Partida Rol por web

El castillo Escarlata

Rojo Escarlata, rojo sangre

Cargando editor
10/08/2013, 15:07
Sir Gabriel McTavish
Cargando pj

Notas de juego

Aún estoy medio dormido pero... ¿Quién es Katelyn? ahí me he perdido :/

Master: ¿Has leído la partida? ... Katelyn es la amante de Sir Gawain. La que está en el torreón. Casualmente vais a buscarla. Su hermano es al que llamais monje porque viste así, se cargó a Jessica con una daga. Es supuestamente el malo

Claro que la he leído ¬¬, pero no me acordaba del nombre de la amante de Sir Gawayn mujer.

Cargando editor
10/08/2013, 15:54
Sir Gabriel McTavish

Empecé a encaminarme por aquellas escaleras siguiendo a las chicas un tanto contrariado, estaba visiblemente preocupado pues tanta calma no era bueno. Algo va a pasar, seguro que están esperando a que ns relajemos. Seguro que en cuanto creamos que estamos a salvo nos van a joder. Sólo somos juguetes, peones en la guerra entre Gawayn y el monje asesino.

Y tal como esperaba, ocurrió algo. Me giré y pude mirar de cerca al asesino de Jessica. -Chicas... tenemos compañía, ¡seguid subiendo! -ordené dándoles la espalda. No tenía sentido correr pues si él lo deseaba me cogería allá dónde fuera. No podíamos correr y tampoco escondernos. -si voy a morir, moriré con dignidad. Es lo único que no podrá quitarme este bastardo. -Así que usted es el responsable de que estemos viviendo un infierno. ¿Qué es lo que quiere?. -Tenía que ganar tiempo, tiempo para que las chicas consiguieran hacer algo que pudiera ayudarnos o por lo menos tiempo para que ellas se pusieran a salvo. 

Cargando editor
11/08/2013, 14:24
Abie Bell

Un poco de tranquilidad empañada por la presencia de la inquietante sangre y de la paranoia grupal no estaba tan mal, aunque fuera sólo temporal y potencialmente ficticia. Abie iba subiendo las escaleras detrás de Irina, enfocando con la linterna a todas partes preparada para lo que pudiera ser. Por increíble que pareciera, llegaron al quinto piso sin divas fantasmales y seductoras, niñas muertas, armaduras cabreadas ni nada que indicara por qué había tanta sangre en el suelo.

Satisfecha, escuchó las palabras de Jennyfer sobre el rastro, sintiéndose orgullosa por la decisión conjunta de subir las escaleras, aunque parecieran totalmente desaconsejables.

- Bueno, no sé hacia dónde indica el mapa que está la torre, aunque lo más probable es que siga el rastro de sangre así que... - ni siquiera tuvo tiempo de mirar el mapa o de seguir su razonamiento cuando Gabriel anunció la presencia del monje psicópata con sus palabras y Abie, olvidada toda la nobleza o compasión que pudiera sentir e impulsada de nuevo por el instinto de supervivencia y las palabras del rubio, empujó a Irina y a Jennyfer* para que salieran por la puerta y se dispuso a irse corriendo hacia el camino que marcaba el rastro escarlata.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*si queréis podéis dejarme pasar simplemente, ya morirá Abie cuando vaya sola por el castillo xDDDD Lo siento Gabriel, pero si dices corred, Abie corre como la loca que es xDD

Cargando editor
11/08/2013, 18:34
Crono

Clik

Los dedos de crono seguían una danza difícil de seguir para sus ojos, o para los ojos de sus dos compañeros. Aunque ninguno de los dos estaba mirando. Temp se había parado a su lado, detectando que el chaval estaba intentando algo importante y Nick... bueno, su propia pierna le había hecho detenerse, aunque quizá fuera el destino quien lo hizo. ¿Quien sabe?

En poco tiempo, el clásico sonido de una cerradura abriéndose llegó a los oídos del chaval, lo había hecho. Lo había conseguido, la celda en la que estaba el caballero estaba abierta, y tan sólo quedaba liberarle de aquellos grilletes que le mantenían encerrado. Pero de nuevo, tan sólo era otra cerradura.

Sin apenas tiempo se tiró al suelo y sus manos volaron hacia los grilletes, tratando de otorgar esa necesidad tan ansiada por cualquier ser humano. Aunque... en este momento estaban liberando a un muerto. No importaba, todo ya no tenía sentido, tenía que guiarse más por los reflejos de su corazón que por los designios de su mente, algo que nunca había hecho pero que de alguna manera no le resultaba incómodo. Quizá tuviera un corazón atrofiado, quizá su órgano vital necesitara ayuda para latir con regularidad, pero parecía tener la fuerza y la intuición necesaria para poder salir de allí.

Clik Clik

Ya no había grilletes obstruyendo la libertad de Gawain. Ya podía ser libre, salir de allí, dejar que ellos trataran de escapar por su propio pie... No. Parecía que, tal y como lo veía, el hombre no iba a moverse sólo. Era un cadáver, no en vano, y habría que sacarlo a pulso.

El chico trató de levantarlo, no sin problemas. Pero pronto recibió la ayuda de Temp, a pesar de que estaba malherida. Sus ropas a la altura del pecho y el vientre estaban desgarradas, y el color violáceo marca de una hemorragia empezaba a ser claro en su piel. La valentía de esa mujer era notoria, si al final salían con vida tendría que darle muchas veces las gracias.

-Gracias... tenemos que salir de aquí cuanto antes.

Nick, incluso también malherido por su caída, añadió otro brazo más para transportar el cuerpo del caballero. Entre todos no era muy molesto, pero por supuesto interrumpía los intentos de huída del grupito. 

Crono miró a los ojos a ambos y veló una sonrisa. Hacían buen equipo, se compenetraban. Había valentía, habilidad, confianza... Se sintió arropado, valorado...

Corre imbécil.

Cargando editor
12/08/2013, 14:12
Irina Kazkov

Observo a mi alrededor algo ya más tranquila, aunque la oscuridad no ayudaba a que esté tranquila. Quién iba a suponer que mis vacaciones iban a estar teñidas de sangre y oscuridad, dos factores que me aterran hasta límites insospechados. En fin, ya poco más se puede hacer salvo seguir adelante hasta el final. Siempre seguir, nunca rendirse.

Observo que la sangre va trazando una ruta. Quizás sea nuestra perdición o quizás sea una buena pista. Al fin y al cabo tampoco nos está yendo tan mal si pensamos un poco en todo lo que vivimos antes cuando el grupo estaba al completo. A ver si toca el turno de la aparición de los espíritus sexys para las féminas del grupo.

- Está claro que tenemos que seguir el rastro para llegar al final de esta... trampa, juego, nivel, meta... Cómo querais llamarlo -me giro para mirarles por un momento- Sabed que lleguemos a donde lleguemos debemos perma... -las palabras de Gabriel y los empujones de Abie a continuación me interrumpen. Fin de la tranquilidad- ¿Eh? ¡¿Qué pasa?! ¿Y Gabriel? -digo mientras aprieto el paso hacia la puerta con Jenny y Abie para luego correr al ritmo del pánico, es decir, a toda leche.

Cargando editor
13/08/2013, 11:56
Narradora

Entre los tres cogen a Sir Gawain, un buen peso para sus magullados cuerpos y se centran en salir de ahí cuanto antes a sabiendas de que el monstruo les está pisando los talones.

Quizás no es sorpresa que os compenetreis tan bien. Al fin y al cabo llevais toda la noche siendo compañeros de supervivencia en el castillo.

Recorreis los pasillos al tiempo que seguís escuchando los pasos y las cadenas ya no solo arrastrándose sino también golpeando las paredes y el techo.

Por suerte veis la salida. ¡La subida al vestíbulo que debería libraros de ese monstruo!

Subís como podeis, de forma algo incómoda pero sin cesar el alto ritmo que habéis mantenido durante todo el tiempo de huída, hasta que terminais por llegar y en cuanto el último de vosotros pisa suelo fuera, la puerta hacia las mazmorras se cierra. De nuevo, estais en el vestíbulo principal con vuestro objetivo cumplido.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Solo he tirado 1d20 por cada uno de vosotros puesto que solo un 1 en alguno de vosotros podía dar oportunidad al monstruo a alcanzaros.

Cargando editor
13/08/2013, 17:18
Temperance Brunswick

Logran subir por las escaleras de las mazmorras el cuerpo de Sir Gawain, los tres cargándolo como un equipo, como un grupo que sólo actuaba en conjunto, Temperance  llevaba  el costado del cuerpo, aguantando el dolor, con la respiración agitada y doliente sintiendo las cadenas detrás de ellos, y pensando que en cualquier momento serían machacados por aquella criatura. Subieron los escalones, Temperance pegaba la espalda a la muralla de las escaleras, y contenía el aliento para poder dar cada paso que se hacía más y más dificultoso... pero llegaron hasta la primera planta, casi debieron saltar cuando la puerta se cerró tras de ellos. 

Ya, lejos de lugar, pero aún en peligro, Temperance cayó al suelo, al lado del cuerpo de Sir Gawain, jadeando y sujetando su abdomen, no se había visto, pero seguramente ya tenía su piel marcada por los trazos violetas de la hemorragia que le habría producido las costillas rotas. Se quejó, hasta poder ponerse boca arriba, con los ojos entrecerrados y viendo el cielo alto y oscuro  de esa gran sala. Tragó saliva, le dolía todo el cuerpo y comenzaba a adormecerse... Giró su rostro y vio el rostro de aquel hombre, ahora al tenerlo tan cerca, su rostro se le hizo particularmente conocido, como si siempre hubiera estado en sus recuerdos... en sus sueños, ese rostro siempre había estado presente

Sí, su perfil, su mentón, Temperace se levantó un poco, lo que pudo para ver mejor su rostro, y volvió a caer, su cabello estaba revuelto sobre el parquet desgastado. Si ese rostro, era el rostro que siempre imaginó a la pareja de su protagonista en sus novelas de misterio, Albert, que curiosa era la imaginación, tosió, y quedó boca arriba, con ambas manos en su vientre, y cerrando lentamente los ojos.

Cargando editor
13/08/2013, 20:34
Jennyfer Harrison

El aviso de Gabriel me puso el corazón a mil (más de lo que ya estaba) e hizo que casi me tropezase al intentar agilizar el paso cuando Abie nos empujó para que nos moviéramos. Una vez iniciada la carrera, me paré en seco dejando pasar a Abie e Irina por delante de mi. Durante unas milésimas de segundo miré la entrada de la habitación de la que acabábamos de salir, esperando que Gabriel apareciese por ahí. No es mi amigo, pero sí que es la persona con la que he entablado un mayor vínculo desde que estamos en el castillo.

Por desgracia no apareció. Y como he dicho, no es mi amigo. Sin dudarlo más, eché a correr detrás de las chicas, esperando que consiguiese salir con vida de allí.

Cargando editor
14/08/2013, 10:46
Narradora

Las tres elegidas salen corriendo de la habitación donde se queda Gabriel en un acto aparentemente heroico tras el aviso de que ha visto al monje.

Recorren lo que queda de pasillo a paso acelerado y sin detenerse ni un instante. Lo último que quieren en estos momentos es que el hermano de Katelyn decida que ellas son un plato más jugoso que el caballero.

Se avista luz al final del pasillo nuevamente, ahora proveniente de dos antorchas que se encuentran cada una en uno de los pasillos diagonales por los que se bifurca el camino. Cada uno da a una torre y vosotras vais al torreón oeste.

Encontrais una puerta entreabierta que da a unas escaleras de caracol estrechas aunque lo primero que llama la atención es descubrir de dónde procedía la sangre: ahora queda claro que hubo más elegidos que fracasaron en el intento. Subís a sabiendas de que es el único camino y dais a una nueva puerta.

En cuanto abrís os percatais de que estais a la máxima altura y al aire libre. El fuerte viento alborota vuestra ropa y vuestros cabellos, pero también despeja en cierta manera la mente. Al fondo un relámpago ilumina el lugar y al mismo tiempo las antorchas de al lado de la puerta y las de al fondo se encienden. El camino no es muy ancho. Cabeis dos personas en paralelo cómodamente.

Llegais a la puerta y un suave y perfumado olor a jazmín os llega desde el interior. Es ahí. Algo os dice que es ahí.

Irina coge el manojo de llaves y empieza a probar. Y a probar.... y a probar... no es lo suyo eso de encontrar la llave adecuada ni aún intentando hacerlo con lógica.

Mientras, Abie y Jennifer se fijan en que hay cuatro gárgolas con formas terroríficas.

Treinta, treinta y uno... treinta y dos... cuarenta... cincuenta... cincuenta y tres... cincuenta y cuatro...

Parece como si el número favorito de Irina fuera el sesenta y cuatro o quizás pensase que daría buena suerte ese número, tal y como ocurrió con la puerta que daba a las escaleras escondidas. El caso es que hasta la número sesenta y cuatro nuevamente no encuentra la llave adecuada. La llave que abre la puerta.

Al abrir escucha una dulce voz femenina:

Voz:- ¡Han llegado! ¡Están aquí!

Lo primero que veis es un mujer en el alféizar de una pequeña ventana que da al mar y luego se acerca a la cama y se funde con el cuerpo que parece estar dormido en ella.

En la habitación no hay gran cosa. Una cama donde la hermosa joven parece esperar, una mesa y una bandeja con restos de comida. La puerta se cierra por acción del viento una vez entrais en la estancia. Por alguna razón existe el sentimiento de estar a salvo.

¡Habéis llegado hasta Katelyn!

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/08/2013, 01:20
Irina Kazkov

Chica, el llavero me odia. Por más vueltas que doy no atino ni a la primera, ni a la segunda, ni a la vigésima, ni a la trigésima... Acierto, cómo no, a la número sesenta y cuatro. Las miro con cara de ser lo que me pasa cada vez que busco las llaves de casa, pero no es cierto; afortunadamente, tengo un portero que se encarga de abrir y cerrar las puertas...

Entramos y la puerta se cierra. Espero que haya sido cosa del viento. Miro a Abie y a Jenny, acercándome a ellas, por no decir que me pego a ellas. Carraspeo y miro a la mujer. Tiene pinta de ser la amada de Sir Gawain.

- Hola... hmm...eeeh... ¿vos... vos sois?... -miro a mis compañeras y sonrío de oreja a oreja- ¡La hemos encontrado! ¡Hemos encontrado a la amada de Sir Gawain! -vuelvo a dirigirme a la mujer- Sabe a qué hemos venido, ¿no es así?

Cargando editor
14/08/2013, 22:03
Crono

El tiempo es relativo.

Tan sólo había pasado un instante.

El sonido de la pesada puerta de piedra cerrándose de golpe tras ellos todavía pesaba en los tímpanos de Crono, y ya parecía que había sucedido hacía una eternidad. La carrera por las mazmorras, el peso del caballero  en sus brazos, el sonido seco y contínuo de las cadenas que el monstruo llevaba unidas a su cuerpo, el olor a húmedo y a viejo, las decisiones, sus manos moviéndose solas, el tacto del metal, la oscuridad, el olor a sanngre, el sonido de la propia sangre al ser pisada, la temperatura...

Había sucedido ahora mismo, de hecho su corazón aún no había vuelto a la normalidad y ese pequeño mecanismo que le mantenía con vida trabajaba a marchas forzosas dentro de su cuerpo. Crono miró a Temp, miró a Nick. Suspiró. De alguna manera, y aunque presumiblemente era falsa, volvió a tener una sensación de seguridad. Apostaría algo a que el castillo seguía teniendo mil y una sorpresas para ellos, mucho más peligrosas y mortales de necesidad. Pero habían salido de aquella. Habían salido... con vida.

Sus piernas clamaban por un descanso, así que se dejó caer al suelo, con los brazos por delante, de rodillas. Crono quedó a cuatro patas, jadeando como si fuera un perro. Todos los allí presentes estaban derrotados, más estaba seguro de ser el más entero de entre los que habían bajado. Nick tenía la pierna herida, y sus labios comenzaban a crecer fruto del sutil tortazo que había permitido que permaneciera a su lado. Temp, por su lado, se había llevado la peor parte. Su cuerpo recibió el impacto de la descomunal mano de ese ser, fragmentando sus huesos a nivel interno. Si no salían rápido de allí, si no solucionaban aquel problema con prestez...

-¿Temp?

La chica estaba en el suelo, mirando al techo... como ida. No, no iba a permitirlo. ¿Pero que iba a hacer él? Sus conocimientos de medicina no eran nada del otro mundo, pero suponía que perder la consciencia no era una buena elección... si acaso era una elección. Se acercó levantándose rápido y cayó de rodillas a su lado, mirándole a los ojos cerrados, hablándole muy cerca de la cara.

-No, Temp... no no no no no ....

Mientras hablaba, le acariciaba la cara, quizá con más fuerza de lo que una caricia requisiera. Un intento por el cual trataba que su compañera no desapareciera en la negrura de la inconsciencia. 

-Temperance, estamos aquí. Mirame... mírame por favor...

¿Por qué hacía eso? ¿No era una desconocida? Mmmm... No. Ya era algo más. Quizá después de una noche entera compartiendo el miedo y el pánico de estar ahí dentro estaban unidos de una manera mucho más intensa de la que se imaginaba el mismo Crono.

-Nick, ayúdame... ¿Estás bien tu también?

Ambos estaban muy heridos. Pero Temp parecía que se iba, que se dormía... y no sabía si volvería a despertar. No sabía si zarandearla, si abofetearla... si tirarle una jarra de agua encima... ¿jarra de agua?¿Y de dónde iba a sacarla?

Crono se sentía impotente, muy impotente. ¿Que podía hacer? Los ojos del chico enrojecieron de pronto, llenos de congoja e impotencia. Una perla brillante apareció en su ojo derecho, que tras un segundo fugaz se desprendió hacia Temp. Un cristal de agua salada que viajó reflejando la habitación mientras caía sobre la faz de la mujer.

-No te vayas.. no... nos dejes solos

 

Cargando editor
15/08/2013, 01:43
Temperance Brunswick

Se iba durmiendo, el dolor estaba adormeciendo su cuerpo, las heridas internas quizás no eran demasiado graves o quizás sí, ni ella podía  catalogarlo, sólo sabía que dolía, que cada respiración era un verdadera tortura, por eso cada una de ellas era más y más delgada, más y más pausada, porque en verdad significaba un terrible esfuerzo para la joven. El sueño se fue propagando por su conciencia, y de pronto se vio en ese castillo, recorriéndolo, pero esta vez con más luz,era de día, sin miedo, ese lugar ya no estaba lleno de esa carga terrible que ahora contenía sus paredes, las cosas que componían esa casa y que parecían estar cargadas con maldad pura. La muerte había abandonado esos pasillo, y sintió que habían logrado conseguir librar a esas pobres almas.

Caminaba, y comenzó a correr, sus pies apenas tocaban el suelo rojo, y giró en una esquina en donde estaba el caballero, sonriendo extendiéndole la mano, la invitaba a irse, debía partir, la joven miró hacia atrás, pero no había nada, y así, caminó hacia el caballero para tomar su mano, ya en ese punto el dolor había desaparecido casi y cada vez se sentía menos a medida que se acercaba a Sir Gawain hasta que lo escucho, era la voz de Crono que resonaba en su cabeza, gritaba su nombre, y lo vio aparecer en ese sueño, detrás de ella, alargando sus brazos hacia ella, Temp se volteo hacia él, pero no quería ir, detrás de Crono todo era oscuro, dolor... no quería volver...

Pero debía hacerlo, debía volver, y volvió sobre sus pasos hacia donde estaba Crono, hasta llegar a él, hasta tomar sus manos, pero dolía...

La lágrima había caído sobre la mejilla derecha de Temp y se desplizó por su blanca piel hasta perderse en su cuello o cabello, el chico no sabía si tomarla o qué, al final lo hace, levantándola ligeramente, sintiendo su aroma, no era solo olor a sangre y a muerte, había aún rastros de su perfume a violetas, pero no despertaba, hasta qué... hasta que...

Temp se alzó ligeramente y su mano tomó la mejilla del chico y terminó depositando un casto beso en sus labios, sólo unos segundos duró, pero Crono sentiría el sabor de sus labios rojos algo helados ya, fue un tímido beso, medio inconsciente medio dormido - no llores... - susurra muy despacio, apenas puede hablar, pero aún así le ha hablado,  va bajando  hasta quedar apoyada de nuevo en el muslo de Crono,  con lo ojos a medio abrir...

- creo... que lo hemos... logrado...- acota con ese optimismo que la había caracterizado,  e intentó moverse de nuevo, pero le duele y suelta un quejido, su respiración se ha tornado dificultosa ahora que la adrenalina ha comenzado a abandonar su cuerpo,  pero ha tomado la mano de Crono  y la aprieta, no sabe como agradecerle que la haya hecho volver, ni siquiera sabía si hubiera despertado nuevamente si hubiera avanzando...

Cargando editor
15/08/2013, 02:26
Crono

Crono se quedó paralizado.

Su mano derecha cogía la de Temp con fuerza, incluso evitando en aquella situación que la chica dejara de sentir su presencia. La había traído, la había devuelto a la vida, aunque sonara demasiado fuerte incluso para él. Había estado allí, había reaccionado y Temp había abierto los ojos, clavando su mirada en la de Crono y paralizándolo a continuación.

La mano de Crono había levantado levemente el cuello de la joven, buscando incorporarla o quizá conseguir que con el tacto, el calor de otra persona volviera de nuevo a la consciencia. Y entonces, cuando sus caras estaban a escasos centímetros, Temp abríó los ojos. Una mirada azul profunda, un lago donde poder perderse, un mar que se abría ante él, traído de la negrura del infinito. Y no sólo eso, aquellos ojos perfectos estaban acompañados de un perfume delicado, sublime. Flores del campo... violetas. Aquella fragancia se superponía al sudor, a la sangre... era lo único que podía percibir Crono en ese momento. Y aquellos ojos perfectos se acercaron, haciendo más profunda la mirada, más cercana, más cálida... y consiguiendo... irónicamente, que la atención de Crono se centrara en algo que no eran los ojos. Una suave presión en sus labios, el contraste entre el frío de la piel y el calor de la respiración, el propio sabor de aquella presión, los ojos de la chica cerrándose justo en el momento del contacto.

Un beso.

Fue cuestión de un instante. Un suceso que, suponía, para todos los demás que estaban en ese castillo no hubiera supuesto demasiado, acostumbrados como estarían a tales tratos. O al menos, familiarizados con aquella sensación. Pero no Crono, no el chaval estudiante de física, no aquel frágil chiquillo.

Sus labios nunca, y digo nunca, habían saboreado el dulce tacto de los de una mujer. Por lo que aquella nueva experiencia le dejó petrificado. Mientras la cabeza de Temp reposaba sobre sus piernas y su diestra agarraba con fuerza la de Temperance, trató de acomodarse, con la mirada perdida. Una tímida lengua surgió de su cueva para repasar las comisuras de sus propios labios y humedecerlos en su totalidad, mas su intención oculta fue recoger de nuevo aquel sabor.

Había sido frío, pero cálido al mismo tiempo. Fugaz, pero para el chico, eterno. Se encontró de pronto desconcertado, sin saber qué decir o hacer, y con el corazón palpitando fuerte. Por lo que trató de obligarse a relajarse. Aquella fragancia a violetas todavía estaba en sus narinas, recordándole lo que acababa de pasar. 

Aquel primer beso había sido especial, único. Nunca en la vida podría Crono olvidar esa sensación. Una pena que, "en toda su vida" podría tener un significado tan corto. Bajó la cabeza para contemplar la faz de la chica que acababa de besarle. Ella todavía luchaba contra el dolor de su pecho. Crono se sintió vulnerable. Miró a Nick, luego otra vez a Temp. 

Trató de decir algo.

Pero las palabras simplemente no salían. 

Lo había dejado mudo.

Cargando editor
15/08/2013, 11:37
Narradora

La bella mujer echada en la cama continúa con los ojos cerrados, como durmiendo. El espíritu de Katelyn se había adentrado de nuevo en el cuerpo, pero al parecer no podía contestar.

Las palabra de Gawain resuenan en vuestras cabezas a modo de recuerdo:

"Sacadnos del castillo"

Cargando editor
15/08/2013, 11:40
Narradora
Cargando pj

Gabriel se quedó ahí, plantado en la habitación, esperando a aquel asesino despiadado que observaba de forma silenciosa en la habitación de abajo.

No obstante, ahí ya no estaba y tampoco parecía que algún peligro fuese a por el joven sir.

No ocurría nada. ¿Dónde estarían sus compañeras? ¿Habría ido el enemigo a por ellas desde otro lugar? ¿O es que la tortura y la paranoia eran parte del juego antes de dar caza?

Cargando editor
15/08/2013, 11:41
Abie Bell

- Al fin y al cabo está muerta... - musitó acercándose al cuerpo y mirándolo de cerca.

La verdad, estaba aliviada, al menos parecía que habían llegado algo más lejos que los anteriores elegidos aunque Gabriel...Su parte más fría y cruel le susurró al oído: Ibas a tener que buscarte un buen psicólogo de todas formas, pero si no hubieras dejado al rubito ahí tirado no tendrías esa oportunidad de oro de empobrecerte un poquito más. Directamente, las circunstancias de las últimas horas habían sido tan horribles que le parecía que su capacidad de sentir se hallaba adormecida.

Aún así, era mejor no tentar a la suerte permaneciendo mucho rato más ahí, por más que el lugar tuviera un aura de seguridad, seguro que duraría poco. De nuevo, cogió la polaroid y tiró fotos a todo lo que la rodeaba.

- Bien, yo iré delante con la linterna y el palo y vosotras dos lleváis el cuerpo. No os detengáis, pase lo que pase.

Qué bien se me da ir de héroe, pensó recordando lo "heróica" que había sido su huída de hacía algunos minutos.

Cargando editor
15/08/2013, 12:20
Jennyfer Harrison

Recorro el camino automáticamente, ya sin preguntarme hacia dónde vamos o  qué será lo siguiente con lo que nos encontremos. Total, parece que somos ratones dentro de un laberinto premeditado.

Pero esos pensamientos se me pasan cuando salimos al exterior y el aire puro me golpea la cara. Todavía estoy recubierta de la sangre seca y han pasado demasiadas horas sin darme una ducha. Lo único que me molesta, el empalagoso perfume que inunda el lugar.

Por fin conseguimos alcanzar la que parece la última puerta. Algo nerviosa, doy golpecitos con el pie en el suelo hasta que consiguen encontrar la llave. - ¿64? ¿Otra vez? - pienso exasperada. - Joder, qué mala suerte tiene la tia...

Al entrar, miro con curiosidad el cuerpo de la mujer.

- Como si fuese tan fácil - mormosteo enfadada al escuchar la voz de sir Gawain resonando en mi cabeza. - Tenemos un puñetero cadaver enfrente, ¿cómo vamos a sacarlo si prácticamente no podemos salir nosotros?

Y entonces, Abie llega a su conclusión final. Levanto una ceja irónica mientras miro a mis dos compañeras. - Así me gusta, sacríficándote por el resto - comento con sarcasmo. - Menudo morro que tiene la tia, quitándose el muerto a la primera... y nunca mejor dicho.

Cargando editor
15/08/2013, 18:50
Irina Kazkov

Suspiro cuando Abie dice en voz alta lo que no me he atrevido ni a pensar. ¿Cómo narices sacamos su cuerpo del castillo?

- A ver, está claro que lo primero es sacarla de la habitación, pero, ¿y luego? ¿Dijo qué teníamos que hacer o únicamente sacarla del castillo? Y si es así, ¿cómo? -tras hacer las preguntas un poco a todas en general pero más bien pensando en voz alta, trato de hacer memoria por si Sir Gawain añadió alguna cosa más a nuestra misión, algo que esclareciera toda esta situación. Miro el cuerpo de la mujer tumbada en la cama. Luego miro a Jenny. Tuerzo el gesto. "¿Dónde están los hombres cuándo se les necesita?" pienso con resignación- Bien, improvisaremos alguna tabla o camilla para llevarla. Será más cómodo... A ver, ayudadme a buscar algo para ello.

Echo un vistazo por la habitación. Quizás alguna manta, o sábanas, o algún biombo... cualquier cosa que nos pueda servir para llevarla con mayor comodidad.

- Tiradas (1)
Cargando editor
15/08/2013, 18:58
Irina Kazkov
Sólo para el director

Notas de juego

Master, ¿la ventaja de "sentidos agudizados (vista, oído)" tiene algún efecto en las tiradas? Porque ahora lo he pensado, en ningún momento antes había caído en ello, en si tiene algún tipo de modificador o algo así. No lo digo por la tirada de ahora, sino porque al mirar en mi ficha me he dado cuenta de que hasta ahora no me he acordado de que tenía ésa ventaja xD

Cargando editor
15/08/2013, 19:21
Narradora

Te das cuenta de que la cama es una tabla de madera improvisada en la que simplemente hay una sábana encima. Mucha comodidad no tuvo Katelyn al parecer.

Es posible desmontar la tabla sin dificultad aparente.

Notas de juego

Sí que lo tengo en cuenta. Te bajo la dificultad de las tiradas para que el éxito sea más probable ^^.