Partida Rol por web

Lo cierto que el planteamiento de Amadeus es más cercano a la realidad exterior que al idílico paisaje que vendían a la entrada.

-" Veo que la especie humana no termina de perder su naturaleza.(Comenta mientras le da una cordial palmada en el hombro). Tienes un plan muy claro, e imagino que las contingencias calculadas. Pero que supone tener como enemigo como...Harrintong?. Porque al parecer el mensajero, suele ser el peor parado en este tipo de lizas. Bueno confío en que ambos encontremos nuestro equilibrio natural y podamos sobrevivir. Además mi vida será mejor, cuanto mejor sea la tuya, ¿Verdad?."- Concluye Phileas mientras se pregunta donde puede conseguir en esa habitación, un vaso de agua.

Amadeus sonrió -¿Enemigo? Jaja... miralo mejor como un simple obstáculo, aquí no hay personas con suficiente capacidad como para llamarlos enemigos- seguía con las piernas cruzadas y las manos tambien cruzadas encima de su pierna.

-Por supuesto, tu gozarás de una mejor posición dentro del Búnquer, eso déjamelo a mi. Simplemente haz lo que mejor se te da, la psicología, se perfectamente lo bueno que eres y hasta donde puedes llegar- se levantó de la silla y se acercó a Phileas.

-Mañana te buscaré un sitio mejor- le extendió la mano -Me alegra que por fin estes aquí viejo amigo, juntos haremos grandes cosas- esta vez mostraba una sonrisa que parecía de lo mas sincera.

-" Querido Amadeus, no podría estar más de acuerdo contigo. Será un acuerdo beneficioso para ambos.".- Concluye con una sonrisa y un apretón de manos, sostuvo la muñeca de Amadeus a modo de profundizar en la acción del saludo.

-" Una última cosa, camarada.¿ Cuanto de verdad hay en nuestra supervivencia de los peligros del exterior en este bunker?".- Pregunta con una esperanza de una abierta sinceridad al respecto.

Curioso, era la segunda vez que le hacian ese tipo de pregunta en todo el dia -Yo lo creo firmemente, todo en este mundo tiene punto debil- hizo una pequeña pausa, acariciandose ligeramente la barbilla -Y el de una entidad que actua segun unas directrices y usando la logica no debe ser muy dificil de encontrar- miro a Phileas con una miraba  con determinacion -Por eso haremos lo que debamos hacer para llegar al poder, con la actual situacion estamos estancados y vamos cuesta abajo hacia la extincion-

Con una leve curiosidad, Amadeus pulsa algunos comandos en la terminal más cercana, para tener algo más de información sobre la duración y el estado de la situación actual.

- Por lo que averigué en la terminal durante estos meses, en este refugio no pueden haber más de unos pocos cientos de personas, aunque las instalaciones bien podrían albergar a muchas más. ¿Sabes si hay otros refugios con la suficiente gente como para que no nos extingamos? Lo digo porque todos los que he conocido, han caído.

¿Cual sería entonces ese método del que hablas?

-Aún es pronto para eso amigo, requiere tiempo y dedicación. Y para ello necesitamos estar en el poder, y empezar a planear y a estudiar a las máquinas- le dijo. Realmente parecía que sabía lo que tenía que hacer, y que su determinación no tenía límites.

-En fin, es tarde Phileas, debería volver a mi casa. Mañana te buscaré un sitio mejor y podremos hablar mas largo y tendido. Pásate por mi oficina por la mañana- hizo un gesto de afirmación con la cabeza -Que descanses-. Y se marchó.
 

Phileas acompaña a su invitado hasta la puerta.
- ha sido un placer charlar con tigo. No dudes en buscarme si necesitas cualquier cosa - regala a su amigo una sonrisa brillante, pero lo retiene en la puerta solo un instante más, antes de que ésta se abra - solo... Quiero pedirte un ultimo favor.

Cuando llegué al búnker lo hice con un paquete de información que me confiscaron, junto a todo lo demás, al entrar. No me lo han entregado de regreso, y querría saber si podrías averiguar algo... Sin causar molestias a nadie, por supuesto.

Ahora si, pulsa la placa junto a la puerta para que esta se abra y deja paso para que el contrario pueda salir - que tengas una buena tarde. Puede que yo aproveche para descansar, tantos meses de inactividad bajan el ritmo.

Nos vemos pronto.

Cuando sales al exterior, puedes comprobar que los datos aportados por la terminal se cumplen. El sonido de la puerta corredera hace que dos hombres uniformados y armados giren las cabezas. Uno de ellos se acerca a ti. Al haber elegido phileas la ultima habitación de aquel pasillo, el guarda se ve obligado a cruzar un buen trecho para alcanzarte, aun cuando tu también te diriges en esa dirección.

- Buenas tardes, ciudadano. ¿dirección? - te pregunta con el tono monótono de quien sabe que aun tiene muchas horas de trabajo monótono por delante.

Cuando llegas a su altura, sin embargo, un dato mas te la la atención. En el comedor, justo en el mismo ángulo en el que estas, puedes ver que el doctor Arthur está hablando también con otra persona uniformada, sin ningún otro compañero.

-Me dirijo hacia mi casa soldado- le dijo con una sonrisa en la cara -Y el Dr. Arthur parece que tambien, le importaria comprobar si vamos en la misma direccion?- le pregunto señalando hacia donde estaba Arthur.

- En ese caso, acompáñeme - Juntos, siguen el pasillo hasta el comedor

Tras dejar marchar a Amadeus, se volvió al panel de control. Eso de permanecer encerrado nunca le había gustado demasiado, pero la nueva situación, le había excitado, << parece que en el "Bunker", la vida transcurre con "normalidad".>>

Se agenció un vaso de agua y se sentó en la cama. Rumiaba los cabos sueltos que había dejado en con solo haber llegado.

-"IVI, por favor, quisiera hablar con Anna Charrón. Antes de la llamada envíele el siguiente mensaje: << En cuarentena y sin posibilidad de desplazarme.¿ Tiene pareja para salir de su estancia?. Como dijo alguien hace mucho: "Concentrarse en los instantes de la vida, que no es en sí misma más que un instante".>> . Avisarme cuando haya sido leído. Tras seis minutos. LLamar . Gracias por tu ayuda IVI".- Lo cierto es que tanteaba a IVI constantemente al desconocer cuales eran sus limitaciones. Pero que otra cosa podíamos hacer.

Aparentemente el mensaje se envía sin problemas. No necesitas identificarte en la terminal, probablemente porque estas en tu propia vivienda... o lo que será algo parecido a ello hasta que logres tus objetivos. Solo te queda esperar unos minutos antes de la llamada.

Mientras, matas el tiempo trasteando con la falsa ventana. El mecanismo es sencillo. Con solo tres botones puedes cambiar entre diferentes paisajes falsos.

     ...

No han pasado sino tres minutos cuando la terminal zumba, llamando tu atención. Tienes una llamada de Anna Charrón.

-" Si, señorita Charrón. Gracias por contestar a mi llamada.".- Comienza Phileas a la espera de la respuesta.

- Buenos días, Sr. Verne - Responde Anna al otro lado. Después del leve mareo para entender las señales del traductor era un descanso agradable poder hablar en tu idioma natal con alguien. En la imagen, Anna no mira directamente a la cámara. Puede adivinarse que está en una sala pequeña con las paredes llenas de puntos de luz, probablemente algún tipo de central de información, y aparentemente está tratando con varias pantallas a la vez mientras teclea y habla simultáneamente. De fondo, pegado a la pared y sin demasiado espacio, hay otra persona con aspecto de estar más dormido que despierto, Su cara te suena de haberlo visto esta mañana. Un chaval que sonreía mucho, pero no recuerdas su nombre. - He leído su mensaje para solicitar compañero. Veo que ha encontrado y elegido celda ¿Qué es lo que quiere visitar?

-" Bueno, no estoy tan seguro que saber que quiero ver, como la parte en la que quiero verlo todo. Aunque el sentido es realmente amplio. Y pensé que sin conocer a demasiada gente, bueno, que quizás podría disfrutar nuevamente de su compañía. Prometo portarme bien y ser una agradable compañero de paseo. Espero que dentro de su abultada agenda pueda encontrar un hueco para mí. De momento la mera respuesta ha sido una agradable sorpresa."-

Phileas recordaba como había respondido a su acercamiento en la sala del implante y seguramente su posición sería un contrapunto interesante a la visión de Amadeus. Al tiempo debía moverse rápido y de forma poco predecible o estaría amarrado a las argucias de su amigo antes de tener otras ramas a las que aferrarse en caso de una caída inesperada.

Ella comprueba algo más antes de responderte. 

Mm... Estamos a media tarde, así que tendría que ser un paseo corto... ¡Demonios, otra vez! - increpa a una de las pantallas que está monitorizando con evidente frustración. Se pasa una mano por el pelo, pensando rápido antes de mirarte directamente al fin por primera vez - Phileas... esto se está complicando, y necesito que me hagas un favor... Si no resuelvo esto, no puedo permitirme salir antes de mi turno. 

La cámara de tu sección de pasillo acaba de dejar de emitir. Esto lleva pasando... unos días. ¿Podrías por favor salir y decirme si está sucediendo algo fuera de lo común? El crío que debe estar jugando con los cableados ya se ha pasado de bromista.

Si prefieres no hacerlo, lo entenderé. Puedo tratar de contactar con la guardia, pero algo me dice que llegarán tarde.

- Claro como no voy saliendo y le diré a IVI que grabe la conversación hasta que termine este "informe de situación". IVI comienza a grabar, si puedes. No te vayas y te diré lo que veo.- Comenta Phileas mientras abre la puerta y busca algún objeto que pueda lanzar a cierta distancia, una taza o un objeto pequeño de decoración. Abrió la puerta sin olvidar la jugarreta que le habian montado aquellos dos al técnico y vio en el comedor. Asomó la cabeza por la puerta y recorrió el pasillo sin abandona completamente su habitación.

Logras hacerte con una taza, uno de los pocos objetos que hay en la habitación, y te diriges hacia la puerta, asomándote con cautela.

Estás en el último tramo de pasillo, por lo que, aunque no ves con la primera búsqueda la cámara que puede haber sido manipulada, sí que ves algo. 

La puerta que daba a las escaleras al final del pasillo está abierta, y dos personas que no reconoces te miran con un sobresalto al aparecer tu. Guardan apresuradamente algo que tenían entre las manos y echan a correr, uno ascendiendo las escaleras y el otro descendiendo.