Partida Rol por web

En el paseo de vuelta Miller se movía insegura, quizás el hecho de ir perdiendo el oxígeno que le había dado Wilson y tener que reemplazar el tanque en el vacío y colocarse la bombona con el aire de la Cronus le ponía nerviosa. Lo cierto es que a mitad de camino cometió un error con el anclaje magnético del traje y liberó el pie derecho cuando tenía el izquierdo levantado.

Cham caminaba detrás de ella y vio cómo empezaba a separarse del casco de la nave en dirección al vacío; corrió hacia ella e intentó agarrarla, pero su mano no alcanzaba y Miller con los nervios tampoco conseguía cogerle la mano. Cuando alfin se agarraron se dieron cuenta de que Cham había dado un pequeño salto....no tan pequeño.

Estaban a un par de metros de la Cronus, pero la inercia los terminaría separando de la nave si no hacían algo.

Mierda, mierda, mierda - en el momento en el que perdió el contacto con la nave, Miller sintió que su corazón se aceleraba empujado por la adrenalina, que inundaba su cuerpo de sopetón. De pronto sintió la mano de Cham llegando a ella y una sonrisa brotó en sus labios. Suspirando profundamente se dirigió al técnico - Gracias, Cham, me has.... ¡MIERDA! 

De nuevo su cuerpo, junto con el de Cham, se alejaban de la nave. Pensó rápidamente, necesitaba impulso, así que echó mano a su depósito de aire con intención de usarlo para generar un pequeño impulso que les devolviese a la Cronus.

- Cham, tenemos que usar la bombona para acercarnos antes de que sea tarde. Voy a contener el aliento, agárrate a mi fuerte y reza lo que sepas.

Estirando su brazo izquierdo, Miller aferró con firmeza el pequeño depósito. Cerró la válvula y lo giró levemente hasta que un "click" le hizo entender que lo había conseguido sacar. Intentó respirar pausadamente, para ahorrar el poco aire que aún quedaba en su traje, orientó el depósito en perpendicular a la Chronus y miró a Cham buscando su conformidad.

El técnico se agarró a ella con firmeza, sin poder disimular su cara de auténtico pánico, pero tratando de hacerlo en cualquier caso.

Lentamente, Miller abrió la espita del aire, y un pequeño chorro de aire comprimido comenzó a salir de la boca del depósito. Al principio, parecía que no sucedía nada, pero al momento, para tranquilidad de ambos comenzaron a impulsarse muy lentamente en dirección a la Cronus.

Cuando estaban cerca de la nave, ambos extendieron sus brazos asiéndose al primer saliente que alcanzaron, y se miraron emitiendo un gran suspiro casi a la vez.

Miller volvió a insertar su depósito en el traje, comprobando si había perdido mucho contenido en el proceso.

- Por los pelos, Cham. La próxima vez que me vayas a salvar, asegúrate de estar anclado a la nave, jajajaja.

Cham comenzó a pensar que la había cagado, había saltado a por Miller sin pensar en su propia seguridad y ahora ambos flotaban en la inmensidad del vacío. El llamamiento de la capitana lo sacó de sus pensamientos, se le había ocurrido algo  peligroso aunque ingenioso; usar la bombona de repuesto para impulsarles hacia la Cronus parecía su única salida, pero no sería una operación sencilla.

Se agarró a Miller y se llevó la mano al rosario que guardaba en el bolsillo de su mono de trabajo, cerró los ojos y rezó mientras se agarraba con fuerza a la mujer. 

- Intenta no salir disparada otra vez, contestó riendo a la pulla de su jefa.

De nuevo de vuelta en la esclusa de la Cronus, Rye bloqueó la compuerta interior restaurando la presurización de la nave. Habían conseguido realizar la parte más difícil de las reparaciones en el exterior, pero su trabajo no había terminado pues tenían que reparar el puesto del piloto y reactivar el reactor.

- Os hemos pegado un buen susto, ¿eh? - Dijo Miller intentando quitar peso al asunto, aun cuando en su cara y en la de Cham aún se podía leer la tensión que habían vivido. Poniendo su mano sobre el hombro de Cham y sonriéndole le dijo:

- Gracias, de verdad. Te debo una muy grande.

Luego, se volvió al resto de los compañeros y trató de animarles a continuar con la tarea que tenían por delante:

- Bueno, creo que ahora deberíamos solucionar lo del puesto del piloto, y reactivar los reactores. Creo que, aunque tardemos más tiempo, teniendo en cuenta que tenemos al alienígena y a la tripulación de la Cronus sueltos por la nave, deberíamos ir juntos a ambas cosas, y protegernos lo máximo posible. Votaría por arreglar primero el puesto de piloto. ¿Qué decís?

Desde donde estaban Davis pudo ver todo lo que ocurría fuera. Sus ojos se abrieron de par en par al ver como se separaban y un largo suspiro salió al comprobar que habían logrado regresar.

— Buen trabajo allí fuera chicos —

Se dispuso a moverse, pero entonces vio que podrían estar algo cansados.

— ¿Necesitáis descansar? Sino no querría perder ni un minuto —

—Estoy contigo Miller.

Wilson siempre había visto a Miller como su 'enemigo natural' en la nave. Él era el hombre de la Compañía, el que tenía que apretarle las tuercas al personal, y así se lo habían hecho ver siempre tanto desde la propia Compañía como desde las tripulaciones. Pero después de todo lo sucedido ahora eran tan solo un grupo de supervivientes intentando regresar vivos a casa. La idea de separarse no le parecía atractiva.

—Por mi parte vamos de inmediato.

— Creo que estamos siendo previsibles. No se. Esto me suena a uno de esos antiguos documentales. Somos como cebras que van a beber al único charco que hay en toda la sabana. Los leones solo tienen que esperara a que bajemos el pescuezo para saltar encima nuestra.—

— Creo que deberiamos pasar al ataque. — No era algo que se le había ocurrido ahora mismo. Rye llevaba un buen tiempo pensando en esta posibilidad

— Armémonos con todo lo que podamos y vayamos a buscar al puto alienígena y a esos cabrones—

Joder, Rye, yo no soy soldado. No creo que me tiemble el pulso para luchar por mi vida, pero "salir de caza" no sé... me suena un poco fuerte, aun teniendo en cuenta las circunstancias - Miller no podía concebir la idea que había lanzado Rye, pero en el fondo, sabía que era una opción más, que no tenía por qué ser mala idea.

- Mirad, yo en esto no quiero decidir. Es nuestra vida, la de todos. Soy partidaria de avanzar paso a paso en nuestro camino a casa, y si surgen inconvenientes, tratar con ellos - Una forma muy sucinta y neutra de referirse a pelear por sus vidas, como hasta a ella misma le pareció conforme lo decía - Pero no me veo en una misión de caza y captura. No es mi preparación, no son mis instintos. Vosotros, ¿qué opináis?

—Ni joder, ni hostias Vanessa. — espetó Rye acompañando sus palabras con aspavientos de sus brazos. Luego se giró, agachó la cabeza y cogió aire. Quería calmarse, que sus nervios no ensombrecieran sus argumentos. 

—Yo tampoco soy soldado— dijo 

—Pero resulta que acabo de ver como nuestra nave saltaba por los aires y no creo que haya sido fruto de la casualidad—

—¡Mierda! Que Cham os refresque la memoria—

—Cuéntales otra vez lo que dijiste antes. Lo del médico de la Cronus. Diles como empezó a sufrir convulsiones y luego te atacó como un puto loco.— Rye recordaba las palabras exactas de Cham. Dijo que "ya no era el médico de la Chronus" pero prefirió no decirlas. No entrar en detalle. Ya estaba suficientemente tenso el ambiente.

Wilson estaba sobrepasado por todo aquello. Comprendía lo que decía Rye y pensaba que esa comparación con las cebras era más que acertada. Pero sabía, como Miller, que ellos no eran precisamente leones. Ninguno tenía formación militar.

—Yo estoy con Miller. Creo que sería mejor reparar lo que podamos y atrincherarnos mientras tanto. ¿Qué ganamos moviéndonos por una nave que no conocemos? Ellos han pasado aquí mucho tiempo, tendrán ventaja para pillarnos deambulando por los pasillos. Si vamos a la sala de control podemos prepararnos... Joder ¿cuándo se convirtió esta puta expedición minera en una locura de capturar la bandera mortal?

— Estoy de acuerdo — Dijo la piloto. 

— Recabemos toda la información que podamos, arreglemos esta mierda de nave y salgamos cagando leches de aquí hacia casa — No quería para nada empezar una guerra. Si acababan metidos en ella sin duda sacaría su verdadera cara, y no era algo que le gustaría. 

— Movámonos juntos, despacio. Con cuidado. Cuidando unos de los otros — Miró a Vanessa, expresando su apoyo a su opinión y liderazgo. — Cuanto antes nos movamos mejor —

- Vamos a la sala de control entonces, no perdamos más tiempo - Dijo Miller agradeciendo el apoyo de sus compañeros.

- Rye, sé que tienes razón en el fondo, pero como dice Wilson, no somos precisamente marines. Vamos a ir lidiando con los problemas que se nos presenten, según vayan viniendo, pero no vamos a salir a buscarlos por el momento. Cuando tengamos operativa la nave, nos lo plantearemos de nuevo.

Intentando que no se le notase lo nerviosa que estaba, comenzó a andar en dirección a la sala de control, con todos sus sentidos puestos en detectar cualquier sonido, movimiento o sombra que pudiese indicar que algo o alguien los acechaba.

— Si queréis ir en plan boys scouts, adelante. ¡Id! Pero no contéis conmigo. No pienso ir directa a la boca del lobo — sentenció obstinada. Estaba convencida de que antes de ponerse a hacer reparaciones, debían asegurar la nave. Todo lo demás era no querer ver la realidad. 

Rye, no es el momento - La cara de Miller cambió drásticamente al dirigirse a Rye. La consideraba una amiga, un apoyo... no podía entender por qué se empecinaba de esa forma en contra de la opinión de todos, pero no podía consentir discusiones ni divisiones en ese momento - Antes he pedido las opiniones de todos. Ahora he decidido, de acuerdo a la mayoría, pero recuerda que soy tu capitana. Vamos a reparar la nave primero, no hay más que discutir.

Se irguió como impulsada por un resorte invisible y fue directa hacia Vanessa. Sus rostros estaban a pocos centímetros. Los ojos de Rye estaban encendidos. Resoplaba. Pareció que iba a reaccionar con violencia pero la técnico se contuvo en el ultimo momento. Justo en la frontera de lo que tenía pensado hacer: ¿Un empujón? ¿Una bofetada? 

—Está bien Miller pero espero que las cosas salgan bien porque se te acaba el crédito.— luego se giró y al hacerlo miró a Wilson. A los ojos. Lo hizo con desafío e intensidad. Eso también iba por el agente de la compañía.