Partida Rol por web

Esa noche no podias dormir, cada vez que cerrabas los ojos tu cabeza se llenaba de murmullos, no alcanzabas a comprender lo que decian pero eran tantos que no te permitian dormir.

Arto ya de dar vueltas en la cama decidiste, levantarte y dar una vuelta por el parque que tenias alrededor. Eso siempre te calmaba mientras decidias que camino seguirias miraste a la Luna. Luna nueva..No..Creciente, apenas si se veia pero que empezaba a verse el blanco tan caracteristico de la Luna.

John llenó sus pulmones con el frío aire de la noche. La Reserva estaba en silencio, pero el hedor a veces se hacía insoportable. Decidió alejarse un poco, buscando la paz del descampado. En el bosque o en el prado, los murmullos no se desvanecían, pero sonaban más armónicos. Más familiares.

Desde luego todo se veia mucho mejor en la naturaleza, de vez en cuando escuchabas el sonido de algun animal entre la maleza, no era algo que te preocupara demasiado, sabias que por esa zona no habia animales peligrosos y tambien sabias que si no les molestabas ellos no te molestarian a ti.

El bosque se te hacia un tanto extraño, era igual pero a la vez era distinto. No sabias lo que pasaba pero parecia que habia menos arboles, muchos menos. Pero eso si, los que habia se veian mucho mas vigorosos que naturalmente.

John conocía esos bosques. Eran “sus” bosques. Casi nadie los recorría ya y, además, los amaba. Era muy extraño que la zona no le resultara familiar. Seguramente esa maldita jaqueca había interferido con sus sentidos. Ya no recordaba cuanto tiempo había pasado desde que dejara su cabaña. No obstante, siguió moviéndose. Caminando. Dejando que el frío de la noche agudizara sus instintos. Olfateó los distintos olores del bosque. Escuchó sus ruidos. Observó el cielo estrellado, buscando una orientación.

Realmente te parecia imposible que una zona de ese bosque te fuera desconocida, lo conocias desde que eras un niño, habias paseado por el infinidad de veces.

Trataste de cerrar los ojos para captar los olores, hasta los olores, eran nuevos. Aunque no sabias decir por que todo te sonaba familiar a la vez.

Te percastaste de un nuevo detalle, habia un monton de pequeñas luciernagas, nunca habias visto tantas juntas. Y todas parecian moverse hacia un lugar en concreto...

John observó las luciérnagas fascinado. Era un hecho lleno de magia. La magia de sus antiguas tradiciones. Las que escuchaba junto al fuego, hacía ya mucho tiempo. Volvió a ser un niño. Nada temía. Solo había lugar en su corazón para la sorpresa y la emoción. El bosque era su patio de juegos, no había ningún mal en el. Siguió las luces con paso veloz, aunque procurando no espantarlas. Ya no prestaba atención a los árboles, ni a los ruidos. Su mirada se concentraba únicamente en la luz. Mejor dicho, en la miles de luces que zumbaban por el gélido aire nocturno.

Si te sientes unido a todo lo que te rodea, las luciernagas se internan mas y mas en el bosque, ya no sientes el frio de la noche en tu piel, sientes un calor interno, te sientes protegido.

Las luciernagas cada vez son mas rapidas, te cuesta seguirlas, no entiendes muy bien por que pero apoyas las manos en el suelo para ir mas rapido y efectivamente tu velocidad aumenta.

Por fin llegas a un claro, en el que todas las luciernagas se amontonan en espirales. En el centro del mismo, ves una persona de un tamaño enorme, te acercas mas.

No, no es una persona, es un gran arbol, pero tiene forma de hombre, se gira y al verte sonrie. Este parece uno de los espiritus de la naturaleza de los que te contaba tu abuelo cuando eras un niño. Desde luego, te sientes maravillado.

A esta altura, John estaba convencido de que todo era un sueño. Pero también estaba convencido de que los sueños traían siempre algún mensaje.
Con paso titubeante, se acercó al gran árbol y se detuvo a su lado. Observaba las luciérnagas que aún permanecía alrededor de él y la noche que se mantenía distante.
Miró a los ojos al viejo espíritu y lo saludó en la lengua de sus antepasados (al menos la que le había sido transmitida a él). Presentó sus respetos y agradeció haber sido convocado. Después, simplemente se sentó a compartir su presencia

El gran espiritu te observa, sus movimientos son lentos, tranquilos pero precisos.

-Muy buenas noches joven hermano lobo -Su tono de voz era profunda, y al igual que sus movimientos, tambien se toma su tiempo para hablar.- Nunca te habia visto por esta zona..¿Eres nuevo?

- Es extraño. Creía haber recorrido antes esta zona, pero no recuerdo que todo estubiera como ahora. Ciertamente, recordaría haber visto a alguien como tú...Por cierto, ¿donde estamos realmente?

Al escucharte, el espiritu te mira extrañado. Tras eso cierra lentamente los ojos y permanece asi varios minutos. Cuando ya pensabas que estaba dormido, vuelve a hablar.

-Creo que ya lo entiendo, joven hermano lobo. Por lo que creo es la primera vez que visitas nuestro mundo. As tenido suerte de encontrarte conmigo, por que no todos los de por aqui suelen llevarse bien con los de tu especie...Supongo que este sera tu primer viaje al mundo espiritual.

John meditó las palabras del Gran Arbol por unos segundos. “Viaje espiritual”, lo había llamado. Para John era solo un “Sueño”, aunque un sueño del que debía hablar con los Ancianos de la Reserva.
John no sabría decir si sus palabras sonaban en la noche, o si eran un mero pensamiento:
- Es mi primer viaje a este lugar, sea donde sea. Al menos, es la primera vez que tengo conciencia de ello. ¿Acaso estamos donde los Padres se comunicaban con los Espíritus? Creía que no existía ese lugar, o que se había perdido la forma de acceder a él.
- ¿Y a qué te refieres con eso de “los de tu especie”?

-Los de tu especie los Uratha, los hermanos lobos.

No entiendes muy bien lo que quiere decir, hasta que decidis observarte a ti mismo, cuando te pusiste a cuatro patas para correr no era un simple capricho, por lo que podias ver tu cuerpo ahora el de un lobo de gran tamaño.

Vuelve a cerrar los ojos durante unos instantes.

-Creo que no soy el mas indicado para hablarte sobre estos temas, no entiendo demasiado de muchas de vuestras costumbres. Pero e convocado a uno de tus hermanos para que te ayude.

John aceptaba todo con la naturalidad de un sueño. No entendía demasiado, pero esperaba que los Ancianos pudieran interpretar las palabras del Espíritu. Seguramente ellos estarían más acostumbrados a estas situaciones. Sin embargo, una sensación muy profunda tomaba forma en su pecho y le decía que estaba en presencia de un suceso altamente extraordinario. Íntimamente, temía que no fuera tan fácil encontrar las respuestas.

- Quisiera saber algo. Dices que has convocado a otro de los míos, pero… ¿yo también he venido como respuesta a tu llamada, o simplemente he encontrado el camino solo? ¿Y, en cualquier caso, que tan seguido sueles recibir visitas de los que son como yo?

-Correcto, alguien viene a recojerte, no tardara en llegar. No, no solemos recibir visitas por esta zona, esta bien cuidada y no suelen hacer falta los de tu raza. Y yo no soy nadie demasiado importante por aqui, solo e sabido sobrevivir.

En esos momentos cierra los ojos y entra en escena una mujer de una gran belleza, se te queda mirando como meditando unos segundos o como si esperara a que dijeras algo.

John observó detenidamente a la mujer. Por su extraña belleza, no podía determinar si era una extranjera como él o si pertenecía realmente a este mundo espiritual. Tampoco sabía si era ese “guía” del que el otro ser le había hablado. Sin embargo, recordaba la advertencia del Gran Árbol sobre “aquellos que no se llevaban bien con los que eran como él”.
Esperó unos segundos alguna señal del venerable Espíritu, aunque pronto desistió. Si le comunicaba algo, seguramente lo haría con esas frases oscuras, que no alcanzaba a interpretar.
No conocía las Tradiciones de este lugar, por ello esperó a que el Viejo Árbol presentara a todos los reunidos

La mujer te observa durante unos segundos. Despues observa al espiritu y comenta.

-Gracias por el aviso -Dice tras lo que mira - parece que eres nuevo nunca te habia visto...¿Has aprendido a cambiar tu solo o a sido mera casualidad?

- No se a que te refieres. Es solo una forma que tomé para andar por este sueño. No creo que tenga mucha mayor explicación.

John estudiaba a la joven. Comenzaba a creer que no pertenecía a este lugar, aunque aún no estaba seguro de sus intenciones

Te mira extrañada, la joven parecia bastante segura de si misma, no era la tipica rubia tonta.

-¿Sueño? No, me temo que esto no es un sueño, esto es tu primer cambio. Como explicartelo..Tu no eres ni humano, ni espiritu, tu y yo somos una mezcla de ambas cosas unos guardianes de ambos mundos. Tu...No se muy bien como hacer que te creas que esto no es un sueño...Pero creeme no lo es.

Por alguna extraña razón, las incoherencias que expresaba la muchacha tenían pleno sentido para John. Aún tenía muchas dudas, pero al fin veía claramente cual era su lugar en el universo. Sencillamente, era lo que había hecho toda su vida. Un guardián entre dos mundos. El Antiguo y el Nuevo. El Nativo y el Extraño. Un nuevo sentimiento de confianza y determinación creció en su pecho.

- Si, te creo. Puede que esto no sea un sueño, después de todo. Tal vez, el sueño ha durado toda mi vida. Y recién ahora estoy despertando…