Partida Rol por web

Tras repartir el tesoro, y rezar algunas oraciones a mi Señora por los caidos, me dirijo a los cuerpos caidos de nuestros amigos, mientras digo- Me gustaría dar a los demás también un entierro digno, pero creo que no podré transportar todos los cuerpos ahí arriba. Que mi Señora me perdone, pero prefiero dar entierro a los que llamaba aliados. Ya he rezado para que el alma de estos desdichados llegue a buen puerto. Ahora, recogeré los cuerpos. Id vosotros delante, por si pasa cualquier cosa. Volvamos por donde hemos venido, es fácil que ese camino esté despejado.

Y dicho esto, levanto el cuerpo de Shergard, echandomelo al hombro. Después, cojo a la delicada elfa, y la llevo en mi otro hombro- Ahora, vamos. Cuanto antes salgamos de aquí y descansemos, mejor. Hoy a sido un día muy oscuro para todos... -Mi voz suena seria, y a la vez, con cierto tono de tristeza. No pensaba tener que oficiar el funeral de dos de mis aliados...

Akmenos abre la marcha preparado para cualquier sorpresa por parte de los hombres rata.

Conseguís llegar hasta la entrada del pozo sin problemas, las trampas pasadas anteriormente están ya desactivadas, y ningún enemigo ha sobrevivido para poder cortaros el paso. Si algún otro pasillo secreto podría hacer que llegaran nuevos adversarios, tenéis la suerte de que no haya sido así hasta ahora.

Frente a vosotros veis la cuerda del pozo colgando sobre el agua, no se os ocurrió atar un peso al final para dejarla sobre la orilla, y ahora os tocará saltar hasta ella para alcanzarla, afortunadamente Akmenos ya aprendió de su anterior experiencia y esta vez no debería tener muchos problemas.

Subiré yo primero. Cuando esté arriba, tiraré de la cuerda. Atad los cuerpos y los subiré. Después, subid vosotros. Si hay problemas, solo tenéis que gritar.

Tras decir esto, comienzo a trepar por la cuerda. Para un dracónido de mi complexión, subir una cuerda no es ningún problema.

Cuando Duhark llega arriba, ve a los guardias discutiendo con un enano malhumorado, les hace una seña y uno de ellos se apresura a levantar la reja que ya han terminado de instalar sobre el pozo mientras estabais abajo. El dracónido sale de este mientras escucha parte de la discusión entre el enano y el otro guardia:

Ya hay un grupo de aventureros allí abajo enfrentándose con los hombres rata, ellos son cinco y tu solo uno, no lo voy a repetir más veces, bajar tu solo sería un suicidio, y necesitamos tu fuerza aquí arriba, ¿ya sabrás que estamos organizando un ataque contra los bandidos verdad? Pues si quieres ayudar habla con Uther y presentate voluntario, pero deja las mazmorras para los aventureros.

Akmenos coloca los cuerpos de sus antiguos camaradas cerca del borde en espera de atarlos para que Duhark los suba.

Tras subir, me sacudo el polvo, saludo con un gesto al guardia, me asomo por el pozo, y digo- Atad los cuerpos. Empezaré a subir.

No puedo evitar oir la conversación del guardia con el enano, y mientras me preparo para subir uno de los dos cadáveres, añado- Enano, bajar ahí solo es una locura. Hemos perdido a dos de nuestros hombres, y solo por intervención divina hemos podido salvarnos.

Guardia -digo, mirando al guardia con gesto serio- hemos perdido a dos de nuestros hombres. Avise a su superior o a quien corresponda, necesito una capilla, he de oficiar dos funerales. Ah, y también necesitaré algún lugar para crear una pira y dos urnas vacías. Por favor, haga lo que pueda. Yo me encargaré del enano...

Y bien señor enano -digo agarrando la cuerda y empezando a tirar del cadaver- ¿Qué os mueve a bajar a ese infecto foco de enfermedades y muertes de ahí abajo?

El guardia se pone pálido y se te queda mirando unos instantes sin saber que decir, hasta que comienza con poca decisión:

Lo siento, pensabamos que podríais encargaros del problema de los hombres rata y por eso nos centramos en atacar por nuestra cuenta a los bandidos, pero si habeis fracasado, no podremos dejar Edgecomb desprotegido para realizar el ataque y nuestra situación no mejorará, esta noticia será un mazazo para Uther...

El hombre baja la cabeza apesadumbrado y duda antes de ponerse en marcha, parece que no le guste tener que dar esas nuevas, pero antes de irse se acuerda de lo que le has pedido para los caidos, se nota que el impacto de vuestro fracaso le ha dejado tan afectado que apenas había pensado en ello:

Lo que me pides no va a ser fácil, ya has visto el estado de Edgecomb. La capilla hace tiempo que fue transformada en refugio, y no me atrevo a intentar desalojarla, los ánimos estarán muy tensos y podría organizarse una buena revuelta. Sobre la pira, la mayoría de la madera que tenemos se ha usado para construir cabañas para la gente por todo el pueblo, pero supongo que Uther podría prescindir de alguna otra mesa de la casa comunal. Así que tendrás que conformarte con una capilla ocupada y hacer una pequeña pira aquí en la plaza del pozo, que es el único lugar lo suficientemente abierto y desalojado que queda... por un momento se queda pensativo, y por fin termina con bastante más firmeza: Daré las ordenes oportunas, si tus compañeros murieron defendiendo Edgecomb, tendrán el mejor funeral que les podamos ofrecer...

Realiza un saludo militar y empieza a largarse de allí dejando al enano con la palabra en la boca.