Partida Rol por web

- Yo me guardaré la dosis hasta que se me acabe el aire, dijo metiendo el inyector en el bolsillo del traje. Voy con vosotros a la Montero para ayudaros a llevar las cosas.

Cham tomó el detector de movimiento que le había dado Miller y asintió con la cabeza. Su rostro estaba invadido por la preocupación. Keyla estaba perdiendo el control de la situación y parecía descargarlo con sus compañeros de la tripulación. Solo esperaba que fuese el último de los errores que cometería en esta mil veces maldita nave.

Se quedaría con Flynn el tiempo que hiciera falta, iba a ser una Larcha Noche...

—Vale, yo puedo llevar esto.

Wilson cogió una de las vasijas cerradas asegurándola con el antebrazo izquierdo contra su brazo. En la mano derecha llevaba su arma. Señaló el fusil de pulsos de la marine.

—Oye ¡vaya juguete más chulo! ¿No había más en la armería?

- Era el último que había, así que yo os cubro para que podáis cargar todo eso - respondió a Wilson. Luego retrocedió por el pasillo y tomó posición a cubierto en la esquina mientras los demás iban sacando las vasijas del laboratorio.

- Venga, pues yo cojo la otra vasija cerrada...creo que mejor dejar aquí la que se ha abierto, el oficial de la Cronus parecía el más conforme con ceder el mando a Miller.

- Yo voy contigo a la bahía médica a por el otro bicho, dijo a Rye cuando esta se separó de los demás.

- Yo me encargo de los datos si quieres Vanessa - Dijo Davis viendo que cargaba con el hacha y uno de los recipientes en la otra. miró entonces a Flynn y asintió. 

- ¿Vamos a la consola, los pillamos y os alcanzamos mientras vais cargando? - Dijo preguntando si le parecía bien el plan a Vanessa. - Luego puedo cargarlos en nuestra madre para tener una copia además del medio extraible - 

Buscó entonces algo que pudiera usar a modo de arma cuerpo a cuerpo en caso de ser necesario, una barra de metal, un objeto contundente. Lo que fuera que le pudiera servir para poder tener algo de ventaja...

Como quieras, Davis. Ya está Cham con Flynn y pueden bastarse ellos, pero tampoco veo mal que seáis tres los que os quedéis defendiendo el fuerte - contestó Miller.

- Venga, no perdamos más tiempo. Mantened el canal de comunicación abierto, vamos a hacer reportes cada cinco minutos, si os parece.

Johns, Clayton y Wilson cogieron las vasijas cerradas mientras que Miller y Rye asieron los tanques con los especímenes muertos; Reid caminó abriendo paso al grupo. Atrás quedaron Davis y Cham, esperando a que Flynn terminara de descargar los datos de la investigación que el equipo científico de la Cronus había llevado a cabo en LV-1113.

Se dirigieron hacia el vestíbulo junto al puente de mando para que los tripulantes de la Cronus pudieran equiparse sus trajes presurizados. La nave se mantenía en silencio; las luces, a pesar de estar encendidas, provocaban sombras y siluetas en las zonas más alejadas y en los recovecos; cada vez que llegaban a una puerta Reid se adelantaba y la inspeccionaba, tras abrirla y comprobar la nueva sección daba señal para que el resto avanzara.

Llegados al vestíbulo, los de la Montero también dejaron su carga en el suelo para descansar. Reid vigiló la puerta mientras Clayton y Johns se ponían el traje, luego le dio el arma a la otra mujer mientras ella se vestía.

Los otros partieron y el sonido de las botas contra el suelo de la Cronus se fue mitigando hasta desaparecer.  El parpadeo de las luces del laboratorio 1 resultaba bastante molesto después de un rato allí dentro. Flynn trabajaba en la consola sin prestar mucha atención a los tripulantes de la Montero que se habían quedado de guardaespaldas.

Cham se había quedado a hacer guardia con Leah en aquel laboratorio. La visión de los bebedores de sangre inertes flotando en sus vasijas y la posibilidad de que una de esas criaturas estuviera viva y preparándose para volver a atacarle era una punzada constante en la mente del controlador de carga. Se llevó la mano al cuello, y apenas las yemas de sus dedos rozaron la irritada piel un sorbeteo de dientes indicaba que la herida dolía como el infierno. Esto era una mierda: estaba prácticamente mudo en una nave a la deriva y abandonada por Dios en medio del espacio con peligros alienígenas rondando por los pasillos y ni siquiera le iban a dar una comisión por ello. Solo esperaba que realmente no tuviesen ninguna de esas cosas eclosionando en su interior.

Entonces se dio la vuelta para acercarse a Flynn como quien no quiere la cosa. Abrazaba la escopeta en vertical como quien se aferra al brazo de un malote de telenovela y mantenía la mirada puesta en el detector de movimientos. No pudo evitar hacer la pregunta.

—Estas cosas... ¿Las estaban cultivando aquí, no es verdad? ¿Cómo se escaparon las esporas? ¿Cómo ocurrió todo este desastre?

Cham arrojó la pregunta al aire, sabía que alguien al fin y al cabo la cogería... y si no era el caso, seguiría hablando.

—¿No se supone que debería haber una medida de contención para esto? ¿El resto de la tripulación escapó o simplemente desaparecieron?