Partida Rol por web

Cuando pasa Ty, le observo con dureza, ¿qué lleva en las manos?, y cuando espero que empiece a hablar, se dedica a mirar la habitación, y cuando comienza ha hablar, a explicarse, vuelvo a sentirme un miserable, ¿quien soy yo para recriminar nada a mis hermanos?, vengo con una desconocida y la aceptan como si fuera de la familia, pero yo soy tan gilipollas, que solo soy capaz darme cuenta. Mi expresión se suaviza, seguro que el está mas cabreado que yo por su salida de tono, tengo que ser mas humilde. Luego me disculparé con él. Es duro para todos ellos, y no tengo ningún derecho a exigirles nada, demasiado están haciendo

Se gira para salir y me levanto para detenerle, pero Helen se anticipa y comienza a disculparse ella también. Joder. Pequeños destellos malva se funden con algunos de color lila claro. Y empieza a decir que resulta una carga, paseo la mirada rápido sobre la mesa, me cago en la puta leche, tomo una hoja, parecen apuntes de clase, pero hay espacio para comenzar a escribir.

No eres ninguna carga.

Y veloz le muestro el papel para cogerla de la mano. Luego cuando se levanta, no la retengo, pensando que necesita algo de espacio mientras se explica. Y con el alma en vilo, inquieto comienzo a juguetear con un lapiz en las manos, veo como el lila pálido adquiere un malsano color purpúreo mientras cierra los ojos y trata de recordar. El pacto, apenas escucho de nuevo esa abominable palabra los músculos de la mano se cierran con fuerza rompiendo el lápiz, que me apresuro a ocultar.

Me levanto con intención de ir hacia ella, abrazarla, transmitirle lo mucho que me importa, pero temo que si lo hago se detenga. Mi corazón comienza a acelerarse según avanza su narración, y con él, mi respiración, tengo que abrir la boca, para conseguir mas aire, miro la ventana, necesito abrirla, que entre aire fresco. Pero si me muevo, miro a Ty, mi mirada casi es una súplica, detenla, y a Helen alternativamente mientras la Rabia se va abriendo camino de nuevo, con cuidado me agacho, para no hacer ruido, para no interrumpirla, pero apenas escucho lo que dice, necesito concentrarme en controlar mi Rabia, aprieto las mandíbulas con fuerza. No puede verme así... te va a necesitar muchacho, te va a necesitar... y cuando estoy recuperando el control todo alrededor se desmorona, su futuro y sus responsabilidades... cierro entonces los ojos con fuerza y necesito morder mi lengua para evitar cambiar impulsado por la Rabia. Abro los ojos entonces al notar el sabor de la sangre, de mi propia sangre, me levanto ahogando mis jadeos en el silencio de mi promesa, paso entonces el dorso de la mano por mis boca, retirando unas pocas gotas, parece que no me lastimé demasiado.

Miro a Ty de nuevo, consciente de lo jodida de mi situación. Siento ganas de llorar de Rabia, pero tengo que conformarme con mantener los puños apretados.

Cuando finaliza su relato, me acerco a ella de nuevo, para sostenerla entre mis brazos, tan solo le dedico una mirada a Ty que lo dice todo, déjanos un rato, por favor.

Helen se abrazó a Will con fuerza y se quedó sollozando un rato, un largo rato, hasta que finalmente las lágrimas se le terminaron. Aún así, no dejó de abrazar a Will.

- Will, siento mucho haber escuchado lo que hablaron todos -dijo con voz llorosa- pero, ya entendí. Te prometo, te juro, que yo no cumpliré ningún pacto... me quedaré contigo. Seré lo que necesites que sea y los ayudaré como es mi deber... -sollozó otro poco más, cayó en el llanto, quebrada de pronto por los recuerdos y por la comprensión de la situación que de pronto le abordó.

"Joder, Señor... ¿Ni un minuto de respiro?

Apenas me da tiempo a lanzarle una significativa mirada a Ben antes de levantarme y recibir a mis compañeras. Amber vuelve vestida con las mismas ropas de cuando se marcho hace ya una eternidad y Jane puede mirarme cara a cara desde los ojos de su forma Hispo.

"Cuidadito con lo que dices... Que no parece que hallan tenido un paseo por el campo..." Suspiro profundamente, abrumado. "Su aspecto denota que han tenido un viaje por la Umbra... A saber..."

- Hey, ¡que tal! Tengo buenas noticias...

Echo una mirada de reojo, comprobando que la mayoria de los muebles del salón estan apartados, que necesitamos una mesa nueva y que hay un par de asientos que requeririan del trabajo de un buen ebanista. Pongo los ojos en blanco y doy una palmada, para alejar el cenizo de la situación.

- Y tambien alguna que otra cosilla mala...

"Joder... Por donde empiezo..."

- Lo primero y principal es que William esta bien. Ha llegado hace unos minutos y ha tenido que echarse un rato.- Alzo las manos, esperando llamar su atención y evitar que suban arriba, a su cuarto.- Tyler esta con... él... ya sabeís... echandole la bronca o hablando con ello... con ¡¡ÉL!!.

Empiezo a notar cierta picazon en la garganta, más o menos en el punto donde Jane empieza a fijar su mirada. Por encima de ella, veo como Amber tambien parece perpleja. "Dios... Rápido y sin dolor..."

- Vale... A ver si me acuerdo de todo... Sentaos donde podaís y guardad vuestras peguntas para despues...- Bufo un poco y medito como carajo hilvanar una historia que tenga sentido de todo lo que ha pasado en estas últimas horas... "Quien lo diria... Hace un rato desayunando como una familia feliz y, ahora, al borde del abismo una puta vez más... Mierda..."

- Wiliam esta bien. Cansado pero bien. Ha traido con él una invitada... Creemos que es Pariente, casi con toda seguridad, de nuestra Tribu. Si habeís visto las noticias últimamente, hace tres días que alguien irrumpio en la boda pactada de su hermana con un Garou y arrasó con todo... Creo que gracias al espiritú de Búho o al de Halcón... No estoy muy seguro, me lio con tanto espritú, William pudo encontrarla y traerla a casa... Tú primo, Jane, esta cumpliendo con un... ¿Como lo llamó... Chisminate... Chaumenage...Chiminaje? ¡¡Eso, Chiminaje!! Algún tipo de acuerdo con uno de esos espiritús de la Umbra y no puede hablar en unas horas... Y nos lo ha contado todo con un boligrafo y un papel... Y hemos llegado a la conclusión de que todo esto esta siendo una prueba, de algún tipo, por parte de algún espiritú poderoso y un poco cabrón...

Explico todo del tirón, tratando de no respirar hasta soltarlo todo... y rezando por no estar cometiendo el mayor error de mi vida. Sin embargo, recuerdo lo mal que lo hemos pasado mientras ellas estaban fuera, y eso me da fuerzas para continuar.

- Antes de que os enfadeís, quiero que os ducheis, aqui abajo si puede ser, y os aseeís. Hare bajar a todos y celebraremos una reunión inmediatamente.- Sin llegar a gritarles, trato de usar el tono más autoritario del que soy capaz. No estoy dispuesto a que vuelva a estallar una discusión bajo este techo y trato de dejarlo claro.- Hay par de detalles más pero pueden esperar.

Me acerco a ellas, suavizando el gesto y el ademán.

- Necesito que esteís calmadas y tranquilas. Tyler y William lo han pasado muy mal en estas horas... Y la chica, que se llama Helen, esta bastante afectada por todo esto. Necesito que me ayudeís. Os necesito centradas y calmadas. No es hora ni lugar para reproches o broncas. El Circulo de Plata esta reunido de nuevo y eso es lo que importa, ¿de acuerdo?. Un momento.

Me acerco a la escalera y trato de silbar con muy poca gracia. Maldigo entre dientes y subo un par de escalones, antes de gritarles:

- ¡¡A comeeeer!! ¡Jane y Amber ya estan de vueltaaaaa!

Buff

Bajo de un salto los dos escalones, trastabilleo un poco y vuelvo a presentarme ante las damas, con la mejor de mis sonrisas.

- Una cosa más... ¿Que tal por la Umbra?

Continuamos abrazados cuando termina de llorar, su respiración continua agitada, pero se le nota mas calmada, necesita llorar, tiene que llorar a los suyos, yo también lo haría. Asi, abrazados le beso la mejilla.

Abrazado a ella le beso la mejilla. Niego con la cabeza cuando se disculpa. Le acaricio el cabello mientras se explica y de nuevo su voz va recuperando esos tonos malva que tanto me emocionan.

Cuando termina de hablar, antes de que pueda tomar una hoja para explicarme, rompe de nuevo a llorar. Y no me separo de ella, continúo abrazándola tiérnamente

Se quedará conmigo.

A pesar de todo, no puedo evitar sentirme en parte feliz.

Me acerco a la escalera y trato de silbar con muy poca gracia. Maldigo entre dientes y subo un par de escalones, antes de gritarles:
- ¡¡A comeeeer!! ¡Jane y Amber ya estan de vueltaaaaa!

Entro en la cocina con prisa, mirando a mi alrededor y buscando a Will en esa mirada. Sin embargo, tan sólo están Ben, Alex... Y algunos muebles rotos. Giro sobre mí misma, contemplando el estropicio, sin comprender qué ha podido pasar para que termine así. 

Las palabras nerviosas de Alex me alertan por mucho que él trate de calmarnos. Quizá porque si él cree que necesita apaciguarnos es que hay motivos para que nos alteremos. - ¿Pero qué ha pasado aquí? - Sin embargo, no digo nada, no quiero ponerlo aún más nervioso. Lo importante es que Will está bien. Aunque eso ya lo sabíamos. Lo que sí quiero es que se explique, y parece dispuesto a hacerlo él mismo sin necesidad de que lo apremie, así que busco algún asiento que se pueda usar y me dejo caer en él, preparada para escuchar antes de hacer nada.

Mis ojos se van abriendo según él va hablando. Porque estoy sencillamente flipando. Joder. Y yo que antes pensaba que estaba siendo un día raro. Pues parece que se va poniendo mejor por momentos. No sé si habría preferido llegar a tiempo para el examen y habérmelo perdido. Frunzo el ceño al escuchar toda la historia de la Pariente. No sigo mucho las noticias, así que no tengo ni idea de la boda esa de la que habla. Me quedo con la idea de que es una refugiada en una guerra que ahora nos salpicará a nosotros, seguro. Esa idea revuelve mi Rabia con la necesidad de proteger nuestra manada. Aunque por otra parte, ¿qué iba a hacer Will? Si la chica necesitaba ayuda, lo justo es dársela. 

Sigo a nuestro Philodox con la mirada mientras se mueve por la cocina. Va y viene y sigue apaciguándonos. Inquieto es poco y yo cada vez estoy más alucinada por los retazos de información que va soltando como quien no quiere la cosa. Me pregunto qué ha pasado para que los ánimos estén tan caldeados. Porque él está dando por hecho que nos vamos a enfadar y eso, teniendo en cuenta que todos estamos bien, me hace pensar que ha habido bronca mientras no estábamos.

Cuando termina con su pregunta, tardo un par de segundos en responder. Tomo aire despacio y me incorporo un poco en la silla, enderezando mi postura. - Nos fue bien -respondo, encogiéndome de hombros-. Echamos unas carreras, vimos un espíritu ratón que nos saludaba con la patita... Seguimos el rastro de Will hasta un precipicio y antes de que hiciéramos algo realmente peligroso apareció Madre Larissa y nos advirtió de que él ya estaba aquí y nos necesitabais. - Resumo a grandes rasgos y sin detenerme mucho. Hago un gesto con la mano. - Nada grave. 

Me callo de nuevo varios segundos, asimilando todo lo que nos ha contado y finalmente me levanto de un salto. Una ducha. Suena bien. - Vale -digo, caminando hasta el lugar donde debería haber quedado mi ropa y la de Jane cuando traspasamos la celosía-. Vale -repito, agachándome a recogerla-. A ver si lo he entendido... Tenemos en casa a una chica, pariente, que ha logrado escapar de una matanza. ¿Ella sabe de nosotros...? ¿Tenemos que tener cuidado con la forma en la que nos presentamos? ¿Estamos en peligro? ¿Van a venir a buscarla? - Me detengo un momento tras la retahíla de preguntas antes de continuar. - Y Tyler y Will... - Miro alrededor de nuevo, con el ceño fruncido, confusa y tomo aire despacio una vez más antes de alzar las manos señalando hacia los muebles rotos. - Alex, ¿qué coño ha pasado con la cocina? ¿Se han pegado Tyler y Will?

Saludo levantando una mano de manera casual.

- Eso de algún espíritu poderoso y cabron es cosa de ustedes, de Tyler -aclaró Benjamín mientras sonreía a Jane y amber- yo considero que es el poderoso y cabrón de Halcón quien está detrás de todo esto
Miró su reloj y empezó a contar los minutos para la pizza mientras Alex terminaba de explicarles lo que había pasado.

Estoy ya de espaldas a ellos, dispuesto a salir, alejarme, no molestarles más. Pero la voz de Helen hace que me detenga. Me vuelvo y Will está en pie, mirándome. Su dura expresión de antes se ha desvanecido, pero no se lo que significa la actual. Es Helen quien toma la palabra, agradecida, disculpándose. ¿Disculpándose? ¿Una carga? Doy un paso hacia ella, pero me detengo al ver a Will correr a escribir algo y mostrárselo. No llego a leerlo, pero supongo lo que pone. Y no puedo estar más de acuerdo. Yo mismo quiero expresarlo, asegurárselo, pero me detiene ver cómo se pone en pie y de forma espontánea, o quizás porque Will le ha explicado lo que le pedí, empieza a ofrecernos toda la información de que dispone.

No conoce los detalles del pacto, eso es malo. Estaba casi desvinculada de su familia y lo que ellos negociaran, eso es bueno, algo con lo que trabajar. El prometido era algo mayor que ella, mala señal. Más edad suele implicar mayor rango, en circunstancias normales, y eso puede implicar que el acuerdo existe para ofrecer parentela adecuada a garous de cierta talla. Padres "normales" supongo que significa que no son garou, es decir que se trata de una familia de parientes. La parentela de noble linaje siempre ha sido muy valorada por nuestra tribu, de ahí vendrá el pacto...

Todas estas pesquisas quedan a un lado cuando Helen comienza a exponer cómo sucedieron las cosas en la boda. Aquello que debiera ser un detalle menor se vuelve un proyectil que me atraviesa el pecho.

Lo último que hizo con sus padres, antes de que murieran, fue discutir.

El relato se tiñe de rosa, rojo, escarlata. Debiera estar atento, concentrado en los detalles. Como alfa, como Ahroun, debería analizar cada apartado de esa batalla para el futuro. Debería ver que ese caos en su cabeza se parece mucho a los efectos del delirio, aunque eso no tiene lógica, pues el delirio no afecta a los parientes. Quizás sea sólo el shock. Debería identificar que esa enorme criatura parecida a un gremlin tiene toda la pinta de ser un Danzante de la Espiral Negra. El peor escenario que había contemplado. Con Danzantes de por medio, hay que vigilar la umbra. Debería ser capaz de comprender la presencia de esa camioneta y los hombres con trajes raros. Que se lleven gente parece una operación de rescate, que disparen a la gente todo lo contrario. ¿Que disparen a los dos que estaban luchando? Estaríamos hablando de una lucha a tres bandos... Debería poder centrarme en todo eso, pero no puedo, porque cada uno de esos pensamientos aparece en mi mente solamente para desvanecerse un instante después, devorado por el dolor y la pena. Porque la imagen de Helen discutiendo con sus padres se mezcla con la mia discutiendo con los míos, cuando descubrí que era adoptado. Porque el dolor que sufre al recordar la sangre en su vestido se mezcla con mi despertar en el bosque, el recuerdo de esa sangre viscosa cubriendo mis manos, mi pecho y mi rostro. Porque no pudo despedirse de ellos, decirles cuánto los quería, y lo último que yo recuerdo haberle dicho a mi padre fue que le odiaba.

Estoy llorando.

Ni se cuando ha empezado. No importa. No pierdo el control, no siento ira, ni impotencia. No se si siento algo. Sólo me quedo vacío, con una mezcolanza de recuerdos y lástima. Por ella, por mí, por todo. Es como perder las fuerzas, ser incapaz de moverse. Y las lágrimas brotan por mis ojos y caen por mi rostro, resbalando por el empuje de más y más que se agolpan en mis ojos vidriosos.

Helen se deja caer, llorando desconsolada mientras se cubre el rostro. De forma instintiva doy un paso hacia ella. Es de los míos, es ya mi familia, no puedo verla así. La comprendo demasiado bien. Pero me detengo en cuanto soy capaz de darme cuenta de mi estupidez. Will se lanza a abrazarla y confortarla. Es su deber, ahora, el suyo, no el mío. Y hace lo que debe hacer. No cabía esperar otra cosa. Doy un paso atrás, sintiéndome fuera de lugar, sabiendo que sobro. La mirada que Will me dedica me rompe el alma. Aún más. Será mejor que me vaya.

Helen... -Estoy en el quicio de la puerta cuando me detengo apoyando una mano en el marco. Me giro para mirarla, mirarles, de medio lado, con el rostro mojado por las lágrimas que no me he molestado en de carne, y los ojos enrojecidos- Tú no eres una carga para nosotros. Eres una bendición de Gaia. -Me obligo a sonreír, una sonrisa amable, entrañable, que no oculta mi tristeza. Y sin embargo, alberga esperanza. Una esperanza de alegría- Nunca he visto a Will tan feliz como estando a tu lado. Eso, a mí, me vale por todos los sacrificios que tenga que hacer. -Cualquier precio que pueda pagar personalmente sería un precio aceptable- Yo... También perdí a mi familia... -Pero tú no los mataste personalmente- N-no pude despedirme de ellos, decirles cuánto los quería... Lo último que le dije a mi padre fue que le odiaba... -Las lágrimas vuelven a resbalar por mis mejillas- Estoy seguro de que, estén donde estén, tus padres y tu hermana saben que les querías, y estarán muy orgullosos de ti. Como nosotros. Eres parte de nuestra familia, ahora.

Lo digo únicamente por reconfortarla, aunque en su caso seguro que es cierto. En el mío... No termino de creerlo. Soy el monstruo que les mató, el hijo que se volvió contra sus padres después de toda una vida de dedicación y cuidados. No eran mis padres biológicos, pero eran mis padres. Así se lo pagué. Con esa imagen se fueron al otro mundo. Su hijo convertido en un monstruo.

La voz de Alex nos informa de que Amber y Jane han regresado. Agradezco la intervención del Philodox, una vez más, pues interrumpe una vorágine de culpa que no me puedo permitir.

T-tomaos el tiempo que necesitéis, y luego bajad a comer algo. Preparad vuestras cosas, después de comer nos vamos al túmulo. La casa no es segura.

Salgo de la habitación y cierro la puerta a mi espalda, pasándome las manos por el rostro, húmedo y salado. Comienzo a caminar lentamente, casi arrastrando los pies, hacia las escaleras.

Comienzo a bajar las escaleras lentamente, con paso cansado, dejando un instante entre escalón y escalón. Me detengo en el descansillo, frotándome los ojos. No me gusta que me vean así, con los ojos enrojecidos por las lágrimas. Quizás debería haber pasado por el baño y haberme lavado la cara, pero ya da igual. Recorro el último tramo que me falta y me presento ante el resto de mi manada, apesadumbrado pero feliz de que la manada haya vuelto a reunirse. Miro a las chicas. Debería sonreír, pero no puedo.

¿Estáis bien? -Les pregunto escuetamente, antes de mirar a Alex- Bajarán más tarde, necesitan algo de tiempo. ¿Las has informado?

Nos espera una comida muy larga...

No se acaban las sorpresas ni los líos. Joder, joder, joder. Escucho a Alex mientras me transformo y me visto. Finjo que no me turba mi propia desnudez, pero lo cierto es que lo hago todo rápida y torpemente. Debería estar acostumbrada ya y, de hecho, lo estoy, pero me sigue incomodando esta situación. Son mis hermanos, pero yo soy muy reservada. Quizá necesite echarme novio, como dice mamá para molestarme.

La historia es bastante peliaguda. Una pariente de nuestra Tribu superviviente de una masacre. Eso nos da dos opciones, a cual peor: ha sido el Enemigo, cosa que representaría una victoria para el Wyrm, o ha sido la Nación, lo que es aún peor, porque, de nuevo, los hilos de plata de nuestras intrigas llenan nuestras manos de sangre mientras la Sierpe se carcajea en su guarida. Maldición.

Pierdo el control por unos instantes y lanzo un golpe contra la pared. Refrénate, Kershaw, Tyler y su reforma no tienen culpa ninguna. Me doy cuenta de que Amber ha hecho una pregunta.

- Simplemente sé tú misma - le digo, tratando de volver a la calma -. Si me ganaste a mí que soy una Jackie Chan sabelotodo, a ella te la ganarás en cuanto te vea

Por supuesto, ya sabrá, mejor que yo, cómo funcionan estas personas. Están siempre a un paso de explotar. No hay que presionarlas, no hay que pincharlas y no hay que forzarlas a hacer nada que ellas no quieran, o lo pagarán caro cuando intenten dormir.

Hago caso a Alex y me pongo en mi más plácido "modo desayuno". Justo a tiempo, porque entonces baja Tyler.

- Estamos bien - asiento -. Ya nos ha contado bastante Alex, ¿vais a bajarla?

Estoy tentado de soltar un suspiro de alivio cuando Jane me confirma que Alex ya les ha puesto al día de la situación. Pero no es la clase de gesto que necesitan ver ahora. Bastante que me ven bajar con los ojos enrojecidos por las lágrimas.

Bajará cuando esté lista, Jane, acaba de pasar por un mal momento... -Agacho la mirada, avergonzado por su sacrificio y por el efecto que ha provocado en mí- Sentémonos a la mesa y comamos algo, cuando baje os la presentaré. Después de comer preparad lo que necesitéis, nos vamos al túmulo. Hasta mañana, cuando Will vuelva a encontrarse con la prole de Búho, lo único que podemos hacer es aguantar y sobrevivir, y lo haremos mejor en lugar sagrado, bajo resguardo de los espíritus, Las Musas, y nuestro Clan. Chicas, igual Helen necesita que le prestéis algo de ropa o así... -Miro a Amber, principalmente, ya que calculo que ambas tendrán una talla similar- Sentémonos y hablemos, acaba de contarnos algunos detalles acerca de lo que pasó en esa boda... Y es peor de lo que imaginaba.

Gaia...lo estoy viendo venir. El movimiento de correr al túmulo es apropiado. No necesito más que mi kimono, y sólo por si acaso. Bueno, ya que estoy cogeré alguna muda limpia, que tampoco hay que parecer un maestro pordiosero de las artes marciales para serlo. Asiento levemente, aprobando el plan, por si Tyler, en estos momentos de baja confianza, necesitase que alguien le confirmara que está dirigiendo bien.

Pero no me puedo callar. Mi voz suena muy amarga cuando digo:

- Déjame adivinar: hemos vuelto a hacerles el trabajo sucio a los Danzantes

"No ha ido tan mal..."

Despues del revuelo que esperaba, con todos dando vueltas alrededor de todos los demás, gestos y aspavientos, la cosa se calma sin llegar a más.

"Amber es la que mejor lo ha encajado... dentro de un orden... Y Jane lo ha encajado algo peor... dentro de un orden..."

Amber reacciona rápido, pero de una forma previsible: haciendo preguntas. Sonrio ligeramente, mientras veo como respondo.

- A ver... Nadie ha llegado a las manos con nadie... Hubo un pequeño momento de frustración y, con las prisas y el nerviosismo, se cayó la mesita y alguna bandeja... Nada serio... Solo aparatoso.- Adorno la verdad para evitarles el trago de mentir y sembrar dudas sobre nuestro Alfa.- Y, hablando del rey de Roma.

Tyler llega como un regalo, tratando de mantener la altivez de nuestra Tribu a pesar de los signos evidentes de que la reunión con William y con Helen ha sido intensa y emocional.

- ¡Tyler!- Le dedico un calida sonrisa y asiento ante su decisión de no presionar más.- De acuerdo... ¡Todos alrededor de la mesa! ¡Las pizzas deberias llegar en unos minutos!- Me giro y me acerco a Ben. Silenciosamente, pronuncio un "Gracias" mudo y le agarro del antebrazo para indicarle que nos siga.- Zarpa-Compasiva, vas a taner que volver a explicarnos eso de Halcón... Porque la sensación que yo tengo es que alguien se lo esta pasando de puta madre a nuestra costa.

"Y no estoy por la labor..."

- Un último detalle... Según el informativo, las autoridades están buscando a Helen... Tendremos que ser precavidos.

En ese momento, Jane verbaliza uno de los peores escenarios posibles... El otro sería, efectivamente, que fuese una maniobra de nuestro pueblo, de la Nación Garou o de alguna facción de los Colmillos Plateados. Semejantes pensamientos hacen que se me revuelva el estomago.

Aun asi, hay que comer... Distribuyo lo mejor que puedo los restos de la comida que hemos podido salvar y añado algunas sobras más, a punto de rebasar el punto de no retorno.

- Sentemonos.
 

Me acerco a la mesa de la cocina, esperando que los demás sigan mi ejemplo. De verdad que quiero verlos a todos sentados a la mesa, comiendo juntos, como si de verdad fuéramos una familia. Siéndolo. Que cuando Will baje a Helen nos encuentren así, que la chica vea lo que somos, más allá de nuestra naturaleza bestial. Y sabiendo lo que nos espera, yo también necesito disfrutar de esa imagen. Más después de lo que acaba de pasar.

En realidad, creo que están metidos en el ajo, pero no son los únicos. -Tomo asiento y les hago un gesto para que lo hagan también- En la boda, el novio adoptó la forma de batalla para enfrentarse a una criatura parecida, pero más parecida a un gremlin. Así lo ha definido. Yo apuesto a que era un Danzante. Sin embargo, en mitad de la pelea irrumpió una camioneta y unos tipos con trajes extraños comenzaron a disparar y llevarse a gente. Y disparaban a los dos, así que... Un tercer bando. Nos faltan datos para comprenderlo todo, y pinta más complicado de lo que esperábamos. Aún.

Cojo el tenedor y miro la comida con desgana. No tengo hambre, he perdido el apetito hace un buen rato. Pero debo comer, todo este asunto va a exigir mucho de mí y tengo que coger fuerzas. Sin embargo, veo que no hay mucha comida. Maldita sea, he desperdiciado buena parte de ella en ese maldito arranque de rabia... Aguantaré sin comer, de momento, hasta que lleguen esas pizzas. Ya picaré algo de camino al túmulo. Por suerte, he cogido comida de sobra en Leroy's.

No se hasta donde os ha explicado Alex en detalle... -Lanzo una mirada agradecida a éste- ...pero entre esa chica y Will hay algo. No es sólo que se hayan enamorado, que también, se ha generado una especie de conexión espiritual, algo que no puedo comprender pero que está ahí. La prole de Búho propició su encuentro, y Halcón lo bendijo. Para mí, eso es suficiente. Sin embargo, puede que para otros no lo sea. Will va a necesitar todo nuestro apoyo. -Miro a todos, pero especialmente a Amber. Es su prima, la conoce desde hace más tiempo que ninguno de nosotros. Su apoyo le va a resultar fundamental- La familia de Helen tiene un pacto con los Colmillos Plateados del protectorado del norte, y desconocemos si ellos pretenderán hacer valer ese acuerdo en su persona, ahora que su hermana ha fallecido. -Una idea aborrecible, forzar a una mujer a casarse contra su voluntad- Hasta que resolvamos eso, lo principal es mantenernos a salvo. Alguien la amenazó por teléfono, la estarán buscando. Y yo... Espero que esto no suponga un problema para nadie, pero le he dado mi palabra de que esta manada se convertiría en su protección y su familia. Espero vuestra ayuda para hacerla sentir lo más querida y a salvo posible. Es la chica de nuestro Will, y además...

...Ella no tiene a nadie más.

Cuando Ty se marcha, quedamos solos los dos, y una profunda tristeza, inspirada por lo que ha sufrido y por la incertidumbre de lo que va a pasar, se mezcla con la alegría de saberme correspondido.

Puedo sentir su corazón agitado, latiendo tan rápido como el mio. Te quiero Helen.

Cuando se encuentra ya mas calmada. Me separo un poco para escribir.

Podemos bajar cuando tu quieras, no hay prisa.

Y puedo buscarte unas zapatillas mas cómodas hasta que recojamos tus cosas.

Yo también quiero quedarme siempre contigo, no te preocupes, de verás que todo ira bien.

Gaia bendita, que así sea.

Luego en un pequeño intento por distraerla escribo finalmente.

Es por la sinestesia, por eso veo tu voz de color malva, y nunca en toda mi vida, había visto a nadie hablar en ese color, por eso se que eres especial.

Sonrio entonces mirandola.

Quiero hablarte Helen, tener que escribirte todo es un asco, tendremos que esperar hasta mañana por la tarde.

Las palabras de Tyler alcanzan profundamente a Helen. En el abrazo recuesta su cabeza en el hombro de Will, terminando sus sollozos hasta quedarse callada.
Es como si hubiera sido lastimada por dentro, el llanto la expone y debilita, dejando este momento de cansancio y laxitud. De sensibilidad.

Se separa de ti, con la nariz y ojos afectados por las lágrimas, con el dorso de su mano se limpia el rostro para leer lo que escribiste.
- Si, las botas me lastiman un poco -confiesa, perdiendo la agitación, parpadeando suavemente mientras se despeja del dolor de momentos atrás.
Su mirada se queda fija en un punto durante algunos momentos, pero al recordar lo que ha leído continúa.
- El malva... Es un color bonito y entonces cuando tocas el piano sucede igual? ¿Ves todos los colores?
Se distrae en tí, sientes que empieza a mirarte, observar la forma y color de tu cabello, tu rostro, tus ojos. Levanta sus dedos delgados y delicados para tocarte el rostro, pero no deja de mirarte, acerca sus labios a los tuyos lentamente, hasta que puedes sentirla exhalar tan cerca de ti. Sus labios salados se unen a los tuyos, mientras tu memoria te lleva a donde la encontraste varias horas atrás en donde había ocurrido algo parecido.
Otra vez, ahí está la caricia de sus labios y la calidez del interior de su boca. Ella te rodea con los brazos y sus besos tiernos se intensifican poco a poco, puede que su corazón aumentará sus latidos otra vez, pero en esta ocasión no era por el dolor ni el llanto.

Siguiendo el ejemplo de Tyler, me encaramo a la silla y ocupo mi sitio. Siguiendo la costumbre de la Manada, el lugar no importa, así que escojo situarme a la derecha de Tyler dejando un hueco entre él y yo.

Contemplo, con cierta pena, la ensalada templada y las tortillas terminando de enfriarse... "En fin... No hay que llorara por la leche derramada"- Pienso con un poso de resignación.

- Vale. La pizza llegará de aquí a un rato.- Repito alegremente.- Así que la cosa mejora por momentos, ¿eh? Lo bueno es que poco apoco, vamos desenmarañando el asunto... Y que el Tótem de nuestra tribu este de acuerdo con todo lo que estamos haciendo debe ser una buena señal, ¿verdad?

- Con respecto a los demás temas...- Guardo silencio, consciente de que me toca hacer de lobo malo...- Consideraba apropiado que fuese William quien les explicase a ellas su relación con Helen, Tyler...- Le guiño un ojo, la liberar un poco de tensión.- Además, no creo que se les pasase por alto la ternura en la mirada de Helen... Y en las babas de tú primo, Amber. Aunque no lo creáis, comprendo bastante bien que es lo que le pasa... Mis padres sentían algo parecido el uno por el otro...

Dejo morir las palabras, y dejo caer los hombros, súbitamente abrumado por el peso de los recuerdos. Me llevo las manos a la cara. Un súbito sollozo estremece mi cuerpo, como si fuese un flan. Respiro una y otra vez, buscando recuperar el aliento. "Tengo que tranquilizarme... No hay tiempo para eso... Máxime cuando yo todavía les tengo,mientras que Tyler y Helen... no tienen esa posibilidad... Mierda puta..."

- A ver, a ver....- Interrumpo con un gesto, abanicando con la mano, reclamando un poco de atención.- Tenemos dos prioridades: salvaguardar a Helen y aclarar la situación de ese "pacto". Los problemas con las autoridades legales y con esa tercera fuerza implicada en el asalto.

- Le he estado dando vueltas y, con la poca información que tenemos, la cosa puede acabar mal... Vivimos en el siglo veinte, pero sabéis como yo, que algunas tradiciones un poco carcas perviben en la sociedad de nuestro pueblo.- Hago una pausa dramática para prepararles.- No sé si William podrá asumir que las cosas  que están por venir...

Tuerzo el gesto cuando Alex deja constancia de que el asunto de Will y Helen, lo que les une, debería haberlo explicado él. Es cierto, necesitaba exponerlo para justificar lo demás, que quedase claro, pero ha sido poco delicado.

Soy un bruto, qué le vamos a hacer...

No me pasa desapercibida la reacción posterior de Alex. Justo al nombrar a sus padres... "Juguetes rotos", me recuerdo citando sus propias palabras. Todos tenemos nuestras grietas en el alma. Me inclino hacia él para llevar una mano a su hombro, pero antes de alcanzarle se recompone rápidamente, agitando su mano y continuando con su exposición. La entereza de nuestro Metis es admirable, un ejemplo que me llena de orgullo.

Acto seguido, pone sobre el tapete el verdadero problema. Al margen de lo evidente, la protección de Helen frente a los asaltantes de ese evento, está el tema de ese pacto y del modo en que la tribu lo entienda. Y nuestra mentalidad moderna puede chocar con arcaicas tradiciones conservadas desde tiempos mucho más salvajes.

Y por eso... -Miro al centro de la mesa, con un brazo apoyado en el respaldo de la silla contigua- ...no creo que debamos llevar a Helen al norte. -Levanto la mirada, buscando las reacciones de todos, antes de explicarme- Una vez esté a su alcance, será mucho peor. Debe quedarse en lugar seguro y dejar que nosotros hagamos lo que tengamos que hacer con una mínima ventaja. Llevarles su colgante podría ayudar. Madre Larissa nos ha ofrecido refugio en el seno de su clan, podría quedarse allí hasta que regresemos... Pero espero vuestras opiniones.

Muevo la cabeza afirmativamente respondiendo su pregunta sobre el piano, veo los sonidos. Y con esta confesión yo también me voy relajando.

Entreabro la boca, al verme observado, y en un impulso acomodo mi pelo por si se me ven demasiado las orejas. Entonces recibo sus labios perdiéndome en sus besos, cierro los ojos, disfrutando de la calidez de su boca, Helen, noto como mi corazón se va acelerando y respiración se va volviendo mas rápida. El recuerdo de lo acontecido hace unas horas estalla en mi mente. Te quiero.

Y aquella necesidad imperiosa de sentir su piel desnuda regresa de nuevo con fuerza. Mis caricias, al principio algo tímidas, poco a poco se van volviendo mas audaces. Comienzo recorriendo su espalda con mis manos, acaricio también su cuello, joder, Helen... te necesito, mi excitación va aumentando a cada instante, y comienzo a notar una erección.

Me detengo un instante para quitarme la camiseta, esta se atasca unos segundos en mi cabeza pero finalmente logro quitármela, sonriendo vuelvo a besarle de nuevo, y comienzo a acariciar su cuerpo de nuevo, subiendo desde la cadera hacia su pecho, donde me detengo unos breves instantes.

Sin dejar de besarle, la atraigo entonces hacia mi, con la intención de tumbarme sobre el suelo con ella encima, esperando que ella entienda mi gesto. Tengo que desnudarme joder, necesito sentirla.

De nuevo, es como si nada mas existiese en el mundo, solos ella y yo.

- Aunque tuviera a alguien más - digo, mirando a los ojos a Tyler -. Noblesse obligue

Que es lo que los Colmillos Plateados han olvidado. Que con los privilegios vienen obligaciones. Quien quiera hacerse llamar noble, deberá comportarse como tal. La ascendencia que nos hace resplandecer crea sombras que nos eclipsan. El futuro se medirá en nuestros actos de hoy, no en los de nuestros abuelos ayer...por fortuna.

No me termina de quedar claro el encaprichamiento espontáneo, y de hecho, me produce mucha desconfianza, pero como Alex ha dicho, tenemos que mantenernos juntos. Además, si la tal Helen es una impostora o una manipuladora, lo descubriré más fácilmente si me quedo cerca. Siempre acaban dando un paso en falso, y la clave es poder verlo.

- Habrás pensando los mismos sitios que yo, Tyler - continúo -. En Japón no nos quieren tanto como para dar asilo político a una fugitiva, o nos la devolverían o la entregarían para no tener problemas. Hasta que no sepamos seguro quién ha sido, yo no la pondría a la vista de mi gente de Australia - mi Casa está en guerra, aunque digamos que no, y un rehén es igual a muchos favores -. Puedo intentar hablarlo con Eddie, pero es mi sensei, no mi protector, así que no sé si querrá o podrá refugiar a nadie en su Clan - tomo aire -. De momento la mejor opción es Madre Larissa o nuestros propios maestros, pero dado su historial, no sé si les apetece meterse en intrigas y escabechinas

Miro a Ben al terminar, esperando haber analizado bien la situación.