Partida Rol por web

Nadie había dormido bien la noche anterior, pero aunque hubieran descansado durante semanas no estarían preparados para la vorágine que les esperaba en la comisaría. El lugar estaba tomado por la prensa: la poca contención que se había logrado de los dos asesinatos anteriores se había visto desbordada por la muerte de Robledo. Había un asesino en la ciudad, alguien capaz de llegar incluso a quien dirigía al equipo de investigación para capturarlo. ¿Una venganza? ¿Una conspiración? ¿Un perturbado con suerte?

Cada uno de los miembros del equipo logró colarse en el garaje atravesado una marea de reporteros que pedían soluciones, respuestas, datos. Como si ellos tuvieran toda esa información.

Poco después estaban en la sala principal de reuniones. Con ellos estaba el comisario superior Jaime Agraman, el informático forense Jesús Miguez, el director forense Pedro Jimenez, Daniel Santos el jefe del equipo de criminalística e Isabel Lérida, la relaciones pública de la policía. Ella sería quien tendría que lidiar con toda aquella jauría de reporteros intentando mantener al equipo a salvo de ellos para que pudieran dedicarse a su trabajo.

—Bueno, ya tenemos a las fieras sueltas.— dijo Agraman refiriéndose a la prensa mientras se frotaba la sien —Isabel va a hacer todo lo que pueda para manteneros al margen pero necesitamos darles algo. Por el momento las conclusiones que saco de los informes es que nos enfrentamos a un asesino solitario que no va a por presas fáciles. Vamos a intentar mantener lo del ritual fuera de los focos, pero está claro que la violencia de los crímenes será complicada de ocultar. El caso es que al menos podemos intentar que no cunda el pánico en la población general ya que este tipo no parece ir a por jovencitas desvalidas o gente de la calle. Adelaida Menéndez, Marina Bragante, el propio Robledo... no son gente de a pie.
 

—Eso bastará de momento para tranquilizar al público general, pero desde luego incrementará la intensidad del circo mediático.— Isabel era una profesional en su campo, si alguien podía lidiar con aquello era ella —Vuestra parte del trato es la de siempre: 'no hay declaraciones', 'es una investigación en curso'. Intentad no perder los estribos. Ceñíos al silencio. Os van a dar la brasa pero no si ven que no soltáis prenda os dejarán en paz. No intentéis ser amables: comportaos como funcionarios de ventanilla cerrada. No cedáis a provocaciones ni aunque los tertulianos de turno empiecen a ejercer de investigadores de postín. Si vosotros mantenéis la calma yo me encargo de lo demás. Si necesitáis que filtre algo para poner nervioso al cabrón que está haciendo esto hablad directamente conmigo y me encargaré de que 'fuentes oficiales' dejen caer la noticia en algún oído interesado. Ahora me voy a la primer ronda de combate. Cuando termine si queréis decirme algo estaré en mi despacho. Suerte con todo.

La muchacha abrió la puerta de la sala de reuniones con calma, dispuesta a enfrentarse a su parte del problema. Los demás que quedaban allí tenían ahora que resolver su parte.

—A mí me tocará calmar al alcalde y a los políticos de turno. Espero poder hacerlo la mitad de bien que Isabel.— bufó realmente molesto Agraman —Pero ahora vamos a lo que vamos. Hemos solicitado el traslado de ese tal Isolino García desde Galicia. El papeleo está tramitado y aunque están poniendo pegas en el hospital donde está internado pero tengo contactos que acelerarán el proceso. Espero que esta misma tarde lo trasladen y mañana por la mañana lo podréis interrogar en una clínica de Madrid. Con este gesto quiero dejar claro que no voy a cuestionar ninguna de vuestras acciones... de momento. Necesito soluciones y me voy a fiar de vuestro instinto. Pero ¿qué tenemos hasta el momento? He pedido que estén presentes en esta reunión Miguez, Jimenez y Santos para asegurarme de que lo que necesitéis se haga de inmediato pero también para intentar poner en común lo que haya hasta el momento.

Se quedó mirando a Gutierrez y Montalbano. Meneó la cabeza como si dudase como abordar lo que iba a decir a continuación pero finalmente suspiró y fue al grano:

—Han llegado a mis oídos rumores de que alguien del departamento podría estar involucrado en esta locura, ya sea por acción, negligencia u omisión. Necesitamos aclarar eso de inmediato. ¿A qué nos estamos refiriendo? Es una acusación muy grave que puede lastrar todo nuestro trabajo y dejarnos en una situación de desamparo no sólo frente al cabrón que esté haciendo todo esto, sino ante los familiares de las víctimas y la sociedad en general.
 

- No creo que hagan investigaciones de postín, si hubiera uno de esos periódicos con ese tipo de gente, así que no creo que gente como nosotros nos creamos esa farsa y entremos en ese juego absurdo... la duda me asaltaba a la mente, porque ahora mismo cualquier conpiranoico tendría las ideas más claras de yo con la información con la que me manejaba ...podría ser respuesta al corto avance, pero de hacerlo alguien será muy bueno en lo que hace.

Gustavo estaba asistiendo a la reunión casi como un zombi. Había dormido un poco de aquella manera... con constantes sueños extraños en los que Isolino cobraba un papel crucial. Por un lado le repugnaba tener que volver a verlo y, a la vez, ansiaba ese encuentro con verdadera avidez. Entre eso y varios periodos de vigilia la mañana había llegado con más pena que gloria. Si a todo aquello le sumabas un café repugnante y una horda de periodistas acechando la Comisaría como un enjambre de moscas circundando una mierda, la cosa pintaba cada vez peor.

Luego llegó la puesta al día con Agraman. Por algún motivo las relaciones con el nuevo jefe al cargo eran extrañas. Como si nadie confiase en él. Gus así lo sentía. Como si Robledo hubiese sido un gran amor de juventud que nos hubiese roto el corazón y ahora no estuviésemos dispuestos a confiar en alguien para volver a entregarlo. El corazón... la metáfora cobraba tintes siniestros en aquellas circunstancias.

Pero el asunto de estar siendo vigilados, o más bien boicoteados, por alguien del Cuerpo no era moco de pavo. Agraman se puso serio con el asunto y dejó caer la pregunta como un peso. Cortés no tenía nada que decir al respecto... no había sentido nada parecido. Lo cual era lógico teniendo en cuenta que llevaba un par de días en Galicia y había regresado a Madrid hacía apenas unas horas.

A menos que...

Ciertamente el investigador había sentido un escalofrío de desconfianza en la casa de Robledo. La carta... la científica la había debido de coger para analizarla. Huellas, restos... grafología. La propia nota augurba que era una prueba en sí misma y que "ellos" la harían desaparecer. La advertencia era tan cáustica que Cortés le sacó na foto con el móvil. Si esa prueba desaparecía era que, verdaderamente, había un "ellos".

- Tengo que hablar con los de la científica... hay algo que me preocupa. ¿Hemos terminado, jefe?

Montalbano suspiro profundamente y lo soltó sin muchos miramientos.

—Creemos que un coche robado en el sur de Madrid tiene relación con el incidente del agente Spinola. Este agente estuvo en la escena del crimen de Bragante y ahora esta grave en el hospital. Siguiendo esa pista encontramos que "unos policías" habían estado preguntando por él antes que nosotros. Esos "policías" coincidían con la descripción de los supuestos asaltantes de Spinola. No pudimos descartar que fueran policías.

Montalbano paso la mirada por sus compañeros, intentaba ver si estaban dispuestos a seguir contando mas. Con eso a él le parecía suficiente.

—Y ahora Robledo es otra de las víctimas. Empieza a haber muchos policías involucrados. Eso levanta sospechas. Pero también puede ser una coincidencia. No hay nada que indique que el incidente de Spinola este relacionado con los asesinatos, salvo nuestro instinto. Pero quizá fue un incidente al margen de los asesinatos.

— Tenemos que atar cabos. Esta todo demasiado abierto...

Gutierrez llegó de muy mal humor. Pese al agotamiento, le había costado un par de whiskies largos conciliar el sueño y aún así no hubo descanso, solo pesadillas y continuos despertares.

La comitiva de periodistas rodeando el su coche como una bandada de buitres en busca de carroña solo le puso de peor humor.

- No será ningún problema. - gruñó cuando Lérida les pidió bloquear a los medios pero hizo una inclinación de cabeza hacia ella para aclarar que su cabreo no tenía que ver con ella.

Cuando Montalbano explicó el tema de que uno del cuerpo pudiera estar pringado, amplió la explicación.

- Habían ido un par de policías cuando el dueño cursó la denuncia por el robo pero llegaron un el mismo día. También estuvieron preguntando a los yonkis de la zona, suponemos que para asegurarse que nadie se había fijado demasiado en lo sucedido, pero no conseguimos sacarles nada. Yonkis...

Se encogió de hombros, como si no hiciera falta más explicación en ese asunto.

- El dueño del taller dijo que era un tipo con pinta de boxeador, lo que cuadra con la imagen que tenemos de la cámara de Spinola. Del otro solo no supo dar descripción; los yonkis tampoco, solo que daba "mal rollo" y con ojos que daban miedo.

Estaba tan cansado que ni se molestó en imitar el tono de voz de los yonkis.

- Si a eso le sumamos que hayan localizado y entrado en casa de Robledo, huele demasiado a alguien bien conectado con el cuerpo.

Agraman escuchaba a sus hombres frunciendo el entrecejo. Miguez, Jimenez y Santos abrieron la boca reflejando su sorpresa. Pero el comisario superior fue tajante:

—No quiero que salga una palabra sobre el tema de esta sala.— su mirada fue precisamente hacia Miguez, Jimenez y Santos —Pero no vamos a descartar tampoco esa línea. Trabajarán en contacto directo entre ustedes y no quiero intermediarios. Si la corazonada es un error no se manchará la imagen del cuerpo con sospechas absurdas, si está en lo cierto no le daremos ninguna pista a quienes puedan estar implicados. ¿Estamos de acuerdo?

—Hostia puta...— Miguez no pudo reprimir la expresión —Sí, coño... claro que estoy de acuerdo. Puedo intentar cotejar la foto con las bases de datos de personal sin llamar la atención. Joder. Aunque lo tenga que hacer manualmente tampoco voy a tardar tanto, pediré primero un listado por complexión física y sexo de gente que esté en activo ahora mismo.
 

—En ese tema no creo que pueda aportar nada salvo mi silencio. Por supuesto que entiendo la gravedad del asunto.
 

—Totalmente claro.— corroboró Santos —¿En cuanto al resto de las pruebas, los procesos... debemos tomar algún otro tipo de precauciones? Ahora mismo tengo a casi todo el departamento trabajando en estos casos. Esto es un equipo de doce personas... Aunque si ahora reduzco el personal y la corazonada es cierta podría provocar un efecto de aviso. De todos modos no tengo a nadie en el departamento que encaje en esa descripción.
 

- Sí, Santos... sí puede hacer algo. - apuntó Cortés. - La nota que se encontró en el escenario del crimen del Comisario. La propia nota apuntaba a que esta sería una prueba que podría "desaparecer". Si eso sucede... si esa prueba se pierde o contamina... eso nos llevaría a reducir el cerco. O quizá ampliarlo...

La frase sonó realmente agorera. Auguraba la posibilidad de que no solo alguien del cuerpo estuviera implicado sino que, más aún, hubiera agentes de todos los departamentos metidos en aquel barrizal. Sin embargo, por respeto a la pérdida de Robledo, Gustavo dejó de hablar a tiempo. A buen entendedor...

- Sería bueno darle prioridad a esa prueba... grafología... huellas. Me pregunto por qué el propio asesino apunta a que la nota podría desaparecer. Por un lado da que pensar... que la prueba tiene algo que incrimina a su creador. Lo que nos lleva al asunto de los asesinos en serie... estos, generalmente, quieren ser descubiertos pero disfrutan con el juego de ser cazados. Psicópata de manual.

Estaba intentando refrescar mi mente, extraer una idea entre el caos de datos que ahora amenazaba su cabeza. No sabía si estabamos ante un asesino en serie que nos superaba a todos en conciente, o era un ser sobrenatural, no, eso no era posible de ninguna forma, no iba a dejar que la irracionalidad me tomase las ideas...- Isolino decía que eran unos carceleros, que los iban asesinando, estaba en duda, pero supongo que es como ese crimen de "Razas" de 1994, quiero decir que se han creado unas identidades en la secta, pero al mismo tiempo no son nadie, como decía Montalbano sus vidas son inexistentes son cascarones o algo similar... estaba hablando según pensaba ...si alguien aquí es un infiltrado, en su historia quizás exista algo que conecte, puede ser algo artificial, inventado y que destaque con solo verlo, creo que debería revisarlo, si Cortés tiene razón podemos cerrar el cerco en torno a un grupo muy concreto.

- Tan pronto tengas un listado de aquellos que coincidan, quiero que me avises, Miguez. - dijo al informático, queriendo hacerse cargo de ese punto. - Caí en gracia a esos yonkis y seguro que les saco alguna foto a cambio de un par de pitillos.

Sopesó las palabras de Santos unos segundos, jugueteando con la cajetilla de tabaco lentamente sobre la mesa.

- Lo mejor será seguir como hasta ahora. - miró a Agraman, ya que él tenía la última palabra. - Pero llamame al móvil tan pronto tengas algo y relentiza lo posible el envío de resultados por la vía habitual. De esa forma sabremos si sale algo de tus chicos o si es alguien del medio.

Estaba convencido de que había alguien pringado pero no sabía si directamente o simplemente alguien que debía favores o había aceptado un sobrecito bajo la mesa de una cafetería.

Iba a esperar a que el Comisario despachara a los tres que no formaban parte del equipo para comenzar a organizar las líneas temporales y, en su opinión, Santos, Jimenez y Miguez no tenía porque saber nada más al respecto.

Guillermo miro a agraman y asintió. 

—Bueno señores si todos lo tenemos claro será mejor que nos pongamos en marcha que tenemos muchas cosas en el tintero. Sin ir mas lejos Jurado y yo estamos llegando tarde ya a una cita para verificar una pista en Chamberí. —

Se levantó de la silla y miro al resto esperando confirmación. 

—¿Nos ponemos en marcha?—

—Míguez, Santos y Jimenez les informarán de forma directa a ustedes a la par que a mí. Cualquier cosa que necesiten se la solicitarán a ellos. Si alguien hace algo sospechoso lo sabremos de inmediato. Podemos ponernos en marcha.

El comisario superior se levantó de su silla dispuesto a encarar el que probablemente sería uno de los días más complicados de su carrera. A él no le tocaba cazar a un asesino, a él le tocaba lidiar con el alcalde y otras entidades de poder.

—Me pongo de inmediato con la nota y te digo algo.— le prometió Santos a Cortés —Y estaré pendiente de ella.

Tanto él como los demás forenses salieron de la sala dejando en ella a los detectives.
 

Quedaron en la sala los detectives que también tenían un día complicado por delante. Patricia y Pedro se retiraron a cubrir la montaña de informes que les esperaba por el caso de Robledo. Pero ¿qué harían los demás?

Parecía que Montalbano tenía claro que iría a Chamberí, ¿sólo o acompañado?