Partida Rol por web

Los ataques de Vangh y Maeval aciertan, pero el juez ni se inmuta. Lestar lanza una flecha pero falla estrepitosamente, el único que efecto que ha tenido es que el juez se ría.

En respuesta, el juez canaliza un rayo de fuego que impacta de lleno en el escudo de Krieg y lo atraviesa, a su vez se acerca y da un espadazo que corta el escudo y atraviesa la armadura del enano como sin mucho problema.

Mientras tanto, Tánathil se acerca a Orfen y observa la varita. Llega a la conclusión de que si la toca y aporta magia, esta funcionará más rápido, por lo que sin dudarlo la agarra junto con La máscara Ocre y le presta su poder.

Al hacer esto, el portal se ensancha casi al instante, terminando de formarse y encontrándose óptimo para pasar por él.

Orfen os grita.

"¡VAMOS, YA ESTÁ!"

Lejos de meterse el primero, empuja a los dos presos que rescatásteis y saca su cuchillo, enfilando al juez.

Paso por la grieta.

Paso por la grieta antes de pasar volteo para dar un vistazo rapidamente

-¡Vamos! ¡Tenemos que salir de aquí! -exclamo mientras corro al portal, pero no lo cruzo, sino que me quedo al lado- ¡Corred insensatos!

Emitiendo un sincero suspiro de alivio guardo la flecha que tenía preparada y me apresuro al portal. - ¡Vámonos Babroth! 

-Mierda *cough*. Apurense!!

Mientras me quejo de mis heridas, trato de retener al juez mientras retrocedo al portal y esquivo sus ataques

Me meto al portal junto a mi kobold.

Todos vais entrando al portal poco a poco, quedándose Orfen, Krieg y Lestar los últimos. El juez no se queda quieto y dirige otro espadazo hacia el enano. Krieg está a punto de recibir el golpe cuando un cuchillo arrojadizo de Orfen impacta en la mano del juez y desvía el ataque.

"¡Venga, vamos!" - Grita Orfen. Lestar y Krieg corren hacia el portal y entran, seguidos de La máscara Ocre.

Dentro del portal todo es oscuro, no habéis aparecido en ningún lado. Extrañados, miráis a todos lados, para finalmente detectar que la oscuridad se va disipando. Es entonces cuando os dais cuenta de algo muy revelador: no habéis abandonado la mansión, seguís en la misma sala de reunión donde os sentasteis.

Muy confusos, observáis vuestro equipamiento y heridas; no hay ningún daño, está todo como antes. Además, los magos no notáis que vuestras reservas mágicas hayan bajado.

Cerca de vosotros, veis a Orfen cruzado de brazos hablando con una mujer. No es humana, obviamente. Tiene varios simbolos brillantes por todo su cuerpo, parecen mágicos.

La mujer pregunta a Orfen mientras sonríe en vuestra dirección.

"Dime, ¿Cómo se han desarrollado en la pesadilla?"

Orfen guarda silencio, hasta que finalmente contesta.

"Me gustan... son el grupo más completo que ha superado mi pesadilla. Son los indicados para el trabajo, sin duda."

La figura femenina sonríe emocionada y se dirige a la mesa junto a Orfen. Os hace gestos para que vengáis.

"Sé que podéis estar algo confusos, venid y os lo explicaré todo. En resumidas cuentas, habéis pasado la prueba."

-Eh... Yo... ¿qué...? ¿cómo...? ¡¿PERO QUÉ COJONES?!

Me acerco a la mesa, un poco confundido, para luego sentarme en silencio mirando a la mujer y a Orfen

- Ya claro - digo con el rictus facial más estático del que soy capaz. Levanto mis antebrazos y toco la mesa, el ajuar de la mesa. Alzo los brazos hacia el aire.

Caigo al suelo, aun tocado por las "heridas" recibidas. Luego de un ratico, me levanto para recibir una explicación del suceso

Cojo mi espejo rápidamente para ver si mi maquillaje está perfecto al ver un humanoide de tal belleza como es la archimaga.

”¿Asique esto era una prueba?”-Digo mirando a Orfen, después me giro hacia la archimaga y añado-“Si querían probarme sólo deberían de haberlo dicho...”

Ante las palabras de Tánathil, la chica se acerca a él y le agarra de la mano.

"Ya no estáis en una ilusión, relájate y escucha."

El elfo da un respingo y observa la sala.

Orfen carraspea para que le prestéis atención y habla.

"Bien, como ya podréis suponer, antes de trabajar con nosotros tenemos que pasar un filtro. Vosotros lo habéis hecho sorprendentemente bien y hemos decidido que sois las personas que buscamos para la tarea del anuncio. Antes de nada voy a sentar la bases, os presento a la archimaga Aloria." - Dice señalando a la chica con su mano.

Echando un buen vistazo, veis que la archimaga es muy joven y bella, su cabello plateado llega hasta la cintura y sus ojos cristalinos os miran con ilusión. Los ropajes que lleva no son para nada los que llevaría alguien que ostenta el rango de archimago, pero parece algo convincente, después de todo es ella la que os ha inducido en la ilusión.

"Es la última de los Argénteos, una civilización ya olvidada hace mucho... vuestro objetivo es resucitar su nación. Solo nos falta un ingrediente para lograrlo... el libro de la luz. Este tomo se encuentra en el mundo de Kost el cual está habitado únicamente por un pequeño reino llamado Berio, en concreto lo que necesitamos se encuentra en su capital, Yzravil."

Aloria sigue hablando.

"El libro de la luz fue robado a mi gente por el monarca de Berio hace ya mucho tiempo. Sin el libro, nuestro mundo se volvió un páramo helado inhabitable. Solo unos pocos argénteos de mucho poder sobrevivieron, con el paso del tiempo nos fueron dando caza hasta solo quedar yo, la última de los argénteos. Si intentase recuperarlo, me detectarían al instante, y a Orfen lo persiguen en todos los mundos, incluido Korst. Por lo que tenemos que recurrir a un grupo polivalente que pueda cumplir la tarea, es decir, vosotros."

Aloria y Orfen se quedan en silencio unos segundos, es entonces cuando Orfen asiente y le habla a Aloria.

"Enséñaselo."

La expresión feliz de Aloria cambia radicalmente a una más sería. Podéis ver como os mira con duda y miedo. La archimaga agarra su mochila con cuidado y lentamente saca un cofre pequeño con mucha ornamentación y símbolos extraños.

Mientras pasa una mano por encima, pronuncia unas palabras... - "Ferea lit'u prejesh..." - ...que iluminan la caja, que se vuelve a apagar al cabo de unos segundos.

Al abrirla veis lo siguiente.

"El prisma argénteo, la piedra que cumplirá nuestras ambiciones... si conseguimos revivir a los argénteos, claro." - Dice Orfen, que también se asoma a verlo.

Al tocarte Aloria, tu visión cambia completamente. Notas que te está suministrando una cantidad increible de poder mágico, tanto que incluso te permite ver las auras mágicas de las personas de tu alrededor. Ves que la de Vel y Lestar son grandes, mientras que la de Vangh es enorme. Los demás no muestran mucho poder mágico excepto Aloría, cuya aura es inmensa. Al soltarte todo vuelve a la normalidad.

No estás en una ilusión, eso lo tienes muy claro.

-Os ayudaré -digo con mi voz chillona-. ¿Pero cómo nos dará ese prisma aquello que deseamos?

-Mmmm, que es ese cristal? Y que nos puedes decir de ustedes y del libro ese. Tan importamte es?

Los miro con un poco de duda, para luego hacer una pequeña sonrisa "Cuenten conmigo, siempre y cuando cumplan con su palabra"

Aloria se pone aún más tensa y deja a Orfen hablar.

"El prisma es un artefacto de mucho poder, el usuario que lo posee puede amplificar magia, modificar objetos e incluso crear la vida. El problema es... el uso de la piedra supone un desgaste físico devastador, incluso para las cosas más pequeñas. Para poder utilizarlo sin peligro, debemos llevarlo a Argenta, el mundo natal de Aloria y colocarlo en el canalizador junto al libro de la luz. Entonces Aloria podrá resucitar a los argénteos. A su vez, los magos de allí unirán su poder junto al de Aloria para conceder cualquier deseo nuestro. Sobre el libro... permite equilibrar las fuerzas de la naturaleza de un mundo, haciendo que sea habitable. Aloria y yo nos conocimos en uno de mis últimos robos, a partir de ahí empezamos a planear todo esto."

Notáis como Orfen está nervioso, incluso mueve un poco su máscara para ajustarsela bien.

"Aloria... solo una última vez. Confía en mi, estoy seguro de que lo conseguirán, solo necesitan saber que esto es real." - A su vez tira una moneda de cobre delante de la archimaga. 

La chica agarra el prisma y mira a la moneda, veis como tiembla de terror. Cerrando los ojos, con una mano agarra el prisma y con la otra la moneda. El artefacto argénteo lanza un destello a la moneda, esta empieza a transformarse hasta convertirse en una moneda de oro macizo.

La archimaga deja caer en la moneda en la mesa, justo cuando cae, os dais cuenta de que la piel de Aloria se vuelve gris y que parte de su frondoso cabello cae. Orfen se apresura a agarrarla, como si supiese que va a pasar. Inmediatamente después de que Orfen la retenga, Aloria empieza a sangrar por la boca, nariz y oidos mientras se asfixia.

"Acercad una silla, ¿Queréis?" - Dice Orfen mientras coloca la cabeza de Aloria de forma que no se ahogue con su sangre.