Partida Rol por web

- Una emboscada... en un puto pantano! - grita el enano malhumorado y sus compañeros agachan las cabezas, avergonzados - No se cómo narices consiguieron hacerlo, pero metieron un jodido pantano en una de esas salas. Nuestra sacerdotisa quedó atrapada en arenas movedizas mientras una tribu de hombres lagarto nos masacraron sin piedad, aprovechando el factor sorpresa y el espeso follaje. - el enano escupe al suelo, vuelve a dar una larga calada a su pipa y exhala el humo junto a un suspiro de impotencia - Perdimos a nuestra camarada, esas arenas la engulleron por completo. - Los ojos de la elfa que va con ellos se llenan de lagrimas y, en un arrebato, la chica sale corriendo de la posada, suspirando y sorbiendo la nariz.

El joven no cambia su expresión ante tal escena, sin embargo comienza a preguntarse de dónde viene tanto sentimentalismo. Quizá su primera impresión fue errada, y no era un grupo de bandidos como le había parecido... o quizá si. Sacudió la cabeza y siguió observando, escuchando, a la conversación con el enano tuerto.

Lamento vuestra pérdida. - Tomo lentamente un sorbo de mi vaso de agua. Dejo el vaso y miro hacia la ventana. - ... Brilla y clara ... cae el agua pura ... del monte abrupto.

Tras el bufio del grandulón al acercarme a ellos para hablar con el pequeño diablillo, decidí mantener las distancias con ellos - Mejor me quedo al margen, esta gente es mu rara... espero que en combate sean más hábiles que sociales.... - 

El minotauro alcanzó al grupo y un enano entrado en años que iba con ellos empezó a entablar conversación con él. Me quedé al margen de la conversación pero sin perder detalle de lo que se hablaba. Nos dirigimos hacia una taberna no muy lejos de allí, que el enano nos recomendó, para hablar de en que consiste el desafío al que nos íbamos a enfrentar y de como lo pasaron ellos.

Nos sentamos en la mesa y la cerveza empezó a correr por todas las jarras y de ahí al buche de todos. Tras unos brindis y de probar tan delicioso líquido, el enano empezó a relatar lo sucedido. Tras las palabras del enano, una pequeña preocupación empezó a crecer en mi interior - ¿donde nos vamos a meter? parece que el grupo este tiene buenas habilidades y mira como han terminado... esperemos tener mejor suerte que ellos - y una elfa compañera del enano, se levantó de la mesa y salió corriendo entre sollozos y llantos. La seguí con la mirada hasta que desapareció por el umbral de la puerta de salida de la posada. - Señores... si me disculpan... - me levanté rápidamente de la silla dejando el vaso en la mesa y salí corriendo tras ella - ¡Mi señora...! -

Master, mira a ver si puedo hablar con la elfa para intentar averiguar cosas del desafío al que nos vamos a someter... y si de paso puedo echar un casquete.... mejor que mejor, así libero tensiones XXDDDDDDD

Cuando el minotauro lanza su pequeño haiko sobre la muerte y la vida saviadarce no puede mas que maravillarse por tan elocuentes palabras. Se queda en silencio y baja sus manos que jugueteaban con el afilado metal de forma amenazante. El significado, la emoción, la metáfora que todo implicaba ...

Miró hacia el exterior y sus labios repitieron las palabras de Noostoron, pero sin hacer ruido alguno.

Se sentía mas calmado y sin ganas de asesinar a alguien. El minotauro tenia esa extraña capacidad en el malicioso pixie y decidió bajar de las vigas para revolotear en espirales hasta llegar entre sus cuernos, donde se sentó sin decir nada y mirando con expresión apaciguada.

Con la pipa en la boca sonrió de medio lado al escuchar hablar sobre lo de castigar en nombre de la diosa, Theren no profesaba demasiada admiración por las deidades. Le hubiese gustado hacerle algunas preguntas a su compañera, pero fue lo suficiente inteligente para guardarlas para si mismo por el momento.

-Si... Dagor, creó que lo he visto por el barco, aunque no hemos entablado conversación me temo. Aun hay que conocer al resto, pero si sois 3 luchando a corta distancia y con el apoyo de nuestras flechas creo que es una combinación efectiva y al mimo tiempo se puede adaptar a diversas situaciones.

La gente se amontonaba para hacer cola y rauda la camarera informo de los motivos. Pero el que capto mas la atención del elfo fue el anciano, le sorprendía como los de su propia especie tendían a ignorar a sus ancianos en muchos casos, cuando son los que mas sabiduría almacenaban entre ellos.

-Gracias anciano, la sorpresa puede ser una desventaja y ahora ya estamos mas prevenidos. -Dí una calada la pipa.- Ciertamente es un espectáculo que mueve a las masas... ¿fallecen muchos aventureros?

No te cuesta darle alcance a la elfa cuando sales de la Moza Recia. La chica se había parado en la puerta, se estaba enjuagando las lágrimas.

- Lamento que haya tenido que presenciar este espectáculo - se disculpa la elfa ante ti - Cada vez que me acuerdo de aquello... - la elfa no consigue acabar la frase cuando sus ojos se nublan otra vez entre lágrimas amargas.

May miro al enano líder de aquel grupo.

- ¿Y ese fue solo el primer combate o tuvieron alguno mas? - Pregunto mas que nada esperanzado de que hubieran pasado pro alguno mas. Por si los jefes de aquel Coliseo eran capaces de traerse una tribu de Hombres Lagarto, que mas podrían ser capaces.

Apresuradamente avanzo hacia la puerta de la posada - que habrá pasado ahí dentro para que una guerrera elfa deje derramar unas lágrimas tan desoladoras.... - y tras atravesarla y salir a la calle, ahí está ella, todavía afectada por los recuerdos de lo vivido en el coliseo.

- Mi señora, me llamo Zanros - me presenté haciendo una leve reverencia. Tras eso, saqué de uno de mis bolsillos un pequeño pañuelo limpio y se lo ofrecí a la bella dama - No tiene nada de que lamentarse, pero si que me ha llamado mucho la atención la reacción que ha tenido en la taberna. Venimos de dos semanas de viaje para enfrentarnos a lo que haya dentro de ese coliseo. ¿que puede haber en ese coliseo que haga sentir así a una guerrera de su talla? - pregunté en tono sereno y confiable - Lamento mucho la pérdida de la sacerdotisa que les acompañaba, no la conocía, pero por como habla su compañero enano, tiene pinta de haber sido una gran luchadora - comenté manteniendo un poco la distancia con la elfa para ver como reaccionaba y saber si seguía con la conversación o no.

Las palabras del viejo despertaron la curiosidad de Ilena, por lo que detuvo un momento a la camarera y con un gesto le dice que atienda al anciano y lo cargue a su cuenta.

Señor si gusta compartir con nosotros un momento, estamos interesados en escuchar un poco más sobre esa arena. ¿hace cuanto funciona?, ¿quien la maneja?... eran muchas las preguntas que tendría para el anciano pero no por eso lo iba a interrogar como si fuera un prisionero de guerra, aunque el rostro de la joven semielfa no era un dechado de sonrisas su actitud era abierta y amable, esperaba que el anciano atendiera a la invitación y dejara una buena conversación e información  a cambio de refrescar el gaznate 

- Ese fue el segundo - rugió el enano tras echarse otro trago de cerveza y soltar un sonoro eructo - El primero fue sencillo. Entramos en la arena del coliseo, rodeados de una gran multitud situada en las gradas. Nos enfrentamos a un grupo de gladiadores, que iban con prácticamente desnudos, y a un par de fieras. Nos confiamos demasiado...

- Yo me llamo La'nathel - contesta la elfa haciendo una reverencia con la cabeza - Y a decir verdad, todo fue culpa mía - vuelve a secarse las lágrimas de los ojos y respira hondo para recuperar la compostura - yo soy la exploradora de la compañía, sobre la que recae todo el peso de conducir a mis camaradas por terreno hostil. Estábamos demasiado confiados tras superar la primera prueba... yo estaba demasiado confiada. No me esperaba que tras la segunda puerta fuéramos a aparecer en esa especie de pantano... Ysera era más que una luchadora. Era nuestra compañera... era mi compañera...- La'nathel emite un profundo suspiro, y se le escapa una risita nerviosa entre temblores - No se ni por qué le estoy contando esto a un desconocido.

- No, los participantes no suelen fallecer. Si tienen dos dedos de frente, aceptan la derrota antes de que sea demasiado tarde - responde el anciano a la pregunta de Theren.

- Pero el último grupo perdió a uno de sus integrantes - añade la camarera, que permanece en vuestra mesa, atenta a la conversación como si no tuviera más trabajo que hacer.

- El coliseo lo lleva una compañía retirada de aventureros. - vuelve a responder el viejo a la pregunta de Ilena - Su lider es un poderoso hechicero llamado Kalash. Dicen que fue a él a quién se le ocurrió la idea, pero la verdad es que nadie lo ha visto en persona. 

- Sea quien sea - interviene la camarera otra vez - ha convertido esta pequeña isla en un punto de interés, tanto mercantil como turístico, gracias a su descabellada idea del Coliseo. Eso es bueno para todos - añade finalmente dándose unas palmadas en el bolsillo.

Travok se estuvo meciendo la barba y a chasquear la lengua seca.... por los Dioses estaba en un taberna y sin beber?? Miro a los miembros de la mesa, y ninguno parecia dispuesto a saciar su sed.

Camareroooo o posaderaaaa acudid en nuestro auxilio, cerveza para esta mesa y nada de agua sucia o fruto de la vid, cerveza fresca a poder ser.

Cuando vienen a la demanda el enano cuchichea con la persona que viene a servios.

Le hace un gesto para que se agache a su altura y le deposita 5 monedas en las manos.

Espero que esto puedo cubrir unos cuantos Barriles de cervezas.

Observo como la elfa comienza a recuperar poco a poco la compostura y a hablarme - Encantado de conocer a tan bella y fuerte guerrera - comenté una vez se presentó ante mi.

Seguidamente La'nathel comienza a hablarme más o menos tranquilamente, contándome un poco a groso modo lo acontecido en el interior del coliseo e indicándome que ella tuvo la culpa de la muerte de su compañera - Mi señora, no estoy de acuerdo con tus palabras. Está claro que tu guías al grupo en terreno hostil, pero son ellos los que también tienen que ayudar y saber discernir cuando una situación es peligrosa o muy peligrosa y actuar en consecuencia. Ni mucho menos voy a discernir quien hizo bien o mal en esa situación, pero no creo que debas soportar tu sola la carga de que eres la culpable, pues sois un grupo y aunque cada uno tenga habilidades específicas, todos sois guerreros, habéis estado en situaciones peliagudas y no creo que si una exploradora diga "tiraros por este acantilado que acaba en rocas puntiagudas..." alguien vaya a hacerle caso o si un fornido guerrero dijera "atacar a ese dragón rojo de frente...." ¿lo harías? no ¿verdad? intentarías buscar una táctica acorde con las habilidades que posees, así que no, no todo es culpa tuya - hablé con ella en tono relajado y amistoso.

Tras ver como la bella elfa me sonreía con algo de nerviosismo, preferí llevar un poco la conversación dando un pequeño rodeo antes de preguntarle por lo que nos podríamos encontrar ahí dentro - Por cierto, ¿que alienta a un grupo como el vuestro a entrar en este coliseo?... - pregunté ofreciéndole una gran sonrisa - Nosotros venimos de Sigil, pertenecemos a un gremio con la sede allí y nos comentaron que aquí se ponían a prueba las habilidades de los mejores guerreros y no podíamos dejar pasar la posibilidad de probarnos -

La voz chillona de Travok hizo resonar algo dentro de Clevor, tenía una sensación de Deja Vù que no podía ignorar. Cambió de postura y volvió a enjuagarse la transpiración del cara, aquella isla era calurosa en extremo.

Que beba cuanto quiera, no pienso arrastrarlo a cuestas hasta el maldito coliseo... se dijo a sí mismo mientras se percataba de que el condenado duende había regresado sobre la cornamenta de Noostorom. Resoplo y se rascó la corta barba.

May`salkiriiss estudio las palabras del enano. Parecía que habían tratado de engañarlos con un rápido enfrentamiento y después les habían puesto las peores situaciones a la vista. Si de verdad habían echo lo del pantano, la magia allí usada era de un alto nivel.

- ¿Habéis oído de algún otro grupo de luchadores que haya pasado por el enfrentamiento, a que se han enfrentado? - Comento el Genasi.