Partida Rol por web

Arkantos mira al experimentado norteño y quizá tenga razón en sus palabras, pero la vida escogida por el norteño es muy diferente a la escogida por Arkantos. La senda del norteño y la de Arkantos poco tenían en común. Arkantos descubrió que la vida que había escogido posiblemente le metiese en más problemas de los esperados, posiblemente fuese más dificil que cualquier otra, pero también era la más reconfortante, de eso estaba seguro.

Arkantos se justifica ante Brona. Aunque no sería necesario, se siente en la necesidad de que sus compañeros aprueben sus actos. La inexperiencia muchas veces te obliga pedir permisos cuando no son necesarios.

Maese Bronas, nunca he olvidado el objetivo que nos ha traído hasta aquí, pero a mi parecer no interfiere con la posibilidad de ayudar a aquel que lo necesite. En el momento que así sea, no tendré objección en ser recriminado por ello y acatar las consecuencias que de ello se deriven. Pero no podéis olvidar que estas personas nos han ayudado de acabar entre rejas o quizá con el pellejo atravesado, ¿no sería lo justo ayudarles nosotros a ellos?

Arkantos escucha a Salim y asiente dano a entender que sus oídos están predispuestos.

El bravo norteño no parece demasiado predispuesto a malgastar su tiempo en aquello que no es lo que estamos buscando, seguidamente maese Arkantos, expone la justificación de su anterior respuesta y el porque considera que debemos ayudar a esta gente. Aunque sus motivos son loables, quizá en mi interior pueda tener algun sentimiento de deuda con lo que acaban de hacer, la verdad es que cada vez más veo una oportunidad de sacar algo extra de este extraño viaje en el cual me he embarcado.

El portavoz del grupo de desconocidos parece que quiere hacer una propuesta en la cual podremos salir de esta ciudad en la que no somos bienvenidos, aunque antes de salir de aquí tenemos que conseguir la información que necesitamos para encontrar al ermitaño.

Me mantengo callado por ahora mientras asiento al igual que el seguidor de Tyr a Salim para escuchar lo que tiene que decir.

 El norteño mantiene dibujada su sonrisa ante las palabras del adorador de Tyr.

 - Claro, claro. No tienes por que justificarte, haz lo que te parezca mejor. Todos lo hacemos... la cosa es que tal vez lo mejor no sea siempre lo mismo para todos. Tan solo andate con ojo al querer ayudar, no fueras a terminar con tus tripas tiradas en medio de la calle o cualquier otro percance y la misión que aceptaste en su momento se quedara por hacer.

 Con un encogimiento de sus anchos hombros el hombre quitó hierro al asunto y se apresó a escuchar las palabras de los recién hallados.

- Es arriesgado, pero después de todo, todos debemos salir de aquí. No se a quien quieren ver pero les aseguro que no podrán encontrarlo sin llamar la atención nuevamente. - Se frena un momento para que piensen un poco sobre esto. - El enano no se va a ir sin su hacha y lo necesitamos a él para poder salir de aquí, a él y a cuanta persona pueda ayudarnos para liberar nuestro barco. Los medianos aquí irán a buscar ese hacha pero necesitan a uno más para que puedan lograrlo, mientras que los demás iríamos al puerto a buscar nuestro barco, sacar a los guardias que lo custodian y cuando venga el resto con el hacha irnos de esta ciudad. Hoy hay viento a favor y mañana también pero no tan fuerte como lo será esta noche. Sino tendremos que esperar una semana más o menos. - La propuesta está hechada y ahora solo le resta al grupo decidir si aceptan o no. El enano al escuchar la palabra barco se sacude como queriendo sacarse algo de encima, quizás sea eso lo que tenía uqe meditar.

Lo que proponen es simple, aunque no por ello debe de ser sencillo, recuperar el hacha del enano, recuperar el barco y largarse de esta villa. Al parecer el tiempo apremia, esta noche es el mejor momento para zarpar, quizá mañana también pero las condiciones serán menos favorables. Para que el plan llegue a buen puerto es necesario trabajar con coordinación y mientras un grupo va en busca del hacha del enano, que sin la cual no se moverá de aquí, el otro grupo debe de recuperar el navío. Para recuperar el hacha proponen mandar a uno de nosotros junto a los dos hábiles medianos, supongo que querrán entrar y salir haciendo el mínimo ruido posible, y el resto irán al puerto. Todo está bien pero nuestra única pista se encuentra en la taberna del puerto, aunque nos avisan que será imposible contactar con ese hombre que necesitamos ver para seguir el rastro del ermitaño.

Parece un buen plan, maeses, pero tenemos que hablar un momento en privado con su permiso- Digo intentando parecer lo más cortés posible,  me reúno con mis compañeros para hablar de nuestra situación. Maese Bronas, maese Arkantos, estamos en una difícil situación estamos en esta ciudad con la guardia tras nuestro rastro creo que como tal han dicho no podamos contactar con ese tipo del puerto, al menos no los tres juntos. Quizá con suerte maese Bronas pueda destacar menos y llegar pero nosotros dos  destacamos demasiado. Creo que nuestra mejor opción es recuperar esa maldita hacha, coger ese barco y buscar otras pistas para encontrar a ese ermitaño. Si seguimos su plan parece que la estrategia a seguir es robar el hacha de la forma más sigilosa posible ahí, debería ir yo con ellos , mientras recuperar el barco con algo más de músculo.- digo susurrando y quedo a la espera de lo que tengan que decir mis compañeros, mientras pienso que quizá con algo de suerte pueda conseguir algo más que esa hacha, aunque no conocer los recovecos de la ciudad es un desafío.

Arkantos se apartó junto con sus compañeros y escuchó la proposición de Galdor. Asentí según hablaba y daba sus aportaciones poco a poco:

Quizá sea muy poco tiempo para encontrar a alguien del que nada sabemos más que una localización y un nombre. ¿Qué pasaría si no damos con él? Creo que primero deberíamos contactar con el enano y hablar con él y después planear toda la salida de este lugar.

Todo había pasado muy rápido y necesitaba tranquilizarse y que las cosas fuesen más despacio.

 El norteño miró con curiosidad al semielfo. Con rostro serio comentó.

 - ¿Me pregunto cual de mis palabras te ha hehco suponer que yo me metería en este asunto?- Para terminar mostrando una sonrisa.- No tengo intención de meterme en este asunto hasta que no haya dado con algo de información acerca del enano ermitaño. Eso es lo que me importa, no la suerte de estos pobres diablos. Y menos si se condenan por la terquedad de un enano.

El norteño parece reacio a aceptar el trato de los desconocidos, tiene sus razones pero debemos tener al menos un plan de escape.

Maese Bronas, la suerte de esta gente está ligada a  la nuestra, como acabo de decir, tenemos la guardia tras nosotros. Hace un momento casi nos atrapan, dadas las circunstancias no podremos llegar y volver de una pieza hasta esa taberna en el puerto, y además hemos de tener suerte que el tipo ese esté allí y quiera hablar con nosotros.

No tenemos demasiadas opciones, estamos atrapados en esta villa, quizá con tu aspecto puedas pasar por un lugareño, pero me temo que ni maese Arkantos ni yo podamos pasar desapercibidos ... es posible que la taberna se encuentre cerca del barco de Salim y de sus compañeros, quizá sea factible antes de asaltar el barco hablar con ese tipo y sonsacarle todo lo que sepa sobre el ermitaño, aunque en la taberna habrá demasiadas miradas para que maese Arkantos y yo no levantemos sospechas.

 Bronas miró con cierto divertimento a Galdor.

 - Deberías buscar mejores argumentos para convecerme. La guardia no es un problema. No nos pudieron ver bien. Buscan a tres tipos, si no vamos juntos tal vez sea mejor. Además si quieres puedo cortarte el pelo o tiznártelo con carbón para que no des tanto el cante.

 Mirando a Arkantos, quien parece empeñado en seguir ayudando a los desconocidos. Espero que en un futuro no empeñe tan a la ligera su palabra.

 - Quizás los mejor sea separarnos. Como decís, yo paso más desapercibido. Puedo ir al encuentro de la posada. Mientras vosotros... ayudaís a estos... u os quedaís aquí.- Dice encogiéndose de hombros.- Me da igual. Yo lo que quiero es encontrar al enano ermitaño. Mi pueblo depende de lo que pueda decirme el retaco peludo ese.

-No me cortaré el pelo, -no pienso volver a tener ese aspecto que me recordaba muy malos momentos de la infancia- además el pelo corto acentuaría mucho más mis rasgos - digo tocandome con el dedo índice mis orejas.-Quizá disfrazados, pero no deberíamos desechar la oportunidad de tener un transporte que no saque de aquí.

-Maese Bronas, los tres estamos aquí con el mismo objetivo, quizá mis motivos no sean tan nobles como  los vuestros, pero la misión que tenemos que llevar a cabo es la misma. Sólo digo que a veces la linea recta entre dos puntos no es el camino más rápido, y quizá podamos aprovechar la situación, sin perder de vista al ermitaño -miro al guerrero de Tyr, -Maese Arkantos qué opinais que deberíamos hacer.

Arkantos escuchó a sus dos compañeros. Parecía que Bronas no estaba por la labor de ayudar a aquellos que le habían salvado de terminar en prisión. Sin embargo, el semielfo era más propenso a ayudarles, (quizá por propio interés, o quizá no) y eso era importante.

Pensando estaba en aquellas sensaciones, cuando Galdor le preguntó:

Eh...perdona...si... dice volviendo al mundo real.

Quizá tengais razón y sea mejor separarnos. Galdor, tú podrías ayudar al enano y los medianos a recuperar el arma. Sin embargo me sigue preocupando que no seamos capaces de contactar con el enano antes de liberar el barco. Deberíamos proponerles esperar a que tengamos la información y a aquel que debe orientarnos antes de dar cualquier otro paso.

Pensativo quedó unos minutos: Maese Bronas, espero que tus pensamientos cambien. ¿Cuando encuentremos al enano y no podamos salir de aquí, que harás? Vas a necesitar a estas personas para salir, y los dioses quieran que nosotros les importemos más de lo que vos demostráis con ellos. Sin su ayuda no podréis salir de aquí, a no ser que tengáis claro cómo hacerlo.

Estoy convencido que Tyr nos ha traído hacia ellos. Hacia la calle dónde se hallaban para poder ayudarles a salir de aquí y que ellos nos ayuden a nosotros. ¿Por qué si no acabamos en este callejón? Somos dos grupos necesitados de ayuda que podemos colaborar y avanzar o negarnos y desfallecer.

Quizá no seáis capaz de verlo, pero la mano de Tyr es poderosa y guía a aquellos que lo necesitan. Si os encontráseis en la situación en la que ellos se encuentran seguro que estarías agradecido de recibir ayuda y poder salir de aquí, pues no parece el mejor lugar en el que paar los días.

Dicho esto comentó: En mi opinión deberíamos conseguir hablar con el enano y después organizar la salida de la ciudad.

Escucho con atención las palabras del guerrero devoto de Tyr:

-Entonces maese Arkantos, tu propuesta es aplazar la búsqueda del hacha del enano y el asalto al barco, hasta encontrar la información que necesitamos, según lo que han dicho si no es hoy o mañana tendremos que demorarnos una semana. Pero cómo vamos a llegar hasta la taberna, ¿disfrazándonos? , por experiencia  sé que aunque como dices, la mano de Tyr guía, nunca está de más no dejarlo todo en manos de los dioses y tomar todas las precauciones posibles.

Podríamos intentar recuperar el hacha al mismo tiempo que se busca la información, pero eso seguramente supondría que las autoridades tuvieran una vigilancia más férrea de las calles.

 El Pielescarcha.

 - Pues te recomiendo que esperes sentado. Si encunetro la información ya buscaré una forma de salir, ya sea por donde he llegado, saltando la muralla, escondido bajo un carro, mangando un bote o nado si no hay más. Hasta el día de hoy he logrado dar con la forma de salir adelante, y no he necesitado de nadie. Yo soy un Pielescarcha, y algún día los lideraré, esto no son más aque pruebas que debo superar para estar listo el día que deba comandar a mi gente.

 Mirando al semielfo añade.

 - Yo buscaré información del enano, vosotros...- Encogiéndose de hombros dice.- Haced lo que os plazca, cuando tenga la información regresaré para ver si estáis.

- Parece que las posturas están tomadas, maese Bronas, maese Arkantos, la prioridad es saber lo que conoce el tipo de la taberna. ¿Podréis llegar hasta ella esta noche para después reunirnos y salir de aquí?, tened en cuenta que si lo conseguimos saldremos en un barco y podremos bordear la costa, si eso nos hace ganar algunos días de viaje hacia la localización del ermitaño.

Mientras recabáis información yo podría intentar ayudar a los medianos a recuperar el hacha, dada mi condición en esta ciudad sería un estorbo más que una ayuda, pero hemos de hablar con ellos para que mantengan la palabra de que hasta que no volváis el barco no zarpará. 

 El norteño asiente.

 - Pasaré cuando tenga novedades al respecto.

 Dicho esto el hombretón estudió a los presentes, y comentó.

 - Mis compañeros les ayudarán. Yo continuaré con el asunto que nos trajo a Luskan, tras ir a dar un vistazo regresaré con la información.- Abriando su mochila sacó una raciones.- Mientras espero un poco a que los guardias se hayan largado aprovecharé para comer un poco.

Cuando Salim escucha ayudar se alegra, pero al procesar todo lo que dice Bronas cambia un poco el gesto. - Bueno sñoer, como usted deseé. - Se inclina respetuosamente al trío y se acerca un poco para poder hablar más cómodo. - Una vez que salgamos de estas paredes, pasaremos a ser localizados con cierta prontitud, se ve que la magia los asiste y permite localizar gente rápidamente. Por suerte para nosotros este lugar escapa a ello. Si usted señor Bronas va hacia otro lugar, espero que sepa donde es y como llegar donde estamos nosotros. Estando todos de acuerdo en lo que vamos a hacer, solo queda esperar el momento favorable para salir de aquí y cumplir con nuestros objetivos. - Los medianos toman las jarras que tienen y las llenan para distribuirlas entre todos y sacar la sequedad de las gargantas de los presentes. Mientras Bronas aprovecha y come algo también.

Parece que la suerte está echada, cuando contamos a nuestros anfitriones nuestra decisión dejan ver que la facilidad con que nos habían seguido es debido a algún tipo de sortilegio que usan para buscar a los forasteros. Mientras vamos saciando nuestra sed, esperando el momento en el que nos pongamos a hacer nuestro cometido. Así durante la espera comento a Salim:

- Así que utilizan la magia para encontrar a los forasteros, imagino que este lugar lo crearía alguno que no le gustaba esas practicas, ¿no existe ninguna manera de evitar ser detectado, o al menos ralentizar o confundir aunque sea de manera momentánea a los perseguidores?

El caballero escucha a sus compañeros y a los extraños que se encuentran con ellos. Sin embargo hay algo que parece que no ha sido dicho y que quiere que quede bien claro:

Caballeros, os ayudaremos a salir de aquí, pero debéis entender que debemos conseguir encontrar antes a nuestro contacto y conseguir la información que precisamos. Sería muy peligroso levantar tantas sospechas a la vez, por lo que ruego que la recuperación del barco y la del arma se pospongan hasta que maese Bronas vuelva con nuevas. Quizá sería conveniente intentar ayudarle a pasar desapercibido.

Salim escucha las palabras de ambos aventureros. - Aquí dentro nada nos detecta, pero una vez fuera no pasa mucho hasta que saben donde estamos otra vez. Algunas veces más tiempo y otras menos, depende cuanta atención tengan puesta en ese momento en encontrar a los que están "desaparecidos" en la ciudad, no sabría precisarles tiempo, pero es más o menos un par de horas. La posada sabemos donde está, pero el señor Bronas debería ser muy rápido en ir y volver para no ser detectado o bien serlo, pero darles poco tiempo de reacción a los guardias y de seguro a algún mago de patrulla esta vez. Pero si lo detectan, las guardias estarán más atentas y nos forzarán a tener que zarpar mañana con o sin usted. - Y después de decir esto le explica a Bronas como llegar a la posada "El Abrazo del Mar" que mencionara Galdor con anterioridad.