Partida Rol por web

Aguanté como pude el golpe intentando no soltar ningún gemido de dolor. Sabía que Aiki lo había echo bien y había sido yo el que no me había impulsado como debería. Y siendo realistas, igual me sería más fácil subirla a ella que al contrario.

- Probemos al revés - comenté al tiempo que acababa de quitarme algo de tierra de la cara y la ropa.

Al igual que ella, me parapeté con la misma posición, flexioné las rodillas y junté ambas manos. Apreté los dientes para intentar ignorar el palpitante dolor en la cara y finalmente susurre - cuando quieras.

Aiki vio la posición del chico, y se preeparó, cogió aire y sacó sus uñas retráctiles, con intención de añadir a su escalada y salto un apoyo extra. Aquella ventana le recordaba a cuando buscaba espiar las conversaciones que realizaban en el segundo piso de la posada de los Shine, discusiones de mercado y el reparto de la comida de su abuela para abastecer diferentes tiendas, y las elecciones en cuestión monetaria de dicha mercancía, y con ello las ganancias que obtendría cada colectivo.

Cuando pensó en ello, fue casi como volar... El apoyo de Ed fue perfecto para su ligera figura, un agradable escalón que fácilmente le subiría hasta las estrellas. Cuando llegara arriba, le abriría la puerta.

Inara dio un paso firme y sonrió en el silencio. Aquella jovencita los había confundido:

-H-Hola, no... no somos Ven, todo lo contrario. Venimos a ayudarte...

- Un momento... ¿dragones? -los dragones que yo conocía eran demasiado grandes como para estar en una celda de este tamaño, aunque eso explicaba el ver nuestras vidas como si de una obra teatral se tratara- ¿Y podrías morir si intentas hacer algo? Eso suena... triste, estar limitado a solo poder observar. Es como cuando lees un libro pero sabiendo que no es ficción si no una realidad -hubo una cosa en sus palabras que me hizo alertarme de golpe- Un momento ¿mis amigos? ¿están intentando sacarme de aquí? Le dije a Khya que no interviniera, ahhh, bueno supongo que era inevitable al fin y al cabo si yo me he metido en esta situación por mi sentido de la justicia ella no podía quedarse quieta con su gran corazón. Solo espero que no se metan en demasiados líos... y que Ed cuide de ella. No te preocupes Hesca en cuanto salga de esta celda me asegurare de que esta historia si acabe bien.

Casi me caigo al suelo del susto al oír las palabras de la joven. Tras recomponerme, me pongo al lado de Akiyama.

- Así es, venimos de parte de Ven para ayudarte, todo lo que puedas contarnos acerca de la celda en la que estás encerrada, y como sacarte te lo agradeceremos, y por cierto... ¿has visto a un chico delgado, de pelo castaño claro que lo lleva peinado así como para un lado? - no pude evitarlo, tenía que preguntar por él.

A pesar de la poca fuerza que presentó Ed ante el salto de Aiki, ésta logró encaramarse antes de que el cazador cayera de culo al suelo. Una vez arriba, Aiki se encontró en el despacho del alcalde. A simple vista pudo percatarse de un escritorio lleno de carpetas bien ordenadas y algunos cajones cerrados. A un lado de la habitación, unos cuantos muebles donde guardar documentación y a la otra, dos sofás con una mesita, posiblemente para visitas importantes. Y frente a ella, la puerta que daba al resto del ayuntamiento cerrada con llave.

-¿Entonces lady Ven está a salvo? Temía que le hubiera sucedido algo por su tardanza...- dijo con voz algo preocupada la chica.- No lo he visto, pero seguramente te refieras a Jacklin. Estaba hasta hace poco en la celda de al lado, pero tratamos de robarle la llave al guardia y le pillaron. Lo han llevado a una celda solitaria. Será imposible sacarlo de aquí. Así que por favor, aunque sea difícil confiad en mi.- Phia parecía ponerse seria ante lo que iba a decirles.- Mañana lo llevarán a juicio en la plaza. Mientras se lo llevan será cuando menos guardias haya por aquí. Debéis de ayudarme rompiendo estos barrotes, aunque hagáis ruido. Una vez fuera iremos a por un carro que Lady Ven y yo escondimos e iremos a rescatar a vuestro amigo. Desde ahí, lady Ven habrá conseguido un barco y huiremos a la mar.

Ni corta ni perezosa , Aiki tomó una silla y la asomó por la ventana, haciendo un leve gesto para que Ed no fuera golpeado por ella. Si las puertas no le daban la bienvenida, crearía una nueva ella misma.

Tras dejar caer con cuidado la silla, se asomó ofreciéndole la mano.

- súbete al respaldo y coge mi mano - sin necesidad de alguien en quien apoyarse, y alguien arriba dándole la mano, debería ser bastante sencillo subir. No era que no pudiera buscar ella, era que buscar entre dos era más rápido y efectivo.

Me giré algo nervioso para ver si habíamos alertado a alguien con todo el alboroto que estábamos montando, pero aquel no era el momento de preocuparse - quién no arriesga, no gana - pensé subiéndome a la silla y alcanzando la mano que me tenía Aiki.

Una vez arriba, por un momento me quedé algo pensativo y confuso... la agilidad de la muchacha y la fuerza que había demostrado había sido cuando menos sorprendentes... y esas orejas - ¿desde cuando tiene eso ahí? - me pregunté mirándolas fijamente. Finalmente sacudí la cabeza con fuera - céntrate Ed! - me dije finalmente antes de dirigirme al escritorio - vamos a buscar bien, si hay información que lo incrimine... no creo que esté a simple vista - susurré empezando a echar un vistazo por encima a los documentos de la mesa y a intentar abrir lo cajones.

Aiki y Ed estuvieron buscando un buen rato por todas partes del despacho. Todo lo que encontraban eran papeles relacionados con la gestión del pueblo. Pero nada incriminatorio. Sin embargo, cuando Ed abrió uno de los cajones, encontró algo interesante: una llave. No parecía haber nada que abrir en aquella habitación y tampoco parecía ser la llave de la puerta. Por lo tanto otra cosa lógica para pensar es que se tratara de la casa del alcalde. Sin embargo a esas horas seguro que estaría en ella. Sería mejor dejarlo para el día siguiente, cuando estuviera fuera.

Maldije por lo bajo al no encontrar nada incriminatorio y me molesté conmigo mismo al pensar que todo sería tan fácil.

- No he encontrado nada aparte de esto – susurré mientras le mostraba la llave a Aiki - ¿crees que los tendrá ocultos en alguna caja fuerte en su casa? – pregunté… aunque la estrategia tenía su lógica, si alguien registraba el ayuntamiento no encontraba nada aparte de la llave, si alguien registraba su casa se encontraría una caja fuerte pero sin forma de abrirla.

- ¿Qué deberíamos hacer? – me pregunté – si esperamos al día siguiente, iremos a contrarreloj y quizás no lleguemos a “juicio”, aparte de que ese maldito verá que han registrado su despacho y dará la alerta, por otra parte, ir ahora a su casa es todavía más arriesgado – miré entonces a la chica gato con gestos nerviosos y cara de circunstancias - ¿nos arriesgamos? – pregunté de nuevo, esperando que ella hubiese llegado a la misma conclusión.

Aiki sonrió al escuchar al chico, le acababa de dar una idea...

- efectivamente lo verá jeje - tomó papel, sobre y pluma y escribió una nota, la dejaría en el lugar de la llave. Le enseñó la nota a Ed...

“” escribió:

[i]- esto debería darnos como mínimo unas horas mientras busque confirmar si puede seguir o no con la ejecución ¿no?

Necesitarían que alguien le distrajese al salir de su casa, unos infiltrados buscan pruebas y la caja fuerte, en esos minutos ganados, el alcalde ve la falta de su llave, frena el juicio momentáneamente, lo que equivaldría a unos diez o quince minutos más, busca rastro de quien ha cogido las pruebas que le incriminan y corre a su casa, con suerte una hora extra para buscar... Pero preefrería quede evaluara si veía viable el plan.

A pesar de que todo me parecía un imposible, iba a confiar en ella, si Jacklin lo había hecho no debía tener dudas, hasta ahora Ven no parecía haber mentido en nada. Además el tiempo corría en nuestra contra y de ser así sería la única manera de salvarlo, eso sí, si nos traicionaban, tendrían que enfrentarse a toda mi ira.

- Así lo haremos entonces, confiaré en ti. Y sí, Ven está bien, no te preocupes ahora por eso,  - digo mirando de reojo a la chica que parecía haberse quedado muda de repente, aunque podía entenderla, era una situación delicada.

Tras haber acordado el plan, Khya y Akiyama acabaron saliendo de la prisión por donde se colaron y regresaron a la iglesia. Allí se encontraban ya Ed y Aiki. Había que explicarse el plan y descansar, pues mañana sería un día difícil.

Tras dejar la nota y dar un último vistazo, Ed y Aiki salieron de allí, regresando a la iglesia. Pronto llegaron Khya y Akiyama. Ahora debían de poner en común lo descubierto e irse a descansar, puesto que el día siguiente sería un día difícil.

-Eso espero.- Contestó la voz.- En esta historia alguien debe morir y tu forma de actuar será clave para ello.

Tras decir aquello, la presencia que sentía Jacklin de pronto se desvaneció.

Una vez a salvo en la iglesia, lo primero que hice al ver a Khya fue negar con la cabeza – no hemos encontrado nada aparte de esta llave – comenté enseñando el objeto disimuladamente – creemos que abre algún cajón o caja fuerte en su casa donde está lo que buscamos… pero en su despacho no había nada – luego miré a la chica gato un momento antes de seguir – Aiki ha tenido la idea de dejarle una nota amenazándolo para ganar algo de tiempo, pero no se como se lo va a tomar – añadió, aunque en un primer momento no me convenció demasiado no dije nada al respecto, ya que todo lo de este continente seguía siendo un misterio y con algo de suerte nos haría ganar algo de tiempo aunque la ventana rota y el haberlo revuelto todo seguro que lo iban a poner en alerta des del primer momento.

- ¿Vosotras que tal? – pregunté esperando recibir buenas noticias para variar.

Ya lo había resumido todo él, por lo que solo podía esperar que Khya e Inara trajeran mejores noticias. Por el momento estar muy de madrugada esperando a que el alcalde dejara su casa era la mejor opción, y sin duda preferiría métodos más suaves.

Sabía que no estaba ya ahí, el porque era difícil de dar simplemente lo sabía. Sus palabras resonaban en mi mente agarre el collar que llevaba al cuello con la foto de mi familia dentro, respire profundamente y trague saliva ¿como se supone que uno recibe una noticia así? Alguien debe morir sin más me gustaría gritar, pensar y creer que podía evitarlo que no era necesario un derramamiento de sangre pero no era el caso y una vocecilla en lo mas hondo de mi ser se deleitaba pensando que podría ser la muerte de ese estúpido alcalde, una escoria menos, mi otra mano acabo en mi cabeza mientras negaba ¿que estaba pensando? Me senté en el suelo en una esquina de la habitación apoyando con ambas paredes, fui cerrando poco a poco los ojos en la oscuridad casi sin darme cuenta... estaba cansado... mucho mas de lo que quería admitir pero no físicamente.