Partida Rol por web

Dick Dale - Misirlou

“¿Le aflige acaso el verse sumergido por mucho tiempo en la oscuridad? Pues de usted depende que esa oscuridad no sea eterna.”

Crimen y Castigo - Fiodor Dostoievski.

Las llamas han desaparecido, estáis sanos y salvos. Comprobáis vuestro estado físico, ninguna herida o quemadura. Ni si quiera una manga de camisa chamuscada. Os percatáis de que estáis agachados.

Al lado de una estantería de artículos de limpieza.

En un pasillo de supermercado.

De un Mercadona.

Por los altavoces suena una melodía comercial:

Frente a vosotros tenéis otra estantería, ésta vez, de comida para mascotas. Miráis a vuestro alrededor y os encontráis con el siguiente panorama:

Un hombre, con una máscara de látex de Felipe González, se encuentra cerca de las cajas registradoras (cerca del pasillo 9), mirando hacia el mostrador central (al final del pasillo 7) apuntando con una escopeta.

Una guardia de seguridad, con uniforme de Prosegur, detrás del mostrador central, apunta con su arma reglamentaria a Felipe González.

Otro hombre, con una máscara de Jose María Aznar, está en el mostrador de atención al cliente (al otro lado de las cajas) armado con un viejo fusil CETME y supervisa la introducción de dinero en una bolsa de deporte por parte del encargado dando la espalda a Felipe González.

El tercer hombre, con una máscara de José Luis Rodríguez Zapatero, está en la entrada oeste, (frente al pasillo 1) apuntando con su escopeta a un grupo de asustados clientes agazapados en la sección de alimentación.

El cuarto hombre, con una máscara de Mariano Rajoy, se encuentra en la salida Este, (cerca del pasillo 13) armado con una pistola. No para de girar hacia todos lados tratando de vigilar todos los ángulos.

Hay clientes por todas partes. En la parte frontal del supermercado hay unos 40, 12 de ellos en la sección de alimentación, . Los demás están repartidos entre las cajas, las colas, los pasillos y las entradas.

¡Suelta la pistola PUTA!

Ti-ti-tire el arma y túmbese en el su-sue...

Antes de que podáis reaccionar Felipe González dispara su escopeta contra la guarda jurado, que está a punto de abrir fuego con su arma reglamentaria, alcanzándola y derribándola al suelo entre quejidos y lamentos. El disparo del guarda falla y va a parar al cartel de “Atención al Cliente” que cuelga sobre el mostrador de atención al cliente haciendo que éste oscile y asustando a  Aznar. Muchos de los clientes empiezan a chillar aterrados.

Desde la calle se escuchan sirenas de policía acercándose.

¿Sigo fumigado de sangre?

Sí. Exactamente en el mismo estado que antes de la explosión. 

• ¿Qué tenemos a mano sin levantar mucho la cabeza del suelo? (baldas bajas) Busco sobre todo sustancias cáusticas en aerosol o líquidas, juguetes para mascotas (pelotitas con cascabeles), y/o cadenas de perro para usar como látigo.
• ¿Rajoy abarca demasiado terreno como para que pueda verme mientras me muevo?

• Tienes a mano distintos tipos de productos de limpieza para el hogar, a saber: lejía, amoníaco, etc. En formato aerosol dispones de limpiacristales, quitagrasas y limpiador para madera. En cuanto a la sección de mascotas sólo puedes ver distintos piensos y productos de higiene para perros y gatos.
• Aunque la situación es caótica y Rajoy parece bastante nervioso e inquieto, siempre existe la pequeña posibilidad de que se fije en ti. 

Los gritos hacen que Maria se quede en su posicion en cuclillas, mirando alrededor, mirandose las manos, mirando a Jose Maria, alternativamente.

- aaaaAAaaahhyyyy... - murmulla, en un esfuerzo involuntario por explicarse a si misma que demonios esta ocurriendo.

Momentaneamente recupera la motricidad y comienza a reptar por el suelo hacia la parte trasera del supermercado, lo mas pegada a las estanterias como posiblemente puede, manteniendose agachada y mirando hacia atras de vez en cuando.

¡La poli ya está cerca! - su voz en nerviosa, sus gestos exagerados. Agita las manos, señala la puerta este con su arma.

-Oh dios, oh dios...no!-grita Roberto. Pero al tocarse no parece estar ardiendo. A su alrededor se encuentran los conductores del cruce y..que demonios...parecen encontrarse en un maldito supermercado. Un jodido Mercadona. ¿Que coño le esta ocurriendo? ¡Donde esta su maldito coche!

¡La poli ya está cerca!

Al escuchar el aviso su mente percibe por fin la ochentera escena que parece rodearles. Cuatro tipos, escondidos detrás de las máscaras de los presidentes de España. Perfecto. Acompaña a su nueva amiga al suelo y a gatas, le sigue hasta tocarle el pie.-¿Que cojones esta pasando aqui?-Esta bastante seguro de la respuesta, pero no puede pensar en nada mejor.

La policia se acerca. Están en medio de un atraco. Y por supuesto, no piensa morir aqui tampoco.

Ya te había avisado guarra - el atracador acerca su escopeta a la cara de la guardia de seguridad herida - te había avisado joder - le pega una tremenda patada en el costado que le hace escupir y toser sangre - no creo que vayas a salir de esta, guapa. 

- ¡Déjala en paz, cabrón!

Marc sigue agachado, acobardado por la escena. Sin embargo, la impotencia de ver a la vigilante en el suelo le ha hecho estallar.

- ¿Por qué he dicho eso? Cago en la puta, estoy fumigado de sangre en el suelo de un supermercado, con los dos tipos del accidente, y en una décima de segundo lo único que se me ocurre es gritarle a un chalado con una escopeta.

Mientras sus compañeros reptan hacia atrás, Marc mantiene la mirada alzada, en parte por idiota, en parte tratando de darles una pequeña oportunidad para que salgan por patas.

El Presidente González se queda petrificado. La máscara no permite ver la expresión de su rostro o el movimiento de sus ojos. Su pecho se expande y se contrae con gran velocidad. Entonces gira la cabeza hacia su derecha, hacia Marc, mientras su tronco permanece quieto.

¿Cómo? - dice - ¿Tenemos un machito? - pregunta mientras se acerca al pasillo donde Marc permanece agachado y desafiante. 

Mientras tanto, el presidente Aznar está gritando al encargado - ¡Mete la PUTA pasta, vamos vamos vamos! - apuntando su rifle al pecho del pobre desgraciado - ¡Esto ya casi está tíos!.

Felipe González casi ha llegado a la altura de Marc, dejando de prestar atención a la guardia jurado. Levanta su escopeta cuando se para en seco - ¿Pero qué cojones? - la sangre que pinta todo el rostro de Marc le hace dudar.

Es cuando la guardia jurado empieza a convulsionar violentamente y sus gritos de dolor se vuelven insoportables, como el chirriar de un tenedor contra un plato. La gente vuelve a gritar, asustada. Una de las mujeres que está cerca de las cajas se levanta y empieza a correr hacia la salida oeste.

¡Quieta joder!

Se escucha una detonación. la mujer que corría cae el suelo con la camisa reventada. No ha gritado. No puede escucharse el golpe de su cuerpo contra el suelo por culpa del sonido del disparo que aún abruma los oídos de todos los presentes. El presidente Zapatero continúa apuntando al cuerpo de la rubia y joven mujer. Quieto. En silencio.

¡JaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaJAJAJA! - Felipe González se gira hacia la puerta oeste para admirar la proeza de su compinche. Alza la mano que porta la escopeta en señal de victoria - Yuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiha, esa ya no correrá mucho más lejos.

Mierda mierda joder. - Rajoy, nervioso, se lleva una mano a la careta - MIERDA.

Incomprensiblemente eres capaz, en medio de todo este caos, de ver el reloj que hay en la pared entre las dos puerta. Marca las 14:15 y recuerdas que te encontraste con el accidente de la carretera hacia la 2 de la madrugada.

Mientras avanzas por el pasillo te fijas en que, al final del mismo, hay un hombre de la limpieza agachado, sujetando su fregonay al lado del cubo. Y si no fuera por el mono de trabajo dirías que es imposiblemente parecido al Guardia Civil del cruce. Incluso el bigote parece idéntico.

Maria ignora el horror que acontece a sus espaldas y sigue arrastrandose hacia el final del pasillo para buscar una salida de emergencia. Al llegar al final del pasillo la ve, al fondo a la derecha.

- Vamos por aqui! - susurra medio gritando a sus companyeros de locura impuestos por algun tipo de Dios cruel.