Partida Rol por web

El alzamiento de los tres monarcas

03. Más allá del río Berounka

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28/01/2021, 18:13
Eleanor Marlowe

Notas de juego

Jefe, Eleanor aprovecharía el final de la conversación para acercarse a Masín en privado, enseñarle la foto de Jack y preguntarle si lo ha visto en el pueblo. No revelaría su relación con él. Tan solo un aliado británico que había desaparecido y al que estaba buscando. Para que lo tengas en cuenta por si es posible. 

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28/01/2021, 20:33
Josef Masín

—No voy a negar que hemos oído algunos rumores —confiesa el líder rebelde arrugando el morro—. Se le ha llegado a preguntar al padre acerca de ello, pero responde con evasivas. Dice que se lleva a los niños porque es lo que se espera de ellos, que es parte de un plan mayor. No deja de remitirse a las Sagradas Escrituras, a esa Biblia que lleva siempre con él. ¡Dice que él es un ángel venido a este mundo a extender la voluntad del Señor!

Masín deja de hablar un momento para recuperar la calma. Parece que hablar del padre Andrej le saca de sus casillas, y eso no parece gustarle. A Masín le gusta el control.

—Hemos oído que más de un soldado ha vuelto malherido del bosque —sonríe de forma un tanto macabra—, o no han vuelto. Eso es un punto a su favor. Mire —apela directamente a la doctora, estableciendo intenso contacto visual—, me da igual lo que haga Andrej si eso permite expulsar de este país a esos perros asesinos. Ya perdieron una guerra una vez, y si se produce una segunda, correrán la misma suerte —inspira hondo—. Checoslovaquia no ce-de-rá —sentencia firmemente.

- En cuanto a lo de la infiltración en el castillo, tal vez lo más sensato sea entrar aprovechando el cambio de guardia. El sigilo puede ser nuestro mejor aliado en estas circunstancias. ¿Podría escalarse alguno de los muros del castillo sin ser vistos?  ¿Tienen algún plano del interior? ¿Saben en qué lugar concreto del castillo se están llevando a cabo los experimentos? - 

 —Dudo que puedan escalar una pared tan escarpada sin morir, y menos aún sin ser vistos —reflexiona, empezando a tomar un tomo de condescendencia—. Ese castillo está en un terreno muy escarpado y sus murallas gozan de una posición privilegiada para vigilar toda la periferia. Ahora mismo no puedo enseñárselo, no tenemos ningún plano aquí. La célula de Karlstein lo tiene —añade—, pero desde aquí mismo, desde Vordertrebain, puede verse el castillo allí en lo alto. Tiene tres torres, pero una destaca con respecto a las demás, la Gran Torre. Ahí es donde se encuentra el doctor, por supuesto.

Mira su reloj de pulsera.

—En fin, si quieren aprovechar el cambio de guardia, deberían partir pronto —coge el interfono de la radio—. ¿Están seguros? Puede que no salgan con vida. Evidentemente, si les cogen, negaremos conocerles. Si desvelan alguna información sobre la Resistencia, les mataremos nosotros mismos, no lo duden. Estamos por todas partes.

Notas de juego

Podríais escalarlo con buenas tiradas de Atletismo y Discreción, siempre teniendo en mente el riesgo de despeñaros o de que os descubran a media escalada y quedaros en una posición de total desventaja para vosotros.

Cualquier cosa que se os ocurra me vale si está bien argumentada. 

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28/01/2021, 20:34
Josef Masín

Cuando Eleanor le enseña la foto en un momento de discreción, este niega con la cabeza.

—Lo siento, señorita —lamenta—. Puede que en Karlstein sí hayan visto a su amigo.

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29/01/2021, 16:14
Klaus von Heizinger

En Capítulos anteriores...

@Masín: ¿Velvet Thunderrr? —imita con escepticismo—. Dudo que ese sea ni siquiera un nombre en clave.

-Oh, es mucho más que un nombre en clave, se lo aseguro. Se trata de una forma de vida. Dudo que usted lo entienda, mi querido y moderadamente siniestro amigo-, dijo muy sonriente el austríaco, restando importancia a la notable falta de creatividad de aquel individuo.

@Masín: —Cualquiera diría que conoce a Erns von Kammerstein, señor... —frunce el ceño—

Klaus mostró su mejor cara de póker, anotando mentalmente que aquel Rey checo estaba dispuesto a sacrificar niños con tal de ganar la guerra. O lo que es lo mismo, que hablaban el mismo idioma. Era una lección valiosa.

Recursos. Los hay prescindibles e imprescindibles. Y los segundos, por desgracia, escasean.

El austríaco carraspeó tras la retahíla de la doctora Marlowe a favor de la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano.

-Nos queda claro que el padre Andrej les resulta un extraño y, de momento, conveniente aliado. Ojalá les dure así mucho tiempo-, dijo Klaus con su ironía habitual trufada con su sonrisa torcida marca de la casa Heizinger. En serio. Su hermana Hilda sonreía igual. Era algo muy perturbador.

-Su sugerencia de acceder al castillo de Karlstein en el cambio de guardia con uniformes nuevos me resulta muy interesante, aunque por lo que usted revela, parece una maniobra predecible para los ocupantes del baluarte. No me da demasiada confianza. Sin embaaaaargo...-. Klaus se llevó la mano al gaznate y pareció contrariado por algo. -Oiga... No tendrán algo de leche fresca y unas galletitas, ¿verdad? Tengo un... ¿Cómo se dice...?-. Klaus miró a Penwater, más conocido como Penmüller, aunque también denominado Pengunner. Como al amerrikaner le temblaba un poco una ceja dedujo que estaba sumido en lo insondable de sus pensamientos, así que miró a Emil. El joven alemán parecía a disgusto también. Era evidente que necesitaba unas galletitas para animar el espíritu, pero como estaba bordeando la paranoia y no dejaba de mirar de un lado a otro buscando una salida, tampoco le resultó útil. Finalmente, miró a aquel espíritu indómito que era Eleanor Marlowe, esa sufragista camuflada que era capaz de estructurar una ONG en Checoslovaquia si se lo proponía. ¡Y ahí estaba la clave!

-¡ANTOJOOOO!-, dijo muy feliz Klaus. -¡No encontraba la palabra! ¡Jijijiji! ¿¡Puede usted creerlo!? ¡Jijijijijijijiji! ¡En fin! Verá, le diré algo, General. ¿O es Alteza? Perdone, me asalta la duda razonable... Como se hacen llamar los Tres Reyes... Bueno, perdone mis divagaciones, ¡Jijijiji! ¡Tengo una alternativa a su magnífico plan suicida, mi querido general Masín! ¡JA!

Klaus se dio una palmada en la pantorrilla, muy satisfecho de sí mismo.

-Pero antes... ¿Cree que sería posible contactar con su inside mann? Podríamos necesitar de ayuda en el interior de la fortaleza para... ¿Cómo dicen ustedes? Ah, sí... La "extracción". Tenga en cuenta que si nos hacemos con pruebas de lo que traman los natsis, su guerra podría acabar rápidamente, ¿ja? ¿Qué opina, General?-.

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29/01/2021, 16:49
Klaus von Heizinger

Notas de juego

Antes de liarme a contar el plan, te pregunto, G.

¿Verías creíble que el bueno de Von Heizinger se sacase de la manga una visita de cortesía a su viejo rival Von Kammerstein? Es más difícil sospechar de un civil desarmado que de un soldado con la que ha caído en Karlstein.

Sé cómo justificárselo a Masín y al resto del equipo. Eso me da la ocasión para entrar al castillo en clave de civil y hacer un poco de espía ;D

¡Tú me dices! ^^

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29/01/2021, 17:06
Emil Klein Heinrich

Emil no se sorprendió lo más mínimo ante la respuesta del general. Saltaba a la vista que era un cabrón sin escrúpulos, de los que creía que el fin justificaba los medios. Seguro que a Klaus le caía genial. También notó como la doctora dejaba fuera de su narración el final que tuvieron aquellos críos. Aunque dudaba que al general le hubiese importado una mierda.

Lo que sea por los niños, ¿eh? - comentó con sorna el joven ante la impaciencia por iniciar el "asalto" del general.

Pero cuando Klaus llamó la atención de la sala con su... ¿antojo?, a Emil se le ensombreció el rostro. Esto cada vez pintaba peor. Tal vez el Capitán América ahí presente estuviese dispuesto a morir por la misión, pero él solo quería tener la oportunidad de gastarse la recompensa que le habían prometido. Y cada vez lo dudaba más: empezaba a conformarse con salir de allí con vida. Y eso le parecía algo improbable si finalmente entraban en ese castillo sin un plan sólido. Y no lo tenían.

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29/01/2021, 18:14
Thomas Penwater

Las palabras de aquel hombre que se hacía llamar "Rey", no complacieron al soldado americano. Cada vez le gustaba menos la resistencia y tenía más claro quién estaba del lado de la justicia. Ser americano no significaba comulgar estrictamente con los pensamientos y teorías predominantes en los países llamados "aliados". 

¡Atajo de comunistas! ¡Rojos! - Estaba realmente indignado y mucho más cuando ese maldito checo empezó a hablar de aquella forma de Alemania, ¡de su Alemania! 

Como dijo el gran Otto Von Bismarck: 

Las grandes preguntas del día no se resolverán mediante discursos y decisiones mayoritarias, sino con hierro y sangre.

Eso iba a ser él: ¡El hierro! Y haría manar la sangre... ¡Vaya si lo haría! En ese mismo momento juró decapitar a los tres reyes y eliminar del mundo la locura de su misión. Cuando un Imperio acudía en ayuda de una nación de mediocres, lo mínimo que uno podía hacer era dar las gracias. ¿Resistirse? ¿A qué? ¿A una cultura y civilización superior? ¡Agradecidos debían de estar con ellos! Negó con la cabeza frustrado y decepcionado. 

Esperaba poder confiar en Von Heizinger. Admiraba a ese hombre, aunque no sabía si había sucumbido a la locura y a las mentiras de Morty y sus sectarios amiguitos. Él también estaba en su lista. Le colgaría de sus ridículos bigotitos antes de rajarle la barriga y sacar a relucir sus entrañas. Todo por un mundo mejor...

Quien también parecía empezar a comprender la gravedad del asunto era la dulce y aplicada Eleanor Maslowe. Su indignación por lo sucedido en el bosque, al ver como una almas cándidas habían sido corrompidas por la la artes de un demente y enfermo sacerdote, le acercaban un poco más a Penwater, aunque todavía era pronto para revelarle lo que pensaba de toda aquella misión. 

De quien menos se fiaba era de Emil. Ese hombre era críptico e indescifrable y se movía únicamente por un motivo, la recompensa. No era un hombre del que pudiera fiarse y posiblemente no podría fiarse nunca. Un agente prescindible... Quizás entrara en "su lista". Todo dependía de cómo se comportara en adelante.

Los planes de mi camarada Velvet Thunder, siempre son sorprendentes y terriblemente eficaces. - Comentó al fin. - Le seguiría ciegamente hasta el mismo infierno de ser necesario y se que nos sacaría de allí sin mayor problema. Traiga esos uniformes, general... - Sonrió. - Les daremos un buen uso. Se lo aseguro...

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29/01/2021, 20:16
Eleanor Marlowe

Eleanor Marlowe era incapaz de tolerar las palabras de aquel hombre. Aquella gente que se hacía llamar a sí misma la Resistencia ya había oído hablar de las malas prácticas del padre Andrej y no les importaba. Su mente era incapaz de comprender el razonamiento de aquel desalmado. No querían rescatar a aquellas personas, tan solo querían debilitar a los nazis y si para ello tuvieran que sacrificar a todo su pueblo sería capaz de hacerlo. 

- Supongo que es cierto eso de que cuando luchas contra un monstruo deberías cuidar de no convertirte en uno. No se preocupe por nosotros, no albergamos ningún tipo de expectativa en cuanto a su humanidad. Iremos a ese castillo y cumpliremos nuestra misión o moriremos en el intento... -

La indignación de la doctora era palpable, como un aura que emanara de su interior y se propagara a su alrededor. Echando fuego por los ojos se giró hacia su compañero Klaus y se cruzó de brazos. - Velvet, ¿En qué consiste concretamente ese plan suyo? 

 

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29/01/2021, 22:33
Guardián

Notas de juego

Antes de liarme a contar el plan, te pregunto, G.

¿Verías creíble que el bueno de Von Heizinger se sacase de la manga una visita de cortesía a su viejo rival Von Kammerstein? Es más difícil sospechar de un civil desarmado que de un soldado con la que ha caído en Karlstein.

Sé cómo justificárselo a Masín y al resto del equipo. Eso me da la ocasión para entrar al castillo en clave de civil y hacer un poco de espía ;D

 Como veo que el tema está candente, adelante con el triple desde medio campo, sorpréndenos. ¡Luego ya veremos qué pasa en el castillo!

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30/01/2021, 15:37
Josef Masín

Masín, escéptico por la arrogancia y, sobre todo, el excentricismo del austríaco, enarca las cejas. Lo peor, piensa, es que los demás parecen confiar ciegamente en él. Todos menos el joven, el tal Emil, que parece distanciarse un poco y hacer como si la cosa no fuera con él. 

-Pero antes... ¿Cree que sería posible contactar con su inside mann? Podríamos necesitar de ayuda en el interior de la fortaleza para... ¿Cómo dicen ustedes? Ah, sí... La "extracción". Tenga en cuenta que si nos hacemos con pruebas de lo que traman los natsis, su guerra podría acabar rápidamente, ¿ja? ¿Qué opina, General?-.

 —Por supuesto, estamos en contacto con ella tranquiliza—. Podemos ayudarles a entrar, pero la Resistencia no se hace responsable de sus actos. Nosotros vamos a salvar a los nuestros y a salir de allí, ¿está eso claro? —hace una pausa, expirando completamente el aire de sus pulmones—. Si ustedes buscan problemas, no podemos asegurarles su extracción. Supongo que eso lo entenderán. Por dígame, señor Velvet, ¿en qué está pensando?

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01/02/2021, 17:42
Klaus von Heizinger

Klaus alzó las cejas.

-¿Ella, eh? ¡Jijijijijijiji!-. Agitó un dedo con profusión frente a Masín. -¡Es usted un auténtico gentleman, Herr Masín! ¡Jijijijijijijijijijiiii!-.

Había una ligera tensión en el ambiente en relación con el plan a seguir para infiltrarse en Kalstein. Y, de hecho, Klaus tenía un plan. Uno tan osado y atrevido como absolutamente inimaginable para todos los allí presentes.

Nada nuevo, tratándose de Klaus von Heizinger.

El austríaco emuló la postura de Josef Masín y alteró su rostro, adoptando un gesto más serio, acorde con lo que estaba a punto de decir. Había escuchado con atención a Masín y había aprendido de él lo suficiente como para saber qué teclas debía tocar. Era, a buen seguro, su gran talento.

-Verá, Herr Masín, usted-. Miró a su alrededor centrando la mirada en el resto de luchadores de la Resistencia.-…ustedes, de hecho, van a perder la guerra. Y, mucho me temo, van a perder su país-. Clavó sus ojos azules en Masín y le mantuvo un instante la mirada antes de sonreír. No era la habitual sonrisa de Klaus. Con suerte era una media sonrisa. La que el lobo dedica a la oveja desde el otro lado del redil. Un redil que sabe que puede saltar sin dificultad cuando quiera.

-Permítame contarle algo… ¿ja? Verá, su amado país se enfrenta a la única nación capaz de desafiar en solitario a todo el mundo. Dos veces. Hablo, por supuesto, de Alemania. Usted y su Resistencia no conocen al pueblo alemán, claro está. Pero yo, como silencioso observador transalpino, les conozco muy bien-. Klaus parecía un profesor de historia aleccionando a unos cuantos alumnos somnolientos. El austríaco conocía a su público y sabía que las historias, las buenas historias, se van macerando con buenas dosis de suspense hasta un clímax final, preferiblemente catártico. Por lo pronto, se había asegurado de captar la atención del personal con esa terrible predicción: “Van a perder la guerra”.

-Alemania, a diferencia de Checoslovaquia, no se conforma con lo que tiene. Tcht, tcht, tcht. Nein, nein, nein, verá… Alemania ha decidido dibujar sus propias fronteras. Y el Führer, un hombre que preconiza un mundo ario plagado de superhombres de rasgos rubicundos, considera este expansionismo una necesidad del pueblo germano. Las vicisitudes de los alemanes tras el Tratado de Versalles han generado el caldo de cultivo ideal para que emerjan suficientes adeptos al mensaje de Hitler y le han ayudado a formar un ejército devoto que comulga con la ideología de su líder. Para que usted me entienda… En los mapas de Hitler, esta tierra que pisamos no es Checoslovaquia. Nein, señor. Esto es Alemania. Y ustedes, mucho me temo, aún no se han dado cuenta de que siguen existiendo por un breve margen de tiempo.

Durísimas declaraciones las de Klaus, que mantenía un tono sosegado y unas formas muy cuidadas durante su exposición.

-Herr Masín, la única forma que usted y su Resistencia tienen de evitar que la guerra haga de ustedes el lejano eco en la historia, es conseguir pruebas irrefutables de los experimentos que los científicos del Reich hacen aquí, en Karlstein.

Klaus entrecruzó los dedos de sus manos sobre la rodilla. Inspiró.

-Su guerra, Herr Masín, puede terminar hoy-. Primera salva.

-Su gente, Herr Masín, puede ser salvada hoy-. Segunda salva.

-Checoslovaquia, Herr Masín, puede ser recordada hoy. Y la clave es Karlstein-. Tercera y última salva.

Klaus ni pestañeó. Para él no dejaba de ser un ejercicio de evidencia.

Se giró a sus compañeros porque lo que iba a decir a continuación les implicaba a ellos también.

-Sin usted saberlo, Herr Masín, dispone de una baza de juego inesperada. Conozco personalmente al doctor Errrrnst von Kammerstein. Un hombre singular dotado de una proverbial inteligencia, cierto humor absurdo y una total falta de escrúpulos.

Klaus se quedó un instante pensativo. Lo cierto es que tenía que reconocer que Ernst y él eran dos caras de una misma moneda.

-En fin… Fuimos una especie de rivales intelectuales durante la infancia. Por supuesto, parece que en estos años se afana en que su contribución a la ciencia sea digna de ser recordada. No conozco con exactitud la naturaleza de sus a buen seguro infames experimentos, pero sospecho que, de algún modo, ha localizado cierto libro del que, en cierto momento del pasado, yo le hice partícipe. Y ese libro podría…-. Klaus se encogió de hombros. –Estar resultándole de suma utilidad-.

El austríaco se cruzó de brazos y volvió a centrar la mirada en Masín.

-Verá, su agente especial podría ser de suma utilidad si logra transcribir y entregar en el castillo una carta personal, de mi puño y letra, a la atención del doctor Von Kammerstein. Ernst puede haber enloquecido, pero no creo que haya olvidado sus modales. Lo contrario sería una calamidad. Además, ambos somos hijos de la aristocracia. ¡Lo predecible sería que Ernst quiera restregarme sus éxitos! Era una de sus aficiones favoritas, ¿sabe? ¡Jijijijiji!

Klaus se removió en el asiento, algo incómodo por mantener tanto rato la misma postura. ¡Además nadie le traía un vaso de leche! ¡Qué desfachatez!

-Le propongo organizar un sabotaje desde dentro, Herr Masín. Al estilo Caballo de Troya. Conseguiremos las pruebas que necesitan para asegurarse la intervención internacional, usted podrá sacar a los presos y garantizar la supervivencia de su país en los anales de la historia. A cambio, le pediré que nos ponga en contacto con su agente para que nos facilite la entrada en Karlstein con el antes citado pretexto para una reunión con el buen doctor y que nos asegure, en la medida de sus posibilidades, la extracción. Sin esas pruebas, no habrá guerra para su país, porque no habrá ocupación de cara al mundo-. Como detalle final, Klaus sonrió y se inclinó sobre la mesa.

-¿Le gusta a usted el teatro, Herr Masín? A mí me encanta. Es una perfecta disección de la vida misma. Verá, dicen que hay dos tipos de actores… Los que tienen porte de reyes y los que no. Dígame… ¿Qué porte quiere tener en el acto decisivo, Herr Masín?-.

Notas de juego

Tras todo el tocho, resumo en tres pinceladas el planaso (excéntrico pero muy "klausiano"), por si cuela -siéntase libres mis coleguis de añadir/comentar todo lo que quieran-:

1) Klaus redacta una carta de alabanza a Ernst dorándole la píldora para que le conceda un tour por Karlstein y le vacile sobre sus novedades científico/grotescas.

2) La agente checa (nombre en clave Natasha xDDDDD) hace llegar la carta a Von Kammerstein para que crea que se la envió Klaus hace ya un tiempo y que no ha llegado antes por la situación de Checoslovaquia.

3) Nos infiltramos en Karlstein ANTES del ataque de Masín. Preparamos un sabotaje para conseguir las pruebas y facilitarnos la huida al tiempo que les ayudamos en su ataque. Aquí se admiten sugerencias. Yo estoy pensando en dejar a oscuras el castillo y luego generar un incendio, que es una estupenda maniobra de distracción. La cosa en el mensaje era dejarle claro a Masín que si actuamos juntos multiplicamos las posibilidades de éxito ;)

Convendría, si es posible, acceder a un mapa del castillo para ver posibles salidas. ¡Fijo que hay una subterránea!

Y creo que no me dejo nada ^^. Llegados este punto mejor optar por la charada/sigilo.

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01/02/2021, 21:22
Thomas Penwater

Simplemente magnífico. - Añadió Müller. 

Si aquello no convencía al imbécil del Rey Número Uno, es que era un iluso. Klaus era sin duda un gran estratega. No veía una sola fisura en aquel plan. Era simplemente perfecto. Pemüller asintió, se cruzó de brazos y miró al imbécil de Masín. Seguro que ponía alguna pega. Solo quedaba saber cuál.

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02/02/2021, 20:37
Josef Masín

Klaus von Heizinger se crece y se crece en su discurso y el sótano se va haciendo cada vez más y más pequeño. Cada palabra que prrronuncia es un clavo más en el ataúd del nacionalismo de Masín. En el orgullo, tanto de él como de todos los que le acompañan en esta causa claramente suicida. Un rey checo, o como él quiera proclamarse, pero un rey muerto, sin duda. A no ser que este loco tenga razón.

Cuando el austríaco termina de hablar, Masín le mira fíjamente a los ojos, imperturbable, tratando de sondear más allá de ese fuerte hedor a hedonismo que desprende su interlocutor. En su cuello, su nuez se agita de forma pronunciada a la vez que traga saliva. Ni siquiera alcanza a escuchar las palabras del americano disfrazado de alemán, y mucho menos de los otros dos.

Mira a Ana, quien asiente solemnemente. Después mira a los demás. Al tipo del soldador, que hace ya rato se encuentra de brazos cruzados y escuchando atentamente. Al tipo del sofá, que también hace un rato que ya no duerme —o finge hacerlo— y se ha incorporado completamente, escuchando la conversación.

—Está bien —accede finalmente. No quiere darle más satisfacción a su interlocutor, porque eso significaría admitir que ha dado en el clavo—. Supongamos que conoce usted al doctor Kammerstein —plantea en un tono que realmente plantea una seria duda sobre el propio punto de partida—. Mi agente no tiene trato directo con el doctor, aunque digamos que... podría hacerle llegar su misiva. Pero, ¿no resultaría raro presentarse usted seguido? —tuerce el gesto—. Supongo que entre alemanes ustedes se entienden. Pero miren, ¿saben qué? La verdad es que me da lo mismo. Nosotros vamos a sacar a esa gente inocente de ahí.

Masín apoya los codos en la mesa y se frota la cara y el pelo con fuerza, despeinándose. Es la primera vez que muestra algo de debilidad. Después, se peina como puede y se recompone.

—Puedo concederle eso, haré que entreguen su carta, pero no me responsabilizo del resto. Ustedes deberán ajustarse para salir de allí con nosotros, pero no les esperaremos, ¿entendido?. Es lo más que puedo prometer.

Hace un gesto al hombre del sofá y éste trae papel y una pluma estilográfica, dejándola delante de Klaus.

—Adelante, no tiene mucho tiempo si quiere que la carta llegue a tiempo —mira su reloj de pulsera—. Y ustedes, claro, y ustedes. 

Notas de juego

¿Va a ir von Heizenger starring as himself mientras los demás os paseáis por el castillo o vais a acompañarle en su tour como acompañantes? Entiendo que queréis colaros antes para dejar preparados algunos sabotajes y aprovechar la distracción que os brinda la Resistencia para salir de ahí y dejarles con el marrón. Me parece un buen plan, lo compro.

El asalto es ya, ya, ya, esta misma noche, de madrugada. Hay un buen trozo hasta Karlstein, así que habría que ir tirando, si es lo que consideráis oportuno.

Os dejo alguna pregunta más por si queréis ultimar detalles y si está todo claro, vamos levantando campamento, que llevamos mucho tiempo en el sótano y habrá que salir a la calle a hacer la fotosíntesis.

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03/02/2021, 16:29
Thomas Penwater

- ¿Qué quieres que haga yo, Velvet Thunder? - Le preguntó al estratega de grupo. 

Müller tenía claro algo. Su cámarada austriaco lo tenía todo bajo control y por ello se fiaba ciegamente de él. No sabía todavía cuando iba a hacer que la moneda de decantara del lado alemán, pero estaba seguro de que en el momento oportuno acabarían con esos malditos checos, desvelarían sus verdaderas identidades y fusilarian a todos los miembros de la mal llamada "Resistencia". 

¿Quieres que te acompañe, cause algún tipo de distracción o prepare trampas? - Preguntó ansioso por saber más. - ¿Otra cosa? ¿Qué hago?

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03/02/2021, 18:09
Emil Klein Heinrich

Emil hizo ademán de apartarse a algún rincón e ignorar la historieta del austriaco, hasta que se percató de algo: había captado la atención de toda la sala. Podría pensar lo que quisiera de ese hombre, pero era evidente que era un genio. O un loco. Ambas cosas, tal vez. Pero genio o loco, se había metido en el bolsillo a sus oyentes. Bolsillo en el que cómodamente descansaba Penwater. El joven cabo hacía tiempo que sentía una fe y una admiración ciegas hacia su Velvet Thunder. Le seguiría hasta el fin del mundo, si Klaus sugería que allí encontrarían al Profeta.

- Supongo que no colará que nosotros y la señorita Marlowe somos sus acompañantes - el joven se sumó al ansioso interrogatorio del americano -. Tal vez pueda hacer pasar a la doctora por su secretaria o su alumna, pero el cabo y yo lo tenemos más complicado. ¿Deberíamos nosotros aprovechar el cambio de guardia para entrar? Podríamos buscar las pruebas mientras ustedes entretienen al doctor.

A Emil seguía sin hacerle gracia el plan de escape. Un paso en falso, y acabarían en las mazmorras de ese puto castillo.

Notas de juego

Me gusta el plan. Mi post es más que nada pa consultar las opciones, pero si consideráis que podemos entrar los 4 en comitiva, por mi perfecto.

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03/02/2021, 18:31
Eleanor Marlowe

Eleanor observó fascinada a Klaus von Heizinger mientras este exponía el plan que había trazado no se sabía muy bien cuando. Porque los procesos mentales del austriaco eran aun absoluto misterio para la doctora. En sus 32 años de vida nunca había presenciado un despliegue semejante de ingenio y teatralidad. A pesar de que la joven intuía el fondo oscuro tras la apariencia pacífica y refinada de aquel hombre de mediana edad no podía evitar sentir admiración por él. El plan era muy bueno. La idea de que Klaus y el responsable de las atrocidades que se estaban cometiendo en el interior del castillo fueran viejos conocidos no dejaba de resultar un tanto inquietante, aunque la esperanza y el mayor de temor de Eleanor era encontrar alguna pista de su prometido en el interior de Karlstein. 

Por otra parte, la joven se sentía ciertamente aliviada ante la nueva conducta de Thomas. Al fin parecía haber recobrado algo de serenidad. Había una posibilidad de que aquel plan saliera bien. 

- Klaus es usted un genio. Se lo digo desde la libertad que me da saber que no se le va a usted a subir a la cabeza. No es posible que tenga mejor opinión de sí mismo de la que ya tiene...  - Eleanor sonrió a su compañero con aprecio a pesar de la puya. Había disfrutado más de lo que estaba dispuesta a admitir de la forma en que había puesto en su sitio a aquel autoproclamado rey. Sin embargo, su mirada se volvió gélida cuando la dirigió al despreciable líder de la Resistencia. - Estoy segura de que sacar a esos inocentes es su prioridad, señor Masín. ¿Cree usted que sería posible proporcionarnos algún tipo de vehículo para llegar al castillo? Sería ciertamente extraño para el plan trazado por nuestro brillante estratega llegar a pie a Karlstein  - 

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03/02/2021, 20:30
Klaus von Heizinger

Las loas y alabanzas eran lógicas para Klaus von Heizinger, pero el austríaco aún tenía algún que otro ribete que puntualizar respecto de su plan de infiltración.

-Danke schönn, lieben Freunds. Mi querido Sidewinderrrr, no se preocupe. He pensado en ese detalle-. Miró a Masín mientras se ponía en pie cual ajedrecista invicto en un certamen de Grandes Maestros. -Herr Masín, tal y como apunta la siempre sagaz doctora Deathblade, nos será necesario un transporte creíble para acceder al castillo. Necesitaremos asimismo unos cuantos libros gruesos y vestimenta de civiles. Y porrrr cierto, respecto de los libros, no hablo de las Sagradas Escrituras. Ernst y yo somos hombres de ciencia y no creemos en la palabra de Dios. Oculten armas en esos libros por si las necesitamos. Sus hombres son duchos en el asunto, muy seguramente.-. Echó un vistazo a sus compañeros pues consideró que aquello les tranquilizaría un poco.

-Escribiré la carta para mi querido amigo Errrrrnst. Dada la situación del país, no creo que resulte demasiado extraño que la misiva se retrase. El soldado Tommy Gun aquí presente, honorable miembro del cuerpo de Marines de los Estados Unidos de Amérrika será mi leal chófer, Otto von Hammersmark-. Klaus, que ya se estaba paseando por la estancia como el general que ultima los detalles de la operación, se aproximó a su fiel übersoldat y le dio unas palmaditas en la cara. -Con la planta que tiene será un muy creíble guardaespaldas y, además, domina el alemán, a fe mía.

Klaus encaró entonces a la doctora Marlowe y le dedicó su sonrisa torcida marca de la casa Heizinger.

-La doctora Deathblade será mi secretaria y médico personal, la Dra. Irina Palmer, contratada como guía turística de la zona dados sus conocimientos de checo y especialista en masajear mis doloridos pies. ¡Jijijijijijiji!-. Von Heizinger se señaló sus zapatos y musitó algo al oído de Masín. -El calzado bélico británico es francamente lamentable, créame-.

Finalmente, reservando su jugada maestra para el último instante, Klaus se acercó al siempre díscolo Emil y depositó su mano en su hombro.

-Y usted, joven Emil, tiene reservado un papel clave en la función... ¡Jijijijijijijji!-. La risa del austríaco no presagiaba nada bueno. -Usted será mi sobrino imaginario: ¡Leopold Ludwig von Heizinger!

-¡Siempre he querrrido tenerrrr un sobrino! ¡JIAAAA!-.

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04/02/2021, 13:42
Thomas Penwater

Armas ocultas para matar de ser necesario e identidades secretas para pasar desapercibidos. ¿Qué podía salir mal? Con la audacia de Klaus, el sigilo de Emil y la prespicacia de Eleanor no podían fallar. Y si fallaban, allí estaba Tom para liquidar a quien se cruzara en su camino. 

¡Partamos cuanto antes! - Exclamó. - Estoy ansioso por llegar al castillo e iniciar el asalto. - Sonrió. - Todo saldrá bien. ¡Tengo fe ciega en este jodido austriaco!

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04/02/2021, 18:47
Emil Klein Heinrich

Emil se sorprendió ente la tranquilidad que le transmitían las palabras de Klaus. Reamente había elaborado un buen plan. ¡Cualquiera diría que lo había gestado en los escasos minutos que llevaban en aquél zulo! Pero la realidad era que el austriaco empezaba a inspirarle a Emil cierta... ¿confianza? Eso le preocupaba. ¿Se estaría volviendo él tan loco como sus acompañantes?

- Es evidente que le ha dado usted vueltas a esto, onkel contestó el joven con cierta sorna, pero con una sonrisa -. ¿Cuándo salimos?

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04/02/2021, 18:53
Josef Masín

Estoy segura de que sacar a esos inocentes es su prioridad, señor Masín. ¿Cree usted que sería posible proporcionarnos algún tipo de vehículo para llegar al castillo? Sería ciertamente extraño para el plan trazado por nuestro brillante estratega llegar a pie a Karlstein.

El pseudo monarca checo emite un sonido que pretende ser una carcajada. 

—Por supuesto que les vamos a llevar hasta allí —tranquiliza con cierta condescendencia—. Si no, ¿cómo iban a llegar a tiempo? Apuesto a que no conocen el terreno lo suficiente. Esto es muy montañoso, ya lo habrán visto, y deben saber dónde pisar y, sobre todo —levanta el dedo—, por dónde evitar controles que levanten sospechas.

Hace un gesto hacia el hombre del sofá.

—Bohuslav les acompañará —os anuncia, y el del sofá levanta la mano y saluda con un ¿Qué hay?, dando la bienvenida como si no os hubiérais visto hasta ahora—. Es uno de nuestros mejores conductores, y disponemos de una de las furgonetas que utilizan para transportar presos al castillo, el mismo padre Andrej la robó en su primera incursión.

- Es evidente que le ha dado usted vueltas a esto, onkel contestó el joven con cierta sorna, pero con una sonrisa -. ¿Cuándo salimos?

Al oír eso, Masín da una palmada sobre la mesa, dando por concluida la conversación.

—Ana, acompáñeles, y devuélvales sus armas. Dele ropas limpias, trajes de su talla, algo que no les haga parecer unos pordioseros. ¡Pero dese prisa, no hay mucho tiempo!

Ana os invita a seguirla escaleras arriba y después entra en una habitación contigua, donde parecen tener guardados ciertos suministros. Bohuslav sube con vosotros.

—Tengan cuidado, amigos —se despide el rey checo—, ha sido un placer conocerles. Espero que nos volvamos a ver.

Y se cuadra en un saludo militar.

Notas de juego

Sounds like a plan. Dejadme un día o dos para prepararme la escena del asalto al castillo y al ataquerl.