Partida Rol por web

La escena sin duda era para verla, pues parecíamos dos idiotas más rojos que rojos mirándonos el uno al otro. Por suerte, lo ridículo de la escena hizo que el color rojo de mis mejillas desapareciera y bueno, que también le apeteciera desaparecer de ahí conmigo, me hizo tener la seguridad que tenía siempre en mí misma.

- Sí, la armadura.. - Respondí con una sonrisa para acabarme la cerveza de un trago y ponerme en pie, para después comenzar a caminar hacia mi habitación, aunque no sin antes hacerle un gesto con la cabeza al hombre para que viniera conmigo claro y acordándome de coger mi casco antes de moverme, porque sino no lo iba a volver a ver y le tenía mucho cariño.

Subí en silencio, sin decir nada y sin apenas mirarle y cuando abrí la puerta con la llave que me habían dado, no le dejé cortesmente que pasara él primero, pero porque esas cosas no me salían solas, sino que primero pasé yo y luego le hice un gesto para que pasara y cerrar la puerta a sus espaldas.

Me acerqué a una especie de pequeña mesa que había en la habitación, como un escritorio, pues no contaba con demasiado mobiliario y dejé en ella el casco, la llave de la habitación y el hacha que incluso después de ducharme me había bajado a la planta baja de la taberna colgada a mí, pues a dónde yo iba, iba ella.

Con una sonrisa y alegrándome de ser más o menos yo, aunque algo nerviosa me acerqué a Dan y dejando apenas diez centímetros entre él y yo sonreí.

- Ahora es cuando necesito saber si quieres revisar la armadura mientras la tengo puesta o prefieres que me la quite.

Claramente mi tono de voz en privado cambiaba bastante y se había vuelto bastante sujerente, por no decir, que quitarme aquella armadura era prácticamente quedarme en ropa interior pues como yo no tenía frío en ninguna parte debido al lugar en el que había nacido no necesitaba más que la ropa justa para que nada me rozase.

Te segui en silencio, bastante nervioso y cuando llegamos a la habitacion Rubi, mi corazon galopaba con nerviosismo e hinchado de deseo.

La habitacion tenia la decoracion con tonos rojizos, las gasas del dosel de la cama, lla ropa de la cama.

la habitacion olia a los inciensos de mora y la bañera estaba en el centro de esta aun humeante.

Flores de tonos rojozos adornaban la habitacion rubi.

Todo en conjunto con las rosadas mejillas de Dan.

tenias que agachar la cabeza un poco para mirarle y este te devolvia la mirada llena de admiracion y pasion que jamas habias visto en un hombre de tu clan.

para ver mejor el trabajo, primero necesito ver el cuerpo de quien la porta- Sonrio intentando quedar profesional, pero aparte de los nervios, le notaste muy seductor  mas cuando comenzo a ayudarte a desabrocharte las correas de la cintura.

Te miraba a los ojos, mientras se pego a ti para poder desabrocharte mejor- ¿No te importa que te ayude verdad?

La habitación estaba muy cargada para mi gusto, pero cualquier cosa que oliera un poco bien ya olía demasiado para mi gusto, que no el hombre que estaba conmigo, pues su olor sí que me gustaba, bueno y la forma de mirarme que tenía también, pero a estas alturas,c omo su color rojo delataba, ya sabíamos los dos qué era lo que hacíamos en esa habitación.

Sus manos llegaron a mi cintura y yo misma me di cuenta de cuanto ansiaba sus manos sobre mi piel y mi mirada lo mostró, pues aunque no fuera demasiado elocuente con las palabras, sí que se podían adivinar muchas cosas mirándome a los ojos.

- ¿ Molestarme? Debería agradecerte que lo hagas.

Mientras él soltaba las ataduras de mi cintura, me quité el brazal del brazo y sin apenas mirar solté las cinchas de la hombrera del otro, dejándolas en el suelo a la vez que él acababa de quitar aquella prenda de mi cintura, dejándome con una especie de falda roja que ahora quedaba claro que formaba parte de aquella armadura pues me había quedado en una especie de vestido rojo jujeto a la prenda de escamas que cubría mis pechos.

- ¿ No cuesta tanto trabajo deshacerse de ella verdad? -. Susurré sabiendo que aún tenía las perneras y las botas puestas, pero que el llevar la prenda que me cubría ahora sin nada que la sujetara, me daba una apariencia bastante más femenina.

Tenía ganas de acercarme a sus labios y no había dejado de mirarle con una sonrisa en ningún momento, pero me contuve y aunque miraba aquellos labios al hablar.

- Con lo que sí voy a necesitar algo de ayuda es con las perneras, es lo más complicado de desatar..

Cada vez que soltaba una pieza de tu armadura, tu sentias un alivio enorme. Sus manos se movian con una destreza increible y te ayudo a quitarte la coraza. Estaba pegado a ti mirandote a los ojos con deseo y una medio sonrisa seductora.

Al contrario, soy yo el que te agradezco que me permitas ver lo que esconde debajo tu armadura. Yo te ayudo con las perneras y las botas, con mucho gusto.- Se agacho delante tuya y comenzo a desabrocharte las perneras y acabo mas rapido de lo que esperabas, cuando termino sus manos acariciaron tu pantorrilla y muslo torneado.

Paso a la otra pierna y te desabrocho con la misma velocidad. Se notaba su practica en abrochar y sobre todo desabrochar armaduras. Me levante despacio con mis manos rozando tus lineas de los costados y estabas muy bien hecha.

Cuando termine de levantarme, mire a tus ojos y te dedique una sonrisa.- Si te sientas en la cama te quito las botas....

Sonrio y notaste que tenia ganas de besarte, te miraba a los labios y a los ojos, pero veias que no se lanzaba a la piscina. Estaba muy nervioso- eres perfecta para llevar esa armadura.....- Trago saliva sonoramente, nervioso.

Me estaba gustando el jueguecito que nos traíamos, sin duda, pero parecía tan nervioso que me estaba dando hasta pena hacerle esperar más y eso, que había tenido el arrojo suficiente como para acariciar mis piernas al quitarme la armadura.

Escuché aquella palabras de quitarme las botas, pero ya no podía contenerme más y tenía que besarle incluso antes de que terminara de " desnudarme " pues para mí, estar sin armadura ya era como estar sin ropa. Así que en silencio me acerqué a él la poca distancia que nos separaba, pudiendo notar ahora su calor por mi cuerpo, pues ya no llevaba armadura que me lo impidiera y de manera suave ( o al menos todo lo suave que yo podía ser ) me acerqué a sus labios, y los rocé suavemente un par de veces antes de sentir el deseo que no evité y meter mi lengua en su boca ahora y sin tanta suavidad, sino con muchísimas ganas de hacerlo, pues hacía mucho tiempo que no disfrutaba de " compañía " y notaba como mi cuerpo necesitaba desahogarse y mucho.

Notaste un suspiro placentero en sus calidos labios, que recibieron tu boca con la misma ansia con la que fue lanzado tu beso.

Te abrace con ternura acariciando tu robusta y sensual espalda, mientras nuestras lenguas comenzaban una sensual batalla, como si de dos espadas se tratasen. nuestras salivas se mezclaron en el morboso lance. mientras mis ojos se cerraron para recibir y sentir la descarga de nuestra pasion

El calor de el roce de su cuerpo, la suavidad de su lengua y las suaves y masculinas caricias en tu espalda. Os quitaron esa verguenza del primer beso, aquello sin duda hizo que saltaran las chispas en tu interior.

Poco a poco os arrimasteis a la cama sin soltaros de la morbosa batalla de lenguas y notaste el borde de la cama tocar tus gemelos.

No recordaba todas las sensaciones que tiene tu cuerpo cuando besas los labios de alguien que te atrae mucho físicamente, pero las sentí todas de golpe, notando una sensación parecida a la que tienes cuando ves al enemigo delante de ti y puedes correr hacia él cargando para destrozarlo al dejar caer tu arma sobre tu cuerpo.

Nuestras lenguas no paraban pues ambos ansíabamos el sabor del otro y al notar la cama a mi espalda, mi primera reacción no fue dejarme caer en ella, eso sin acordarme de que mi peso muerto podría dejarnos sin cama, sino que mis manos buscaron su cintura, sacando su ropa del cinto donde estaba sujeta y comenzando a desabrochar sus botones, pues yo también quería ver el cuerpo que se escondía bajo la ropa de aquel herrero y anhelaba acariciar su piel.

Entre besos conseguí dejar su torso desnudo para mí y luego sí, separé mi boca de la suya para sonreir mientras le miraba a los ojos y luego ocupé la cama cogiendo su mano y con una suavidad que normalmente no existía en mí, coger su mano, pidiéndole así que viniera conmigo a ella, que yaciera conmigo y apagara aquel deseo que había despertado.

Su torso es atletico y fibroso. Una musculatura sutil coronado por un poco de vello, no como los de tu clan que mas que hombres parecian osos.Aun asi su torso estaba duro y te parecio muy sexy.

Te cogi de la mano y me acomode a tu lado,te abrace y empece a besarte de nuevo en los labios.

Sumergi mi lengua en tu calida boca, mientras acariciaba tus abdominales marcados en tu vientre.

jadee con el placer que me daba tu boca y mi mano que tocaba tu vientre acaricio tu pecho con delicadeza, por encima de la tela del top.

Al verle así, con el torso descubierto mi gesto se volvió hasta juguetón, pues sin duda me gustaba lo que estaba viendo y aunque no es que fuera un hombre de constitución llamativa, se podía ver que estaba cuidado y a mí, me resultaba aún más apetecible incluso que antes de quitarle la ropa.

Se vino conmigo a la cama, cosa que no había dudado en ningún momento y sentí sus brazos rodeándome, el calor de su piel y de nuevo su boca, a lo que esta vez se añadió notar sus manos en mi vientre, lo que me produjo un agradable escalofrío. Su mano siguió subiendo, hasta posarse en uno de mis pechos y haciendo que acto seguido mi pezón se endureciera por aquel agradable contacto.

Sin duda esta había sido la mejor idea que había tenido en mucho tiempo.

Mi lengua no paraba en su boca y mi mano se desplazó hasta su nuca para acariciar su pelo y luego bajar por el hueco de la columna hasta el mismísimo lugar donde comenzaba su pantalón y de ahí acaricié sus nalgas, apretándolas suavemente.

Su cuerpo era tremendamente fibroso y estaba haciendo que la temperatura del mío subiera rápidamente.

A cada seundo que pasaba mi libido iba creciendo, pues el roce de tu mano en mi espalda me procuro un placer que erizo mi piel. Nuestras lenguas revoloteaban como dos mariposas jugueteando entre las flores.

Apoye mi entrepierna en tu muslo, pasando mi pierna derecha sobre tu pierna izquierda. Notaste el calido y duro bulto que me hacia ser hombre.

Mi mano acaricio el pezon duro bajo la tela y mis besos bajaron a tu barbilla, recorriendo con mi lengua tu cuello y aprete tu seno con ternura. Me detuve un segundo para levantarte el top y acontinuacion quitartelo, viendo tu generoso pecho. Segui besandote por el principio del pecho, las claviculas y por la parte del externon hasta finalmente ponerme a lamerlo con ternura

Jugueteando con mi lengua en tu excitado pezon y mirandote con pasion para ver tu reaccion. Mi mano derecha bajo por la linea de tu cintura con la yema de mis dedos.....

Me fue imposible no darme cuenta de lo excitado que estaba cuando su miembro quedó bien pegado a mi pierna y sonreí sin poder evitarlo, pues la verdad era que estábamos los dos con ganas de mucho más, pero no quería acelerarme porque sabía como me las gastaba y no quería que saliera asustado de allí, al menos, no todavía.

Sus manos en mi pecho seguían resultándome maravillosas y dejé que me quitara lo que los cubría, dejándole mi generoso " escote " a su merced, pues no pensaba resistirme a ninguna de sus caricias. Sus manos eran cálidad, su contacto suave, pero su noca, tan sólo jugando con mis clavículas ya me hizo jadear y un suave gemido salió de mis labios cuando su boca pasó a mi pecho.

- Ummmm.. me tienes más caliente que una fragua!! - Le dije casi echándome a reir por el chiste, aunque mi mano comenzó a buscar un sitio libre por el que poder pasar y acabar sobre lo que había dejado sobre mi muslo, acariciando suavemente su erecto miembro durante unos instantes y luego buscar cómo desabrochar sus pantalones.

- Si siempre eres tan cálido no estarías mal de compañero de viaje..

Mis manos dieron con la forma de desatar su pantalón y metí la mano para acariciar su miembro y notar ahora lo caliente que estaba.

Levante la cabeza un segundo de la turgencia de tus sensuales senos y te sonrei.

Soy herrero ¿Recuerdas? para poder trabajar bien el acero, la fragua debe arder como el infierno y para eso hay que ponerle mucho mimo.....- Ooooh- Tu mano se paseo por mi pubis y agarro mi miembro con delicadeza. Gemi al sentir tu mano en mi "Acero". Tu mano me arranco el mayor de los placeres con solo tocarme.

Si me llevas contigo, siempre sere muy calido contigo...- Volvi a tus pezones deliciosos, succionandolos, lamiendolos y besandolos. Mientras jadeaba con tus caricias, mi mano derecha bajo de tu pecho por tu vientre lentamente y la pose sobre tu entrepierna, notando el calor que emanaba de la tela de tu ropa interior.

Su rostro era lo mejor de todo, al gemir, se podía ver el deseo en sus ojos, aparte de sentirlo en mi mano, y la verdad es que aquello hizo que mi entrepierna palpitara, queriendo más de aquello, aunque empezaba a ir todo como demasiado lento y ya no podría contenerme mucho más para hacer de las mías..

Su mano llegó a mi sexo y ahora la que gemí fui yo, pero con una sonrisa dibujada en los labios, respondiendo entonces a sus palabras de forma suave, aunque juguetona.

- Si me lo pides así.. no podré nergarme..

En ese momento, solté su miembro y le hice tumbarse en la cama separándole de mi cuerpo unos instantes para terminar de desnudarle y dejar su cuerpo totalmente desnudo para mí y durante unos instantes, lo contemplé sin hacer absolutamente nada, aunque en seguida me deshice de todo lo que aún me quedaba encima, incluídas las botas y acerqué mi boca a su cuello, para bajarla por su pecho y luego morder suavemente su ombligo.

- Ahora vas a saber lo que es calentarse.. - Dije divertida bajando después mi boca por su vientre hasta llegar a su sexo y comenzar a lamer su miembro, metiéndolo en mi boca después y comenzando a jugar, avanzando en aquellos juegos. Era tremendamente escitante ver disfrutar a Dan.

Te miraba como me desnudabas y te ayude a desnudarte en lo que pude. Con los ojos encendidos en la pasion.

Besaste mi cuello y no pude evitar gemir, mientras bajabas por mi pecho, por mi vientre hasta mi sexo...

Aaaaammmmmmh- Gimio al sentir tu lengua juguetear con su "acero templado", se mordio el labio inferior sin parar de mirarte. Con dulzura te aparto unos mechones de fuego de tu rostro.

notabas su estomago subir y bajar en su entrecortada y jadeante respiracion...

Me encantaaaaaaaaaaah tu forma de calentar oh....

No pude evitar levantar la vista cuando comencé a jugar con él. No era la mayor experta del mundo con un hombre, pero hay cosas que en el fondo no se olvidan nunca y tampoco es que fuera una mojigata, sólo que normalmente era más bien un " aquí te pillo, aquí te mato y si me te he visto, no me acuerdo ".

Seguí jugando aunque el pelo no tardó en currir mi rostro al mover la cabeza y su mano lo apartó de allí, a lo que volví a levantar la vista mientras sacaba unos segundos su miembro de mi boca y jugaba con mi lengua en la punta de éste para que él pudiera verla, aunque luego continué un rato con lo que estaba. Me excitaba excitarlo a él.

- Creo que no es tan malo parecer una mujer de vez en cuando..

Tras un rato así subí mi cuerpo hasta colocarlo sobre el suyo, poniendo las rodillas a ambos lados de su cuerpo, dejando su mienbro entre mis piernas de forma que nuestros sexos se rozaban.

- No puedo esperar más.. - Dije al haberme calentado de aquella manera al verle a él, como esperando a que dijera algo antes de introducirlo en mi interior.

Su respiracion se convirtio en jadeos y gemidos cada vez mas rapidos y placenteros.

Tu boca le volvia loco, lo veias en sus ojos que te miraban con mas deseo, cada vez mas.

Oh, kathra....

Cuando te subiste encima de el, sus manos acariciaron tus caderas con ternura, subiendo por tu vientre hasta tus senos.

Bufffff, ya habra tiempo de mas juegos...ahora solo deseo sentir como esta tu fragua- Sonrio con picardia mientras sus manos te proporcionaban las mas sensuales caricias.

Su sexo se rozaba con la humedad del tuyo, mezclandose ente tus pliegues con suavidad y morbosidad.

sí, ver su expresión era algo que me animaba a seguir con lo que estaba haciendo, pues seguramente jamás había visto un rostro que expresara tanto placer y parecía que esto era una de esas cosas que aunque pasara tiempo que no hacías no se olvidaba nunca.

- ¿ Ya habrá tiempo para juego? Ummmm ¿ quiere repetir?

Sus palabras me hicieron sonreir, más que nada porque eso de que habría más me sonó muy bien y con aquella sonrisa moví suavemente mis caderas hasta que su miembro estuvo exactamente en mi entrada. Fui bajando las caderas poco a poco hasta que estuvo totalmente en mi interior, lo que me hizo gemir y quedarme quieta mientras le observaba, mientras sus manos estaban jugueteando con mis pechos.

Bajé mi boca a la suya y mi lengia entro en el interior de ella, jugando mientras mis caderas, comenzaban a moverse sobre él, haciendo que la mayoría de los músculos de mi cuerpo se tensaran y se volvieran a destensar haciendo que aún quedaran más marcados de lo que solían estar ya habitualmente.

- Me haces arder!

No pude evitar gemir al sentir el calor de tu fragua, sintiendome calidamente atrapado en el interior de tu cuerpo.Mi lengua atrapo la tuya en aquel combate amistoso de placer, apagando en nuestras bocas los jadeos.

mis manos se perdian en la dureza de tus pezones, excitandolos. Solte la mano derecha para recorrer tu espalda y terminar en tu dura nalga. Acompañando asi los dulces y calidos vaivenes de tus caderas.

Oooooh kathra, lo noto y me encanta....¡No pares nunca!

Volvi a tu boca dulce y sensual. mordisqueando tus labios  con ternura. Entre jadeos de tus embestidas que hacian que sintiera el mas maravilloso de los placeres...

Sus labios eran más dulces que cualquiera de los licores afrutados que pudieran fabricar los elfos y cuanto más bebía, más quería de ellos pues me resultaba excitante, cálido, húmedo.. una mezcla de cosas de la que no quería perder detalle. Jamás había besado a nadie que besara de aquella manera.

Mis caderas cada vez se movían más rápido pero mis besos se iban haciendo más interrumpidos pues necesitaba tomar aire para poder gemir, pues me estaba resultado tran placentero que no podía contenerme. Puede que incluso después me avergonzara un poco por todo lo que se me debía de estar escuchando, pero ahora..

- No pienso parar.. Me encanta!

Aún incremente más el movimiento de las caderas, mientras sus manos se paseaban por mi piel y ya tuve que separarme de sus labios porque sino me ahogaría.