Partida Rol por web

-Yrs urmgahllos, jefe. - sonríe al canijo de la voz cantante.

No puede evitar pensar en esos jefes del hampa que no llegan a su puesto precisamente por sus músculos y que saben compensar esa carencia rodeándose de matones de dos por dos metros.

-No se que esperar de estos bichos. Me pegarían una paliza al poker si dependiera de leer sus caras. Pero... ¿qué cojones? Largarse no es una alternativa. Desactivarían el puente en cuanto diéramos dos pasos. ¿Capitán?

Mira a Viktor. El rostro de éste sí puede interpretarlo. Dex parece dispuesto (o resignado) a seguir a los alienígenas, pero no está tan seguro de que el resto lo esté.

Sonriendo también, aunque muy poco naturalmente, Vic añade al comentario de Dex:

-No, no tenemos alternativa, hay que seguirles. Y si creéis en algo, rezad. Maldita sea, yo hace tiempo que no creo en nada...

Está dispuesta, aunque aún más asustada que antes, si cabe.

Soy la primera que se acerca con confianza-finjida totalmente-y les digo ...vosotros guiais.

Viktor traga saliva y asiente. Da un paso adeante, consciente de su papel y avanza hacia la puerta. -Soy el líder. Por favor, venimos en son de paz.- Se ve que tiembla de arriba a abajo mientras avanza.

La sala a la que os hace pasar es enorme, alargada y llena de mobiliario, todo él similar, cubos de distintos tamaños que se alzan dos metros desde el suelo y que están abiertos, mostrando su contenido: armas y equipo de un tipo que nunca habíais visto. Por le habitación hay varios más de estos seres que se vuelven ahora a miraros con curiosidad y evidente tensión. Vuestra presencia aquí no parece alarmarles pero tampoco parece gustarles.

El que os ha hablado antes se dirige a otro de su mismo tamaño y hablan un momento. Rebuscan en uno de estos "armarios" y de uno de ellos saan lo que parece un amasijo de cables conectados a una esfera metálica. Cada cable termina en una ventosa. El alien se os acerca con el aparato y os lo muestra. Luego, lo señala, se toca la cabeza y luego o señala a vosotros. Os hace un gesto inequívoco: quiere que uno de vosotros se acerque.

Vic se calló, tanto o más que hubiera hecho si hubiera estado hablando. De hecho, apretó los labios de modo inconsciente, como si temiera que de ellos pudiera salir algún sonido que se confundiera con un asentimiento, o un ofrecimiento. No, de ningún modo iba a salir voluntaria para que le conectaran... "eso". Si alguien debía asumir la responsabilidad, eso había de quedar para el Capitán, que les metió en el fregado. Sin embargo, tras quedarse mirando el artilugio fijamente, una idea le cruzó la mente. Se giró hacia sus compañeros, y murmuró, aún la boca apretada, entre dientes:

-Es posible... que sólo sea... una especie de traductor...

-Es posible.

Le guiña el ojo, pero también traga saliva. Una saliva espesa y picante por efecto del chicle.

-Voy a ver que se cuentan...

Antes de dar oportunidad a que otro lo haga, da un paso hacia el aparato y su portador.

El capitán parecía a punto de ofrecerse cuando Dante se ha adelantado un poco, quien sabe si para ofrecerse en su lugar o sólo para evitarlo. Pero a ambos se adelanta Dex, que se planta frente al ser que porta el aparato. Este le señala el casco para que se lo quite y cuando Dex hace esto, con cautela le coloca en la cabeza varias de esas terminaciones.  Luego manipula algo en el aparato central y no táis cómo la musculatura facial de Dex parece relajarse de golpe.

Lo que recibe Dex en su cabeza directamente no son palarbas, sino conceptos, impresiones, estimulacinones que le hacen tener ganas de decir algo en concreto. Pero, no se ve obligado a ello. Recibe, pero son sólo sugerencias. Mantiene el control de sus actos.

-Por qué aquí. Imagina mapa, señala origen.- siente que le transmiten.

Me acerco sin dudarlo ni un momento junto a Dex y apoyo mi mano sobre su hombro para que sienta mi presencia, no se que está pasando pero no le voy a dejar solo ante esto.

Las criaturas están atentas a los movimientos de Artemis, en realidad muy atentos a los de todos. Algunos de ellos miran fijamente vuestras armas.

Vic ve el movimiento de Artemis hacia Dex, pero ella no se mueve. Sí, supone que lo que ha hecho la piloto es más generoso, solidario para con su compañero. Pero si los aliens siguen atentos a sus armas, ella sigue atenta a las reacciones del grupito de seres que dominan la situación.

Sonríe a uno de ellos cuando la mira, esperando que para él la sonrisa sea un gesto amistoso, y no una mueca agresiva. Pero enseguida vuelve a mirar al hombretón y su cableada cabeza. No parece que lo que esté sucediéndole sea doloroso. Pero eso no significa nada, naturalmente...

-...Regina...Medicinas...Epidemia...- musita de manera entrecortada, como si solo verbalizase parte de una conversación mantenida a través de los electrodos.

Se ha repetido a si mismo tantas veces la historia por si llegara este momento, que casi hasta se la cree.
Antes de sacar a colación los tesoros que también andan buscando, prefiere esperar a ver como encajan la primera mentira.

La respuesta no se hace esperar y su contacto es tan repulsivamente extraño como antes. -Sin nombres, no entendemos. ¿Cómo sabéis que están aquí? ¿Qué pensáis que somos?-

-Perdonad, soy un cazurro para esto de los modales. Me llamo Dexter. - se rasca la cabeza no sabiendo muy bien como seguir.

-No sabemos lo que sois. La verdad, no esperábamos encontrar a nadie aquí. Supimos de una nave que transportaba las medicinas que necesitamos y que tuvo un accidente, por lo que dedujimos de las últimas entradas de su cuaderno de bitácora, justo en este punto del planeta. ¿Nos hemos equivocado? Espero que no, el poco presupuesto que pudimos reunir lo hemos gastado para reparar la chatarra volante en la que hemos venido. Apenas nos queda lo justo para el combustible que gastaremos a la vuelta.

Dexter se pregunta si se estará pasando con el dramatismo. Con las mujeres suele funcionar mejor una pose de autosuficiencia, aparentar que todo está controlado. Pero a éstos no se los quiere pasar por la entrepierna. Solo evitar que les metan una sonda por la retaguardia y los sumerjan en formol. Y, si además de indemnes pueden salir de aquí algo más ricos de lo que llegaron, mejor que mejor.

Dexter, ya en silencio, parece seguir conversando mentalmente con los alienígenas. En un momento de la conversación, se rasca la cabeza y casi se puede oír como unos engranajes en su sesera se aceleran y chirrían.

- NOMBRES NO. No entendemos nombres de Experimento Dos. Habla sencillo. Por favor.- tras estas instrucciones dichas en un tono que te da jaqueca, la conversación continua. -Nosotros somos Hijos de Primeros. Tenemos medicinas pero no de vehículo caído. Son nuestras para estancia aquí. Nosotros dormidos hasta fin de ciclo pero algo mal. Compañeros despiertos no están. Se van o mueren hace miles de rotaciones a este sol. Sistemas confirman otra visita de Experimentos Dos hace cientos de rotaciones. Marcharon pronto. Nosotros debemos marchar a zona estelar Hijos de Primeros. Tenemos combustible. Colaboración.-

-Experimentos dos e hijos de primeros son muy distintos. - Dex cambia su forma de "hablar" a algo parecido a lo que escucha en su mente - Medicinas distintas. Combustibles también, pero gracias. Vehículo caído aquí buscando ayuda de experimentos dos sabios, gente de fe. Si no medicinas, por lo menos, sus reliquias darían fuerzas y esperanza a nuestro pueblo. - se siente jugando con fuego por pura codicia, pero el salario se le antoja ahora poca compensación por el viaje - Son abalorios - hace el gesto de ponerse un collar y unos anillos - dorados, algunos con cristales.

El silencioso diálogo continúa y se puede leer en su cara una evidente decepción. Parece recomponerse poco después y gesticula con sus manos como si se pusiera algo alrededor del cuello y en los dedos.

-Somos muy distintos, pero sabemos cómo reparar a experimento dos. Primeros nos legan esa información antes del comienzo de la guerra. Combustible debe ser el mismo, salvo que hayáis descubierto otro distinto del enseñado por Primeros. La base de la vida. No sé qué son esas cosas de las que hablas. Fe-re-li-qui-as no significan nada en mi mente. Si buscáis esperanza en tiempo de enfermedad, podemos ayudar a curarla. Por mucho tiempo que haya pasado nuestra medicina ha de ser aún superior a la vuestra. Enhorabuena por llegar tan lejos, por cierto. ¿Qué versión de experimento dos sois? Perdón, quise decir, ¿de qué zona del brazo espiral de estrellas procede tu raza? Imagina mapa, señala este punto relativo y el punto de origen, por favor.-

Su tono se ha ido volviendo más calmado cada vez, más cooperador. Incluso demasiado, un poco condescendiente, como cuando crees que un niño está intentando tomarte el pelo y descubres que donde creías que había mentira había en realidad ignorancia.