Partida Rol por web

Partisteis sin mas dilacion hacia las afueras de la villa, Los guardias de la puerta sur os miraron como si fuerais locos. Pues hacia ya unas semanas que nadie entraba o salia por esa puerta.

La caminata no se os hizo muy pesada y por uno de los carteles que indicaba el siguiente pueblo supisteis que estabais cerca de donde los orcos provocaban las emboscadas y atacaban a los carromatos.

Os disteis cuenta que no se oia el piar de un pajaro, ni se movia nada que os indicara que hubiera vida en aquel bosque. Por alguna razon extraña notasteis como se os erizaron los pelos de la nuca.

Era la sensacion de que alli pasaba algo con la magia....

Olia a leña quemada y veiais el humo como avanzaba por el camino.

No os preocupeis por eso, seguidme en sigilo y pisad por donde yo pise...A partir de ahora silencio absoluto- Susurro deteniendose y con sigilo, pues apenas sonaban sus pasos en la hierba avanzo por un pequeño sendero que ascendia serpeteante.

Os tirasteis un buen rato de subida hasta que llegasteis a un mirador.

Bienvenidos al "Ojo del Aguila" Aqui podremos observar todos los movimientos sin que nos vean...

Balder se agazapó un poco para asomar sólo los ojos.

- Sabemos la zona en la que encontraremos el peligro y con suerte podremos verlos preparar la emboscada. Y si nos descubren aquí arriba no vamos a tener muchas opciones aparte de luchar.

Comenta fijándose en la caída.

- Es curioso que los propios orcos no estén vigilando este lugar si es tan propicio para controlar la zona. Quizá es que no son lo suficientemente astutos.

Seguro que si estuviese aquí Kathra podrían tener una charla sobre la astucia de los orcos.

El camino había sido un aburrimiento. Trancos seguía sin caerme bien, pero no tenía una explicación convincente mi comportamiento. Supongo que... pensaba, mientras caminaba-  hay gente mejor y peor, y este definitivamente apesta.  

Me dediqué a seguir al grupo, sin comentar mucho. Me dedicaba - mayormente- a dedicarle miradas a Balder a Nienna, las personas con las que más relación había conseguido desde el día anterior. Pff... preferiría estar ahora mismo en la taberna, tomando hidromiel. Tsk... locos todos, pero es por el bien de la misión... Aunque los Orcos... puagg... demasiado guarros para mi gusto, vaya. Ven a una mujer y, o la violan, o la matan. O ambas cosas, pero no sé exactamente el orden.

Al llegar a la zona sonreí, satisfecha. Las vistas eran buenas y parte de la compañía me agradaba. Me agaché, para evitar ser vista y me quedé allí, forzando la vista. ¿Y ahora...qué?

¿Veis ese humo que oculta el camino? No es niebla, ellos lo han provocado para entorpecer  la vision- Señalo la zona de humo que rodeaba bastante del bosque y llegaba hasta las montañas.- Como puedes ver no les hace falta, pues nadie les puede ver,ni ellos a vosotros...

Alli abajo la magia es salvaje, por lo que  es un punto bastante claro a favor de los orcos- Miro a Annya, con una sonrisa. pues su rostro habia cambiado y parecia disfrutar de la naturaleza.- No se sabe que pasara al lanzar el conjuro...bueno ese tema lo sabeis vos, mejor que yo.

Asi que como veis no es tan facil como parece....

Durante el camino me mantengo en silencio y sigo a Trancos. Llegamos al punto que denomina el ojo del águila. Miro todo asombrada.

-Vaya-susurro muy bajito mientras observo como mis compañeros obrsevan también toda la zona en silencio y algunos se agazapan.

"Yo ya soy pequeña, no necesito agazaparme" pienso divertida mientras una sonrisa asoma a mi rostro.

Mi mano se pasea por el filo de mi hacha.

"Pronto te alimentaré, tranquila" pienso con dulzura.

Escucho atentamente a Trancos. Parece ser que hay bastante magia de por medio, eso hace las cosas más difíciles, pero no imposibles. Una sonrisa se dibuja en mi rostro.

"Me gustan las cosas difíciles"

Volvio a mirar hacia las montañas y en su rostro visteis una mueca de asombro.

¡Por todos los Dioses....!- Señalo hacia las montañas y el aire cambio meciendo el humo hacia la izquierda dejandoos la vision despejada por donde se encontraba la entrada de la madriguera de los orcos.- ¡Maldito cabezota ESTUPIDO!

Dos figuras que reconocisteis enseguida como Josell y Assad, fueron rodeados por una docena de orcos.

Estaban a unos tres veces del alcance maximo de un arco largo desde vuestra posicion, pero los veiais perfectamete.

Ambos se desplomaron y los metieron dentro de la abertura de la montaña. Dos orcos por cada lado, les arrastraban como muñecas de trapo.

Trancos sin darse la vuelta chasqueo la lengua.

Espero que no les hayais cogido cariño...vuestros compañeros han muerto....o van a morir...

Intenté por todos los medios ver las cosas tan claramente como el resto, pero era evidente que la altura ayudaba mucho.

-Pero... ¿qué...-iba a preguntar cuando trancos dijo que habían muerto o iban a morir.

Mis ojos se agrandaron.

-¿No deberíamos ayudarlos?-le preguntó con un tono amigable y tranquilo.

Os miro con un gesto de gravedad a cada uno.- Se lo adverti y no hicieron caso...

No podemos hacer nada por ellos, la mision es lo primero...

Cuando acabeis la mision mañana, luego si quereis haceis una barrida

A menos que renuncieis a ella por dos incoscientes y os quedeis sin la recompensa- Apoyo su mano derecha en la empuñadura de su espada.

Si os metes alli, contad que lo haceis en las fauces del lobo y no creo que sea cosa de entrar y salir.

Estan muy bien organizados, en menos de lo que tardais en hacer un parpadeo de ojos les han rodeado y cuatro aqueros se han apostado desde los agujeros de aquella cornisa.

-No me refería a entrar a las bravas, simplemente comenté que igual deberíamos ayudarlos-le digo tratando de ser dulce pues no quería apra nada incomodarlo.

Miro el panorama y me pongo en la situación de los dos que han sido apresados y la verdad es que como lección me aprece que deberían haber aprendido, pero no han hecho nada tan grave que merezcan ser abandonados allí. Suspiró y espero a ver qué opinan los demás.

Ya sabiais los pormenores de la mision.- Hizo una mueca y nego con la cabeza.

Se les explico los riesgos de su plan al "Cara pintada" y no hizo caso...- Maldito Cabeza hueca...- Susurro.

El mismo con el monje calvo han valorado los riesgos y aun asi no han atendido a razones.

Lo siento mucho, pero hoy no se puede hacer nada por ellos, seria una imprudencia rescatarles.....

Suspiro y bajo la cabeza mirando la entrada de la cueva.- No os podeis permitir mas bajas para la mision de

mañana. ya sabeis como reaccionan y si despues de entregar la mercancia quereis buscarlos, ya sera cosa vuestra.

Si quereis hacerlo ahora....vosotros mismos..

Yo ire a informar a Grannik, de que se busque a otra gente...- Seguia mirando hacia la entrada de la cueva y entrecerro los ojos.

¡Por todos los Dioses! ¡Mirad!- De la cueva salieron una veintena de orcos que se dispersaron en grupos de cinco y se perdieron entre el humo.

Un grupo de cuatro se quedaron en la entrada y se acercaron por donde habian apresado a Josell y Assad. siguiendo sus pisadas.- ¡son bateadores!

Son mas de veinte, hay tiene que haber una escuadra por lo menos....estan rastreando de donde han venido...

Adios al plan sorpresa gracias a esos dos necios que llamais compañeros...

- No puede ser...

Balder observó incrédulo.

- Assad podía ser sigiloso, pero el "necromante", cómo se le ocurrió ponerse a explorar. De verdad... nos quedamos sin un guerrero, sin un mago, sin elemento sorpresa... y esos bateadores, algún grupo puede decidir venir aquí de modo que habría que prepararse y darse a la fuga. Diablos, nos quedamos con muy poca magia.

Miró a los demás.

"La verdad es que se han cubierto de gloria" pienso para mí.

-Deberíamos marcharnos de aquí, supongo que merodearan por todos los sitios posibles... Caray, son muchos realmente-añado mientras veo como los grupos de orcos salen de su escondite y se van repartiendo-. Tenéis razón, han metido la pata hasta el fondo...adiós al factor sorpresa...pero... la sangre de esos orcos manchará mi hacha y sus visceras alimentarán su filo... no os preocupeis, nos han quitado el factor sorpresa, pero podremos con ellos-añado con una sonrisa maliciosa en mi rostro.

Vuelvo mis ojos hacia Trancos que parece realmente cabreado.

"La verdad es que no es para menos...." pienso mientras espero a que los demás se pronuncien.

-Tsk... no han tenido nada de cuidado- comenté, malhumorada. Yo ya sabía de sus planes, es más, podría haber ido con ellos, pero me había negado. Tsk... ¡es que no tienen cuidado! ¡Mierda, mierda! Ya me he quedado sin catar a otro, jodidos idiotas... Miré a los demás, sin saber muy bien qué comentar- Es cosa suya estar ahí abajo, compañeros. Nosotros tenemos una misión que cumplir y eso es lo importante. Al menos yo necesito el dinero, vaya. Lo mejor será que nos retiremos, si todos lo ven bien.

Suspiré, pensativa. No tengo ganas de que esos orcos nos cojany nos maten- claro que primero nos torturarían y violarían, genial.

 Aburrida por aquel paseo y por la vista de esos dos, que no le importaban lo más mínimo, sonríe, casi sádica.

-Por mi se pueden pudrid, ni si quiera han presentado batalla, vaya humanos...- mira a Annya -quizás tu deberías quedarte aquí, oye lo digo por tu bien, te ganarías una violación extra, tan dada que eres a ello, seguro que no les harías ascos- sonríe de medio lado, le encantaba provocar.

Me faltaba Kiara, ahora no necesitaba para abrazarme a él.

¿Cómo habían estado esos dos para dejarse coger? Eso por cabezones, y hombres, eso seguro que era por ser hombres...si es que no piensan... Eso o por ser humanos...aunque yo soy medio humana y no me he dejado coger...

Seguí un rato con mis pajas mentales, sobre elfos, humanos, hombres, mujeres y viceversa hasta que volví de nuevo en mi.

- ¿Y ahora, Trancos? Dije con un susurro.

Miré a la drow con desagrado, mientras notaba que sus comentarios habían hecho que me pusiera de mal humor. Ya verás con la sucia esta, joder. Le deberían poner una correa al cuello y algo para que se callara, como al resto de los suyos. Jodidos drows.- ¿Por qué no pruebas a callarte, intento fallido de elfa?  Prueba a meterte en un agujero bajo tierra, con los tuyos. No estoy aquí para escuchar tus gilipolleces, sino para trabajar. Así que, por tu bien, oye, los próximos comentarios que tengas puedes guardártelos para alguien que quiera escucharlos, pero a nosotros no nos hagas escuchar esa voz repugnante que tienes- La miré desafiante. No iba a temer ni a ella ni a nadie y menos me iba a callar contra una mujer amargada que necesitaba la compañía de un hombre, o de una mujer.

Miro sorprendida el mal royo que se cera en el ambiente.

"Más vale que te mantengas callada, Kristyd, pues tu humor sangriento no sería bien interpretado aquí" pienso mientras me rasco la cabeza.

Espero a que Trancos diga quá hacer a continuación pues parece que al menos a él si que le respetan.

 No pudo contener más una enorme risotada, había tocado la fibra de esa mujer sabia que ahora podía herirla bien en el orgullo, y le producía una enorme satisfacción crispar los nervios de esa mujer, sin duda sus palabras no la herían, ya hacia tiempo que los humanos eran simples gusanos para ella, las palabras de los gusanos ni si quiera las escuchaba.

-Jajajaja, prefiero ser una drow..... o mejor saber que es una drow, si nos llamas elfos...- y miro a Nienna con desprecio -sin duda no sabes que somos, y no te lo diré, pues tu raza no merece saberlo, y menos una ramera cualquiera- se cruzo de brazos

-Oh, sí, claro, lo que tú digas- me encogí de hombros. ¿Ramera? Solo hay que ver la forma en la que la sucia esta mueve su cuerpo, que parece que está atrofiada. Pero déjala, déjala, lo mejor que le puede pasar es que la pillen un par de orcos y le den una alegría. Quizá es que sois una aberración tan grande que ni vosotros mismos sabéis qué es vuestra "raza", ¿no crees? Pero bueno, sigue con tus tonterías, realmente no voy a sentirme ofendida por alguien como tú. Le sonreí irónicamente  y miré a mi alrededor. En fin... ¿Qué debemos hacer ahora, explorador?