Partida Rol por web

El aliento del demiurgo

Encuentro en el parque (Dimka y William)

Cargando editor
19/01/2014, 05:01
William Doe

Alzo las manos hacia el frente. Me doy media vuelta y me tambaleo. Miro al suelo, al cielo, hacia los edificios. Me mareo. Caigo de rodillas y noto un dolor punzante en ellas. Apoyo las manos en el suelo. Noto mi pulso acelerado y no soy capaz de coger aire. Intento llenar los pulmones pero mi respiración está demasiado acelerada. Me invade una sensación de desesperación, miedo, incertidumbre...¿qué me está pasando?. Deseo con todas mis fuerzas que pare, que se acabe de una vez, y la impotencia que esto me produce es la peor sensación de todas. Me tapo los ojos y grito con todas mis fuerzas...

Cargando editor
19/01/2014, 16:06
Dimka Dashkov

Comencé a moverme con intención de volver a mi piso, convencida de que William iría detrás de la vieja bruja, cuando vi que se tambaleaba cayendo sobre sus rodillas. –Will, ¿qué te pasa?- no me contestó pues le faltaba el aire, me preocupé de inmediato y me arrodillé a su lado sujetándole por los hombros.

-Will, Will tranquilo respira hondo o te desmayarás.- intenté calmarle porque tenía la respiración muy agitada, como si estuviera hiperventilando doblado de dolor, sin embargo no sabía qué le pasaba y estaba empezando a ponerme histérica. El recuerdo del sueño y de la sensación de ahogo me golpeó de pronto con fuerza, con el jaleo de la ambulancia y la señora se me había olvidado por completo. Agarré más fuerte a Will, apartando la sensación de un golpe, mi amigo me necesitaba y no sabía qué podía hacer pero debía mantener la calma. El grito desgarrador que salió de su garganta me puso los pelos de punta, miré a mi alrededor buscando algún tipo de ayuda.- Dios Will, ¿qué hago, qué te pasa?- lágrimas de impotencia asomaron a mis ojos sin poder evitarlo pero, si no me decía qué le pasaba, poco podía hacer excepto estar ahí para él.

Cargando editor
20/01/2014, 01:31
Director

Conforme los segundos pasan tu situación, lejos de mejorar, empeora. Los destellos son cada vez más fuertes, y puedes sentir cómo atraviesan todo tu cráneo, desde los ojos ojos hasta la parte posterior, como si fueran rápidas corrientes eléctricas. La voz de Dimka te llega, lejana, pero no terminas de distinguir lo que dice. Toda tu atención está en esos cegadores golpes de luz que te asaltan una y otra vez, aún con los párpados cerrados.

Finalmente ya no existe nada: Sólo esa intensa luz intermitente. Flash. Flash. Flash. Y en las décimas de segundo entre uno y otro uno sólo queda la oscuridad. Ni tus pupilas se adaptan lo suficientemente deprisa, ni tu cabeza está preparada para esto. El fuerte estrés al que se ve sometida va tomando cuerpo en forma de dolor. Intenso y ardiente, como un fogonazo en la parte superior de tu frente.

Sientes cómo tu cabeza está a punto de explotar. Es un dolor desgarrador, que se hace aún más grande cada vez que hay un nuevo destello.

Y de repente todo termina. Te encuentras en el suelo del portal de tu edificio, de rodillas. Todo tu cuerpo está cubierto de un sudor frío, y delante de ti una Dimka asustada, con el rostro teñido de preocupación y miedo, te observa impotente. Tu respiración está alterada, pero la única reminiscencia que queda de lo sucedido es el dolor de tus rodillas.

Cargando editor
20/01/2014, 14:43
William Doe

Mis manos están sobre mi cabeza. Noto como el sudor cae por mi frente. Todo parece haber pasado pero mi respiración sigue acelerada y estoy aturdido. Necesito un momento para mirar a mi alrededor y saber que estoy en mi portal. Miro hacia el frente y veo a Dimka, a mi lado, asustada y con la cara descompuesta. Ver el rostro de alguien conocido me reconforta un poco. Intento ponerme de pie, pero sigo demasiado aturdido como para hacerlo y noto un dolor punzante en las rodillas. Me siento en el suelo y meto la cabeza entre las rodillas intentando controlar la respiración. Los recuerdos del día empiezan a pasar por mi mente y vuelvo a recordar la pesadilla. Intento hablar pero las palabras no salen de mi boca.

Cargando editor
21/01/2014, 00:34
Dimka Dashkov

William intenta incorporarse pero no puede, me acerco más y le pongo la mano en el hombro. - ¿Estás mejor?- pregunto con voz temblorosa, me he asustado y no puedo ocultarlo.

Miro a mi alrededor impotente buscando una solución, como si algo fuera a hacer que Will se sintiera mejor. Tengo que retomar el control, me digo a mi misma con decisión. - Will, tienes que levantarte, no te puedes quedar sentado en el portal. Si te apoyas en mi llegaremos hasta casa, allí te podrás tumbar y te curaré las heridas que seguro que te has hecho en la rodillas. Aunque tengamos que parar en cada escalón...- mi optimismo se esfumaba por momentos y cada vez estaba más angustiada. -Will, dime algo, por favor.

Cargando editor
22/01/2014, 11:57
William Doe

Mi cuerpo empieza a reaccionar de nuevo, parece que todo ha pasado pero las rodillas me siguen doliendo horrores. Miro a Dimka y escucho lo que dice con la mayor atención que puedo en ese momento. Sigo un poco aturdido pero creo que tiene razón y debería incorporarme. Intento levantarme torpemente y le tiendo una mano a Dimka para que me ayude. 

- Vamos a casa, por favor. Intentaré contarte lo que me ha pasado, aunque no lo tengo muy claro.

Cargando editor
22/01/2014, 17:40
Director

Cuando volvéis a vuestro piso podéis ver que la gente ya se ha dispersado. Probablemente, estando fuera ya tanto el hijo como la madre, habría poco que ver.

Las rodillas de Will no presentan ningún tipo de herida, aunque sí es evidente que han sufrido un buen golpe: probablemente en unas horas tendrá dos buenas marcas, y molestias para caminar durante algunos días.

Entre unas cosas y otras parece que el tiempo haya pasado volando: es cerca de la una y media de la tarde, y sin embargo la pizza que pedisteis hace cerca de una hora no ha llegado a aparecer.

Cargando editor
22/01/2014, 20:25
Dimka Dashkov

Con alguna dificultad volvimos a casa, cuando entramos ayudé a William a llegar hasta el sofá, donde se sentó. Estaba nerviosa y asustada, no quería pensar en lo que le había pasado y, a la vez, no podía evitarlo.

-Si quieres refrescarte ya sabes dónde está el baño, lavarte la cara y quitarte un poco el sudor te sentará bien. - medité un poco antes de decirle lo que pensaba.- Si te mareas no te hagas el machote, te puedo ayudar.

Me moví intranquila por el piso intentando simular que hacía algo y que no pasaba nada, mientras Zero asomaba  la cabeza por la puerta de mi dormitorio y me miraba sin atreverse a salir.

-¿Quieres un té o una manzanilla? La pizza no ha llegado, no sé si llamar a ver qué pasa o directamente sacar una del congelador…- me callé de golpe y me quedé quieta antes de mirar a William, no tenía sentido evitarlo. –Me has asustado mucho, creí que te morías. ¿Qué te ha pasado?

Cargando editor
22/01/2014, 22:58
William Doe

El contacto con el sofá me resulta reconfortante. Cierro los ojos unos segundos intentando no pensar en nada, pero todo lo que ha pasado durante el día vuelve a mi cabeza. Quizás haya sido el estrés de la situación, eso es lo que quiero pensar pero todo me resulta demasiado extraño. Oigo como Dimka me habla y me dice que me lave la cara pero estoy muy agotado y me da una pereza horrible levantarme al baño, en parte por si me caigo de bruces cuando intente levantarme. 

Cuando Dimka me pregunta que me ha pasado miro al techo e intento organizar mis recuerdos para que cuando lo cuente no suene demasiado raro.

Si te digo la verdad, no tengo muy claro qué me ha pasado. Supongo que habrá sido por el estrés del día. De repente empecé a ver como flashes cegadores, en plan discoteca, pero estaban en mi cabeza. Daba igual si cerraba los ojos o los dejaba abiertos, no paraban. Al final empezó a dolerme la cabeza de una forma horrible y de repente paró. Ya no había flashes ni dolor de cabeza, sólo el dolor de rodillas.

Termino la explicación lo mas fiel posible a lo que recuerdo y observo la expresión de Dimka esperando no haberle parecido un loco de remate.

Cargando editor
22/01/2014, 23:42
Dimka Dashkov

Escuché en silencio su explicación tratando de no demostrar lo preocupada que estaba, aunque en realidad lo estaba haciendo fatal.

-No me extrañaría, con el día que hemos tenido. Además no he ayudado demasiado, lo siento Will te he puesto en el medio en la discusión con la vecina y no es justo para ti.- Fui al baño mojé una toalla con agua y volví al salón, le tendí la toalla y me senté en el sofá a su lado.- Toma, te aliviará. No te preocupes eso ha sido como una migraña de esas que hasta el menor ruido o la luz te hacen daño. Alguna vez incluso he vomitado por lo fuerte que era el dolor. ¿Estás mejor ahora? ¿Te ves con ánimos de comer algo?- intenté quitarle importancia a lo ocurrido, ya estaba él bastante asustado para que yo me pusiera histérica, pero en realidad estaba muy preocupada.

-Ambos deberíamos comer algo, hemos dormido poco y apenas hemos comido nada desde por la mañana. No me extraña que estemos agotados y nos den mareos y dolores de cabeza.– me levanté del sofá con energía renovada, el objetivo: alimentar a Will, así al menos podría hacer algo para que se sintiera mejor. – Voy a ver que puedo preparar en la cocina que sea un poco más sano que la pizza, dudo que llegué ya pero si lo hace será gratis por todo lo que está tardando. ¿Quieres algo concreto?

Cargando editor
26/01/2014, 01:00
Director

Mientras los minutos van pasando una vez más el día parece empezar a volver a la normalidad. O al menos tanto como puede volver a la normalidad un día con estos precedentes. La pizza no llega en ningún momento, pero no tardáis en comer algo. La tensión acumulada en las últimas horas se va disipando lentamente, dejando tras de ella un inevitable poso de inquietud.

Finalmente, comienza a acercarse la hora en la que inevitablemente Dimka debe ir a trabajar. Son ya las cuatro de la tarde, y a pesar de que la perspectiva de aguantar los discursos motivacionales y el acoso de su jefe, de colgarse una vez más en esa pose de cara al público durante toda la noche, no sea la mejor, es necesario tener un sueldo a fin de mes.

Cargando editor
26/01/2014, 19:50
William Doe

Estoy sentado en el sofá y parece que me voy encontrando mejor. El dolor de mis rodillas ha ido pasandose con el paso del tiempo, o me he acostumbrado a el y ya apenas lo noto. Sigo dándole vueltas a todo lo que ha pasado durante el día y no le encuentro ningún sentido a nada.

- Menudo día de mierda. Se me esta haciendo eterno, no veo la hora de que termine- le comento a Dimka mientras miro al techo y me paso las manos por el pelo.- ¿Tu que tal te encuentras para ir a trabajar?. 

 

Cargando editor
26/01/2014, 22:29
Dimka Dashkov

Después de comer recogí tranquilamente la cocina sin dejar de mirar de reojo a William, aunque parecía que se encontraba mejor no dejaba de estar preocupada y además eran las cuatro, en breve tenía que ir a trabajar. Maldito día de mierda y encima hoy no puedo escaquearme del trabajo. Cuando terminé de recoger me senté en el sofá junto a Will, inmediatamente Zero subió y se tumbço entre los dos.

-Estoy más o menos. La verdad es que no tengo ninguna gana de ir hoy al bar, pero tengo que abrir yo para prepararlo todo. Joder, menudo día para hacer de encargada, si no fuera porque tengo las llaves ya habría llamado para avisar de que no voy, pero no puedo.- resoplé molesta, me sabía fatal dejarle, Will vivía sólo como yo, ¿y si se ponía malo de nuevo estando en casa y no había nadie para ayudarle?- ¿Vas a venir? Tal vez debería quedarte aquí, así cuando vuelva traigo el desayuno y me cercioro de que estás bien. No quiero meterme donde no me llaman, pero esa jaqueca tan fuerte se puede repetir y no tengo llaves de tu piso. - dudé un poco no fuera a pensar que era una metomentodo.- Puedes quedarte en mi cama y si te encuentras mal me llamas y vengo en seguida, si estás aquí no tendré problemas para entrar. Si no quieres llama a algún amigo o alguien que se quede contigo un rato... no sé,es una tontería, ya me estoy preocupando de más, olvidalo y haz lo que quieras, yo no soy quien para decirte qué debes hacer.- me levanté del sofá y me fui a la habitación para comenzar a prepararme.

Cargando editor
28/01/2014, 06:45
William Doe

La verdad es que la idea de quedarme solo en casa después de todo lo que ha pasado no me hace ninguna gracia. Aún estando en casa de Dimka, si me da otra vez ese ataque raro a la cabeza, no podría llamarla por teléfono. No fui capaz de reaccionar ni de decirle nada estando ella delante, así que llamar por teléfono seguro que es una tarea imposible en ese estado. Creo que lo mejor que podría hacer es irme con ella al bar. Si me vuelve a pasar, y está conmigo, por lo menos podria llamar a la ambulancia.

- No quiero quedarme solo en casa, me aterra la idea. Te llevaré al trabajo y me quedaré allí tomando algo, ya me encuentro mejor. Si me da otra vez, por lo menos, estarás tu ahí para llamar a la ambulancia. Aquí solo yo no podría ni llamarte por teléfono.

Me incorporo y me levanto del sofá todavía un poco dolorido. Me voy a ir a casa a darme una ducha y prepararme un poco.

- Voy a darme una ducha en casa. Abro la puerta y te traigo las llaves, si ves que tardo mas de la cuenta entra sin miedo.

Voy a casa y abro la puerta, la dejo medio abierta y vuelvo a casa de Dimka.

- Te dejo las llaves en el salón, ahora mismo vuelvo. 

Cargando editor
28/01/2014, 12:53
Dimka Dashkov

Que William viniera conmigo tenía sentido, pero dudaba de que el bar fuera el mejor sitio si tenía dolor de cabeza, con la música tan alta probablemente sería como si le estallara, pero estaría pendiente de él y si así estaba más tranquilo, a mi me valía.

-Como quieras. Yo también aprovecharé para darme una ducha pero esperaré a que vuelvas, no creo que se repita, pero por si acaso.- observé como Will se iba y volvía con un juego de sus llaves para después marcharse de nuevo. Los tios tardaban poco en ducharse, miré el reloj y calculé que con cuarto de hora sería suficiente, si pasado el tiempo no volvía iría a comprobar que todo estuviera bien.
 

Cargando editor
28/01/2014, 13:44
William Doe
Sólo para el director

Entro en casa y voy directo a la habitación. Cojo ropa limpia y me voy directamente a la ducha. El agua caliente cae por mi cuerpo y la sensación me resulta de lo más agradable. Yo diría que hasta el momento es de lo mejor que me ha pasado hoy. Procuro no darle más vueltas al asunto, no quiero preocupar a Dimka más de lo que esta, así que no me entretengo y me dicho bastante rápido. Salgo de la ducha y me miro en el espejo... soy yo, aunque durante el día haya tenido mis dudas en ciertos momentos. Tengo ojeras y mala cara, por lo demás la misma cara de todos los días. Me seco y me visto, cojo una cazadora, unas llaves de casa y las del taxi. Cierro la puerta y vuelvo a casa de Dimka. Llamo a la puerta y espero a que me abra.

Notas de juego

Esto te lo mando a ti solo porque se supone que ella no ve lo qu hago en casa, pero si consideras que da igual y no tiene relevancia pues ponlo para que lo vea ella también ;)

Cargando editor
28/01/2014, 22:50
Director

Apenas tardas diez minutos en estar de nuevo listo. El día avanza pesado y lento, pero ya son algo más de las cuatro de la tarde. Con un poco de suerte, terminará pronto y el asunto de las luces habrá sido sólo un susto. La sensación de estar recién duchado limpiar un poco todas las sensaciones desagradables que te llenaban por dentro, dejando sitio para un poco de normalidad.

Cuando abandonas tu casa para pulsar el timbre de Dimka el descansillo continúa tan desierto como de costumbre. Parece mentira que sólo un rato antes hubiera tal revuelo. No se ha vuelto a escuchar a nadie entrar o salir de la vivienda de la que  unas horas antes salía una camilla y sólo por si os volvieseis a cruzar ahora con la mujer, mejor que sea así.

Notas de juego

Está perfecto ;)

Ahroa le pongo a ella post privado diciendo que llamas a la puerta, recién duchado :D

Cargando editor
28/01/2014, 22:51
Director

Apenas diez minutos después de que William abandone tu casa el timbre suena. No ha sido mucho tiempo, sin duda se ha dado prisa. Al otro lado de la puerta se encuentra él, aún con el pelo húmedo y ropa limpia.

Cargando editor
28/01/2014, 23:10
Dimka Dashkov

Al abrir la puerta miré el reloj y sonreí a William.- Vaya sí que tardas poco, te iba a dar 15 minutos antes de ir a comprobar que estuvieras entero.- me aparté de la puerta para que pasara y me dirigí al baño.- Yo también necesito una ducha, no tardo mucho, ya sabes como en tu casa.- comprobé la hora, no tenía que estar allí hasta las siete, tenía tiempo más que de sobra para ducharme y arreglarme.

Me metí bajo el chorro de agua caliente que me relajó un poco la tensión del día, parece mentira que algo tan simple siente tan bien, pensé apoyando las manos en los azulejos para dejar que el agua me resbalara por la espalda. A pesar de que, con gusto, me quedaría bajo el agua caliente hasta que se acabara, no quise entretenerme porque no se me quitaba de la cabeza el estado en el que estuvo William durante... su "ataque". No sabía exáctamente como llamarlo, pero me asustó y sería una faena que me pillara a medio vestir si se repetía.

Al salir de la ducha me enrollé la toalla en la cabeza, me sequé y me vestí. Afortunadamente mi pelo no requería demasiada dedicación por lo que lo froté vigorosamente con la toalla y lo cepille, en veinte minutos estaba de vuelta en el salón.

-Todavía es pronto, no tengo que estar allí hasta la siete. Tal vez no deberías conducir si no estás bien del todo, por si te vuelve a doler mientras conduces, podemos ir dando un paseo con coger una taxi... bueno, otro taxi. Tú verás como te encuentras.

Cargando editor
31/01/2014, 10:41
William Doe

Después de la ducha me siento renovado. Dimka abre la puerta y sonríe. Entro en su casa y me siento en el sofá mientras ella se da una ducha y se prepara. Busco a Zero con la vista pero no lo veo por ningún sitio, así que supongo que estará tumbado en la habitación. Mi mente divaga un poco volviendo a darle vueltas a todo lo que me ha pasado, pero Dimka entra en el salón y me dice que si no me encuentro bien para conducir que vayamos dando un paseo o en otro taxi que no sea el mio. Sopeso la idea y la verdad es que me parece bien. Normalmente no pensaría ni un instante el meterme en el coche y conducir, pero dado el estado en el que me encuentro hoy quizás sea mejor la otra opción.

Pues no me encuentro mal, pero la verdad es que no me atrevo a conducir no vaya a ser que me de otra vez lo que sea que me ha dado antes. Creo que dar un paseo hasta el bar me puede venir bien.

Me levanto del sofá y me dirijo hacia la puerta.

-Por cierto, quédate ese juego de llaves, tengo otro. Después del día de hoy creo que haría bien en dejártelo a ti por si acaso.- le dedico a Dimka un sonrisa y abro la puerta- ¿Vamos?