Partida Rol por web

Después de derrotar al xenomorfo, los miembros de ambas tripulaciones tuvieron la oportunidad de recuperar el aliento y comenzar a planificar su camino a casa, solo para darse cuenta de que había otros peligros que acechan.

Después de recuperar sus sentidos después del largo hipersueño, Johns comienzó su historia: Éramos una nave científica en misión de investigación. Nos establecimos en LV-1113 y exploramos algunas ruinas antiguas.

Rápidamente interrumpió a Johns: Era una misión arqueológica. El equipo científico liderado por Cooper recolectó artefactos importantes, las ampollas almacenadas en el laboratorio de ciencias, y, sin darse cuenta, trajeron consigo esporas que infectaron a algunos miembros de la tripulación con motas neomórficas.

Asintió al comentario de Clayton: Cuando abandonamos LV-1113 descubrimos que había una especie de sacos de huevos que contenían más esporas creciendo dentro de la Cronus, al intentar retirarlos expulsaron más esporas. 

Quitándose unos guantes desechables y tirándolos a una papelera, Flynn acabó de examinar a Reid que se volvió a cerrar la camisa de camuflaje que vestía.

- Las esporas se filtran por los pulmones al torrente sanguíneo y viajan hasta el cerebro donde se asientan y comienza a desarrollar un neomorfo de estadío tres, lo que salió de la cabeza de Cooper - Reid y Johns lo habían metido el cuerpo en la sala de las camillas quirúrgicas. Los médicos del equipo científico idearon una cura que neutraliza el crecimiento neomórfico y lo convierte en un tumor inerte.

- Tods nos inoculamos, no entiendo por qué Cooper lo desarrolló al despertar del hipersueño - dice bastante confundido y mirando a Flynn en busca de una explicación.

Es entonces cuando Reid participó por primera vez, había estado callada desde que ambas tripulaciones decidieron colaborar. Metió su mano en el bolsillo del pantalón y sacó una jeringa lleno de un líquido grisáceo: Cooper nunca se inoculó - colocó la jeringa sobre la mesa auxiliar que había colocado FLynn en el centro de la sala para tener el material a mano. Se cayó de su chaqueta cuando trasladamos el cuerpo.

- No sé cuanto tiempo les queda de aire, dijo mirando a Davis, Miller y Wilson que todavía seguían con el traje presurizado puesto, pero a ustedes dos hay que inocularles si no quieren que les pase lo mismo que a Cooper. Dado que dicen que han visto un saco de huevos cerca del puente asumo que el aire sigue conteniendo motas en suspensión y deben haber sido infectados ya. 

Echa mano de la jeringa de Cooper: Podemos usar ésta para uno de ustedes, es la última pero puedo elaborar más si traemos uno de los artefactos que se guardan en el laboratorio científico.

Como habían sospechado desde el primer momento, los tripulantes de la Montero descubrieron que la Cronus escondía un oscuro secreto: portaban artefactos alienígenas y tenían polizones en forma de neomorfos, como los había llamado Flynn, en distintas fases de evolución*. Además la nave presentaba deficiencias por la falta de mantenimiento de tres cuartos siglos que se añadían a los desperfectos causados durante los combates contra los neomorfos antes de la crioestasis.

- Entonces, ¿decís que el traje no protege de infectarse de las esporas? - Estaba casi segura de que le habían vendido que ese traje permitía el aislamiento total frente a contagios, sustancias químicas y radiaciones. No podía creer que no bastase con el traje para protegerse de esa plaga.
 

- De todas formas, el aire se nos gastará en algún momento, y tenemos a dos personas al menos que han estado expuestas, y como mínimo un Fase III bien crecidito paseándose por la Cronus. Creo que deberíamos hacer dos equipos. Uno para ir al laboratorio y conseguir más vacunas, y otro para ver si hacemos funcionar esta nave. Si no pudiésemos, quizá podamos cargar todo lo importante en el transporte, y llevarlo a la Montero. - Miller miró a Clayton y a Wilson - ¿En último caso, eso sería aceptable para la compañía?

- Sí, por supuesto que protege, contestó inmediatamente a Miller, pero como ha indicado cuando se gaste el aire o sufra una perforación se expondrá al aire de la Cronus. Lo siento.

- De todas formas no os quitéis los trajes, puede que sus capas de aislante os salven la vida como ha pasado con Cham. Además, añadió señalando el casco, pemitirán que nos comuniquemos y poder ver en zonas oscuras manteniendo las manos libres. Luego se giró hacia Johns, sugeriría que nosotros también nos los pusiéramos y como han dicho nos armemos por si encontramos al que parece que anda suelto.

¡Mierda! Lo primero que se le vino a la cabeza fue cerrar el casco, que no había pasado demasiado tiempo expuesta pero enseguida se dio cuenta de que no serviría para nada. Necesitaba la vacuna. De hecho, todos la necesitaban.

—¿Cuánto tardan en desarrollarse los neomorfos una vez que se implantan?—

- Bueno, lo cierto es que no siempre es en el cerebro - comenzó a responder a Rye de forma indirecta. Una vez que las Motas ingresan en el torrente sanguíneo del huésped, entregan su carga útil microscópica y mueren. El agente inyectado A0-3959X.91-15 comienza a mutar los glóbulos blancos a medida que circulan por todo el cuerpo hasta que forman un crecimiento canceroso que se aloja en una vena o en la ppared de la arteria. Este tumor puede arraigarse en cualquier área corporal con masa suficiente, como los pulmones, el tracto digestivo, el esófago o incluso el cerebro. Formando un saco amniótico, el tumor comienza a convertir rápidamente las células mutadas del huésped en una larva, no se dió cuenta de que estba dando demasiados datos. Si se aloja en una región del cuerpo con músculo o hueso denso y sin salida fácil, la criatura gestante desarrolla espinas dorsales para ayudar a escapar. Cuando el Cazador de Sangre recién formado está listo para nacer, sale violentamente del huésped, utilizando su fuerza excesiva, sus espinas, sus dientes y sus garras para cortar y desgarrar la carne, los huesos y los tendones. El proceso causa hemorragia severa y daño tisular masivo en el huésped, que siempre es fatal...- acabo de relatar el proceso vio la mirada de todos centrada en él y bajó la vista. Lo siento, puede variar entre quince y veinte horas...al menos los casos que terminaron el proceso antes de la inoculación.

—Joder— ladeó la cabeza con desdén.

—Menos mal que no recordabais nada...— empezó a sentir nauseas. Malestar. ¿Auto sugestión?

—Malditos hijosdeputa.— pensó. Miró a toda la tripulación de la Cronus. Uno por uno: Flynn, Reid, Johns, Clayton. Estaba convencida de que mentían. de que escondían algo. 

—Hagamos lo que dice Miller. Separémonos. ¿Todos de acuerdo?— Miró a sus compañeros

—Yo iré al laboratorio médico con usted— señaló a Flynn con un gesto de la cabeza.

—No soy médico pero tengo ciertas nociones.—

Cham apareció como un fantasma a las espaldas de Flynn, y la mano del controlador de carga cayó sobre su hombro en una palmada quizás demasiado lenta. El aspecto del controlador de carga se veía un poco mejor, aunque todavía parecía que un camión lo hubiese arrollado: uno de sus ojos todavía estaba rojo como un rubí, pues uno de sus vasos sanguíneos se había reventado al caerse de espaldas con el ataque del cazador de sangre. Su piel todavía estaba un poco carente de color y su cuello todavía mostraba aquel destrozo que apenas pudo ser arreglado por el médico de la Cronus.

Para completar su tenebrosa condición, Lyron habló; aunque quizás no debería haberlo hecho...

—Yo... también... —dijo con una voz rasposa, silbante y gutural mientras que se señalaba a si mismo para intentar dar a entender lo que quería decir—. Yo voy... quiero... quiero ir, Keyla.

Cierto era que él es el primer miembro de la Montero cuyo casco había sido retirado, si era cierto lo que decían acerca del aire contaminado entonces Cham se hallaba en una carrera contrareloj para salvar su cráneo o alguna otra parte del cuerpo de estallar y hacerle hueco a otra monstruosidad como la que enfrentó.

—Yo respiré el aire... estoy... enfermo... —se atragantó con su propia saliva ensangrentada pero continuó—. Necesito la inyección... Aunque siempre... le he tenido pavor a las vacunas...

Entonces terminó sonriendo, una sonrisa partida por el dolor pero tan sincera como solo Cham podía esbozarla. Quería salir de allí, sí, se hallaba en condiciones, tal vez no, pero no iba a quedarse ahí viendo como sus compañeros hacían todo el trabajo por él.

Davis movió su pastillero a la altura del casco del traje mientras relataban toda aquella maraña de datos así como la historia de la Cronus. No escuchó nada, se puso un tanto nerviosa y abrió la pequeña cajita con dificultades para comprobar que efectivamente estaba vacía. La mujer juraría que le quedaban al menos una o dos pastillas. Lo cerró bruscamente, recuperando la compostura al comprobar que estaba consumiendo aire más rápido de lo que debería y lo guardó. 

Su mirada se alternaba en todo momento con los restos del xenomorfo, sus compañeros y los tripulantes de la cronus.

- Necesito... necesito descansar un poco. Relajarme y recuperarme - Se sentó mirando al doctor Flynn.

- ¿Le importaría quedarse un segundo doctor? Me gustaría hacerle una pregunta privada. - ^[1]

Miró a Vanessa. - No es nada, será solo un momento y estaré de nuevo al 100% - 

La idea es averiguar donde tiene el doctor las drogas. Si le consiguiera convencer para que me diera alguna genial. Si no ya se donde están e intentaría más adelante ir a por ellas.

Cham se daba cuenta de que sus compañeros mostraban todavía una gran preocupación ante los hechos sucedidos. Y aunque las cosas se hubiesen calmado todavía seguían hundidos de mierda hasta el cuello. Suspiró apesumbrado y el curioso olor de la sala invadió sus fosas nasales. Entonces se dio cuenta de que desde hace ya un buen rato que había estado respirando el aire de la nave y no el de su traje. Su sorpresa se convirtió pronto en una idea que llevó a cabo.

Se tomó su tiempo en retirarse el tanque de oxígeno del traje, todavía quedaba suficiente aire para unas horas y si él no le sacaba provecho estaba seguro de que sus compañeros lo necesitarían más que él.

Tardó unos minutos en finalizar el proceso y dejó el tanque sobre una de las mesas. Sorbió por la nariz con una mueca de dolor.

—Si de verdad el aire... está contaminado esto... pues esto no me sirve de mucho ya... —admitio con la voz hecha un desastre—. Pueden repartirlo... o... que lo use el que menos aire tiene...

Al soldado se acercó a Cham y le dio una pequeña palmada en la espalda: Eso se llama trabajar en equipo, si necesitas ayuda para ir a algún sitio o una mano con las tareas que vayas a realizar cuenta conmigo, soldado.