Partida Rol por web

- Nosotros... - se detuvo algo bruscamente cuando la anciana comenzó aquel extraño "ritual". Lo cierto es que le hacía sentirse bastante incómodo, pero consideró que lo mejor sería hacer como si no pasase nada y siguió hablando.

- Buscamos a un tal "Roro", nos dijeron que él podría contarnos algo sobre el desastre que ocurrió en Babuka - se quedó unos segundos pensativo antes de continuar - Puede que también hayan pasado por aquí un par de mujeres jóvenes buscándolo -

Observé curioso a la anciana cuando empezó a ahumarnos, pero la pregunta de Nikolai me hizo centrarme.

Son gemelas, unas guerreras con mala leche y poco sentido del humor- le dije, describiendo a Nira y Lira.

Kanu se mantuvo en silencio mientras la anciana lanza sobre nosotros ese humo, ya que es de mala educación interrumpir las tradiciones de otros. Sin embargo una parte del joven se mantenía alerta, si esas dos fieras gurrupias gemelas se habían criado aquí y presumían de su linaje guerrero, mejor estar alerta. Tenso estaba pues, el muchacho esperando a la respuesta de la anciana a las preguntas de Umar y Nya.

Uno de los ancianos mira al otro mientras éste responde:

- No se nada de las gemelas- dice mientras espera confirmación del otro anciano que niega con la cabeza-, pero Roro partió hace tres días junto a nuestros guerreros para inspeccionar la colina de las piedras y no ha vuelto.- dice algo preocupado.- Ya deberían haber vuelto, pero quizá han tenido algún imprevisto. Podéis esperar esta noche en el pueblo si lo deseáis. Itchi, muéstrales el camino.

Esperó un momento por si queríais preguntarle o decirle nada más. Mientras tanto, la vieja acabó de ahumaros y restregó el ramillete por el suelo para ahogar el fuego. Cuando lo consiguió, volvió a meterse en la casa.

Aunque no sabía a que se debía ese ritual, Kitnawa intuyó que debía tratarse de algún tipo de bienvenida o protección, así que inclinó la cabeza en agradecimiento cuando la anciana agitó las plantas ante él.

- ¿La "colina de las piedras"? -preguntó con curiosidad

- Se lo agradecemos... - imitó la inclinación de cabeza que había hecho Kitnawa, y ya se disponía a levantarse cuando les preguntó por aquella colina. También le entró curiosidad, por lo que se volvió a sentar y esperó su respuesta.

¿La colina de piedras?- me pregunté casi al mismo tiempo que Kitnawa hacía esa misma pregunta, pero en voz alta -Debe tener algo que ver con lo que dijo la serpiente- pensé, emocionado por ello.

¿Qué hay allí?- pregunté con curiosidad -¿Tiene algo que ver con...- empecé a decir, intentado recordad las palabras de la serpiente -... los montes de tierra... o montañas del fin de la tierra... o del inicio... o algo por el estilo?- dije, no muy seguro de cuál era la expresión concreta... pero poco preocupado por ello.

Los ancianos se vuelven a mirar entre ellos.

- Montañas del fin de la tierra dices, joven? No, no, no. Son sólo unas colinas con muy poca vegetación.- Dijo quitándole importancia a las colinas- Allí habitan unos seres tan grandes como dóciles en unas madrigueras escarpadas en la roca. Normalmente se les puede ver en la colina, chupando las rocas y comiendo la poca vegetación que crece en las colinas, sin embargo hace una semana que un explorador nuestro que pasaba por allí que nos informó que la vegetación de las colinas se estaba marchitando y que no se veía ningún rastro de fauna en la superficie. Seguramente llegaran en cualquier momento.

Kanu se sorprendió ante las palabras de los ancianos.

-¿La vegetación se marchitó repentinamente?¿o es que ha habido sequía esta ultima temporada?- Preguntó. Su maestro siempre le decía que los espíritus vivían en cada planta y arbol. La desaparición de toda la vegetación podría ser fruto de una alteración importante
 

- Nonono, no ha habido sequía, y ha sido un proceso lento. - se explicó el anciano. - Fue después que Babuka fuese atacada, a los dos o tres meses, los gu'tro empezaron a dejar de verse. Fue paulatino, pero cada vez aparecían menos por la superficie, así que la vegetación, que antes comían los gu'tro empezó a desarrollarse y empezó a dejar de ser la "colina de las piedras", si me entendéis. Desde hace unas semanas que la vegetación es densa, oscura y extraña, y apenas se veían qu'tros nadie sabría explicarlo, excepto nuestra bruja, que dice que es obra de un espíritu maligno. La semana pasada nuestro explorador nos informó que la vegetación se estaba volviendo más verde y se deshacía, como si se estuviese pudriendo, además, no logró localizar nigún rastro de qu'tro.

Un espíritu maligno. Eso llamó la atención de Kitnawa. Si era verdad que un espíritu estaba provocando el extraño crecimiento de la vegetación y su aún más extraña podredumbre, tenía trabajo que hacer

- ¿Podría hablar con la bruja? Me gustaría saber más de ese "espíritu"

Nikolai se volvió hacia Kitnawa para replicar algo, pero se lo pensó mejor. El grupo de Roro había ido precisamente a esa colina, tal vez la información de la bruja sí les pudiera resultar útil.

- De todas formas íbamos a esperar esta noche - dijo para sí más que para los demás. - Sería de gran ayuda que la bruja nos contase lo que piensa. - dijo esta vez dirigiendose al anciano frente a ellos.

A Kanu le parecía la opción más lógica hablar con la bruja para preguntarle acerca del espíritu, asi que cuando sus compañeros lo propusieron, simplemente asintió y dió un leve gruñido de afirmación cuando Umar habló.

Entonces... ¿nos hemos equivocado de lugar?- me dije al escuchar las palabras del anciano mientras intentaba pensar que hacer -Pero si no es aquí... ¿dónde?- me pregunté. Entonces escuché que mencionaban que había una bruja en la aldea.

¿Dónde está la bruja?- pregunté, pues suponía que ella sabría indicarnos donde ir... y además, la historia de la desaparición de los qu'tro parecían interesante.

Tras las insistencias de los jóvenes, el viejo que no había estado hablando, asiente y, sin decir nada se adentra en la cabaña para salir con la vieja que os había estado ahumando hacía bien poco.

-Intentaré responderos a lo que pueda jóvenes. - dice con una voz rota y entrecortada - Pero no he visitado el lugar y lo único que me dicen los espíritus es que un malse ha hecho dueña de las colinas de las piedras.

La vieja resulta ser la bruja de la aldea para vuestra sorpresa, o no. Y aunque la mujer no tiene el don, no es demasiado extraño que algunas aldeas llamen brujo o bruja a personas muy sabias y con vastos conocimientos. Mucho más si, como ésta dice, asegura hablar con espíritus y hace extraños rituales que sí parecen hacer algo.

Kanu se sorprendió un poco que la anciana fuera la bruja y la primera persona en salir a recibirnos. El joven shamán comenzaba a hilar el ritual y los malos espíritus en las colinas. -Un ritual de purificación quizás, o un exorcismo- pensó

-¿Qué clase de mal es el rompe el equilibrio de esas colinas?- preguntó respetuosamente-¿Hasta donde se extiende el peligro?
 

¿Sabes algo de un lugar llamado los montes del final del mundo... o las montañas del fin de la tierra... o del inicio... o algo parecido?- le pregunté a la anciana bruja, convencido de que ella debía saber algo -¿O algún sitio donde vayan... o acaben los espíritus?- añadí, convencido de que tenía algo que ver con lo que pasaba allí... si no, no les hubiesen dicho de ir, ¿no?

El joven Kanu se adelantó a preguntar, seguido de Rashid. Nikolai no pretendía atosigar a la bruja, pero aún tenían preguntas que necesitaban respuestas.

- Todo esto comenzó tras el incidente de Babuka ¿los espíritus no saben nada sobre eso? -