Partida Rol por web

El Camino de Cartago

El Paso

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04/06/2008, 13:31

Notas de juego

Desde tu posición ves que la aldea se compone de varias chozas, una docena al menos, cada una con un correspondiente cultivo a su alrededor, situadas todas alrededor de una pequeña plaza en la que se alza una especie de dolmen celta bastante grande. La gente parece ser la mayoría vulgares campesinos que no van armados, y unos tres guardias armados que se pasean en el centro de la plaza. Pero más alla del centro de la plaza, no logras ver nada más de interés, aunque en la lejanía ves un carro acercándose a la aldea. Parece que bajar por el barranco es la única forma de acceder a la plaza por ahora, pues está justo debajo.

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04/06/2008, 13:34
Capitán del batallón íbero

El capitán íbero piensa durante un momento, y al cabo de un rato, os mira sonrientes y con cara de satisfacción digna de cualquier demente.
- ¿Refuerzos? Justamente he visto que se aproximan un par de los nuestros a la aldea. ¡Y solo son un puñado de campesinos y guardias, no tenemos que temer de ellos! De todas formas, ¡no os preocupéis! quedaos vosotros aquí. Vuestro valeroso e ingenioso capitán va a bajar, y ya os avisaré para que bajéis. ¡Esto es pan comido!
Tras decir eso, el capitán íbero se propone a bajar el barranco muy envalentonado, sin cuerdas ni nada, y con una sonrisa muy optimista. Pero nada más empezar a bajar el barranco, se resbala y pierde la compostura. Veis como su cuerpo desciende por el barranco, sufriendo heridas, rompiéndose sus huesos, golpeándose una y otra vez con piedras y hierbajos que hay por el barranco. Con un sonido seco cae al suelo tras mucho rodar. Desde vuestra posición observáis que no se mueve, y su magullado cuerpo no tiene ningún cuerpo en su sitio. Ha muerto, con la cara aplastada contra el suelo.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d100
Motivo: Idea
Dificultad: 42-
Resultado: 66 (Fracaso)

Tirada: 1d100
Motivo: Bajar barranco (escalar)
Dificultad: 50-
Resultado: 60 (Fracaso)

Notas de juego

Vaya pifia la de este capitán. Pues lo dicho, ya os habéis despedido de él. Ahora sin capitán, deberíais decidir vosotros que hacéis, pues hay muchas opciones.

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04/06/2008, 14:22
Sikarbaal Fenech

Los dioses del inframundo habían quedado bien servidos. El petulante y estúpido capitán yacía ahora en el fondo del barranco, sin vida. Miró un momento a Ambríorix, el guía galo, y saqué mi espada, poniéndosela al cuello.

-Dime algo que me interese sobre los bandidos de estas montañas y donde se ocultan, o te juro que te despeñamos como a este.

Sonrío un poco.

-A mi no me gustan los bandidos petulantes. Así que te advierto que para mi no eres más digno de respeto que aquellos que pelearon y murieron como guerreros bajo los ojos de Melqart.

Intercambio una mirada rápida con Himilko. Luego me dirijo a la exploradora.

-Maniátale -digo, escueto.

No hacía falta seguir explorando, a mi ver. Ya habíamos cumplido el objetivo, y habíamos visto que esperaba al ejército en su marcha. Ir más allá era una temeridad.

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04/06/2008, 20:40
Fritz

Mm, me asomo Vaya tonto, no era muy inteligente y para lìder menos intenta buscar otra alternativa

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Observar
Dificultad: 47-
Resultado: 36 (Éxito)

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06/06/2008, 17:52

Logras ver en una posición cercana a la vuestra, como un terreno más apto y fácil de escalar, casi parece una escalera. Es fácil de llegar si dais la vuelta y subís un poco por una de las laderas que os rodean.

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06/06/2008, 17:53
Ambiórix, Jefe de los Bandidos.

- ¿Hablar? ¡Ja! No hablaré así por las buenas, ahora que vuestro desquiciado capitán ha muerto. ¡No os tengo miedo, soltadme o pagaréis las consecuencias!
Y tras decir esto, el bandido escupe a la cara de Sirkabaal.

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06/06/2008, 18:08
Fritz

Volteo a ver a Ambriorix Porque no te callas, el capitan no hizo nada para atraparte fuimos nosotros mientras el se retorcia asi que ¿porque te soltariamos?, avanzo un poco hacia el lugar que vi Vean esto, por aqui se puede bajar facilmente, casi parece una escalera

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07/06/2008, 07:34
Himilce de Edeta

Cuando vio al capitán desbarrancarse se dio cuenta que sus temores estaban bien enfundados. Si ese hombre, que se supone estaba entrenado para ese tipo de cosas se desbarrancaba con mayor razón ella.

-Nada más espero que quien sea se haga cargo -pensó- sea más sensato que ese hombre...

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09/06/2008, 11:21
Reena

Primero veo al capitan sonreir como un bobo, y luego le veo rebotar contra la pared, poing, poing, poing... hasta terminar abajo hecho picadillo. "Eeh... yo no pienso bajar por ahí ¿eh?", digo mientras le ato las manos al prisionero. "Mandas mucho tu ¿eh?", le digo a Sikarbaal, "¿Eres el jefe ahora o que?".

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09/06/2008, 17:17
Sikarbaal Fenech

Suavemente, le llevé hasta el borde del barranco, obligándole a caminar con la mano de la espada extendida en su cuello. Ya habíamos soportado demasiado tiempo las impertinencias de aquel estúpido galo. No merecería más cuartel que el que habían tenido sus hombres.

-¿Consecuencias? Estas montañas están ocupadas por el ejército de mi nación. ¡Esto es Cartago!

Le pegué una patada en el pecho, rápida, fuerte y pesada. El galo dobló la espalda, intentando mantener el equilibrio. Al fin, sin embargo, sin poder mover las manos como contrapeso para recolocar la cintura, la gravedad hizo el resto, y el galo, otrora temible vociferante y fiero señor de aquellas estribaciones, cayó al vacío y mucho más abajo, desmembrándose contra las piedras del acantilado hasta detenerse, yaciendo ensangrentado y sin vida, cuan largo (más o menos), era.

Notas de juego

¡Y esto me lo pedía el cuerpo!

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09/06/2008, 17:52
Sikarbaal Fenech

Tras el despeñamiento, miro un momento el cuerpo, y luego me alejo del acantilado. No hay plegarias para el jefe galo Ambriórix. No las merecía. Su alma vagaría por siempre en el río de los difuntos, sin encontrar el camino al paraíso de los galos.

Reena me había hecho una pregunta, algo atrevida. Miré un momento a la exploradora, con una media sonrisa.

-No, no soy un oficial... como ese que se despeñó, pero si recuerdo bien las órdenes que le dieron. Pensé que el galo podría sernos más útil vivo que muerto, capturado y torturado por los nuestros para revelar información acerca de las guaridas de los bandidos en estas montañas.

Me cruzo de brazos.

-Bueno, yo veo claro lo que debemos hacer. Las órdenes eran explorar, y eso hemos hecho. Nada se decía de tomar aldeas. De eso se encargará el ejército. Ahora ya sabemos que los bandidos de estos pasos han muerto o huído, y que les gusta emboscarse en quebradas y sitios similares. Sabemos que hay una aldea gala, y que esta está indefensa. Yo creo que ya hemos cumplido con nuestro trabajo, y no queda sino volver a informar al grueso de la tropa. No estamos aquí para conquistar estas montañas, sino para ir a Italia y derrotar a los romanos en su propia tierra.

Comienzo a andar. El buen líder siempre da ejemplo, pero buen ejemplo (y no como otros ejemplos recientes y bastante discutibles). Me giro un momento a mirarles.

-Yo voy a informar. Nada se nos ha perdido en este peligroso acantilado y en una aldeucha gala sin importancia. ¿Quien me sigue?

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Influencia
Dificultad: 65-
Resultado: 62 (Éxito)

Notas de juego

Tiro influencia a ver si resulto convincente.

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09/06/2008, 18:07
Himilce de Edeta

-... ¿Quien me sigue? -Himilce escucha las palabras del soldado.

¿Quién me sigue? ¿Quién me sigue? las palabras de Sikarbaal se le repiten en la cabeza. Se pone de pie, decidida a seguirlo, por fin alguien en ese lugar demuestra tener sesos. Sabe que en el fondo lo que es decidir en las circunstancias que está no puede, pero para su suerte Urcebas, el hombre al que se supone sirve o es el encargado de cuidarla, la verdad es que bien no lo sabe, toma sus cosas, en las que al parecer la incluye a ella porque la toma firme del brazo y empieza a andar tras el cartaginés.

-¡Benditos sean los dioses que este hombre resultó ser sensato! -se dice Himilce, sin importarle la fuerte presión que Urcebas ejerce sobre su brazo, inclusive medio sonríe, aliviada.

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10/06/2008, 09:48
Reena

Reena se encoge de hombros, sonriente. "Vale, seguiremos tus órdenes. Asi no tenemos que correr peligros aqui, y si luego los jefes se enfadan siempre podemos decir que fuiste tu quien nos trajo de vuelta".

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10/06/2008, 21:28

Al final, Sirkabaal y su discurso os resulta convincente y lo aceptáis a seguirle. Pronto, dais media vuelta y comenzáis el camino de vuelta por el mismo camino que habéis hecho para ir hasta aquí.
Sin más interrupciones, al final llegáis al campamento donde todo el ejército descansa, cuando está anocheciendo...

Notas de juego

Escena cerrada. Enseguida abriré una nueva escena.

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21/08/2008, 22:38

La noche era oscura. Alrededor del campamento, extraños aullidos y gruñidos de bestias salvajes se escuchaban, haciendo mantener despiertos a todos los que querían dormir.
Pero era imposible dormir con el frío que hacía. De todas formas, en los alpes era normal, y algunos celtas mercenarios no parecían notar tanto el frío como los guerreros africanos. Un par de antorchas iluminaban la noche alrededor del campamento, iluminando un poco los alrededores y evitando que todo se sumiera en la oscuridad. De todas formas, las montañas que veíais por todos lados, no os daban mucha confianza.

Hace poco, el oficial había hablado en privado con Sirkabaal para el ataque. Ahora que era de noche, habían pensado algo mejor. Por ello, estaba reuniendo a sus antiguos compañeros y un par de guerreros más. Nada más empezar, se habían presentado rápidamente el valeroso Kratos y el púnico Telémaco. La misión era aparentemente fácil; se trataba de conquistar una pequeña aldea celta que estorbaba en el camino del ejército, poblada por un par de guerreros y una veintena de campesinos.
El oficial fue a reclutar a más gente, pues su pensamiento era que vosotros atacárais a la aldea, y él atacarla con otro grupo desde otro flanco. Por eso, os ordenó partir rápidamente. Y cualquiera le decía que no.
Y aquí estáis, recorriendo un lúgubre sendero rodeado de montañas, y liderados por Sirkabaal. La oscuridad apenas os permitía ver muy bien, asi que Fritz llevaba una antorcha, aunque esta tampoco ayudaba mucho. De repente, el silencio era absoluto, no se oía a ninguna bestia salvaje...

Notas de juego

Volvemos a la carga!

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22/08/2008, 00:03
Reena

Camina en silencio por el sendero, mas bien perdida en sus pensamientos, sopesando las posibilidades del ataque de la aldea... Se suponía que era una tarea fácil.. Pero.. ¿Quién sabe? Siempre pueden surgir contratiempos...
De todas maneras, ella no bajará la guardia... Es la mejor opción...

Observa el cielo, respirando profundamente el aire de montaña que hasta el pequeño grupo llega...
Cierra los ojos, disfrutando, y luego los vuelve a abrir, para mirar a sus compañeros...

Es entonces cuando nota el repentino y extraño silencio.. Y se para en seco, dudando...

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22/08/2008, 00:44
Kratos

Kratos caminaba a paso tranquilo, sus inquisitivos ojos no paraban demasiado tiempo quietos en un mismo sitio, parecian detenerse el tiempo justo para captar algun detalle y luego continuar su busqueda de "posibles amenazas", el joven soldado aparentaba mas edad de la que en realidad tenia quizas devido a su gran altura.

El ruido, o mejor dicho la ausencia de ruido, hizo que se alertara aun mas, continuo caminando como si nada, pero su mano busco instintivamente la empuñadura de su fiel espada y alli se quedo por el momento.

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22/08/2008, 00:54
Sikarbaal Fenech

Ordenes son órdenes. Ahora era un capitán, un capitán cartaginés al mando de una impresionante tropa de cuatro soldados, una exploradora y una esclava edetana... mejor dicho, liberta edetana. En verdad, no era mucho, pero el trabajo se suponía fácil. En realidad, también había sido hipotéticamente fácil su anterior misión de exploración, aunque casi terminaron flecheados hasta la muerte, despojados de sus pertenencias y condenados a pudrirse poco a poco bajo el frio viento de los Alpes. Nada halagüeño.

Por eso, tras haber cogido una espada (un kopis griego, o eso parecía) y conseguir los distintivos que le diferenciaran de un soldado normal, había ordenado tomar un equipo ligero, poco más que las armas y las raciones, por si la espera se alargaba, y haber pedido un par de escalas de cuerda (por si había que bajar por el acantilado) y charlado con otros oficiales de avanzada, iniciaron la marcha. Caminaba ahora detrás de la antorcha de Fritz, atento a todo. Su intención era, en la medida de lo posible, hallar un buen paso para bajar al valle y atacar la aldea por sorpresa. El acantilado no le daba especial confianza, y en realidad las escalas las pensaba usar para descender al valle por el mejor paso practicable, y quizá no fueran necesarias.

Sumergido en aquel pensamiento, el cartaginés marchaba en silencio, atento a los ruidos en el escarpado sendero. De pronto, notó que el silencio era mayor, lo que siempre presagia algun tipo de desgracia. Puso una mano en el hombro de Fritz, y le susurró.

-Quédate quieto y camina en el centro de la formación. Toma tu escudo.

Se giró a los demás, y les hizo una seña militar, que tenía un significado claro: formación de escudos. Quizá no pasaba nada, pero era mejor no ignorar las oportunidades para repeler una emboscada, antes de caer en ella. Miró a la exploradora, y le hizo una seña tocándose la mejilla por debajo del ojo, en señal clara de que debía ejercer su oficio: explorar en silencio. Él ya tenía el escudo en la mano, y pensó en que sería una buena idea el avanzar con más protección, aunque fueran más lentos, hasta que la exploradora les dijera si aquel misterioso silencio les llevaba a una trampa o no.

Notas de juego

¡Master, pon las imágenes más pequeñas! xD

NdM: Ya está arreglado, tranquilos...

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23/08/2008, 14:26
Telémaco

En el campamento, envuelto en su capa y la manta de invierno, escucha las nuevas.
Yo voy, hace demasio frio como para que me quede aquí parado.
Mira al gigante que tiene a su lado...
Por todos los dioses! Menos mal que está de nuestro lado....
Una vez informado, recoge su equipo y se reune con el resto de la patrulla.
Comienza la marcha. En silencio, siguiendo a la exploradora, junto a los demás envuelto en su capa con el escudo a la espalda lanza en ristre y mirada clavada en las sombras.
Aquí estamos, marchando por desfiladeros en la oscuridad con una antorcha como si fuera un farolillo para los enemigos, habrá que estar preparado....
A la orden de Sikarbaal, se detiene,coge el escudo y mira a su alrededor intentando disernir el peligro.
Que silencio!! No trae nada bueno... Estamos claramente en desventaja, el enemigo nos puede ver en la distancia desde los acantilados...Maldita oscuridad!!!
A la orden, se coloca en formación sin pensarlo.
A ver si la exploradora descubre algo....

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23/08/2008, 20:13
Himilce de Edeta

Himilce hizo uso de sentido común y pese a haber recuperado su aparente libertad comprendió que lo mejor era continuar con esos hombres. No era una esclava, nunca lo había sido, aunque ellos se empeñaran en decir lo contrario, seguía sintiéndose una prisionera pese a que gozaba de ciertas libertades que ciertamente los otros prisioneros que con el grupo iban no tenían.

Había tomado la decisión de seguir con ellos, era lo lógico, nada podría hacer sola por esos caminos y lejos de su gente, sin embargo estaba decidida que apenas encontrar un asentamiento adecuado y gente de confianza se iría con ellos. Su padre sabría recompensarlos bien.

Ella no era guerrero ni mucho menos explorador, apenas y sabía usar una daga, era buena arrojándolas, pero nada más, por lo mismo permaneció en el campamento aunque las cosas en ese lugar tampoco estaban fáciles, allí también se forjaba una dura batalla... el frío era un poderoso enemigo.

Agazapada junto a otros que como ella intentaban sobrevivir a una noche más, pensaba en su familia y se preguntaba si ellos estarían corriendo con una suerte mejor.