Partida Rol por web

-¿Verde te dio una prueba? ¿Cual? ¿Decir que podía hacer algo? ¿Asegurar algo? ¿Y si yo aseguro que yo tengo ese mismo poder? ¿A quién creerás? - Tomo aire, estoy realmente molesto - ¿Y por qué motivo si él tiene una redencilla contra mi soy yo el sospechoso y no lo es él? Lo siento pero no tiene sentido, y eso os pone a vosotros tres bajo sospecha de ser los traidores.

La verdad no la contienen las letras, sino las palabras adecuadas, pues aquel que las escuché sabrá la verdad... sin revelar su secreto...

Los árboles son antiguos y sabios, y saben guardar secretos...

-Verde, respóndeme a una cosa ¿te crees sabio?

No más que el resto de los convocados...

Solo me considero paciente... y atento a todo lo que se habla... te acnosejaría que tuviese en cuenta todo aquello que se dice, pue el inconsciente siempre juega malas pasadas, incluso a los traidores...

Por lo que no es cuestión de acusar, sino de escuchar...

-¿Y si no es cuestión de acusar a qué viene esa frase de "incluso a los traidores"? Porque juraría que eso es considerada una acusación. Igual que, en segundo grado, apoyar a el calmado y paciente Enywas.

Solo he acusado a dos dragones de momento con certeza absoluta, a ti casi pero no lo he hecho. Pero si crees que ya lo he hecho deberías aprender a escuchar como te aconseja Devhalos.

-Sí, tranquilo, confío en aquél que me ha amenazado de muerte.

Solo fuera de esta ciudad, te lo repito, pero eso de escuchar no es tu fuerte.No pienso manchar esta ciudad con tu sangre. Sonrío

-Sigue siendo una amenaza.

Miro al dragón Azul y su reyerta contra el dragón Rojo... Abro los ojos y miro al cielo dorado.

Verás, dragón Azul, escuché sus palabras y en ellas hallé algo que sólamente quien dijera la verdad podría conocer. Se me da bien pensar como los traidores... Soy de Sombras, y no me extrañan las acusaciones, o insinuaciones en mi contra. Si dices tener el mismo don, demuéstramelo, y entonces te creeré. Sospechaba del dragón Rojo hasta que el dragón Verde me dio una prueba y me dijo que confiaba en él... Realmente no sospecho de tí, tan sólo deseo acallar vuestra pelea con el veredicto de los bosques.

Mis ojos brillan por un segundo, con la mirada aún perdida.

Si yo te hablase de algo que sólo tú puedes conocer... ¿No creerías que puedo conocer secretos? Deberías centrarte en localizar a los seguidores del dragón Negro, y no a defenderte, o batallar, contra el dragón Rojo... Vuestras rencillas quedarán fuera de la ciudad, y allí, quizás, alguien decida intervenir, o quizá decidan dejar que os matéis... Pero eso no es lo que nos atañe ahora.

Sentencio. Me pongo en pie y al lado del dragón Verde, sencillamente poso mi mano en su hombro unos segundos, en señal de apoyo.

- ¿Y qué se supone que ha dicho para que debamos creerle?

Me encojo levemente de hombros.

Si es tu don... Deberías de saberlo también.

Sonrío como un cazador con su presa, divertido y expectante.

Miro pensativa a uno y otro lado las discusiones que hay entre todos, y finalmente me digo a hablar

Esto ya se está convirtiendo en una locura, y encima esa idiota dice que no confía en mi por que el dragón negro me atacó y me maldijo, si me atacó sería por que vio en mi un enemigo para liquidar, no un complice, jajajajaja hablas de que yo cambié mi manera de ser cuando tu pasaste de ser la perra de Rojo y defenderlo a amenazarlo por decir que conoce a uno de los traidores, sin duda tu también lo eres y por eso amenazas a Enywas ahora

Viendo que pronto el sueño me vencerá, clavo mis ojos en el dragón de Hueso.

Busca la luz en las tinieblas. Está más cerca de lo que crees.

Dicho esto vuelvo a sonreír como un tiburón, aunque mi presa es distinta esta vez. Es el dragón Púrpura.

Todo se descubrirá a su debido tiempo... Dime: ¿crees que juego sucio?

Mi voz suena hasta desafiante. Incluso un matiz divertido.

Al hablarme Murmur lo miro de forma enigmática mientras sonrío.

Jajajajaja Murmur, no juegas ni limpio ni sucio.

Solamente juegas como los niños, y puede que como ellos no conozcas las reglas de este juego en Austrión, puede que ninguno las conozca, yo al menos no lo hago.

Espero, por el bien de todo, que seas tu quien gane el juego en caso de ser inocente... pero también espero que en caso de que seas culpable sea yo quien te saque las tripas a dentelladas.

Pero eso creo que no pasará, al menos lo espero por el bien de los dos, no creo que me guste el sabor de tu sangre querido Murmurcito

Como niños... ¿Con cuatrocientos años?

Pregunto divertido por su respuesta. Miro a todos los demás, y viendo el silencio, decido proseguir la conversación un poco más.

Podrías intentarlo, pero si la traidora fueses tú, sería yo quien arrancaría una a una tus escamas para proporcionarte la más dolorosa de las muertes... Bueno, mi amazona sería quien lo hiciese, pues así se juega en Austrión.

No me preocupa eso, no soy ninguna traidora, si me atacaseis otra muerte de un inocente caería sobre vuestras conciencias.

Puede que tenga solo 400 años, pero no pienses que soy una jovencita tonta Murmur digo guiñandole un ojo, sabes que no lo soy

Gruño a Murmur.

- ¿Como lo sabes, bastardo?

Tranquilo Nihilius, lo sabe y ya está, no te preocupes, no lo sabe como tu te piensas

-Púrpura, ¿tengo que entender que eso es una amenaza hacia mi persona? Solo porque digo que no me fío del primero que dice saber quienes son los traidores?