Partida Rol por web

 La fiesta estaba de locura, por primera vez en mucho tiempo me estaba sintiendo de maravilla como antes de hacer mi rito de iniciación, noches así las acostumbraba aunque no en el ambito universitario si no mas bien en el callejeo normal con los compañeros de trabajo. Serge e Ivan trajeron con ellos a un sujeto nuevo, parecía ser su primo, por mi bien mientras mas mejor aunque notar como se movía este sujeto me causaba cierta incomodidad, pero estaba de celebración como para amargarme.

 El poco vodka que conseguimos fue a parar a los estomagos de los únicos tres reales hijos de la madre patria, hasta nos daba risa ver como el resto de los invitados se ponian ebrios con cerveza. Bebi, rei, baile y hasta cante en grandes cantidades, incluso organice un pequeño concurso de bebidas donde quien no terminaba su trago dando vuelta el vaso perdía; empate con Serge al final pues ninguno de los dos quería perder y ambos queríamos seguir de fiesta un rato mas. 

 Cuando ya estaba empezando a afectarme la cerveza, el vodka se acabaría rápido, senti a alguien prenderse de mi brazo, si bien no era a quien esperaba pero no pude evitar perder la vista un momento. -De la vieja Rusia señorita- Comente con una sonrisa y perdiendo la vista de vez en cuando mientras le escuchaba hablar. Por lo visto no solo no veía a Rompe-Piedras esa noche, Bryan no tardo en irse también con una chica bastante atractiva, no podía negar la suerte que tenía para ligar y si me llegaba a mirar al irse solo vería como asentiría con la cabeza y levantaría mi chop de cerveza en plan "pasalo bien"; por mi parte me hubiese gustado hablar un rato mas con aquella rubia, pero algo me incito a dejar mi chop sobre una mesa. -Disculpame un momento, tengo que hacerme cargo de algo molesto- Aunque esas palabras las dije con tono amigable, mi semblante se mantuvo en una estatica sonrisa y ceño tensado pero sin fruncirse, estaba guardando las apariencias hasta aparecer detras de quien arrojo a Quimey así como un costal de papas.

 Solo esperaría hasta que se diera vuelta para decir con ese mismo tono amigable. -Pues vete andando a pie- Sería cuando le metería un puñetazo al costado de su quijada para tumbarlo al suelo y mostrar una actitud mas imponente y sería. -Quien molesta a mi hermano no es bienvenido, largo de mi casa- Mi mirada estaba clavada en ese sujeto hasta que lo viese irse del lugar, a veces era bueno tener rabia.

 Una vez mas senti que me tomaran del brazo; cambie la cara para volver a mostrarme sereno, pero al ver de quien se trataba solo pude sonreir con autentica felicidad al oir la propuesta. -Claro, que esperamos....oh cierto- Le haría señas a la amiga de Faye, pero al parecer me había alejado lo suficiente como para no verla. -Nah seguro encontrara con quien hablar, vamos- Y así seguiría a Faye.

Hizo una mueca de verguenza cuando le tomaste la mano y se la besaste, el calor se le subió al rostro - No, n...no fue nada en serio -sus mejillas rozadas se calmaron un poco cuando empezaron a hablar - ¿quimey? ese no es un nombre común ¿significa algo? ¿de qué país vienes?

Yo soy de aquí de nueva york, vine con mi hermana ya sabes... no tenía con quien dejarme en casa y no se le ocurrio mejor idea que traerme. Aunque ahora que estamos hablando no... no... no es tan malo suspiró

Le tomo la mano y nos escabullimos, andando entre tanta gente y música seria imposible que alguien nos viera. No estabamos a solas desde... ¿tokyo? Con lo que me costó deshacerme de Costel que me seguía a todos lados como un perro.

Llegamos al segundo piso, había un monton de gente ebria por doquiera, otros se besaban o estan en otras cosas más intensas, según pude comprobar. Pero la fiesta no me importaba, estaba hace rato rogando que el resto se distrajera.

Niko olí a vodka, pero no me molestaba para nada. amber no dejaba de mirarte, lo que me costo no... dejé la frase ahí, avanzamos por el corredor y por fin llegamos hasta mi habitación, miré a izquierda y derecha como si fuera una película de espías. Pero lo que viviamos no lo podía saber nadie o nos iria muy mal.

Abrí la puerta y crucé al otro lado, cerrandola con llave ¿por qué haces que me ponga celosa de mis propias amigas? mis manos tocaron su rostro y mis labios buscaron los suyos con urgencia, consiguiendo por fin alivio cuando se encontraron.

Había logrado establecer una conversación con la joven; cuando la misma pregunto por su significado empezó a recordar la lengua mapuche que había heredado en la enseñanza de su abuelo. Enseguida se puso ruborizado, - Es mapuche, un pueblo indígena...Esteeee..mmm..lo había olvidado, pero ahora que recuerdo me da vergüenza....significa lindo o bello - termino respondiendo como susurrando el final.
- Vine de Argentina, el extremo sur de América- rápidamente contestaba intentando pasar de largo la anterior parte de la conversación. - Tu nombre suena especial; bueno imaginaras que uno allí aprende ingles con los personajes típicos de Anna, Susan, Alice - se rascaba el pelo, quizás ella nunca entendería como en otros países se aprendía su idioma. - Nueva york, del otro lado del lago - comento mientras señalaba la dirección. - Sabes apenas llegue aquí quede impactado con la gran cuidad, nunca había estado en una -

Tapó sus labios con su boca- ¡El mío significa lo mismo en sanscrito! ¡que coincidencia! -rio un poco -Nunca fui a america del sur, pero me lo imagino como un lugar muy verde y hermoso. Con vegetación, montañas, ríos y lugares exóticos. Nueva york, no está mal pero como ves hay muchos edificios, te puedo llevar a conocer algunos lugares si quieres, solo tienes que pedirlo

Se tomó de las manos nerviosa - sabes... Si eres lindo, tu nombre te queda bien -nada mas decirlo se ruborizó también.

Algún día tendría que ir

Por unos momentos escucha a la chica y no puede mas que empatizar ante lo que cuenta, esa sensacion de ser diferente.Un pajaro enjaulado en una carcel dorada, que desea la libertad.Cuando hablo de escocia le paso por unos momentos el recuerdo de ciervo. 

-Asi que Harvard y bufete ten cuidado no me entren ganas de meterme en problemas- bromeo y despues veo como se lanza al lago.

Si pensarlo me quito la camisa los pantalones y  zapatos y me lanzo tambien al lago, despues de todo el pudor ya no estaba en nuestro lenguaje, se habia echo algo natural. Y la ropa no haria mas que arrastrarme hasta el fondo de aquel lago.

-Vaya esta fria. Hace tiempo que no hacia algo asi la verdad. Espero no encontrarme con tortugas por aqui-digo en broma recordando el baño que se dio durante el rito hasta encontrarse con la tortuga.

-Jaja no me hagas caso. A veces digo tonterias sin darme cuenta cuando estoy con chicas bonitas

Quedo igual de impactado que Indira, - Wooo - dejo escapar su asombro frente a que sus nombres significaban lo mismo; casualidad o destino el joven miro a los cielos y a un costado del busque; seguramente Huenu venía observando todo y los espíritus del bosque también.
- Que hacer, una ayuda no vendría mal - pensaba frente aquellos que desde la umbra observaban al joven garou con la muchacha.
- Mi familia es guarda parque, así que siempre viví en espacios como esté. Tal vez por eso ahora estamos acá, frente a las caricias del viento, el canto de las olas y la mirada de la luna - Quimey dejaba escapar aquellas frases típicas que lo definían como un Thuerge, sin intención de parecer un lunático, o un enamoradizo o un poeta. Miro por unos segundo el paisaje y respiro profundo, sin dudas disfrutaba aquel lugar; y más aun con la compañía de la joven.
Indira alagaba al garou, que con facilidad se avergonzaba. Se volvió para mirarla y contemplarla - Noo, yo soy normal. Tu eres la que representa la belleza con grandes ventajas frente a mi. Eres linda e inteligente, lista y audaz. Actuaste en ayuda des interesadamente, unos segundo más y quizás me ponía a llorar - rió frente aquella imagen en su mente de él mismo llorando; cuando lo más probable era que caiga victima de la rabia y echaría a perder la fiesta. - Sabes?, Los populares no saben ver bien si te consideran fuera de su radar. - termino por decir

- De repente esos problemas me gustan, Bryan -sonrió con el cabello mojado- Que coqueteo más tonto el mío. Soy muy buena en lo que hago, te sacaría en un santiamén de cualquier aprieto legal ¿te conté que soy la primera de mi clase? 

Ella se echó a reir cuando mencionaste las tortugas

- Y yo pensando que mis frases de ligar eran muy torpes y llegas tú para hablar de tortugas -se acerca nadando a ti- ¿puedo venir más a menudo? -se toma de tu cuello y te da un beso. 

Sus labios están tan helados como el agua.

Luego te suelta - No está mal para mi primera escabullida esta temporada -se echa a reir de nuevo- ¿de dónde eres?

- ¿Tus padres son guarda parques? ¡eso es tan genial! los míos son científicos, mi mamá es neurobiologa y mi padre trabaja en para la nasa. -te sigue escuchando con atención- Dices cosas muy bonitas, la forma en la que te expresas... es diferente, me agrada.

Ella se ruboriza nuevamente cuando recibe el halago sobre belleza, se muerde el labio inferior nerviosa -E... es que ayudo en primeros auxilios en mi escuela y como soy la primera de la clase,es la suma perfecta para que no te traten bien. Aunque no la paso tan mal, no me molestan mucho como a otros chicos- se queda pensando un rato, como si estuviera sobrepensando que decir a continuación, nerviosa.

- Quimey, cre... creo también que -dudó tartamudeando- si no se dan cuenta que... -se acercó y te dio un beso en la mejilla- me... me agradas, eres muy gentil

Asi que estoy ante una genio, me gustan las chicas listas.

Rio ante el comentario de las tortugas. Noto sus labios en mi como algo perdido quizas un recuerdo muy alejado de la primera vez.

Supongo que podrias venir. Por lo que veo se te da muy bien el escabullirte si alguna vez quieres hablar o cualquier cosa podrias venir.

Despues cuando me comenta sobre mi procedencia.

Un poco de todos lados. Naci en Philadelphia, pero estuve viajando por todo el pais durante toda mi niñez. Unos meses aqui, otros alla toco crecer demasiado rapido al mismo ritmo que nos moviamos.-digo cuando una mirada de añoranza.

 Jamas me mentire a mi mismo diciendome que no disfrutaba la adrenalina que era ese sentimiento que cruzaba por mi cuerpo cuando los nervios de que alguien nos viese se apoderaban de mi, y digamos que siempre que pasaba cerca de alguna pareja y Faye estaba cerca no podía el evitar sentirme molesto por no poder estar como ellos, era algo contradictorio.

 Revise detrás nuestro como último seguro de que nadie nos hubiese prestado la suficiente atención, sobre todo el que no estuviera ninguno de la manada en la casa. El alivio llego a mi cuando escuche el sonido del cerrojo funcionar, trabando la puerta para sellar vias de escape que no usaría, y entradas que nadie debía usar. 

 Me sentía malvado riendome levemente por como Faye demostraba que había estado celosa por esa chica que recien ahora vine a conocer su nombre. No me negue a sentir sus labios de nuevo, siempre eran reconfortantes para mi alma.

 -В темноте ума ,сердцемаяк- Era aquella frase que siempre usaba para calmarla cuando nadie pudiese escuchar o vernos, eso y colocar mis manos en su cintura para traerla cerca mio. -Lamento eso, pero tampoco puedo decir que no tuve ganas de echar a Sasha junto al imbecil que empujo a Quimey- Reconocía mis celos ante ella aunque mi sonrisa ocultaba una ira que a cada segundo se esfumaba. -Espero que pienses que la fiesta era un plan maquiavelico para poder llegar a estar a solas contigo- agregaría divertido siendo yo quien buscase sus labios, su calidez era algo que me facinaba pues siempre se mostraba fuerte e intimidante.
 

Oírlo y tenerlo tan cerca me calman pero también mi corazón late con más fuerza, me estremezco cuando el toca mi cintura y la acerca hacia él. Es la única persona en el mundo a la que me muestro como soy, dejando todo lo vulnerable a la vista. Me conoce, quiero que sepa que el se ha convertido en mi mundo, que me hable en su idioma natal apaga las alarmas en mí, bajo la guardia y todo lo que quiero es estar junto a él.

Mis dedos se mueven con vida propia desabotonando la camisa de Niko, no dejo de besarlo, besarlo es el modo mas directo que tengo de expresarle todo lo que siento por eso tampoco le impido a sus manos que se deslicen por mi cuerpo, que me despoje las prendas de vestir. Cada parte de mi lo añora, hemos andado con tanto cuidado siempre y ahora no es diferente, lo unico distinto es que esta es nuestra casa, la compramos juntos, él y yo.

Él adivinó lo que yo quería y nos consiguió un lugar muy especial Te amo niko la respuesta fue torpe, pero la dije en su idioma el que él me había enseñado, por lo menos un par de palabras redcuerdo que "taxi" esa fue la primera que me aprendí. Decirlo me sinceraba, de toda la mierda que había tenido que aprender con los señores de la sombra, de la capa dura y de mentiras con la que me tenía que vestir siempre.

Recosté mi cuerpo sobre la cama, blanca y fría, me gustó sentir el peso de su cuerpo sobre el mío, sus cabellos, sus labios hasta el aroma a vodka. Sentir la barba creciendo en su rostro me provocó cosquillas pero no reí porque mi cabeza estaba en otro lado ya, no pensaba con claridad, me perdía entre sus besos y sólo quería más de él.

Escuchaba sobre la familia de Indira, no sabía bien que eran algunas de esas profesiones pero sonaban ser importantes; sin dudas había heredado grandes dotes familiares que la llevarían al éxito.
- Si, es como tener un gran parque para jugar, pero bueno en una gran extensión. Con ellos aprendí un poco de veterinaria - comento frente a la emoción del trabajo de guarda parque. Parecían tener gustos en común, por el sanar a las personas. - Sabes, mi abuelo me enseño curaciones tradicionales y también aprendí un poco de lo moderno; aunque haz visto que auto tratarse es difícil - lo decía refiriendo al episodio dentro de la casa, dedicando una sonrisa cálida. Por unos instantes se enojaba internamente frente aquel comentario de maltrato escolar; - sin dudas más de uno se haría en los pantalones si me viera en metis - pensaba frente aquellos estúpidos humanos que probablemente con su energía negativa alimentarían al wyrm.
La joven se acercó y beso a Quimey en la mejilla, por unos segundo su cuerpo tomo calor; pero la testosterona empezó a correr por su cuerpo, aquel impulso animal daba el empujón que el Theurge no se animaba a dar. Giro su cara y quedo a pocos centímetros de Indira, podían sentir la respiración del otro y sus labios casi se tocaban. - también me agradas - susurro pudiendo sentir el movimientos de sus labios tan cerca del calor de la boca de la muchacha.

-Perdona, no quería incomodarte- se tocó sus labios y señaló los tuyos, aludiendo al beso -genio pero parece que el coqueteo no es lo mío. Mejor me concentro en las leyes.-se rie.

Te tira agua al rostro - Se me da bien leer a las personas pero tú eres difícil, no se si me estás coqueteando, te gusto o... no. Me confundes Bryan -te vuelve a tirar agua- Philadelphia es una ciudad bonita, siempre he querido ir a ver la campana de la libertad, es uno de los íconos de norteamérica.

Nadó un poco más lejos -No pongas esa cara, no puedo saber si estoy equivocándome grandemente o esta noche puede terminar, algo más divertida -hizo una mueca que pareció divertida- No se le hace eso a una chica

- Este lugar parece bonito, podriamos pasear alguna vez... digo, no, no es obligación ni nada, lo que pasa es que siempre veo edificios y... esto... -se queda callada y agradece que hables de tu familia- Tu abuelo parece una persona muy sabia, america del sur tiene lugares muy misteriosos. Me agradaría conocer a tu abuelo alguna vez, sería muy lindo. Tendría que aprender español ¿no?

Escuchó lo de auto tratamiento -Sí, estuve mirando universidades, me interesa estudiar medicina y aprender mucho. Mi sueño es unirme a la cruz roja y ayudar a la gente que no tiene como costear medicinas ni médicos.

Después del beso en la mejilla, ella no apartó el rostro cuando lo giraste, su respiración aumentó y nuevamente sus mejillas ganaron color. Sintió un cosquilleo sobre sus labios cuando le dijiste muy cerca que también te agradaba ella no se movió al principio. Pero luego aproximó tímidamente sus labios a los tuyos, aceptándote el beso.

Fue tierno, dulce ella se acercó un poco más a ti y te rodeó con los brazos con dulzura y mucha más timidez. Cuando terminara diría:

- T..u .. tu... mi primer beso... yo... -primero no te miraría a los ojos, su respiración continuaría agitada -me... gustó...

 En momentos así tardaba un poco en reaccionar pero si lograba entender que mis palabras y bromas estaban de mas. Ella tenía que cargar con un peso muy grande al tener que comportarse como una digna heredera del linaje que portaba, una señor de la sombras de lo mas fría e intimidante ante el mundo, que todos supieran solo con verla que nadie podía o debía intentar pasarle por encima o se llevarían una horrible desgracia a cambio. Pero era yo el único afortunado de poder verla como era, como esa agradable y noble porrista de la que no he podido desligarme en esos tres años.

 Cada día durante mis primeros dos años fueron un martirio por pensar en ella. Miedo y duda de que conociera a alguien que pudiera estremecer su mundo mas que yo, de que los ideales y costumbres de su tribu hayan forjado a ella el repudio a la posibilidad de enamorarse de otro garou, mas aun de alguien que perteneciera a su tribu mas conflictiva con estos; el temor a no ser lo suficientemente necesario para ella; muchas formas de decir mi temor a que me dejase. Pero el verla de nuevo desde nuestro primer reencuentro y encontrar que aun era aquella chica que me cautivo desde la primer mirada, solo reforzaba lo que sentía por ella.

 Esa noche no era muy diferente de otras que habíamos compartido. La pasión era fuerte pero nuestro control nos evitaba cometer estupideces. Aun así esta se veía reflejada en los suaves roces de mis labios con los suyos y las posesivas manos que marcaban su cuerpo como mio a través de caricias que buscaban provocar mas que un sentimiento de tratar de reconfortarla, de masajear esos cansados hombros que debían cargar el peso de esa molesta capa de plumas negras. Así como a su vez ella me despojaba del linaje que hacía grande a mi familia, de la sombra que no podía evitar que me tapara.

 Solo eramos ella y yo recostados en una cama dentro de una cabaña en un remoto bosque mientras fuera podría pasar cualquier cosa que no lograría importarnos en lo absoluto. -También te amo- Respondí en un tosco ingles a causa de la falta de aire entre beso y beso, amaba escucharla decir esas palabras en mi lengua natal, su ascento yankee le daba un atractivo especial ademas de lo que implicaban esas palabras. Le despojaría de cada prenda que estorbase y le demostraría mi amor de la mejor forma que conocía, compartiendo un momento mágico como tantos otros pero a su vez especial a su manera, distinto e irrepetible. -Te extrañaba amor, extrañaba estar contigo- Confese dedicandole mi mejor sonrisa mientras buscaba que ambos quedasemos ocultos entre las sabanas.

Me acerco un poco mientras comento 

Un verdadero genio, cualquier porrista de instituto me hubiera hablado de que es la ciudad de Rocky. Pero sin embargo tu me hablas de cultura-digo mientras le tiro tambien agua a la cara por dos veces y aprovecho para hacer dos quiebros y acabar delante de ella.Sin decir nada la cojo por la cintura y la levanto en el aire por sorpresa y la hago girar hasta bajarla y entonces la beso mientras la mantengo agarrada por la cintura cerca de mi.

No se te da tan mal como crees,solo que soy un chico dificil.

Beso a la joven, con cariño y dulzura, cubriendo entre sus brazos de forma protectora. Se extasiaba con el sabor de sus labios y el aroma de su piel, el calor aumentaba por su cuerpo y en su órgano sexual.
Ella era la representación de la humanidad por la que Quimey estaba dispuesto a pelear, aquellos que se despegaban de lo material y de las redes de la Tejedora para ayudar a los que más lo necesitaban.
- Y tu el mió - respondió al final el beso, para luego con la mano acariciar la barbilla de Indira y levantar para poder ver sus ojos y establecer esa conexión donde las palabras dejaban de ser sonido y pasaban a ser emociones manifestadas en la umbra.
Quimey tomó la mano de la muchacha y entrelazo sus dedos. Deseaba volver a besarlá, ¿pero acaso era aquello correcto?, sus ojos contemplaban la belleza de la joven, sus profundos ojos, su cálida piel y sus carnosos labios. Volvió a abrazarla para quedarse así un rato.

Nikolai Petrov me enloquecía siempre, pero era el que más nos cuidaba se aseguraba de que no trajeramos metis al mundo por error, eso me hacia amarlo más. Desnudos ya e iluminados tan solo por la poca luz que se filtraba por las ventanas de la habitación, nuestros cuerpos se enlazaban y danzaban al ritmo y cadencia que ambos habiamos marcado.

Dimos un giro sobre la cama y de pronto, quedé arriba, mi cuerpo se movía siguiendo al suyo poco a poco, aumentando la carrera de nuestros cuerpos urgentes de placer. Las sábanas cayeron a un lado, mi cuerpo se bamboleaba y el sonido de la música ocultaba los gemidos que ya me costaban controlar.

Él era lo único que me importaba, lo supe desde que me abrazó en aquella cueva perdida. Cuando respetó mi espacio cuando no estuve segura de lo que estaba por venir. Tenerlo dentro de mi era sólo la expresión física de lo que sentíamos el uno por el otro.

Me apreté hacia él, con el aliento que se escapaba de mi garganta, mis pechos también se movían al unísono, su cuerpo u y mi cuerpo eran solo uno. Levanté la cabeza dejándome llevar por el momento, mis mejillas, mi rostro se llenaron de calor, del calor que Nikolai me provocaba, el rubor alcanzó su límite máximo cuando la tibieza de él entró en mi.

Caí sobre su pecho húmedo del sudor, agitada, pero sin soltarlo, sin que el saliera de mi, hasta que poco a poco me acosté a su lado y besé su rostro.

Te amo tonto Nikolai Petrov seguí respirando rápido con el corazón que lo que mas deseaba era escapar de mi pecho

Ella permite que te aproximes - es porque no soy una porrista -siente tus manos ir por su cuerpo, cuando la alzas con tanta facilidad como quien levanta un móvil, un zapato o un niño pequeño.

Se deja besar, siente el calor de tu lengua introducirse en la suya, pero no protesta sino que te corresponde y se toma de tu cuello. No besa nada mal, ni tu tampoco, te aborda un sentimiento de calma.

Cuando hablas ella sonríe - ¿chico difícil? ¿como las tortugas?-bromea mientras vuelve a besarte- lo que me agrada de ti es que no me rehuyes, aunque sabes de donde provengo. Me gusta eso Bryan. Otros dan tres pasos al costado y se van, pero tú, eres osado. Me gusta.