Partida Rol por web

Bethel elimina a otro de las pequeñas pestes de un flechazo certero.

Mientras que el primer fuego comienza a extinguirse, los dos últimos que ha prendido Jaali cogen fuerza engullendo a varios pugwampis. El terror y el descontrol empiezan a hacer mella entre los seres.

El fuego quema a varios de los pugwampis, dos de ellos caen al suelo, otros dos son presa de las llamas sufriendo quemaduras horribles y gritando sin piedad.

Los pugwampis más cercanos a la pared intentan bajar trepando, dos de ellos lo consiguen, y alcanzan el suelo demasiado cerca de Jarael y Dorwas para su gusto. Otros dos caen, uno de ellos golpea el suelo con su cuello, claramente muerto, el otro aunque chilla parece más o menos vivo.

Los últimos cinco prefieren la caída al fuego y se lanzan al vacío. Solo uno de ellos logra levantarse renquante.

Cuando el lío se calma solo hay tres pugwampis vivos en la capilla, dos de ellos malheridos.

Los dos primeros pugwampis que corrian hacia vosotros han sido parados en seco por sendas flechas de Bethel y Sinbad. Los que iban más retrasados pueden ver el dantesco espectáculo de sus compañeros tirándose desde las telas y muriendo en su mayoría.

De forma unánime, y aprovechando que tienen una salida a la izquierda, cambien de rumbo y empiezan a correr hacia fuera del monasterio.

El experto en gnolls levanta su cabeza para ver la espantada de los pugwampis, sonríe por la victoria, y con su último aliento escupe una sangre negra y espesa y consigue decir con voz rasgada:

- Bien.

Un hombre de pocas palabras en la vida y en la muerte.

Bethel mira a Dashki y reprime un escalofrío, bien podría haber sido él quien acabara así. Por suerte el resto de seres huye fuera del monasterio.

Jaali ve como los puwampis que corrian hacia ellos dan media vuelta y deciden emprender su exilio hacia la Tierra Prometida de los Puwampis, que seguramente este muy lejos de donde esta el mago.

Bueno, bueno, bueno, Dorwas. - dice el mago mientras remata a un puwampi con la vara - Parece que, una vez mas te he salvado la vida.

Mientras se acerca, continua

Pero vamos, no hace falta que me lo agradezcas. Mi maestria de la magia me hace mas poderoso que tu y por tan... - en ese momento ve el cuerpo chamuscado del Rey atravesado por varias flechas - Anda, pues no lo mate yo. Parece que estos bichos son mas inutiles que vosotros. Le han matado sus propios subditos  - comenta entre sorprendido y divertido.

Mira hacia el techo y comenta

Que alguien suba a ver si hay algo de valor... Aunque lo dudo.

Despues ve como Jonova, arrodillada al lado de Dashki, le cierra los ojos. Jaali se queda unos segundos callado y al final dice con un deje de pena en su voz.

Lo siento por el. Al menos murio como vivio. Luchando contra los gnolls y sus adlateres. Y rodeado de basura.

Dorwas destroza al pugwampi más cercano, asestándole un poderoso golpe con la cimitarra.

Acto seguido se gira hacia Jaali. Follaviales, si no quieres mezclar tu sangre con la de esa criatura - señala al Rey de los pugwampis en el suelo - en mi cimitarra, más vale que te estés calladito.

Y si no, - añade - mirale la herida que le atraviesa el pecho de lado a lado. ¡Por supuesto que no fuiste tú! Al menos esta vez no te has desmayado, solo esperemos que no vuelvas a empezar a vomitar...

Hombre, la herida que le parte el pecho esta muy bien, Dorwas, lo reconozco. Una obra de arte. Veo que has estado practicando el cortar carne churruscada. - comenta el mago - No te preocupes que cuando haga una parrillada te llamare a ti para que le pegues tajos a las salchichas que se que eso se te da muy bien.

Se acerca al Rey puwampi 

Vamos realmente a discutir esto? Si esta clarisimo. - dice Jaali señalando la herida que ha hecho Dorwas - Hasta un ciego veria que los bordes de la herida demuestran que el golpe ocurrio despues de que la carne se quemara. 

¿Por fin has sido capaz de acercarte a un cadavez sin vomitar hasta la primera leche que tomaste? - respondió Dorwas levantando la cimitarra y cortando la cabeza del Rey pugwampi, quería llevarse un bonito trofeo. - Que supongo que sería de cabra, ya que todos sabemos que tu madre en vez de darte el pecho te dio la espalda...

Aunque, claro. - Dorwas sostuvo la cabeza de la criatura, mirándola con una sonrisa - Después de viales, lo único donde podrías llegar a meterla sería un cadaver, tiene sentido...

De todas formas, la sangre de mi espada demuestra cláramente que la criatura esta viva y coleando cuando la ensarté como a un pincho kalapeshiano...

Sinbad entrecierra los ojos al ver la huida de los pequeños mosntruos, sin cambiar mas que eso su expresión facial se pone a seguirlos para terminar el trabajo.

Al menos mi madre no se tenia que afeitar, enano.  -dice molesto ante la mencion de la cabra. La madre de Jaali nunca le quiso y el sentimiento es mutuo - Y claro que tu cimitarra tiene sangre. Acabas de cortar por la mitad al otro bicho ese malherido. Lo ves? A Dorwas lo que es de Dorwas. El pugwampi malherido es tuyo. El Jefe y todos los quemados - señala alrededor - son mios. De nuevo, felicitaciones. Ya has hecho mas que contra los gnolls del oasis. O que en el campamento. O que en el viaje...

Mientras discute, Jaali mira a ver quien ha quedado vivo para interrogarle

Viendo que sus compañeros quieren dar caza a las criaturas el elfo conjura, aunque no muy bien.

Las arenas se remueven y cobran vida intentando atrapar a los fugitivos, pero estos son agiles y rápidamente cambian de dirección.

Mierda. Lo peor del tema es que va a tener que aguantar al mago tocarle las narices, seguro, pero seguro. Buff, ya le está entrando dolor de cabeza.

Jaali esta discutiendo con Dorwas cuando nota en el espectro octarina de la luz que el conjuro de Bethel no ha funcionado.

Por Nethys! Dicen que no hay tonteria que cien años dure... Eso es que no conocen a nuestro amigo elfico.

Dejando a Dorwas con la palabra en la boca sale corriendo detras de los pugwampis mientras revuelve uno de sus bolsillos. Saca un vial con Aliento de Nethys, apunta a los bichos que corren y pronuncia unas palabras de poder. El vial centellea un segundo y las criaturas quedan paradas, ensimismadas en sus propias pesadillas.

Jaali mira a Bethel con superioridad mientras se frena

Asi se hace magia, Bethel. Si te limitas a tus cantr... - el mago pisa una zona de gravilla, se queda momentaneamente a un metro del aire totalmente paralelo al suelo durante un segundo y se da un espaldarazo que le deja sin aliento.

Jaali recuerda en ese momento que algunos escepticos consideran que para ser un buen mago no solo hay que entrenar la mente, si no tambien el cuerpo. 

Los escepticos tenian razon... - piensa luchando por respirar

Solemos tenerla.

Los tres pugwapis que aun estaban en el templo interrumpen su huida y se quedan atontados mirando para Jaali, sea por su magia, se por su ridícula caída.