Partida Rol por web

Este cuarto presenta en las paredes un color ocre oscuro, salvo algnas zonas en que alguna debío haber cuadros, donde el ocre es más claro. Las paredes están rajadas, curioso efecto de la humedad...
La mitad de la habitación está llena de equipajes amuntonados formando una montaña multicolor. en la otra mitad hay dos secadoras y tres labadoras, completamente nuevas que contrastan con las paredes de la habitación.
Hay una ventana pero como todas solo muestra un muro de nieve amuntonada desde hace muchos años.

Cuando estás entrando oyes un estruendo que te hace sobresaltar... Entras con el corazón en un puño y entonces ves que hay alguién más en la habitación.

Daniel está dentro de una caótica isla multiculor en la que se apilan vuestros equipajes.

Camino por el pasillo, entro en la cocina, pero voy directamente al cuarto de equipajes... debo comprobar una cosa....
- Ya tendré tiempo de ver que manjares nos han dejado en las neveras!!!!
Recojo mi equipaje, una de esas mochilas gigantes de montaña, la abro sin que nadie pueda ver su interior, y verifico que todo está en orden...
- BUffff, bien , bien....

Cuando entras en la habitación ves a Daniel y a Isabela peleándose con una montaña de equipajes...
Los militares no se lo curraron mucho a la hora de arreglarlos..

Observo que todo lo que traje en mi mochila sigue estando ahí, incluyendo ese calibre 9mm envuelto en uno de mis pantalones... Evidentemente aprecia nada, y yo disimulo completamente.
- Jejeje - sonrio para mi - Ha podido pasar. Si ponen las cosas chungas no dudaré en usarlo... No tengo nada que perder!!!!
Disimuladamene, sin que nadie me vea, lo guardo en la mochila pequeña, de la cual no me desprendo nunca... El cargador y las balas siguen en mi bolsillo del pantalón...

- Ehhhh!!!!!! Tranquilidad!!!!! Que haceis, como animales??
Aunque por dentro, nervioso, imploraba que nadie hubiera tocado mi equipaje...
- Maldita sea, espero que esté todo!!!!

Llego a la habitacion de los equipajes, y miro curiosamente alrededor, buscando mi equipaje mientras miro al otro chico que esta alli. Le dirijo un saludo con la cabeza y al ver mi equipaje me acerco directamente a el, para sacar el cuaderno y los lapices, y registrar un poco, verificando que este todo alli.

Por el camino vuelve a coger la cámara bien, para intentar grabar en condiciones, vaya mareo va a pillar la gente que vea la grabación si no... Unos paso a su espalda le animan Guay, no voy sola, aunque parece que el dueño del botiquín se ha retrasado… Pues habrá que buscar.

Vuelvo a levantar la vista, y la situación me desconcierta. Un tío ahí en medio. Vuelvo a separarme de mirar a través de la cámara, con un respingo. –¡Eh!... Joder,¡Qué susto! …. ¡¿Por dónde has entrado?!-

Lo miro anonadada, mirando de él a los equipajes, apretando fuertemente la cámara, por la impresión. Respiro, relajándome. –Venimos a buscar un botiquín, los compañeros se han quemado con agua caliente.- A simple vista no parece que esté. A ver si viene Vladimir, mientras, coge sus maletas y las separa también, ahora las llevará al dormitorio.

Del bolso más pequeño saca un paquete de tabaco, ofrece a ambos hombres,- ¿Queréis, chicos?-a los que les da y se los enciende con un mechero si aceptan, luego, coge el suyo y se lo enciende. No podía más, demasiados sustos pal rato que llevamos.

- No, gracias, no fumo

Apaga la cámara, no quiere salir fumando, y se guarda el paquete en el bolsillo trasero del vaquero, asintiendo a Miguel, hablando informal. – Lo mejor que haces, yo ya he intentado dejarlo dos veces- sonriendo, con tono jovial- sin ningún éxito, además... – Soy un desastre. Le da una calada, echando el humo hacia otro lado, para no molestar, hay gente muy delicada con estas cosas, nunca se sabe.

-Esto es una locura, ¿eh? vaya tela las teorías que tienen sobre este lugar… muy fuerte.- Otra calada y de nuevo aparta el rostro, cayendo en la cuenta de que no sabe los nombres de los dos jóvenes, se vuelve a ellos, sonriendo, cordial.- Bueno… yo soy Isabella, ¿Cómo os llamáis vosotros?- Inspira el cigarrillo otra vez, a ver si con una conversación tranquila se relaja. ¿Qué pensarán ellos sobre este sitio. Vuelve la vista a la puerta, a ver si el dueño del botiquín aparece pronto.

cojo mi equipaje y le echo un vistazo rapido haber si esta todo,una vez lo compruebo me voy a la habitacion,creo que es un buen momento para descansar

- Miguel, encantado.
Parece que el trato con otras personas, y sobre todo con aquella hermosa mujer, me está suavizando el caracter. Hacia tiempo que no entablaba conversación con nadie, desde aquel fatídico día....
- Creo que deberíamos seguir el ejemplo de nuestros compañeros e ir a descansar un rato
Cargo con mi equipaje...

Se queda mirando un instante al que se ha presentado. Igualmente, Miguel.- y sonríe de nuevo, ya tendrá tiempo de estar seria….

Termina el cigarro viendo la entrada estelar de John, entra, coge sus cosas y se larga, se va antes para hablar con esos “algos” pero no con nosotros, que simpático. Sonríe otra vez, el chiste malo le ha hecho gracia.

Suspira mirando de nuevo hacia la puerta, con el ceño fruncido -El del botiquín podría venir… - no le apetece criar raíces aquí esperándolo. A lo mejor ha pasado de todo y se ha acostado. Con la necesidad de fumar cubierta, parece empezar a notar el cansancio.

–Vale, voy contigo a ver si está allí, y de paso como siguen los otros.- Sonríe de nuevo, mirándolo, Miguel parece callado, a ver si lo has molestado con tu palabrería…. Pero ¿Qué puede hacer? su carácter es ese, le cuesta estar quieta, y callada. Apaga el cigarro y coge las maletas, con gesto de disgusto, -Macho, como pesan…- Y se ríe, espontánea. Luego se dirige al otro Oye, vamos a los dormitorios, por si quieres unirte.-

Y sale tranquilamente.

- Espera, Isabella, que te ayudo
Me cargo mi mochila grande a la espalda, la mochila pequeña a al pecho, y cojo una de las maletas de Isabella, acompañadola a los dormitorios...

Este cuarto presenta en las paredes un color ocre oscuro, salvo algnas zonas en que alguna debío haber cuadros, donde el ocre es más claro. Las paredes están rajadas, curioso efecto de la humedad...
La mitad de la habitación está llena de equipajes amuntonados formando una montaña multicolor. en la otra mitad hay dos secadoras y tres labadoras, completamente nuevas que contrastan con las paredes de la habitación.
Hay una ventana pero como todas solo muestra un muro de nieve amuntonada desde hace muchos años.

todo tu equipamiento está en orden ;)

Tomo todo mi equipaje tranquilamente y luego me levanto, y me dirijo a los dormitorios para establecer sitio alli.equipajes

Los cuatro ois un estremecedor grito que suena muy cercano, seguramente de los dormitorios.
Cuando Daniel forcejear para coger su segunda maleta al quitarle deja un hueco en la montaña de equipaje, a través del cual se debería ver el suelo, pero no es eso lo que veis.

A través el pequeño claro sin maletas podéis ver la cara blanquecina del padre Alan, sus dos ojos abiertos con expresión de horror miran el infinito. Su cuerpo sin vida yace enterrado bajo la avalancha de maletas.

Daniel se queda petrificado, y rapidamente usa toda su fuerza para quitar las maletas tan rapido como puede, para luego mirar alrededor

-Chicos...El padre Alan se ha quedado con nosotros en el bloque...-

Dice mientras mira con un horror frio a lo que fue en vida el padre Alan, luego de quitar las maletas se acerca al cuerpo curiosamente, buscando algun signo de como se produjo la muerte del pobre hombre.

-Mald... ¿Quien se fue primero de la sala del generador? puede haber un asesino entre nosotros!-

dice alarmado el chico, mientras mira el cuerpo del padre.

Daniel, ves que le falta un trozo del brazo, se lo han cortado por debajo del codo.