Partida Rol por web

-En tiempos ya lejanos, cuando un gran señor de la guerra orco asediaba la mítica fortaleza enana de Karaz-A-Karak, yo vivía una vida tranquila bajo el resguardo que nos ha brindado siempre este bello bosque-. Inició Lanel con su relato.

-En aquellos tiempos se decía que Haldir había estado allí por más de un milenio, siempre cuidando aquel templo. Antes de él había estado allí otro elfo, su peculiar nombre era Conn y según se estuvo en aquel templo prácticamente desde el principio de los tiempos.

Yo había visto un par de veces a Haldir, pero en mi imprudente juventud no le daba importancia. Simplemente era un elfo importante que tenia un papel fundamental dentro del establecido orden del mundo; o al menos eso es lo que me decía a mi mismo día a día.

Lo cierto era que yo no sabía nada y no entendía nada del mundo y su orden. Pero todo acabo cuando me tope con “ella”. La historia es larga y no quisiera ahondar en detalles si no es necesario.

Jamás supe su nombre y en su momento creí que simplemente era una bella joven humana que se había aparecido ante mí en un momento de necesidad. Estaba bañada en sangre y mal herida, apenas podía hablar y no paraba de llorar. Se recriminaba a si misma el haberle fallado a alguien o incluso a todos, no estoy seguro. Yo no entendía, y quizá ahora aun no entiendo aquella historia.

Aquella mujer de cabellos dorados se desmayó en mis brazos debido a sus múltiples heridas sin que yo supiera como reaccionar a ello. Ustedes saben, los extranjeros no son bien recibidos en este oculto lugar. Por ello la escondí en el bosque y la cure lo mejor que pude. Fue entonces cuando empecé a aprender las artes de curación curiosamente, pues no podía recurrir a nadie ni confiar en nadie, o al menos no bajo la noción de mi joven mente. La cuide y alimente durante muchos días, hasta que por fin un día tuvo las fuerzas para volver en si.

Curiosamente, lo primero que me preguntó al despertar fue si Haldir estaba bien. Eso me sorprendió, aunque en aquel momento no entendí lo trascendental de aquella pregunta. Yo le respondí que esta bien, que al igual que siempre cuidaba del templo en lo profundo del bosque.

Su sonrisa fue mágica, fue la única vez que la vi sonreír, fue suficientemente intensa como para que mi corazón latiera por primera vez de una forma que nunca había ocurrido. Ustedes me entenderán, era joven y frágil en aquel tiempo; y esa joven parecía ser la encarnación de una diosa que había llegado a mí.

Tras saber que Haldir se encontraba bien, extrañamente me dijo que no todo estaba perdido. Fue entonces que me hizo jurar que la ayudaría, que cuidaría de Haldir, el guardián de aquel viejo templo cuyo significado nunca antes me había importado.

Ella tenía que irse, lo que la había llevado hasta aquel lugar aun no había terminado. Me dijo que su búsqueda seria larga y difícil, pero que cuando llegase el momento volvería a encontrarse conmigo y entonces probablemente necesitaría mi ayuda de nuevo-.

Lanel se estiró plenamente, quizá algo cansado de contar aquella larga historia. –Y les he narrado todo eso, por que fue ella quien me habló de ustedes. Se que suena aun mas raro, pero así fue. La vi en mis sueños un día después de que Haldir muriera. Me dijo que siete personas vendrían a buscar a Haldir para llevarlo hasta un lugar donde sus restos podrían descansar seguros y con el honor que merecían-.

Lanel se mantuvo pensativo un momento para después sonreír ligeramente y entonces decirles –quizá allí esté la respuesta que buscamos. Si ella me habló de ustedes y el duque los envió a ustedes, es lógico pensar que ella fue quien le dijo al duque. Aunque de eso surge otra cuestión ¿Cómo lo supo ella?-.

Mientras conversaban, afuera de aquellos aposentos se escuchaba un ligero bullicio, casi como si alguien discutiera a lo lejos. –Creo que me he extendido demasiado y quizá no he respondido a nada de lo que ustedes desean saber. Díganme entonces, ¿como y en que podría ayudarlos?-.

Gurnik estuvo callado todo el rato, la verdad es que siempre le gustaron las historias, aunque nunca tuviese demasiado tiempo para ellas, pero ahora mismo, no le quedaba otra, así que disfruto el relato, aprovechando el momento para evadirse de su vida, cosa que pocas veces conseguía.

El relato de la joven moza herida y diciendo que le había fallado a alguien, hizo asomar un par de lágrimas por su mejilla, le recordaba demasiado a las causas por las que tomó los votos de matador. Sentía cierta empatía por aquella moza. Solo que ella, pesé a supuestamente fallar en su objetivo, no tuvo que lamentar muertes de seres queridos, o eso quería entender en el relato.

Tras un rato de divagar sin escuchar al elfo, volvió a enganchar con la parte en la que explicaba que si estaban allí seguramente aquella moza a la que el elfo curó, fue la que avisó al duque de los datos de su misión.

Al enano se le encendió una luz en la cabeza, muy ténue, mas llena de dua y "posibilidad" que de certeza, y se quedó absorto en ese pensamiento, tan absorto, que ni se daba cuenta de estar hablando en alto:

-Ajah...

De repente escuchó bullicio fuera, de una discusión, aquello le recordó que pese a lo amable del elfo que les hablaba, había muchos otros que no comulgaban con el, y los veían a ellos como una amenaza, eso le hizo recordar que estaban en territorio, en principio, hostil.

-Gracias por la historia, y por calmar los ánimos antes - dijo mirando hacia la puerta, y mirando de nuevo a su interlocutor, como quien duda de que esos ánimos duren mucho calmados-. Llevarnos a junto Haldir, o junto al templo sería una buena manera de empezar.-dijo contestando a la pregunta del elfo, de cómo podría prestarles ayuda.

Grii, desde su cabreo interno escuchó con detenimiento las palabras del sabio elfo. Sin duda había muchas preguntas que hacer, y teniendo en cuenta lo poco directos que eran algunos elfos a la hora de dar información, a el precisamente se lo iban a tener que traducir sus compañeros.

Con lo fácil que hubiera sido preguntarle el nombre a la chiquilla. Estaba tan impresionado por su belleza que se le olvidó preguntarle el nombre...

- Venerable sabio, ¿La joven en ningún momento le dijo cual había sido la causa de la muerte de Haldir? Se me hace extraño... ¿Y dice que la joven nos conocía?- dicho esto se atuso la barba- Yo personalmente estoy mas perdido que un goblin en una biblioteca, si a alguno de vosotros se le ocurre algo, a mí no se me ocurre nada mas que ir hacia ese templo e investigar la zona a ver que ha pasado, coger el cuerpo y cumplir con nuestra misión.

Dicho esto el enano se quedó ensimismado, barajando posibles opciones. Creo que lo mejor sería hacer una investigación de campo. No creo que este sabio pudiera ayudarnos.

Lo que a continuación narró el sabio elfo fue, cuando menos, extraño. No estaba nada seguro del papel del duque Domenor en todo aquello, pero tampoco era capaz de negar categóricamente que Haldir lo hubiera conocido en algún momento. Eso quedaba, pues, todavía en el aire y con gran incógnita para el grupo.

Lo siguiente ya si que fue lo que se ha descrito como extraño. ¿Sabía de su llegada por un sueño? ¿Qué ocurría con el tema de los sueños últimamente? Aenalor no hacía mucho había tenido uno también advirtiéndolos, ¿no? ¿Y qué tenía que ver toda aquella historia de juventud de Lanel con su situación actual? A ver, cómo creo que se ha mencionado anteriormente, Gerard admitía la posibilidad de que los sueños pudieran revelar cosas, pues esa era en muchas ocasiones la forma en la que los que buscaban a la Dama y el Grial recibían sus mensajes.

El problema es que el sabio hablaba de una joven human de hace mucho tiempo, que era ella la que le había avidsado. ¿Cómo era posible cuando claramente debería ya haber pasado a mejor vida? No lo comprendía y tampoco todo lo demás.

Y más allá de lo que ya habían dicho los enanos, es decir, ir al templo y una vez allí ver que había ocurrido, no se le ocurría.

- ¿Está muy lejos de aquí el templo? - preguntó - ¿Y, si me permite la pregunta, por qué parece tan importante el lugar?

-Empezar- dijo Lanel pensativo. -Uno siempre que tiene que empezar algo para llegar a algún punto, pero realmente esta sumergido en un viaje que ya ha iniciado y ese viaje se llama vida. No estén ansiosos por empezar, eso nunca los llevara a buen término-.

El consejo del elfo silvano estaba fuera de contexto, no obstante habría de tener probablemente mucho sentido si consideraban que ahora estaban en vueltos en un viaje que el fondo no entendían.

-La joven me habló en sueños- dijo el elfo  en referencia a los comentarios y preguntas de Grii. –Y como todo sueño, no tenia voluntad propia y por ello no pude preguntarle todo lo que quisiera haberle preguntado. Por lo que yo mismo entiendo, ella solo me estaba transmitiendo un mensaje, vi su rostro en un fondo danzante y brillante pero no mas que eso. Ella no me dio detalles de lo que había sucedido ni por que sabia que aquello había sucedido. Simplemente me describió con una imagen vaga quienes eran ustedes, a que venían y que debía ayudarles en lo que pudiera-. Terminó el elfo de responder para enseguida hablar sobre lo último que Grii había dicho.

-No es necesario que vayan al templo para recoger el cuerpo de Haldir. El cuerpo está aquí, le hemos traído aquí y lo tenemos bajo resguardo. Probablemente notaron un peculiar edificio hecho con piedras algo cerca de aquí. Su cuerpo se encuentra dentro-. Aquella información era importante y a la par que resolvía dudas, facilitaba un poco sus labores.

El siguiente en hablar fue Sir Gerard y ha ello también respondió Lanel, aunque sus respuestas empezaban a generar mas dudas que respuestas realmente. –No lo está, aunque sin un guía podrían perderse con facilidad, el bosque hará que se confundan y no permitirá que se acerquen. Ywindhel y Leopold les llevarán una vez que estén aquí- explicó para luego sonreír y responder a lo ultimo que había formulado el bretoniano.

-Quizá esa sea una de las preguntas que mas veces se ha hecho la gente que habita en este lugar. ¿Cual es la importancia de aquel templo, por que esta allí?. Siempre hemos sabido que la misma esencia del bosque y de las criaturas que residen en él esta ligada intrincadamente con la existencia del templo mismo; y éste, probablemente ha estado allí desde el principio de los tiempos pues si el elfo Conn realmente existió, entonces éste cuidaba del templo justamente desde el principio de los tiempos.

Pero eso es todo lo que se sabe realmente de ese lugar, nunca hemos sabido más acerca de él. Ni quien lo construyo, ni por que esta allí, ni por que lo cuida el guardián ni nada en absoluto; Haldir jamás habló de eso, e incluso diría que intentaba proteger ese legado.

Para su suerte, se de alguien que probablemente sabe mucho mas que yo acerca de ese lugar. Yo no le he preguntado pues temo que aunque en mi mente surge la inquietud de hacerlo quizá lo que deba analizar es si realmente debo hacerlo-. Sentenció el elfo tras una larga explicación en la de nuevo aludía a cosas cuyo significado probablemente solo el entendía bien.

La historia de Lanel nos hablaba de una humana que me era vagamente familiar, pero el recuerdo no acudía a mi mente con presteza. Si le hablo en sueños tenía que estar relacionada con los vientos de la magia de alguna manera. Dejando esto aparte las palabras que nos dijo después crearon desasosiego en mi, al haber trasladado el cuerpo toda posible huella que quedara en el podría haberse borrado. Eso me llevó a otra pregunta.

- Perdone venerable Lanel, hay varias preguntas que me gustaría hacerle. Como dice Grii ¿Se sabe como falleció Hadir?¿En todo el tiempo que la muchacha de su historia estuvo convaleciente hablo algo más sobre que había fallado?. Creo que si la chica temía por él es que algún tipo de mal se cernía sobre su persona y quizás nos diera una pista sobre lo ocurrido saber como murió. 

Tras esto dejo al elfo responderme, mientras intento pensar mas preguntas que realizar.  

Historias, historias e historias. Me quedo sentada, escuchando y pensando. El comentario del matador no me pasa desapercibido, como algo que ya había considerado desde el nombramiento de una humana en la historia de extraños poderes. Y sin embargo, no es la única humana de extrañas capacidades que hemos encontrado durante nuestro peregrinaje, al principio o durante el mismo, y afirmarlo categóricamente sería un error de pensamiento de los que te pierden una década en el Gran Bosque. Tantas preguntas, y tan pocas respuestas... y ahí fuera está todo lo que me gustaría saber.

-Querríamos acomodar al noble Haldir en el carruaje para el largo viaje de vuelta, noble Lanel. Y una vez asegurada su entereza, solicitamos su permiso para hablar con quien os provoca inquietud y visitar el templo perdido, pues fuerzas misteriosas amparan este asunto y parece nuestro deber desentrañar alguna capa. -Y me encantaría hacerlo yo misma. -Como dijo una humana que conocimos al principio de nuestro viaje, "el destino tiene que ver en todo, como hilos de tiempo que manipulan el danzar de una llama cual marioneta". Lo que me lleva a las dos preguntas que querría haceros. ¿Estais seguro de que se trataba de una humana, sin que os sorprenda su capacidad para advertiros ahora, pasado tanto tiempo? Pues los espíritus humanos no tienden a permanecer siglos sin volverse otra cosa. Y la segunda pregunta parte de una curiosidad amable. ¿Quién es Leopold? -Bebiendo suavemente, termino con el último sorbo de la copa, dejando que mis palabras fluyan con tranquilidad, sintiendo no poder darle toda la melodía que se merecen al hablar con otro elfo de los bosques, aunque no sea del Gran Bosque.

-De cierta forma lo se- respondió Lanel a Resha, -Haldir fue asesinado por entidades desconocidas. Su cuerpo fue hallado a las orillas del río que cruza este bosque, fue un mediano llamado Ralf quien le encontró y nos dio aviso de ello. El loco saco del agua y lo arrastro hasta un lugar mas profundo en el bosque creyendo que quizá no había muerto pues era un elfo. Yo estuve entre el grupo que regreso con Ralf hasta aquel lugar; su cuerpo tenía una par de grandes heridas en la espalda las cuales parecían estar infectadas por algún extraño parasito. Temo que es probable que el arma asesina que provoco dichas heridas estuviera envenenada- explicó Lanel.

-Ese mismo día envíe a un grupo a investigar el templo; estos encontraron todo revuelto, pero según se me ha dicho, no como si se tratase de señales de una férrea pelea sino mas bien como si alguien hubiera estado allí buscando algo-. Estos últimos detalles dejaban muchas cosas en claro. Haldir había sido asesinado y probablemente con premeditación; quien le matara había buscado e incluso conseguido algo que le pertenecía al antiguo elfo.

-En cuanto a la chica, he de decir que mis recuerdos no son tan claros, hace ya demasiado  tiempo de eso. Aunque creo que ello se debe a que ella estuvo hablando largo tiempo en un idioma que me es desconocido. En su momento pareció solo un conjunto de balbuceos de dolor y ensoñaciones, pero ahora que miró hacia atrás evocando aquel recuerdo, me parece que había algo mas en aquello.

Pocas fueron las cosas que logré entender de ella cuando aun no hacia conciencia de si misma y lo sucedido. De entre esas cosas, creo solo dos parecen otorgar una pista de lo sucedido; la primera fue que “todos estaban muertos y todo se había perdido”, la segunda fue que quizá aun mas extraña, en cierto momento ella dijo que “había perdido el libro de la luz”.

Pero creo que todo eso no ayudará en nada a resolver el enigma de la muerta del guardián.  Si aquella mujer temía algo o sabia algo, simplemente no podemos saberlo. No ahora al menos-. Concluyó el elfo para poner atención enseguida a la siguiente pregunta.

-Será mejor que tomen el cuerpo del guardián cuando vayan a partir. Ahora lo mantenemos a resguardo. El cuerpo de Haldir ha sido preservado mediante un hechizo de congelamiento y ahora reposa en un ataúd de hielo. En cuanto al templo, tienen mi permiso; una vez Iwindhel esté aquí con Leopold podrán partir, y entonces si así lo desean podrán preguntarle lo que deseen a Leopold- detalló el elfo dejando demasiadas cosas enmarañadas en sus palabras.

-He dicho que creí que era una humana, no que afirme que lo es. Actualmente se lo mismo que ustedes tras escuchar mi relato. En cuanto a Leopold, bueno, el es el discípulo de Haldir, es por tanto el quien tendrá mas respuestas que yo al respecto-. Aquellas últimas palabras dejaron de nuevo más dudas que respuestas en las mentes de los mercenarios.

Antes de que alguien mas pudiese hablar, un sirviente elfo entró en aquellos aposentos y tras saludar con formalidad al sabio Lanel, le avisó que Ywindhel estaba de regreso.

El guerrero elfo entró en la habitación seguido por un cabizbajo Leopold que parecía tener miedo de la situación actual a la que se enfrentaba. Ywindhel por su parte se disculpo por la tardanza explicando que le había sido difícil dar con el joven y aun mas difícil convencerlo de que le acompañase. Lanel por su parte excuso a Ywindhel y le pidió no se marchase de aquel lugar, ello al tiempo que invitaba a Leopold a acercarse.

- No ha sido mi intención sabio Lanel. No hubiera dicho nada de la aldea si no fuera por que ellos…mmm- el joven parecía meditar que decir, tal como si buscase alguna excusa creíble o justificada, -si, ellos me orillaron ha hacerlo, no tuve mas opción que esa-.

El enano escuchaba cada palabra con atención, parecía que estaban a punto de cumplir su misión, más había mucha mas tarea oculta. La muerte era extraña, las circunstancias también, y para mas inri, parecía algo sumamente importante que involucraba espíritus y sueños reveladores por el medio. Y de paso, algo importante parecía haber sido robado.

Sea lo que fuere, el enano se sobresalto levemente cuando entró el guerrero elfo, seguía desconfiando de él, aunque no lo diría abiertamente.

Mientras se fijaba en el elfo, las palabras de lanel le hicieron salir de su fijamiento: Leopold era el aprendiz de Haldir, eso era un filón de información. Pero dejaría que otros preguntasen. No obstante, cuando el crío dijo que le habían obligado a llevarlos hasta el bosque, no pudo evitar sentirse ligeramente ofendido, y con el ceño fruncido sentenció:

-Mentir está mal, zagal.

Lanel sonrío ante lo ocurrido como quien entiende mas acerca de algo que ha sido mal interpretado. –Leopold no puede mentir, es parte de su herencia- respondió Lanel a Gurnik dejando algo sorprendido al joven humano. –Les he contado quien eres en relación con tu maestro. Ellos son quienes vienen para llevarlo a un mejor lugar- explicó el sabio elfo.

Mirando a Gurnik y a los demás, Lanel intentó dejar en claro lo que había dicho antes. –Tampoco se trata de que ustedes le hayan forzado ha hablar acerca de este lugar. Leopold es un joven muy astuto, ténganlo siempre presente, lo que ha hecho es decir algo que tiene una concreta verdad pero que sabia podía interpretarse como que realmente lo han obligado; ha intentado manipular la situación- culminó sonriendo al observar que el joven humano no se veía nada contento de que lo pusieran en evidencia.

-Leopold, necesito que guíes ha estas personas hasta el templo. Ywindhel te acompañará. Se que es difícil para ti, pero es algo que hay que hacer. A la par hay preguntas que quieren hacerte, no puedo obligarte a responder nada, pero me gustaría que lo intentaras- detalló el elfo a fin de dejar todo claro.

El joven enano no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, ¡El joven humano acabab de afirmar que le habíamos manipulado! En fin... Las nuevas razas parece que no tienen valores, ¿Es este el que va a defender algo tan sagrado como un templo? Pobre templo entonces...

- De acuerdo pequeño humano, llévanos a ese templo para que podamos investigar lo antes posible, y a poder ser, no nos metas en ningún "imprevisto" como el de antes... Por cierto señor, si la investigación se alarga, puede que necesitemos algunos víveres. Y creo que a nuestros compañeros no les vendrían mal unas pocas flechas, por lo que pudiera pasar...

La verdad es que andaban justos en todo menos en determinación, tenían que acabar el encargo, rápida y eficazmente.

De acuerdo, no parecía que nadie tuviera realmente claro para qué existía el templo, más allá de la que podía ser su relación con el buen estado del bosque y de sus criaturas (o la creencia de esa relación para los elfos). Pero sí decía que había alguien que sabía más.

- ¿Quién es esa persona, si no os molesta la pregunta? - le preguntó el caballero respetuosamente.

Tras eso, llegó la explicación de cómo había muerto Haldir: apuñalado y con alguna clase de arma extraña, a juzgar por las heridas. O con una hoja ponzoñosa, una de dos. Así mismo, daba la impresión por lo que ellos habían imaginado que quién hubiera cometido el crimen había llegado, matado al elfo probablemente por sorpresa y revuelto todo el sitio para coger lo que fuera que estuvieran buscando. El qué o cuán importante era, no lo sabían. Al menos, iban a encontrar el cuerpo en buen estado por la forma en la que ellos lo habían resguardado. Otra cosa era si aguantaría el viaje de vuelta hasta Beschafen.

Al poco llegó el muchacho, convocado por Lanel. Claro, que la disculpa de Leopold no fue para nada esperada:

- ¿Pagdon? - dijo inevitablemente en su lengua natal debido a la sorpresa.

El sabio no tardó en explicar el porqué el muchacho había hecho eso y, visto desde su punto de vista, tenía cierto sentido. Eso sí, tampoco es que le gustara que dijeran algo así de él.

Inesperado fue también conocer el hecho de que el chico parecía haber sido aprendiz del templo. Desde luego, eso justificaba su desconocimiento anterior de los pieles verdes. Y si era tan astuto, cabía la opción de que supiera algo sobre lo ocurrido, aunque no lograra comprenderlo.

Hadir había sido asesinado, pero si el bosque confundía a los extraños. ¿Contra que fuerzas estábamos luchando que habían llegado hasta el mismo guardián?. ¡Así que el chaval era el aprendiz de Hadir! Eso podía explicar la sensación extraña que tuve al intentar ver el influjo de magia sobre él.  

- Bien Leopold. Si quieres contestarme, me gustaría que me dijeses si has visto a otros extraños merodeando por el bosque. Aparte de nosotros y de los orcos de los cuales te salvamos.

Aunque no me cayera bien el muchacho no tenía que agobiarle con un incensante interrogatorio. Aparte seguramente la mitad de lo que nos contara habría que pulirlo para sacar algo en claro. 

Durante toda la conversación, me mantuve en un estado semivegetativo, mientras daba sorbos a la bebida y movía la cabeza de uno a otro, escuchando e intentando asimilar toda la información.

Realmente, poco tenía que decir más al sabio de la aldea, pues parecía que no tendría las respuestas que buscábamos y seríamos nosotros quienes tendríamos que hayarlas.

Cuando habló de Leopolo, alcé un poco la cabeza, no tanto por la sorpresa como por corroborar algo que ya barajábamos, y era que ese muchacho no era un chaval corriente. Si era el discípulo de Haldir, tendría que ser algo más que lo que aparentaba.

Antes de dejaros y partir hacia el templo, ¿cómo fue que Leopold llegó a ser discípulo de Haldir? por lo que ha dicho, ha dado a entender que los anteriores guardias siempre habían sido elfos, y es extraño que hubiera elegido a un humano para una tarea que, con una vida tan corta, no sería capaz de llevarla a cabo durante mucho tiempo.

Parece que, de momento, mi atención todavía sigue puesta en Lanel, ignorando las palabras del muchacho y del resto hacia él. Al fin y al cabo, íbamos a tener tiempo de sobra para charlar con el, no así con el sabio, por lo que aprovechél el momento para hablar directamente con el elfo.

-No- respondió tajantemente Lanel a lo solicitado por Grii. –Este bosque no es un campo de batalla, le pediría incluso que no se atreviesen a desenfundar sus armas salvo que fuera extremadamente necesario. El bosque está alterado desde la muerte de Haldir y las criaturas que en éste habitan se han tornado muy hostiles con los extraños que deambulan por aquí. Si ustedes van claramente armados escoltando a Leopold, probablemente el bosque les atacará para rescatarlo y evitar que corra la misma suerte que Haldir-. La postura del sabio elfo era clara, e incluso se notaba una cierta ofensa marcada en su rostro, esto debido a lo que para él era una irracional petición de armas para asistir a un templo que para ellos era por demás sagrado.

-En cuanto a los víveres, veré por que les den unos adecuados aposentos para que puedan descansar y a la par les lleven comida. Siento decir no obstante que quizá no sea buena idea viajar en este preciso momento al templo. La tarde está por caer y temo que su investigación se pueda demorar. Con el bosque como está, no aconsejaría que deambulasen en la oscuridad de la noche en los alrededores del templo revolviendo cosas-. Aquello era algo a tomar en cuenta, hasta ahora habían viajado de día en su interior y ya había sido difícil orientarse. Por ello, sin contar con la advertencia de Lanel, quizá fuera difícil realizar la investigación en la oscuridad de la noche.

Atento a lo que se decía, el sabio elfo escuchó entonces las palabras de Aenalor. –Creo que eso es algo que mas bien te puede responder el mismo Leopold, quizá has creído que nosotros tenemos algo que ver con el templo pero no es así. El templo ha estado allí desde antes que nosotros nos asentáramos en este lugar después de la guerra de la barba. Aunque algo si se al respecto; Haldir alguna vez me comento que no fue Conn quien lo eligió y obviamente nosotros tampoco lo hicimos. Quizá el bosque o el templo mismo, no lo se-. Concluyó al tiempo que dejaba entre ver que ese tipo de respuestas estarían quizá en Leopold y no en él.

Leopold escuchando lo solicitado por Resha se sentó en el suelo mirándola con una expresión de diversión en su rostro. –Astuta, pero no lo suficiente- expresó al tiempo que hacia dibujos en el suelo con su dedo índice. –Ayer entro una ardilla que nunca antes había visto, era mas grande de los normal; no recuerdo su nombre pero estaba muy asustada. A los animales de afuera no les gusta mucho el bosque, lo sienten muy tenebroso. A tu pregunta, siempre he visto seres extraños deambulando por el bosque; de entrada pasan por aquí medianos todos los días- respondió el joven con una marcada sonrisa en el rostro.