22/10/2022, 09:21
Kuzlass Agrav

La recompensa era generosa, no cabía duda. Las ropas y los libros no le interesaban lo más mínimo al troll negro, pero las joyas, las monedas y la comida no eran algo a despreciar.

Un tercio de lo ganado nos lo llevamos los trolls —dijo Kuzlass, mostrando una sorprendente habilidad para el cálculo matemático—. Vamos, Ur-El-Que-Se-Comió-Un-Escarabajo, cojamos nuestra parte.

El troll negro levantó sin esfuerzo los cofres con monedas y joyas y le pasó a Kuzlass su propia mochila, indicándole que la abriera. Después, metió a manos llenas sus manazas en el montón de monedas y se llevó aproximadamente una tercera parte. Hizo lo mismo con las joyas, metiendo también una tercera parte en la mochila, mezcladas con las monedas.

Cuida que no se te caiga.

Finalmente, cogió el saco de la comida y se lo cargó al hombro.

Miró a sus compañeros de aventura.

El resto de las monedas y las joyas, y la totalidad de los vestidos y libros son para vosotros —dijo, con un par de vigorosos asentimientos con la cabeza—. Es un trato justo y una recompensa ganada con dolor y también con gloria.

Tenemos que volver a las tierras del clan, pues Ur-El-Que-Se-Comió-Un-Escarabajo debe obtener un nuevo nombre; se lo ha ganado, por su valentía en la lucha contra el Caos —Aunque la gratitud no fuera una de las virtudes más frecuentes en la cultura troll, la ayuda de Ur en la gesta que habían realizado debía ser tenida en cuenta y recompensada—. Las matriarcas del clan escucharán su historia y también la vuestra.

Aquí se separan nuestros caminos. Que la bendición de la Madre Oscura os cubra con su manto de tinieblas.

Kuzlass gruñó y enseñó los dientes en una mueca feroz a cada uno de los compañeros de aventuras. Después, le hizo un gesto al gran troll.

Vamos, Ur. Hay un largo camino hasta el Dagori Inkarth.

Y con esas palabras se dirigió hacia la salida, dispuesto a escabullirse en la noche y alejarse de las tierras de los hombres con rapidez y sigilo, al más puro estilo de los trolls. 

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22/10/2022, 11:59
Ur-El-Que-Se-Comió-Un-Escarabajo

Asintió sobrio... hasta que miró al elfo gruñendo por entre sus amarillentos colmillos: —¿un tente-en-pie para el camino, Kuz?

La baba le colgaba por entre los labios grises y cuarteados. El pacto de no agresión que se suponía entre compañeros ya no rezaba para él, ¿verdad?

—Jaaaaajajajajajaja, hooooohohohoho, heeeeeehehehehe. ¡Ser broma! ¡Ser broma! ¡Ser brooomaaa! Si tú ver la cara que tú poner...

Se partía la caja como un niño, se palmeaba los muslos y casi se le cae el paquetón con todas aquellas cosas que servían de botín.

—Adiós. Ur comió un escarabajo. No olvidar. No obtener honor alguno por conocer a Ur, pero Ur aprovechar honor vuestro y procurar que pegar un poco. Ur aprovechar. Ur pedir: ser compasivos y no guardar rencor por honor perdido al ir con Ur. Adiós.

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23/10/2022, 02:17
Caballero negro

Sea pues, habéis guiado a esta expedición por las cavernas y el combate, creo que es un trato justo. Golpeo el puño contra mi pecho acorazado. - Que tengáis, prósperos días y apacibles noches. Una vez los Trolls se han ido, recojo lo que creo mi parte, entre vituallas y joyas. - Creo que con esto será suficiente, pues, no es correcto cargar con mucho y debo buscarme la vida con los caminos. Hago una reverencia, poco marcada. - Hechicera, elfo. Que los dioses os sean propicios y el final os sea lejano. 

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23/10/2022, 14:38
Zashi

Luego de que los trolls se aprovisionaran y antes de que los escalofríos de estar donde estaba la abrumaran, se levantó y se dirigió a sus antiguos compañeros. Hizo una prolongada reverencia a ambos trolls, como era habitual en su tierra y luego se despidió de ellos uniendo sus manos en frente de si—. Ha sido un placer compartir caminos durante este tiempo. Que las bendiciones de la madre oscura los ayuden a guiarse hasta su clan sin problemas. Nunca olvidaré el aprendizaje que ofreció el cruzar nuestros caminos. —Luego se rió un poco con la broma de Ur— No hay deshonor en caminar con un amigo. Espero puedas cambiar de nombre cuando llegues a tu hogar. —A continuación le sonrió. Sabía que era un formidable adversario, pero teniéndolo como compañero era una agradable compañía. Sería difícil olvidar su huella deshonrosa. 

Mas tarde, cuando el caballero se encontraba retirándose— Buena suerte a donde tus dioses te lleven. Que las lluvias y los caminos se abran ante tus pasos y que el destino te permita llegar allá, lejos, donde busca tu espíritu. 

A continuación se dirigió a los pilones de objetos, observó lo que quedaba y sintió especial interés por los libros y algunas de las prendas. Cargó su bolsa con algunas de esas cosas, las suficientes para considerar su parte pagada y se despidió del elfo— Un gusto, compañero, compartir esta misión —le dijo—. Aunque te recomendaría que no te quedes demasiado, este sitio no me hace sentir segura, ni cómoda. Espero que los dioses de tu pueblo guíen tus pies en el sentido de tus búsquedas, y espero alguna vez volvamos a cruzar caminos. —Se llevó al hombro las cosas que había tomado para si y salió por la puerta caminando. Antes de abandonar la curiosa mansión le echó otra mirada y con un nuevo escalofrió salio hacia el exterior.

Zashi no desestimó pasar la noche en la posada, aunque aún tenía sus dudas de si hubiera algún ser humano allí. Buscaría aprontar los caminos y encontrar otro pueblo en la distancia, segura de cualquier mal. 

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23/10/2022, 23:24
Aeril

Había bajado el arco y se lo había echado al hombro cuando apareció aquel tipo que resultó ser un no-muerto. Llevó la mano a la empuñadura de la espada, ya no se fiaba de nadie, pero al ver que los demás terminaban dando la estatua y haciendo honor a lo prometido, decidió no intervenir. Después de ver la recompensa y de cómo los trolls se llevaban casi todo, incluida una promesa que me hice de acabar algún día con ese apestoso Ur, nos quedamos los demás allí quietos. El primero en moverse fue el caballero, que cogió su parte y se fue y después fue la joven humana, que se decantó por algún libro y ropa. Solo quedaba yo en aquel sitio. Un escalofrío recorrió mi espalda con las últimas palabras de Zashi.

-"Yo cogeré lo que resta de recompensa." Dije acercándome y recogiendo todo lo que allí quedaba.

Salí rápidamente de allí y decidí irme también del pueblo para descansar en el bosque. Al haberse disuelto el grupo, volví a mi estado huraño habitual. Los caminos me esperaban más adelante...