Partida Rol por web

- Si su padre ha estado por aquí... - Resopló. - ...creo que vamos por el buen camino.

El único pero era que ya no estaba allí. Al menos no alcanzaba a localizar a su buen amigo Thomas Fell y sinceramente, si no había salido ya a saludarles y estaba en las proximidades observándoles, prefería simplemente que no estuviera. Si estaba sólo podía indicar una cosa, había perdido el juicio por completo y estaba hostigándoles para darles caza al igual que había hecho con los miembros de su propia expedición.

- Poco más puedo añadir a lo que ya he dicho, Roger... - Se sinceró el profesor. - Prueba a colocar uno de los huevos cerca del centro del templo... a ver que pasa. 

Por encima de todo, Knox Makepeace quería largarse de allí. Poco le importaba ya la investigación, lo que pudiera descubrir o el propio Thomas. Estaba claro que su amigo se había vuelto del todo loco y era un demente agresivo y muy peligroso que ya había matado a varios hombres. No quería convertirse en su siguiente víctima, tan sólo quería regresar a casa.

- Poco más puedo añadir a lo que ya he dicho, Roger... - Se sinceró el profesor. - Prueba a colocar uno de los huevos cerca del centro del templo... a ver que pasa. 

la sensación de no estar seguro seguia prensente en mi, quizas mi instinto estaba fallando porque realmente no encontre nada que diera indicios de peligro real, a veces creo que estoy empezando a chochear y pierdo facultades, por lo que me gire y me volvi a acercar Knox
 

Si, disculpe pero antes de hacerlo me gustaria saber si en el diario pone algo referente a este monolito puede que  explique lo que sucedera si acercamos los huevos y para que sirve, mas que nada por seguridad- les digo  cogiendo el diario y empezando a ojearlo.

Roger estaba confuso, pero todos los demás parecían tan seguros de lo que decían que finalmente, decidió hacerles caso.

-Quédate aquí, hermano, y descansa. Yo voy a ver qué es lo que estos huevos hacen.

Cogió uno de los huevos y se dirigió hacia la estela, aunque entonces, las palabras de Norman hicieron que se detuvieran. 

¡Un diario! ¡Un diario de mi padre!

¿Qué es lo que dice el diario? ¿Qué pone?

-¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?

La voz de Thomas Fell surgió de repente de entre las piedras y su figura ocultó el poco sol que os llegaba. Estaba semidesnudo, gris por la suciedad, y unos extraños símbolos rúnicos parecían estar en la piel de su vientre... y mostraban bastante similitud con las que habíais visto en la Estela que había en el centro de aquel lugar.

-¡DADME ESE HUEVO INMEDIATAMENTE! ¡NO OS PERTENECE!

Tras leer el libro junto a Cleveland, me quedo confuso la información que allí se encuentra son los delirios de un loco, pero después del rastro de cadáveres que iba dejando a su paso Thomas  yo ya tenía claro que mi buen amigo se había convertido en un demente, dentro de mi lloraba por aquello, un buen hombre se había convertido en un asesino simplemente por el deseo de poseer aquellas piedras.

-Quédate aquí, hermano, y descansa. Yo voy a ver qué es lo que estos huevos hacen.

Cogió uno de los huevos y se dirigió hacia la estela, aunque entonces, las palabras de Norman hicieron que se detuvieran. 

¡Un diario! ¡Un diario de mi padre!

¿Qué es lo que dice el diario? ¿Qué pone?

Lo siento pero vuestro padre a caído completamente en la demencia, ha dejado atrás toda la lógica y la ciencia que podría explicar lo que hemos vivido, para hablar sobre cómo ha lanzado un hechizo  con éxito, que ha absorbido algo que llama "piedra-llave mística del viajero” y ahora puede viajar libremente de piedra a piedra, según parece.- miro a los dos hijos de Thomas- Relata todo de manera delirante para terminar con que está recolectando los huevos con intención de llevárselos en su viaje a través de más estelas.

Aquella se tornaba inquietante, si aquello era más que un delirio que podía pasar si aquellos huevos eran desperdigados por el mundo y eclosionaban.

Debemos encontrarlo y pararlo, no podemos dejar que una plaga que salga de esos huevos sea diseminada por el mundo, aparte si esa piedra llave es lo único que activa la estela con los huevos no podremos hacer nada  para volver. Lo cual comprobaremos ahora - dije mientras sacaba mi huevo y lo posaba sobre la estela

De golpe un grito sono entre las piedras

-¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?

La voz de Thomas Fell surgió de repente de entre las piedras y su figura ocultó el poco sol que os llegaba. Estaba semidesnudo, gris por la suciedad, y unos extraños símbolos rúnicos parecían estar en la piel de su vientre... y mostraban bastante similitud con las que habíais visto en la Estela que había en el centro de aquel lugar.

-¡DADME ESE HUEVO INMEDIATAMENTE! ¡NO OS PERTENECE!

 

 
Thomas eres tu?- pregunte sorprendido- ¿que te ha pasado amigo?, soy yo Norman  ¿te acuerdas de mi?

Thomas miró a Norman, por un momento, como si lo reconociera.

-Thomas... si, ese soy yo. Mi nombre es Thomas... Fell. Pero ya nada de eso importa. Solo importan los huevos. Tengo su secreto en mi interior -dijo, palpándose la superficie del vientre en donde se veían las runas marcadas -y necesito esos huevos. Los quiero. Tengo que llevarlos a todo el mundo. Solo ellos podrán protegernos. Solo ellos. Puedo ir a cualquier lugar con estas piedras, a cualquiera. ¡ENTREGÁDMELOS!

- ¡Thomas, soy Knox, tu viejo amigo! - Exclamó el profesor.

Lo cierto era que ver así a Thomas le había dejado de piedra y nunca mejor dicho... Lo cierto era que podía suponer que su amigo había enloquecido y encontrarlo semidesnudo y totalmente desaliñado era lo más normal que podía sucederles, si es que llegaban a encontrarlo. Pero allí estaba, habían dado con él contra todo pronóstico. Aún con todo, le sorprendió verle de esa forma. En el fondo esperaba que aunque todas las pistas apuntaran a la locura de su buen amigo, Thomas tuviera una buena explicación para todo lo sucedido.

- ¿Qué... qué ha pasado? - Preguntó. - ¿Es ésta la expedición de la que me hablaste? ¿Qué has descubierto? Están aquí Roger y Kenneth, tus hijos y también el señor Cleveland. - Trató de que Thomas entrara en razón. Le veía demasiado nervioso y era peligroso. - Explícanos que haces aquí, por favor...

¡Padre! ¿PADRE, ERES TÚ? ¡Soy Roger!

Roger dio unos pocos pasos hacia él, pero se detuvo al fijarse en el aspecto que tenían y sobre todo, sus palabras. No eran las del padre que recordaba, sino las de alguien obsesionado con... ¿unos huevos?

A su lado, Ken parecía completamente incapaz de reaccionar, en parte seguramente a sus heridas y también por lo inesperado de la situación.

¿No me reconoces?

¿No sabes quién soy?

Thomas parecía ido, pero no del todo. Sus ojos sí miraban como entendiendo lo que decíais o al menos, esa era la sensación que transmitía.

-Sé quienes sois, pero eso ahora no tiene importancia. No comprendéis lo maravilloso que es poder ir de un lugar a otro del mundo. Tengo que protegeros. Tengo que ayudar a todos. ¡Necesito huevos, más huevos! Solo cuando los coloquemos en todas partes, podremos estar a salvo, ¿no lo entendéis?

Su mirada no duró demasiado así, porque su ceño se frunció al ver que no reaccionabais como él esperaba y su voz se volvió mucho más dura y aterradora.

-¡No sois nada! ¡Dádmelos ahora o tendré que quitároslos! 

- ¡Thomas, por favor! - Intervino entonces Konx.

Se estaban poniendo violento y ya sabían cómo se las gastaba el bueno de su amigo cuando alguien le hacía la contraria. Habían encontrado todo un rastro de pruebas en forma de cadáveres a medida que avanzaban hasta dar con él.

- Escúchame Thomas, por favor. - Insistió en llamar su atención de Thomas. - Tu hijo Kenneth recibió una herida por parte de una de las criaturas que custodiaba los huevos en una cueva cercana. No se encuentra muy bien... - Le explicó a Thomas intentando encontrar su lado más sentimental.

- Debemos ayudarle... Es tu hijo... - Insistió tratando de hacerle entrar en razón.

Thomas escucha a Knox, somos tus amigos y tu hijo está herido debemos de ayudarle mientras sea posible- dije intentando mantener paz en aquella situación que se estaba volviendo tensa, dado que Thomas parecía cada vez más agresivo y fuera de sí.

Mírame Thomas, te daré mi huevo pero tienes que ayudar a tu hijo, después  si quieres buscaremos como protegernos de eso que temes, si los huevos son la solución solo tienes que explicarnos de que nos van a proteger y te ayudaremos- le mantuve la mirada a mi viejo amigo o lo que quedaba de él, estaba demasiado loco para que intentar razonar con el aquello no iba a durar mucho tiempo, así que mientras le mostraba el huevo como ofrecimiento me prepare para sacar el arma si era necesario.

Al principio, Ken había estado completamente congelado. El shock del momento, sumado a el extraño efecto que no dejaba de extenderse que había causado la criatura había conseguido que el más joven de los Fell se convirtiera en una cascara vacía. Pero, según el encuentro con su padre se caldeaba, encontró la fuerza para intentar acercarse un poco, con el cuerpo encontrando la voluntad de derramar un par de lágrimas al tiempo que temblaba a cada paso.

- Padre.

Pronunció, forzando al límite una voz que se había convertido en débil.

- Si aún ahora puedes recordarnos, si aún ahora puedes recordar lo que un día fuimos para ti, entonces... - Tomó aire - Entonces también debes recordar cómo era la vida entonces. Debes poder ver en qué te has convertido, padre, tienes que poder ver la locura que es... esto. Pero no es tarde. - Apretó los labios, mirándose el brazo - No para ti, al menos. No para el resto. Por favor. Estamos aquí sólo por ti. Por recuperarte. Haz que no tengamos que arrepentirnos. Por favor.

El rostro de Thomas cambió cuando vio el huevo que le ofrecía Norman, al tiempo que las runas en su vientre se iluminaban, dejando entrever, como si fuese transparente, que en su interior había otra roca.

Pero sin perder tiempo, y haciendo caso omiso de todo cuanto decíais, se lanzó a por el huevo de Norman a toda velocidad y cuando llegó hasta él, lo empujó con todas sus fuerzas, lanzándolo al suelo, mientras le arrebataba el huevo.

-¡Dámelo! -exclamó con furia.

- ¡Hay que reducirlo! - Gritó Konx. - ¡Está fuera de sí! - Exclamó. - ¡Cada uno de una extremidad, es la única forma de aplacarle!

Dicho aquello y confiando en que sus compañeros le hicieran caso, se abalanzó sobre su amigo. Lo más importante era que se coordinarán para lanzarse sobre Thomas Fell y reducirle agarrando cada uno, una de sus extremidades y llevándolo al suelo. Sólo de esa forma tendrían una oportunidad de reducirle causándole el menor daño posible. Konx trató de agarrarle el brazo derecho a su amigo esperando que el resto reaccionara con la misma presteza.

Cuando las runas del cuerpo de Thomas se iluminaron me quede desconcertado ,podía ver en su interior una piedra, como si fuera un órgano mas dentro se el. Aquello atrajo tanto mi atención que no pude reaccionar a la arremetida de Thomas, cuando me di cuenta me encontraba en el suelo maldiciendo los dolores del impacto, me levante dolorido y saque mi pistola apuntando a Thomas-Lo siento amigo pero no puedo dejar que tu locura continúe, suelta eso y tírate al suelo , o tendré que disparar - la imagen era algo que nunca me había imaginado que pasaría, yo que después de la gran guerra nunca había tenido que disparar un arma para llevar acabo mi trabajo como bien me había prometido , estaba apuntando a un hombre demente con intención de dispararle en cuanto volviera a moverse agresivamente, un demente que no hace tanto era mi gran amigo y un hombre sabio y pacifico.
Venga por favor Thomas , no me obligues a hacerlo, vuelve en ti- intente convencerle por ultima vez con el dedo en el gatillo